viernes, 28 de febrero de 2025

Lectio Divina: 28 de febrero de 2025

 

“Lo que Dios ha unido no lo separe el hombre”.



1.-Oración preparatoria.       

Señor, yo quiero entender bien lo que Tú piensas de la vida, de nuestros problemas, de nuestros intereses. En el caso de hoy, lo que piensas sobre el amor de los esposos. Dame la fuerza del Espíritu para penetrar en tus sabias palabras ya que éstas y no las palabras humanas van a ser las que orienten nuestra vida.

2.- Lectura sosegada del evangelio. Del santo Evangelio según san Marcos 10, 1-12

En aquel tiempo Jesús se marchó a la región de Judea, y al otro lado del Jordán, y de nuevo vino la gente donde él y, como acostumbraba, les enseñaba. Se acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, preguntaban: «¿Puede el marido repudiar a la mujer?» Él les respondió: ¿Qué os prescribió Moisés?» Ellos le dijeron: «Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla» Jesús les dijo: «Teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón escribió para vosotros este precepto. Pero desde el comienzo de la creación, Él los hizo varón y hembra. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y los dos se harán una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió, no lo separe el hombre» Y ya en casa, los discípulos le volvían a preguntar sobre esto. Él les dijo: «Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla; y si ella repudia a su marido y se casa con otro.

3.-Qué dice el texto bíblico. 

Meditación-reflexión

Los dos serán una sola carne. El plan de Dios sobre el matrimonio está claro: que fueran felices, plenamente felices. Dios, antes de entregar a Eva por esposa, somete a Adán a “una experiencia de soledad”. En medio de un jardín maravilloso, se encontraba solo. La belleza de la creación con sus ríos, árboles, flores, pájaros…, no le arrancaba de su soledad. Y esta situación le dio pena a Dios. “No es bueno que el hombre esté solo”. Y, después de un profundo sueño, para que jamás el hombre se creyera que la mujer era obra suya y no regalo de Dios, le entregó a Eva, salida del mismo corazón de Adán. Y, al verla, vino la admiración, la sorpresa, el entusiasmo. ¡Esto sí que es carne de mi carne! En la unión de ambos está la felicidad y en la ruptura, la desgracia. Este era el plan de Dios. ¿Y cuándo ese plan no se cumple por el egoísmo de las personas? Moisés había permitido el divorcio como “mal menor”. Ahora bien, lo que no podía tolerar Jesús era la hipocresía. Mientras el hombre podía separarse de la mujer, “porque había encontrado en ella algo vergonzoso” la mujer nunca podía separarse del hombre. San Marcos interpreta muy bien el pensamiento de Jesús cuando, hablando a gente no judía, dice:” y si ella repudia a su marido”.  Admite que ella tiene el mismo derecho otorgado por Moisés. Naturalmente que el ideal siempre será “volver al amor primero” donde el amor se vive con ilusión, y con una inmensa alegría. Si, a pesar de todo, los corazones se endurecen a causa del egoísmo, habrá que tratarlos con el bálsamo de la misericordia.

Palabra del Papa

Esta Exhortación de la “Alegría del amor” adquiere un sentido especial en el contexto de este Año Jubilar de la Misericordia. En primer lugar, porque la entiendo como una propuesta para las familias cristianas, que las estimule a valorar los dones del matrimonio y de la familia, y a sostener un amor fuerte y lleno de valores como la generosidad, el compromiso, la fidelidad o la paciencia. En segundo lugar, porque procura alentar a todos para que sean signos de misericordia y cercanía allí donde la vida familiar no se realiza perfectamente o no se desarrolla con paz y gozo. (S.S. Francisco, La alegría de amor, exhortación apostólica post sinodal, n. 5).

4.- Qué me dice hoy a mí este texto. (Guardo silencio) 

5.- Propósito. Rezaré para que se cumplan los sueños de Dios sobre el matrimonio.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, yo quiero darte gracias por lo maravilloso que eres, por los sueños tan bonitos que has tenido sobre cada uno de nosotros. Nos has hecho libres para elegir vivir la vocación cristiana en una vida de pareja o vivir la vocación a la vida célibe. Pero en ambos casos siempre has pensado en una vida con amor. Ni quieres matrimonios sin amor, ni quieres curas o monjas sin amor, sin ilusión. Tú eres Amor. Si nos salimos de ti estamos perdidos.

miércoles, 26 de febrero de 2025

Lectio Divina: 27 de febrero de 2025

 

“Que haya sal entre vosotros mismos y viváis en paz unos con otros».



1.-Oración introductoria.

Señor, las personas somos capaces de todo: de lo mejor y de lo peor. Podemos ser altruistas, generosos, desinteresados hasta ir entregando la vida por los más pobres y desgraciados, como nuestra santa moderna, Santa Teresa de Calcuta. Pero también podemos manchar el alma limpia y pura de los niños. Dame, Señor, la gracia de vivir siempre siendo sal, que no estropee su efecto de conservar y dar sabor a este mundo tan triste y tan soso.

2.- Lectura reposada del evangelio. Marcos 9, 41-50

Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo. Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar. Si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtala, porque más te vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos a la Gehena, al fuego inextinguible. Y si tu pie te está haciendo caer, córtatelo; porque más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con tus dos pies a la Gehena. Y si tu ojo prepara tu caída, sácatelo; pues es mejor para ti entrar con un solo ojo en el Reino de Dios que ser arrojado con los dos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga. Porque cada uno será salado por el fuego. La sal es una cosa excelente, pero si se vuelve insípida, ¿con qué la volverán a salar? Que haya sal en ustedes mismos y vivan en paz unos con otros».

3.- Qué dice este texto del evangelio.

Meditación-reflexión.

Las palabras del evangelio de hoy son muy duras. Si tu mano, si tu pie, son ocasión de escándalo, ¡Córtalos! La dureza de sus palabras está en consonancia con la gravedad del pecado. Jesús defiende a todos, pero especialmente a “sus pequeñitos”.  El Papa Francisco es un luchador contra aquellos que abusan de los niños. Para prevenir, ahí están las palabras del Señor a todos los cristianos: Si alguna vez pasa por vuestra mente alguna idea de este tipo, hay que pedirle al Señor antes de cometer tal crimen, ¡Que me corten las venas! ¡Que me mutilen! ¡Que me maten!, incluso aquí se habla de la Gehena, del infierno. El infierno comienza ya aquí. Y la mejor manera de ir al cielo es ser ya desde aquí un cielo para los demás. La sal es buena, sirve para evitar la corrupción y dar sabor a la vida. Pero si se vuelve insípida, ¿Para qué sirve? Cuando los cristianos perdemos el sabor a evangelio, ya no servimos para nada. Sólo para ser despreciados por la gente.  Hay que recuperar “las manos”, “los ojos” y “los pies” para poner nuestras acciones al servicio del evangelio.

Palabra del Papa.

“Sabemos que [a la Iglesia] no le faltan hijos reacios e incluso rebeldes, pero es en los santos donde la Iglesia reconoce sus propios rasgos característicos y, precisamente en ellos, saborea su alegría más profunda. Todos tienen en común el deseo de encarnar el Evangelio en su existencia, bajo el impulso del eterno animador del Pueblo de Dios, que es el Espíritu Santo. Al fijar la mirada sobre sus propios santos, esta Iglesia particular ha llegado a la conclusión de que la prioridad pastoral de hoy es hacer de cada hombre y mujer cristianos una presencia radiante de la perspectiva evangélica en medio del mundo, en la familia, la cultura, la economía y la política. Con frecuencia nos preocupamos afanosamente por las consecuencias sociales, culturales y políticas de la fe, dando por descontado que hay fe, lo cual, lamentablemente, es cada vez menos realista. Se ha puesto una confianza tal vez excesiva en las estructuras y en los programas eclesiales, en la distribución de poderes y funciones, pero ¿qué pasaría si la sal se volviera insípida?” (Benedicto XVI, Homilía, Terreiro do Paço de Lisboa, 11 de mayo de 2010).

4.- Qué me dice hoy a mí este texto ya meditado. (Guardo silencio)

5.-Propósito. Me comprometo a luchar junto al Papa Francisco, para erradicar de la Iglesia y del mundo este horrible pecado de los abusos a los niños.

6.- Dios me ha hablado hoy a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, hoy me has hablado de un tema muy actual, de un pecado muy horrible: el hacer daño a los niños, “tus predilectos”. Quiero unirme al Papa Francisco para que en la Iglesia de Jesús no se den ya más este tipo de pecados, especialmente entre los clérigos.  Limpia, purifica, a tu Iglesia.  Que brille el rostro bello de una Iglesia, esposa de Cristo, “sin mancha, sin arrugas”.

martes, 25 de febrero de 2025

Lectio Divina: 26 de febrero de 2025

 

“Todo aquel que no está contra nosotros, está a nuestro favor»



1.- Oración introductoria.

Señor, al escuchar hoy tu evangelio, caigo en la cuenta de lo estrechos y miopes que son los pensamientos de los hombres comparados con los tuyos. A ti no te importa saber quién   es esa persona que hace el bien, sino saber que el bien se hace. A los hombres les interesa mucho el protagonismo tanto a nivel personal como de grupo. A ti, Señor, te interesan “las personas”. Que éstas no sufran, que sean libres, que sean felices. El bien siempre hay que hacerlo sin mirar a quien.

2.- Lectura reposada del evangelio:  Marcos 9, 38-40

En aquel tiempo, Juan le dijo a Jesús: «Hemos visto a uno que expulsaba a los demonios en tu nombre, y como no es de los nuestros, se lo prohibimos». Pero Jesús le respondió: «No se lo prohíban, porque no. hay ninguno que haga milagros en mi nombre, que luego sea capaz de hablar mal de mí. Todo aquel que no está contra nosotros, está a nuestro favor».

3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión

En estos últimos tiempos se habla mucho de ecumenismo, de tender puentes, de abrir puertas, pero sólo se habla y poco se practica. Todo grupo tiende a “encerrarse”, también los grupos religiosos. En tiempo de Jesús, hasta los mismos discípulos:” Hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y se lo hemos impedido porque no es de los nuestros”. “Echaba demonios” ¿Habrá algo más bonito que echar demonios? Es liberar a la gente de algún mal, no dejar que la gente sufra, hacerle la vida más agradable. Y dan una razón muy poderosa: “No es de los nuestros”. Con el evangelio en la mano, ¿se puede decir de alguien que no es de los nuestros? Jesús aparece como el verdadero “dialogante”. Como el mejor “ecumenista de todos los tiempos”. ¡No se lo impidáis! Jesús está en un diálogo constante con Dios, su Padre y conoce muy bien sus intenciones. Quiere ser Padre de todos y sueña con hacer de la humanidad, una gran familia. Al Dios revelado por Jesús, no le estorba nadie. Genial la respuesta de Jesús: “El que no está contra vosotros está a vuestro favor”. Hay mucha gente buena que no son católicos ni cristianos, pero trabajan por la paz, por la justicia, por construir un mundo mejor que el que tenemos. Todo el que trabaja por hacer el bien, por evitar el mal, ése “es de los nuestros”.

Palabra del Papa.

“Uno de los títulos del Obispo de Roma es «Pontífice», es decir, el que construye puentes, con Dios y entre los hombres. Quisiera pre­cisamente que el diálogo entre nosotros ayude a construir puentes entre todos los hombres, de modo que cada uno pueda encontrar en el otro no un enemigo, no un contendiente, sino un hermano para acoger­lo y abrazarlo. Además, mis propios orígenes me impulsan a trabajar para construir puentes. En efecto, como sabéis, mi familia es de origen italiano; y por eso está siempre vivo en mí este diálogo entre lugares y culturas distantes entre sí, entre un extremo del mundo y el otro, hoy cada vez más cercanos, interdependientes, necesitados de encontrarse y de crear ámbitos reales de auténtica fraternidad. (Papa Francisco. Encuentro con los Embajadores. 22-03-13).

4.- Qué me dice hoy a mí este texto que acabo de meditar. (Silencio)

5.- Propósito. Intentaré dialogar con alguien que no es de mi grupo, ni de mis ideas, y descubriré lo bueno y positivo que hay en él.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora y le respondo con mi oración.

Señor Jesús, te mire por donde te mire, siempre me sorprendes, siempre me ensanchas el corazón. Te agradezco esa amplitud de miras, ese buscar siempre lo bueno, lo positivo que hay en el corazón de cada uno, ese ir siempre por delante poniendo la semilla del bien. Es verdad que en el mundo no todo es trigo limpio, hay también cizaña. Pero cuando quiere crecer la cizaña, el campo está sembrado de trigo. Y tú esperas que el trigo se apodere de la cizaña y que el bien se imponga sobre el mal. En este mundo nunca es tiempo de arrancar; siempre es tiempo de sembrar.

Lectio Divina: 25 de febrero de 2025

 

«¿De qué estaban discutiendo por el camino?»


1.- Oración preparatoria.

Señor, hoy vengo a decirte que te necesito más que nunca. Me sorprende la postura de tus discípulos que, a pesar de estar tan cerca de ti, no se enteran de tus planes, de tus proyectos. Ellos van “a lo suyo”. No quieren ni oír hablar de sufrimiento ni de cruz. Más bien buscan los primeros puestos. Yo quiero seguirte. Quiero poner mis pies en las huellas que Tú has dejado en el camino. Haz, Señor, que yo deje también huellas de bondad, de paz, de austeridad, y de servicio desinteresado por donde yo pase.

2.- Lectura reposada del evangelio. Marcos 9, 30-37

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos, iban caminando por Galilea; él no quería que se supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: «El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres; le matarán y a los tres días de haber muerto resucitará» Pero ellos no entendían lo que les decía y temían preguntarle. Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntaba: «¿De qué estaban discutiendo por el camino?» Ellos callaron, pues por el camino habían discutido entre sí quién era el mayor. Entonces se sentó, llamó a los Doce, y les dijo: «Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos». Y tomando un niño, le puso en medio de ellos, le estrechó entre sus brazos y les dijo: «El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, no me recibe a mí sino a Aquel que me ha enviado»

3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión

El cristiano de todos los tiempos sólo debe tener una preocupación: despreocuparse de sí mismo para dedicar todo su tiempo en preocuparse de los demás. De Jesús se dijo: “Pasó por la vida haciendo siempre el bien”.  Y ¿por qué hacía siempre el bien? Porque Él siempre estaba bien por dentro. Él era feliz viendo a la gente feliz. La suprema felicidad consiste en ser feliz viendo felices a los demás. Pero cuando sólo pensamos en nosotros mismos, en nuestros intereses, nuestros problemas, nuestras miras cortas, nuestro afán de vanidad y ser más que los demás ocupando “los primeros puestos” vamos enterrando, poco a poco, el pozo interior de la auténtica felicidad. Jesús, en esta ocasión, se sienta como Maestro, para dar la gran lección: “el que quiera ser primero que sea el último de todos”. El Maestro que se sienta a dar esta lección no tendrá ningún inconveniente en “arrodillarse” ante los discípulos y lavarles los pies. Jesús es el Maestro que enseña con su vida. Los discípulos no tienen que obedecer lo que dice, sino imitar lo que hace. Jesús siempre pone la vida por delante.

Palabra del Papa

Leyendo esta parte del relato de Marcos, está claro que entre Jesús y los discípulos hay una profunda distancia interior; están, por así decirlo, en dos longitudes de onda diferentes, por lo que los discursos del Maestro no son comprendidos, o lo son solo de modo superficial. El apóstol Pedro, inmediatamente después de haber manifestado su fe en Jesús, se permite regañarlo porque predijo que deberá ser rechazado y asesinado. Después del segundo anuncio de la pasión, los discípulos discutían sobre quién era el más grande entre ellos; y después, en el tercero, Santiago y Juan le piden a Jesús, el poder sentarse a su derecha y a su izquierda, cuando esté en la gloria. Pero hay otras diversas señales de esta distancia: por ejemplo, los discípulos no logran curar a un muchacho epiléptico, que después Jesús sana con el poder de la oración; o cuando le presentan los niños a Jesús, los discípulos le reprochan, y al contrario Jesús, indignado, les hace quedarse, y afirma que solo los que son como ellos pueden entrar en el Reino de Dios. (Benedicto XVI, 23 de septiembre de 2012).

4.- Qué me dice hoy a mí este texto. (Guardo silencio)

5.-Propósito. Buscaré yo hoy ese niño que fui: humilde, sencillo, sin prejuicios del pasado, siempre con ganas de crecer.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí por medio de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, te confieso que humanamente me siento ridículo haciendo lo que Tú nos dices. Es justamente lo contrario de lo que hace todo el mundo. ¿Por qué tengo que ser distinto? Pero soy sincero cuando te digo que, en el fondo, descubro que tienes razón. Nunca he sido feliz con mi egoísmo, ni haciendo lo que hacen todos, sino cuando he sido capaz de hacer algo distinto, cuando he ayudado a los demás. Gracias, Señor, porque en la satisfacción que siento al hacer el bien, encuentro mi recompensa.

lunes, 24 de febrero de 2025

Estoy contigo: Un documental sobre Carlo Acutis

 

EN VIVO desde el Vaticano: Rezo del Rosario por la salud del Papa Francisco | Lunes 24 Febrero 2025

 


Sigue junto con nosotros el rezo del Santo Rosario por el Papa Francisco desde la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, presidida por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado Vaticano.

Lectio Divina: 24 de febrero de 2025

 

“Jesús lo tomó de la mano, lo levantó y el muchacho se puso de pie”.


1.-Oración introductoria.

Hoy, Señor, me quiero acercar a ti, como se acercaron aquellos que nos cuenta el evangelio del día: quiero correr hacia ti y dejarme impresionar por tus palabras. Quiero que me contagies de tu bondad, de tu misericordia. Lo importante para ti es hacer el bien: dar la mano, levantar, poner en pie la vida, hacernos felices. ¡Qué bueno eres, Jesús! ¿Por qué estando tan cerca de ti no soy mejor?

2.- Lectura reposada del Evangelio según san Marcos 9, 14-29

En aquel tiempo, cuando Jesús bajó del monte y llegó al sitio donde estaban sus discípulos, vio que mucha gente los rodeaba y que algunos escribas discutían con ellos. Cuando la gente vio a Jesús, se impresionó mucho y corrió a saludarlo. Él les preguntó: “¿De qué están discutiendo?” De entre la gente, uno le contestó: “Maestro, te he traído a mi hijo, que tiene un espíritu que no lo deja hablar; cada vez que se apodera de él, lo tira al suelo y el muchacho echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. Les he pedido a tus discípulos que lo expulsen, pero no han podido”. Jesús les contestó: “¡Gente incrédula! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho”. Y se lo trajeron. En cuanto el espíritu vio a Jesús, se puso a retorcer al muchacho; lo derribó por tierra y lo revolcó, haciéndolo echar espumarajos. Jesús le preguntó al padre: “Cuánto tiempo hace que le pasa esto?” Contestó el padre: “Desde pequeño. Y muchas veces lo ha arrojado al fuego y al agua para acabar con él. Por eso, si algo puedes, ten compasión de nosotros y ayúdanos”. Jesús le replicó: “¿Qué quiere decir eso de ‘si puedes’? Todo es posible para el que tiene fe”. Entonces el padre del muchacho exclamó entre lágrimas: “Creo, Señor; pero dame tú la fe que me falta”. Jesús, al ver que la gente acudía corriendo, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: “Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Sal de él y no vuelvas a entrar en él”. Entre gritos y convulsiones violentas salió el espíritu. El muchacho se quedó como muerto, de modo que la mayoría decía que estaba muerto. Pero Jesús lo tomó de la mano, lo levantó y el muchacho se puso de pie. Al entrar en una casa con sus discípulos, éstos le preguntaron a Jesús en privado: “¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?” Él les respondió: “Esta clase de demonios no sale sino a fuerza de oración y de ayuno”.

3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión

¡Qué poder de destrucción tiene el mal! Aquel hombre, poseído de un mal espíritu, se revolvía, era arrojado al fuego, echaba espumarajos, se quedaba muerto… Tal vez se trataba de un caso de epilepsia. Hoy día se podría curar con medicamentos adecuados; pero Jesús entonces no usó de esos medicamentos. Lo importante es saber que allá donde un hombre o una mujer sufren, no puede desarrollarse,ni crecer, ni ser persona…ahí está Jesús. La medicina que usa Jesús es su gran misericordia. Es cierto que el mal es fuerte, pero hay alguien que es “más fuerte que el fuerte”. Es Jesús. Este milagro se realiza después de la Transfiguración donde los discípulos han estado tan a gusto que no les hubiera importado quedarse allí. ¡Qué bien se está aquí! Pero Jesús les hace bajar del Monte. No se puede ser feliz en el monte sabiendo que ahí en el llano, en la vida, hay mucha gente que sufre. El hecho de estar yo bien me lleva a compartir ese bien con los demás. Todavía hoy nos conmueven esas sabias palabras de aquel padre: “Creo, Señor, pero ayuda a mi incredulidad”.  Lo importante de la fe no es la seguridad sino la humildad para reconocer lo poco que creemos, lo mal que creemos, y así seguir pidiendo, seguir buscando.

Palabra del Papa.

“La confianza de Dios en el hombre y en la mujer, a los cuáles confía la Tierra, es generosa, directa, plena. Pero es aquí donde el maligno introduce en su mente la sospecha, la incredulidad, la desconfianza. Y finalmente, llega la desobediencia al mandamiento que les protegía. Caen en ese delirio de omnipotencia que contamina todo y destruye la armonía. También nosotros lo sentimos dentro de nosotros, tantas veces, todos”. (Homilía de S.S. Francisco, 22 de abril de 2015).

4.- Qué me dice hoy a mí este texto. (Guardo silencio).

5.- Propósito: Hoy me voy a encontrar con gente que lo pasa mal. Voy a levantarle el ánimo y decirle que la vida es hermosa.

6.- Dios me ha hablado hoy a través de su palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, hoy te pido que me des mucha humildad para reconocer que todo lo que tengo es tuyo y no mío. A veces soy tan osado que, ante cualquier problema grave, acudo a ti para que me lo soluciones inmediatamente con un Padrenuestro mal rezado. Tengo que tener más seriedad contigo. Necesito que me des un corazón sensible ante el sufrimiento humano y esté siempre dispuesto a ayudar a los que me necesitan.  Entonces y sólo entonces, estaré en condiciones de pedir.

viernes, 21 de febrero de 2025

Domingo 7º, tiempo ordinario: 23 de febrero de 2025

 

La medida con que uséis la usarán con vosotros.


INTRODUCCIÓN

A este trozo del evangelio de hoy se le ha denominado “evangelio de la extravagancia”. ¿Quién puede perdonar al enemigo? ¿Quién puede poner la otra mejilla? Jesús no tomó esto al pie de la letra. De hecho, cuando le pegan, él mismo dice: ¿Por qué me pegas? (Jn.18,23).  Jesús, con esta manera de hablar quiere desconcertar, provocar, para cambiar nuestra manera de pensar tan distinta de la suya. “Si te piden el manto, da también la túnica”. Y esto significa: “si te piden la ropa exterior, da también la interior”. ¡Y me quedo desnudo! Así, desnudo de prejuicios, de pensamientos humanos, de tradiciones pasadas, hay que abordar el evangelio. Déjate sorprender por la novedad de Dios.

LECTURAS DEL DÍA

1ª lectura: 1Sam. 26, 2-23                2ª lectura: 1Cor. 15, 45-49

EVANGELIO

Lc. 6,27-38.

En cambio, a vosotros los que me escucháis os digo: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian. Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, no le impidas que tome también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien solo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores hacen lo mismo. Y si prestáis a aquellos de los que esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo. Por el contrario, amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; será grande vuestra recompensa y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los malvados y desagradecidos. Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso. No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros».

REFLEXIÓN

1.– Las heridas del corazón sólo pueden ser curadas con amor. Todos hemos sufrido “heridas morales” que nos han hecho sufrir: el odio, la calumnia, la envidia, la violencia, la humillación. Estas heridas han dejado huellas tan profundas que nosotros no podemos curar. No tenemos un amor tan grande que pueda olvidar. Pero Dios sí. El salmo 103 nos habla del amor perdonador de Dios y pone estas frases: “perdona todas tus culpas” y “cura todas tus enfermedades”.  Nuestras culpas, por numerosas que sean, son como gotas de agua que caen en el mar infinito de su amor misericordioso. Nuestras enfermedades, en este contexto, son las secuelas del pecado, las huellas que han marcado nuestra carne y han dejado unas profundas cicatrices. De todas esas enfermedades nos libra el Señor. Dirá muy bien San Agustín: «Para un médico tan poderoso no hay enfermedad que se le resista”. Ahora bien, si nosotros, no con nuestro pequeño amor, sino con el amor grande que Dios nos da, somos capaces de curar esas heridas humanamente incurables, somos conscientes del gran milagro que se ha obrado en nuestro corazón, y entonces saltamos de gozo, y lo celebramos con gran júbilo.

2.– El que ama sin esperar nada a cambio, está capacitado para entender el verdadero amor.  Ya los griegos solían hablar de dos tipos de amores: el “erótico” que es un amor interesado. Y el “ágape” que es amor desinteresado. Normalmente nosotros amamos con amor interesado: Amo porque me aman; amo porque así me amarán a mí; doy para poder recibir; o amo porque me caen bien las personas o por las cualidades que tienen. Los que nos movemos en este tipo de amores, nunca podremos disfrutar del verdadero amor. Jesús, en su evangelio, nos hace una propuesta:” cuando hagas una comida o una cena, invita a los que no pueden pagarte” (Lc. 14,13).  Así descubrirán el gozo de dar a fondo perdido, de servir a cambio de nada, Experimentarás que “hay mayor alegría en el dar que en el recibir” (Hechos 20,25).  El auténtico amor no exige paga; le basta con existir para estar pagado. El que tiene este amor tiene un verdadero tesoro. Y ese tesoro es Dios, “el mejor pagador”.   Decía Santa Teresita: «Amar es darse sin medida/ pues el amor salario no reclama/ Yo te doy, sin contar, toda mi vida/, pues no sabe de cuentas el que ama”.

3.– Sólo los limpios de corazón, pueden ver la grandeza y hermosura de Dios.   El evangelio de hoy termina hablando de una medida “generosa, colmada, remecida, rebosante”.  Esa es la medida que debemos usar para dar la talla en la vida, para realizarnos plenamente como personas, para disfrutar de todo lo que Dios nos ha dado. En el evangelio se habla de “tinajas que rebosan” (Jn. 2,8); de perfume que se derrama (Lc. 7,38): de “doce cestos de panes sobrantes” (Jn.6,13); “de barcas que se hunden por la cantidad de peces” (Lc.5,6). Todo ese derroche, esa sin medida, no es sino un signo del derroche de amor que Dios ha tenido con nosotros. Los tacaños, los mediocres, los que le dan a Dios “lo justito”, nunca podrán conocer a Dios. En cambio, los limpios de corazón, los que no tienen apegos a las cosas materiales, los que le han dado a Dios no sólo el corazón sino “todo el corazón” esos son los que conocen a Dios. Dice San Francisco de Sales: “No es el amor como el oro, que el que más vale es el que más pesa, sino como la llama que, la más pura, es la que más dista de la materia”. Dejemos que la “llama de amor viva” purifique nuestro corazón.

PREGUNTAS

1.- Estoy convencido de que yo no puedo amar como me pide el evangelio. Pero ¿Estoy dispuesto a dejarme amar por Dios para poder cumplirlo?  ¿Qué medios voy a poner?

2.- ¿Tienes alguna experiencia de amar por el gozo de amar, por el gozo de hacer feliz a la persona que amo? En caso positivo, ¿Cómo te has sentido?

3.- ¿Qué medida estoy usando para el amor?  pequeña, mezquina… ¿o generosa, rebosante, colmada?… La que use con los demás la usarán conmigo.

Lectio Divina: 22 de febrero de 2025

 

“A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos”



1.- Oración introductoria

Señor, hoy  siento una alegría grande en mi corazón al llegar a la oración y leer tu Palabra. Como a Pedro, también me haces a mí la entrega “de las llaves”. No las llaves de la Iglesia, pues soy pequeño y no pretendo dirigir nada. Me das las llaves de tu “propio corazón”. Con esas llaves puedo abrir y asomarme  al misterio de tu amor. Y, al mismo tiempo, yo también te entrego las llaves de mi corazón para que puedas invitar a entrar en él a los pobres, tus preferidos.

2.- Qué dice el texto.  Mateo 16, 13-19

Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?» Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas». Díceles él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo». Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».

3.- Qué dice el texto.

Meditación-Reflexión

Mateo coloca la escena en territorio gentil, fuera de una concepción del Mesías demasiado nacionalista, para dar a entender que estamos en una apertura a los gentiles. Jesús, antes de entregar a Pedro las “llaves de la Iglesia”, le entrega “las llaves de su corazón”. Y ese corazón es tan grande que en él  caben todos los pueblos. Jesús nos habla de un Padre Bueno que “hace salir el sol y manda la lluvia” para todos. En verdad, Pedro ha de ser “la roca” donde Jesús edifique su Iglesia. Pero no será una roca construida a base de  “leyes y de dogmas”. Será una “roca” construida sobre el amor. De hecho, lo único que el Señor le exige después de la Resurrección, es que le ame. ¿Me amas?…Apacienta mis ovejas. El alimento que deben dar los pastores en la Iglesia es el alimento del amor. No un amor cualquiera, sino  el amor recibido de Jesús. “Sólo el que sirve por amor sabe custodiar la Iglesia de Jesús” (Papa Francisco). Y es hermosa la misión de todo cristiano: abrir la puerta, dejar entrar, acoger, escuchar, comunicar. “Si miras a la cátedra de Pedro, no busques en ella a un vice-Cristo, sino a un hermano que, débil como tú, necesita recobrarse, a un hermano que el Señor te ha regalado para que te afiance en la fe. Demos gracias al Padre que, en la cátedra de Pedro nos ha dejado una luz que nos oriente en la noche, un hermano que, por su preeminencia en el amor, sea siervo de todos” (Fr. Agrelo).  

Palabra del Papa.

“Pedro responde: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo». Acto seguido, Jesús pronuncia la declaración solemne que define, de una vez por todas, el papel de Pedro en la Iglesia: «Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia (…). A ti te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos». Las tres metáforas que utiliza Jesús son en sí muy claras: Pedro será el cimiento de roca sobre el que se apoyará el edificio de la Iglesia; tendrá las llaves del reino de los cielos para abrir y cerrar a quien le parezca oportuno; por último, podrá atar o desatar, es decir, podrá decidir o prohibir lo que considere necesario para la vida de la Iglesia, que es y sigue siendo de Cristo. Siempre es la Iglesia de Cristo y no de Pedro. Así queda descrito con imágenes muy plásticas lo que la reflexión sucesiva calificará con el término: «primado de jurisdicción». Benedicto XVI, 7 de junio de 2006.

4.- Qué me dice hoy a mí este texto ya meditado. (Silencio)

5.- Propósito. Dedicaré un tiempo para visitar algún enfermo o alguna persona que vive sola y necesita comunicarse con alguien.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, después de este rato de oración, me voy contento. Contento de conocerte un poco más, y contento de pertenecer a una Iglesia fundada por ti. Una Iglesia de “puertas abiertas”, dando acogida a tantas personas que están fuera, a la intemperie, sin recibir el cariño de nadie. En esta Iglesia, como Santa Teresita, yo quiero ser “corazón”. Y enviar amor a todos los miembros de  este Cuerpo Místico.

Lectio Divina: 21 de febrero de 2025

 

“Quien quiera salvar su vida, la perderá”



1.- Ambientación.

Dios mío, hoy tu palabra es dura y muy exigente. Nos invitas a llevar la cruz, y eso repugna a nuestra naturaleza. Tú no quieres el dolor ni el sufrimiento. Pero hay situaciones inevitables que hay que aceptar. Que busque en ellas una oportunidad para expresar el amor, un modo de solidarizarme con tanta gente que lo pasa mal. Dame fuerza para ser un cristiano de verdad.

 

2.- Lectura reposada de la Palabra de Dios. Marcos 8, 34-9,1

Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida? Pues ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida? Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles. Y añadió: Yo les aseguro que algunos de los de aquí presentes no morirán sin haber visto primero que el Reino de Dios ha llegado ya con todo su poder.

3.- Qué dice este texto bíblico.

Meditación-reflexión.

Hay dos maneras de orientar la vida: desde el egoísmo o desde el amor. Los que viven para sí mismos, los que sólo piensan en sí mismos, los que tienen el corazón tan lleno de sí mismos que ya no cabe nadie en él, no aciertan, se equivocan, no dan en el blanco, fracasan. Pero los que orientan su vida hacia el amor a los demás, a la donación de sí mismos para favorecer a otros, estos aciertan. “¿Qué debe hacer el hombre para vivir? Morir a sí mismo. ¿Qué debe hacer el hombre  para morir? Vivir a sí mismo” (Talmud). Cuando se trata de “salvar la vida” significa no reducir la vida “a esta vida”, significa tener horizontes más amplios. “La vida sólo se puede encontrar en el don de sí mismo, Sólo así es vida libre, desinteresada, abierta, a la que Dios y el prójimo tienen acceso. Una vida de este género no cesa al morir porque pertenece a Dios y él permanecerá cercano incluso en la muerte” (Schweizer). El que apuesta todo en el tener queda empobrecido en el ser. Quien vive en lo inmediato suprime la vida futura. La oposición no está entre esta vida y la otra sino entre vida plena y vida vacía.

Palabra del Papa

“La cruz es algo más grande y misterioso de lo que puede parecer a primera vista. Indudablemente, es un instrumento de tortura, de sufrimiento y derrota, pero al mismo tiempo muestra la completa transformación, la victoria definitiva sobre estos males, y esto la convierte en el símbolo más elocuente de la esperanza que el mundo haya visto jamás. Habla a todos los que sufren -los oprimidos, los enfermos, los pobres, los marginados, las víctimas de la violencia- y les ofrece la esperanza de que Dios puede convertir su dolor en alegría, su aislamiento en comunión, su muerte en vida. Ofrece esperanza ilimitada a nuestro mundo caído. Por eso, el mundo necesita la cruz. No es simplemente un símbolo privado de devoción, no es un distintivo de pertenencia a un grupo dentro de la sociedad, y su significado más profundo no tiene nada que ver con la imposición forzada de un credo o de una filosofía. Habla de esperanza, habla de amor, habla de la victoria de la no violencia sobre la opresión, habla de Dios que ensalza a los humildes, da fuerza a los débiles, logra superar las divisiones y vencer el odio con el amor. (Benedicto XVI, 5 de junio de 2010).

4,. Qué me dice hoy a mí este evangelio ya meditado. (Silencio)

5.-Propósito. Que las dificultades de este día sean ocasiones para crecer en el amor

6.- Dios me ha hablado hoy a través de tu Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Gracias, Señor, porque hoy he comprendido mejor que salvar la vida es no estropearla, no malograrla, no vivir a medias, no vivir para uno mismo. La vida es demasiado hermosa como para no aprovecharla. Y la experiencia me dice que vivo en plenitud cuando vivo en la clave del amor. Haz Señor que no haga nada en esta vida que no pueda reciclarse en amor.

miércoles, 19 de febrero de 2025

Lectio Divina: 20 de febrero de 2025

 

«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?

1.- Oración introductoria.

Señor, hoy vengo a rezar como a Ti te gusta: con la Biblia en la mano. Necesito que en este momento me envíes tu Santo Espíritu para perforar la corteza de la letra y saborear el significado profundo de tus palabras. Necesito que tu palabra me toque por dentro y me haga cambiar. Señor, quiero parecerme cada día un poquito más a ti.

2.- Lectura reposada del evangelio. Mc. 8,27-33)

Salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que soy yo?» Ellos le dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que uno de los profetas» Y él les preguntaba: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Pedro le contesta: «Tú eres el Cristo» Y les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de él. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días. Hablaba de esto con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó a parte y trataba de disuadirlo. Pero él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole: ¡Quítate de mi vista, Satanás!, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres».

3.- Qué dice la Palabra de Dios.

Meditación-reflexión.

En este evangelio hay que distinguir entre la opinión de la gente y la opinión de los discípulos. La gente puede opinar de Jesús lo que quiera. A Jesucristo le interesa mucho más la opinión de sus discípulos. Y quiere que le manifiesten no sólo lo que es Jesús sino el significado de Jesús para ellos. Jesús no puede ser una doctrina o una teoría. Jesús es aquel que es capaz que dar pleno sentido a nuestras vidas. Aparentemente San Pedro da una respuesta correcta: Tú eres el Mesías. Es lo que pretende probar San Marcos desde el principio del Evangelio: “Jesús-Mesías-Hijo de Dios”. Justamente, en la mitad del Evangelio, Pedro, en nombre del grupo, afirma que Jesús es el Mesías. Y, al final, el Centurión, después de ver morir a Jesús, dirá que es “el Hijo de Dios”. Con todo, la respuesta de Pedro es insuficiente porque la noción que tiene del Mesías no coincide con la de Jesús. De hecho, San Pedro no acepta un Mesías que termine en una Cruz. Jesús le llega a decir a Pedro: ¡Satanás!  porque le quiere desviar del camino señalado por el Padre. Tú, Pedro, ponte detrás de mí. El camino lo marco yo y no tú. Se equivocaba Pedro y nos equivocamos también nosotros, los cristianos que queremos un cristianismo sin Cruz. Es importante descubrir hoy a Jesús en mi vida. “Yo digo, Jesús, que tú eres el crucificado que da vida, el pobre que a todos enriquece, el último que a todos enaltece. Tú eres el maestro que regala palabras llenas de vida eterna a los que creen. Tú eres el hombre que estamos llamados a ser. Tú, imagen de Dios invisible, eres mi Señor y mi Dios” (S.Agrelo).

Palabra del Papa.                                                                                                                                                            

“En el evangelio que hemos escuchado, vemos representados como dos modos distintos de conocer a Cristo. El primero consistiría en un conocimiento externo, caracterizado por la opinión corriente. A la pregunta de Jesús: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?», los discípulos responden: «Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas». Es decir, se considera a Cristo como un personaje religioso más de los ya conocidos. Después, dirigiéndose personalmente a los discípulos, Jesús les pregunta: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Pedro responde con lo que es la primera confesión de fe: «Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo». La fe va más allá de los simples datos empíricos o históricos, y es capaz de captar el misterio de la persona de Cristo en su profundidad”. (Benedicto XVI, 21 de agosto de 2011).

4.- Qué me dice hoy a mí este texto. (Guardo silencio)

5.-Propósito: Aceptaré la cruz de este día, todo aquello que me desagrada, y se lo ofreceré a Jesús.

6.- Dios me ha hablado hoy a través de su palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Te doy gracias, Señor, porque hoy he aprendido a valorar mi cristianismo, a ser discípulo tuyo, no de palabra, sino de verdad. Yo no puedo pedirte que me quites los sufrimientos, los malos ratos, las incomprensiones y todo lo que esta vida lleva de carga y de peso. Lo que te pido es que no me dejes solo, que me eches una mano, que me des tu gracia para que yo pueda cargar con la cruz de cada día.

Video exposición PERSONAS VICTIMA DE TRATA

EL DRAMA HUMANO DE LA TRATA
 SEXUAL Y LABORAL

El centro de Fundación Caja Rioja Gran Vía de Logroño acoge hasta el 22 de febrero la exposición fotográfica ‘Punto y seguimos. La vida puede más’, en la que 29 imágenes tratan de sensibilizar sobre el drama vivido por víctimas de trata sexual, explotación laboral, tráfico de órganos y matrimonios forzados.

El presidente de Caja Rioja, Pablo Arrieta, acompañado por el obispo de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Santos Montoya, presentaron el 5 de febrero  en una rueda informativa esta muestra, que se completa con charlas y otras actividades.

La exposición, formada por imágenes tomadas por el fotógrafo Fernando Mármol, fue creada pro la Subcomisión Episcopal de Migraciones y Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal Española y se ha exhibido de forma itinerante desde marzo de 2019.

El objetivo de esta iniciativa es visibilizar las situaciones de abuso y explotación humana, que es un negocio ilícito que mueve millones de euros para someter a miles de personas en el mundo, ha precisado Arrieta.

En la exposición, además de fotografías de las víctimas, se incluyen frases de sus protagonistas para expresar el drama vivido; también se muestran paneles con mensajes de indiferencia de la sociedad hacia esta situación y, por último, se abre una puerta a la esperanza de una vida libre de explotación.

Arrieta ha ensalzado el contenido de la muestra, cuyo fin es «sensibilizar a la población ante un drama social y una auténtica lacra» que ataca la dignidad humana y la libertad del ser humano.

Por su parte, Montoya ha indicado que este año se celebra el Jubileo ‘Peregrinos de esperanza’, declarado por el Papa Francisco para lograr el compromiso social contra trata de personas.

El obispo de la Diócesis riojana ha animado a la ciudadanía a «hacerse cargo» de esta realidad para luchar contra ella y ha agradecido a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y a las organizaciones que se dedican a atender a estas víctimas.

«Aquí hay un infierno que está viviendo mucha gente que ha venido engañada o con el deseo de superar circunstancias particulares en sus respectivos países y se encuentran con que se ha metido en la boca del lobo sin quererlo», ha reflexionado.

La muestra se completa con varias actividades a lo largo del mes, que comienzan con una vigilia de oración este sábado, 8 de febrero, en la parroquia de Logroño San José Obrero.

El lunes 17 habrá una charla a cargo de Susana García-Baquero sobre ‘La realidad de la trata’; y el martes 18 la mesa de experiencias ‘¡Hay futuro!’, con los testimonios de personas que ayudan a salir a las víctimas de esta situación de explotación.

El día 19 de febrero se celebrará en calle, en Gran Vía 2, un ‘Círculo de silencio’ y el día 26 se celebrará un eucaristía jubilar en la concatedral de la Redonda de Logroño.



Rosario desde Lourdes - 19/02/2025

 

martes, 18 de febrero de 2025

PELÍCULA QUE INVITA A REFLEXIONAR CON UN MENSAJE DE ESPERANZA: LA TRENZA

 


En India, Smita es una intocable. Sueña con darle una educación a su hija pequeña y hará todo lo que esté en su mano para que eso suceda, incluso dejar atrás todo lo que conoce en busca de un futuro mejor. En Sicilia, Giulia trabaja en el taller de pelucas de su padre, el último de ese tipo en Palermo. Cuando su padre sufre un grave accidente, descubre que el sustento de su familia está en juego. En Canadá, Sarah es una madre de tres hijos divorciada dos veces y una exitosa abogada cuya identidad se basa completamente en su trabajo. Justo cuando espera el ascenso por el que ha estado trabajando toda su carrera, se entera de que tiene cáncer de mama.

RETIRO CARISMÁTICO. 1 DE MARZO

 


EVANGELIO DEL DÍA 19 DE FEBRERO

 

“Le presentan un ciego y le suplican que le toque”.



1.- Oración preparatoria.

Ven Espíritu Santo hoy a mí y haz que vea, que vea las cosas como las ves Tú, que cambie mi mirada, que vea a las personas con la mirada del corazón, que sepa descubrir los dones, los valores, la riqueza interior que hay en cada una de las personas. Tú, Señor, no quieres que haya ciegos; no quieres que haya personas que se van de este mundo sin ver y menos quieres que se vayan sin haber sido vistas por nadie.  Haz, Señor, que vea. Haz que te vea a Ti y sea capaz de ver al mundo y las personas con tu mirada.

2.- Lectura reposada del Evangelio. Marcos 8, 22-26

Llegan a Betsaida. Le presentan un ciego y le suplican que le toque. Tomando al ciego de la mano, le sacó fuera del pueblo, y habiéndole puesto saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntaba: «¿Ves algo?» Él, alzando la vista, dijo: «Veo a los hombres, pues los veo como árboles, pero que andan» Después, le volvió a poner las manos en los ojos y comenzó a ver perfectamente y quedó curado, de suerte que veía de lejos claramente todas las cosas. Y le envió a su casa, diciéndole: «Ni siquiera entres en el pueblo».

3.- Qué dice el texto bíblico.

Meditación-reflexión.

Es una suerte para nosotros que este ciego no tenga nombre. Tiene valor simbólico y ese ciego puedes ser tú, puedo ser yo.  Y resulta curioso el cuidado de Jesús que, lleno de paciencia, pone las manos, pregunta, escucha, y vuelve a utilizar de nuevo sus poderes curativos hasta que el ciego ya puede ver las cosas con perfección. Es todo un proceso en el camino de la fe. Y esa paciencia que tuvo Jesús con sus discípulos la tiene también el Señor hoy conmigo. Me impresiona la visión de este ciego: “Veo a los hombres como árboles que andan”. Ni siquiera ve a los hombres como animales que “sienten” sino como “árboles que andan”. El hombre, rey y señor de toda la creación, se ha deteriorado tanto que se ha convertido en un “vegetal”. No puede caer más bajo. Hace falta que Jesús, “tomando barro como una nueva creación” nos restituya la dignidad primera de estar hechos a “imagen y semejanza de Dios”.

Palabra del Papa

“Inmediatamente pasa a la acción: con un poco de tierra y de saliva hace barro y lo unta en los ojos del ciego. Este gesto alude a la creación del hombre, que la Biblia narra con el símbolo de la tierra modelada y animada por el soplo de Dios. De hecho, «Adán» significa «suelo», y el cuerpo humano está efectivamente compuesto por elementos de la tierra. Al curar al hombre, Jesús realiza una nueva creación. […]En el hombre es fuerte la tentación de construirse un sistema de seguridad ideológico: incluso la religión puede convertirse en un elemento de este sistema, como el ateísmo o el laicismo, pero de este modo uno queda cegado por su propio egoísmo. Queridos hermanos, dejémonos curar por Jesús, que puede y quiere darnos la luz de Dios. Confesemos nuestra ceguera, nuestra miopía y, sobre todo, lo que la Biblia llama el «gran pecado»: el orgullo. Que nos ayude en esto María santísima, la cual, al engendrar a Cristo en la carne, dio al mundo la verdadera luz”. (Benedicto XVI, 2 de marzo de 2008).

4.- Qué me dice hoy a mí este texto. (Guardo silencio)

5.-Propósito: Haré un esfuerzo en este día por mirar a las personas con una mirada de profundidad. Cada hombre, cada mujer es un hijo, una hija de Dios.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Ahora yo le respondo con mi   oración.

Quisiera acabar mi oración dando gracias al Padre, fuente de todo bien, por habernos hecho el más precioso regalo: el regalazo de su propio Hijo Jesucristo. Sus manos “creadoras” restituyen a este mundo toda su belleza y toda su grandeza. ¿Qué sería de este mundo sin Ti? Y ¿qué sería de cada uno de nosotros sin la fe? ¡Gracias, Señor!