Cristo es fuente de salud tanto física como espiritual. La figura de Jesús, especialmente en su crucifixión, es un símbolo de sufrimiento y sacrificio, pero también de esperanza y redención, elementos que se asocian con la sanación y la salud integral.
"Jesús nos acoge con manos abiertas" es una expresión que evoca la imagen de Jesús extendiendo sus brazos o manos para recibir a las personas, mostrando amor, perdón y aceptación incondicional. Es una representación de la misericordia y la compasión de Jesús, invitando a todos a acercarse a él sin importar sus circunstancias.
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