sábado, 17 de mayo de 2025

I VÍSPERAS

 


I VÍSPERAS

(Oración de la tarde)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: REVESTIDOS DE BLANCAS VESTIDURAS

Revestidos de blancas vestiduras,
vayamos al banquete del Cordero
y, terminado el cruce del mar Rojo
alcemos nuestro canto al rey eterno.

La caridad de Dios es quien nos brinda
y quien nos da a beber su sangre propia,
y el Amor sacerdote es quien se ofrece
y quien los miembros de su cuerpo inmola.

Las puertas salpicadas con tal sangre
hacen temblar al ángel vengativo,
y el mar deja pasar a los hebreos
y sumerge después a los egipcios.

Ya el Señor Jesucristo es nuestra pascua,
ya el Señor Jesucristo es nuestra víctima:
el ázimo purísimo y sincero
destinado a las almas sin mancilla.

Oh verdadera víctima del cielo,
que tiene a los infiernos sometidos,
ya rotas las cadenas de la muerte,
y el premio de la vida recibido.

Vencedor del averno subyugado,
el Redentor despliega sus trofeos
y, sujetando al rey de las tinieblas,
abre de par en par el alto cielo.

Para que seas, oh Jesús, la eterna
dicha pascual de nuestras almas limpias,
líbranos de la muerte del pecado
a los que renacimos a la vida.

Gloria sea a Dios Padre y a su Hijo,
que de los muertos ha resucitado,
así como también al sacratísimo
Paracleto, por tiempo ilimitado. Amén.

SALMODIA

Ant 1. El alzar de mis manos suba a ti, Señor, como ofrenda de la tarde. Aleluya.

Salmo 140, 1-9 - ORACIÓN ANTE EL PELIGRO

Señor, te estoy llamando, ven de prisa, 
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.

Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios;
no dejes inclinarse mi corazón a la maldad,
a cometer crímenes y delitos;
ni que con los hombres malvados
participe en banquetes.

Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda,
pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza;
yo opondré mi oración a su malicia.

Sus jefes cayeron despeñados,
aunque escucharon mis palabras amables;
como una piedra de molino, rota por tierra,
están esparcidos nuestros huesos a la boca de la tumba.

Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso;
guárdame del lazo que me han tendido,
de la trampa de los malhechores.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El alzar de mis manos suba a ti, Señor, como ofrenda de la tarde. Aleluya.

Ant 2. Me sacaste de la prisión: por eso doy gracias a tu nombre. Aleluya.

Salmo 141 - ORACIÓN DEL HOMBRE ABANDONADO: TU ERES MI REFUGIO

A voz en grito clamo al Señor,
a voz en grito suplico al Señor;
desahogo ante él mis afanes,
expongo ante él mi angustia,
mientras me va faltando el aliento.

Pero tú conoces mis senderos,
y que en el camino por donde avanzo
me han escondido una trampa.

Me vuelvo a la derecha y miro:
nadie me hace caso;
no tengo adónde huir,
nadie mira por mi vida.

A ti grito, Señor;
te digo: «Tú eres mi refugio
y mi heredad en el país de la vida.»

Atiende a mis clamores,
que estoy agotado;
líbrame de mis perseguidores,
que son más fuertes que yo.

Sácame de la prisión,
y daré gracias a tu nombre:
me rodearán los justos
cuando me devuelvas tu favor.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Me sacaste de la prisión: por eso doy gracias a tu nombre. Aleluya.

Ant 3. El Hijo de Dios aprendió, sufriendo, a obedecer; y se ha convertido para los que lo obedecen en autor de salvación eterna. Aleluya.

Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL - Flp 2, 6-11

Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.

Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El Hijo de Dios aprendió, sufriendo, a obedecer; y se ha convertido para los que lo obedecen en autor de salvación eterna. Aleluya.

LECTURA BREVE   1Pe 2, 9-10

Vosotros sois linaje escogido, sacerdocio regio, nación santa, pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que os llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su luz maravillosa. Vosotros, que en otro tiempo no erais pueblo, sois ahora pueblo de Dios; vosotros, que estabais excluidos de la misericordia, sois ahora objeto de la misericordia de Dios.

RESPONSORIO BREVE

V. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya. Aleluya.
R. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya. Aleluya.

V. Al ver al Señor.
R. Aleluya. Aleluya.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya. Aleluya.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. El Hijo del hombre ha entrado en su gloria, y por él Dios ha recibido su exaltación. Aleluya

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El Hijo del hombre ha entrado en su gloria, y por él Dios ha recibido su exaltación. Aleluya


PRECES

Oremos a Cristo, vida y resurrección de todos los hombres, y digámosle con fe:

Hijo de Dios vivo, protege a tu pueblo.

Te rogamos, Señor, por tu Iglesia extendida por todo el mundo:
santifícala y haz que cumpla su misión de llevar tu reino a todos los hombres.

Te pedimos por los que sufren hambre y por los que están tristes, por los enfermos, los oprimidos y los desterrados:
dales, Señor, ayuda y consuelo.

Te pedimos por los que se han apartado de ti por el error o por el pecado:
que obtengan la gracia de tu perdón y el don de una vida nueva.

Salvador del mundo, tú que fuiste crucificado, resucitaste y has de venir a juzgar al mundo,
ten piedad de nosotros, pecadores.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Te rogamos, Señor, por los que viven en el mundo 
y por los que han salido ya de él, con la esperanza de la resurrección.

Terminemos nuestra oración con las palabras del Señor:

Padre nuestro...

ORACION

Dios nuestro, que nos has enviado la redención y concedido la filiación adoptiva, protege con bondad a los hijos que tanto amas, y concédenos, por nuestra fe en Cristo, la verdadera libertad y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén. 

viernes, 16 de mayo de 2025

Domingo 5º de Pascua: 18 de mayo de 2025

 

Os doy un mandamiento nuevo…

INTRODUCCIÓN

A Jesús le va lo nuevo. El evangelio de Juan está lleno de “impactos de novedad”.  Con Jesús llega un “Vino Nuevo”, un “Templo Nuevo”, un “Nacimiento Nuevo”, “un Agua Nueva”, un “Nuevo Pan”, una “Nueva Luz”, un “Nuevo Pastor”, un “Nuevo Mandamiento”. Con Jesús cesa lo viejo, lo cansado, lo aburrido, lo repetido. Con Jesús, el agua se convierte en vino, las redes revientan de peces, los ciegos ven, los sordos oyen, los cojos comienzan a caminar, y hasta los muertos resucitan. ¿Qué son los milagros de Jesús sino la reivindicación del hombre al derecho a ser feliz?  Con Jesús comienza el gozo, la fiesta, el gusto por la vida. Con Jesús llega el estreno, el asombro, la sorpresa. JESUS ES LA ALEGRIA DE LA VIDA.

LECTURAS DEL DÍA

1ª lectura: Hech, 14, 21b-27                                   2ª lectura: Ap. 21, 1,-5ª.

EVANGELIO

Jn. 13,31-35).

Cuando salió, dijo Jesús: «Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijitos, me queda poco de estar con vosotros. Me buscaréis, pero lo que dije a los judíos os lo digo ahora a vosotros: «Donde yo voy no podéis venir vosotros». Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también unos a otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros». Simón Pedro le dijo: «Señor, ¿adónde vas?». Jesús le respondió: «Adonde yo voy no me puedes seguir ahora, me seguirás más tarde». Pedro replicó: «Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Daré mi vida por ti». Jesús le contestó: «¿Conque darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes de que me hayas negado tres veces.

REFLEXIÓN

El centro del mensaje de este día se podría condensar en esta frase: DIOS ES NOVEDAD.

1.– JESÚS NOS DA UN MANDAMIENTO NUEVO (Evangelio). Es interesante conocer el contexto inmediato. Las palabras que anteceden son éstas: “Hijitos míos, qué poco me queda de estar con vosotros”.  Sabemos que, en arameo, la lengua que hablaba Jesús, no había diminutivos. ¿Cómo se puso esta palabra en diminutivo al traducirla al griego? Dicen los comentaristas: Juan, el testigo de los hechos, no sólo quiso traducir la palabra sino el tono, la emoción, la ternura que puso al pronunciarla. Jesús, en estos momentos tan emocionantes se sintió de una manera especial, “Revelador del Padre”.  Y, en los últimos instantes de su vida, quiso entregarnos todo el cariño del Padre que tenía acumulado a lo largo de su existencia. En este mandamiento nuevo se concentran y se funden el mandamiento del amor al Padre y el mandamiento del amor a los hermanos. La muerte de Cristo es “para demostrar al mundo que yo amo al Padre” (Jn. 14,31). Y para demostrar al mundo lo que yo amo a los hombres: «Nadie ama más al amigo que aquel que da la vida por él” (Jn. 15,13).  La novedad consiste en que debemos amarnos con este mismo amor que Cristo nos ama. Aquí está la gran revolución del mundo. La energía, la fuerza de este amor es irresistible ante cualquier obstáculo.

2.– JESUS NOS ABRE UN CAMINO NUEVO PARA LA FE (1ª lectura).  Después de la Resurrección, los apóstoles, en especial Pablo, caen en la cuenta de que esta “maravillosa noticia” no se podía quedar sólo para el pueblo judío. Y abrieron la puerta de la fe a todos los paganos. Jesús había dicho: «Cuando yo sea levantado en alto, atraeré a todos hacia mí” (Jn. 12,32).  Cristo, muriendo en la Cruz, ha escrito en la cima de ese monte la carta más bella sobre el amor. No se trata de un amor sentimental, pasajero, superficial. Se trata del amor de donación, del amor gratuito, del amor de excelencia. Los primeros cristianos fueron creadores, fueron capaces de traspasar la fe a un mundo pagano. La razón es que creyeron “en la fuerza del amor”.  El amor auténtico siempre es atractivo, seductor. Y los primeros cristianos, entusiasmados por ese amor, supieron seducir y atraer a los paganos al mundo fascinante del amor de Jesús. ¡Mirad cómo se aman! La gente se quedaba embelesada por esa nueva manera de amarse. Los cristianos del siglo XXI, ante el paganismo reinante, ¿qué hacemos? ¿En qué nos entretenemos? ¿Por qué no vamos a la raíz de nuestros males y estrenamos el maravilloso camino que Jesús nos dejó? ¡AMAOS COMO YO OS HE AMADO!

3.– JESÚS NOS ANUNCIA UN NUEVO CIELO, UNA NUEVA CIUDAD, BELLA COMO UNA NOVIA QUE SE ADORNA PARA SU NOVIO (Segunda lectura).  Lo peor que nos está pasando a esta generación es que, con el apagón de la fe, se nos está eclipsando la esperanza en un mundo futuro.  Hay muchos cristianos, incluso que van a Misa, y tienen muchas dudas en su futura resurrección. San Juan, cuando describe la Nueva Jerusalén con esas imágenes tan vivas, tan evocadoras, tan sugerentes, está copiando lo que sucede en la liturgia de la tierra, con esas celebraciones tan vivas, tan alegres, tan radiantes, tan entusiastas. En cada celebración recordaban la Resurrección del Señor y avivaban su esperanza con un grito MARANATHA=VEN, SEÑOR JESUS.  Para San Juan de la Cruz, lo que separa el cielo de la tierra no es un muro sino “una tela transparente”. No se ve todavía el cielo, pero se transparenta. Y la muerte sólo consiste en “romper la tela de ese dulce encuentro”. Hemos vaciado de contenido nuestra fe y nuestra esperanza. Hay que volver a un encuentro vivo con Jesús y con la mejor tradición. Así acaba San Agustín su famoso libro de la Ciudad de Dios: “Allí veremos, alabaremos, amaremos, gozaremos, en un fin que no tendrá fin.                     

PREGUNTAS

1.- ¿Vivo mi fe cristiana con gozo, con ilusión, con esperanza? ¿O estoy contagiado de pesimismo, amargura, cansancio, con ganas de tirar la toalla? ¿Cómo volver al amor primero?

2.- ¿Me siento motivado a llevar la Buena Noticia de Jesús a los paganos del mundo de hoy? ¿Con qué armas? ¿Estoy convencido que sólo el amor nos puede salvar?

3.- ¿Le creo a Jesús capaz de hacerme feliz en esta vida? ¿Y le creo a Jesús Resucitado capaz de darme una felicidad para siempre