jueves, 6 de marzo de 2025

Domingo 1º de Cuaresma: 9 de marzo de 2025

 

Las tentaciones


INTRODUCCIÓN

Lo primero que nos llama la atención en este relato es lo que nos dice el mismo texto: “Jesús, lleno del Espíritu Santo fue llevado al desierto”. Jesús está lleno del Espíritu, lleno de Dios.  Con la fuerza del Espíritu Jesús va a vencer las tentaciones allá donde su pueblo había sucumbido (Num. 14,32).  Jesús nos va a decir que las tentaciones no son malas, lo malo es creer que vamos a poder vencer las tentaciones   con una vida vacía de Espíritu, vacía de Dios. El Tentador es fuerte, ejerce un gran poder de seducción. Sólo lo puede vencer otro más fuerte que él. Jesús es más fuerte que el fuerte. San Pablo lo experimentó cuando dijo: “todo lo puedo en Aquel que me conforta” (Fil. 4,13).

LECTURAS DEL DÍA

1ª lectura: Dt. 26, 4-10;                            2ª lectura: Ro. 10, 8-13.

EVANGELIO

Lc. 4, 1-13.

Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y el Espíritu lo fue llevando durante cuarenta días por el desierto, mientras era tentado por el diablo. En todos aquellos días estuvo sin comer y, al final, sintió hambre. Entonces el diablo le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan». Jesús le contestó: «Está escrito: “No solo de pan vive el hombre”». Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo: «Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me ha sido dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo». Respondiendo Jesús, le dijo: «Está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”». Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: “Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te cuiden”, y también: “Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece contra ninguna piedra”». Respondiendo Jesús, le dijo: «Está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”». Acabada toda tentación, el demonio se marchó hasta otra ocasión.

REFLEXIÓN

No cabe duda de que las tentaciones son un atentado contra la auténtica libertad del hombre. No somos libres del consumismo, ni del afán de triunfar, ni menos de la obsesión por el poder. Sólo Jesús, venciendo estas tentaciones, nos abre el camino de la libertad y, por consiguiente, de la verdadera felicidad, aunque nos resistamos a aceptarla. Lo decía muy bien Dostoievski en el gran Inquisidor: «Quieres ir por el mundo con las manos vacías, predicando una libertad que los hombres…no pueden soportar; una libertad que atemoriza, pues no hay ni ha habido jamás nada más intolerable para el hombre y la sociedad que el ser libres”.

PRIMERA TENTACIÓN:  La del hombre que se resiste a ser el hombre que Dios quiso que fuera.  El hombre de todos los tiempos quiere vivir de pan, de pan solo y nada más. Se conforma con tener satisfechas todas sus necesidades materiales, la de sus instintos, como los animales. Es la sociedad de consumo, la del culto al cuerpo, la sociedad del bienestar. No le interesa el bien-ser. Está a gusto en la inmanencia, en el más acá, en el pasarlo bien sin preocuparse de más. Jesús, venciendo esta tentación, le dice que hay en el hombre algo que supera al hombre. Le dice que existe otro tipo de “pan”.  Jesús no se conforma con que el hombre recorte sus capacidades, estreche sus horizontes, se corte las alas que Dios le dio para volar por la inmensidad de los cielos, en vuelo vertical. En el salmo 8, el hombre contempla las maravillas de la creación y, tal vez en una noche serena, llena de estrellas, él mismo se hace esta pregunta: ¿Qué es el hombre? Ya por el hecho de preguntar está dando la respuesta. Los seres inanimados no pueden hacer preguntas. Los animales, tampoco. Sólo el hombre puede preguntar por tanta belleza, por tanta grandeza, y quedar anonadado y sin respuesta. La pregunta quedó abierta. La respuesta la dio Pilato cuando dijo: “He ahí el hombre”.   El hombre auténtico, el hombre perfecto, el hombre libre, el modelo y paradigma del hombre.  Sólo el hombre que siga a Jesús podrá llegar a una vida en plenitud.

SEGUNDA TENTACIÓN: La del hombre que busca el poder por encima de todo. En  las otras dos tentaciones el demonio usa la lógica y se apoya en la Palabra de Dios, aunque mal  interpretada. En esta pierde la lógica. ¿Quién es él para ofrecer los reinos del mundo? ¿Dónde ha adquirido el derecho de propiedad? Sin embargo, conoce bien el corazón humano y sabe la fuerza que ejerce el poder sobre las personas.  Lo vemos en los políticos que, cuando tocan poder, hacen lo posible e imposible para mantenerse. El pueblo puede sufrir, puede pasar hambre, puede emigrar a otros pueblos. ¡No importa! Lo que importa es gastar el presupuesto en defenderse y mantenerse en el poder.  En nuestro mundo todos desean tener más, llegar más alto, acumular más influencia y poder, nadar en el éxito y alcanzar mayores cotas de popularidad. También la Iglesia debe pedir perdón por el abuso de poder. El Papa Francisco habla constantemente contra los “carreristas”, los que buscan medrar y hacer carrera con lo religioso. No sea así entre vosotros. Quienes hemos decidido seguir a Jesús hemos de aprender a poner los pies allí donde el Maestro ha pisado primero. Y su huella es la del servicio, la disponibilidad, la acogida incondicional. El que vino a servir y no a ser servido nos ha mostrado el camino para darle la vuelta a la realidad. También para hacer emerger un nuevo modelo de Iglesia que ofrezca esperanza al mundo porque propone, con más frescura, un modo alternativo de vivir. Más auténtico, más creíble, más audaz.

TERCERA TENTACIÓN: La del hombre que quiere vivir de privilegios. Jesús pudo aprovecharse del privilegio de ser Hijo de Dios. Se podía tirar del pináculo del Templo sin hacerse daño porque estaba escrito: «te sostendrá en sus manos para que tu pie no tropiece en la piedra” (Salmo 91,12).  Pero Jesús no quiso jugar con ventaja, ni vivir de privilegios. Pasó por la vida “como uno más, como uno de tantos” (Fil.2,7).  La gran tentación humana es pretender ser más, sobresalir, buscar influencias. Esto que aparece en el mundo civil, también se da en el mundo eclesiástico. El Papa Francisco constantemente nos está hablando del pecado de “clericalismo”. «Solo una Iglesia liberada del poder y del dinero, libre de triunfalismos y clericalismos testimonia de manera creíble que Cristo libera al hombre. Y quien, por su amor, aprende a renunciar a las cosas que pasan, abraza este gran tesoro: la libertad. No se queda enredado en sus apegos, que cada vez le piden algo más, pero nunca dan paz, y siente que el corazón se expande, sin inquietudes, disponible para Dios y para los hermanos» (Discurso del 5 de mayo de 2018). Jesús rechazó con fuerza un mesianismo “triunfalista”.

Precisamente el evangelista Lucas ha cambiado el orden de las tentaciones y ha puesto ésta al final, probablemente para terminar en Jerusalén, según su esquema teológico. Desde un punto de vista práctico, está muy bien que el Mesías auténtico termine en una Cruz. Sólo desde la cima del amor sacrificado y desinteresado, ejercerá su poder. “Cuando yo haya sido elevado en alto, atraeré a todos hacia mí” (Jn. 12,32).

PREGUNTAS

PRIMERA– Yo, ¿de qué vivo? ¿de solo pan?  ¿Qué sentido tiene mi vida?  ¿Me siento contento con lo que hago?

SEGUNDA.  ¿Tengo poder? ¿Lo empleo para mí o para servir a los demás?

TERCERA.  ¿Me gusta vivir de privilegios? ¿O me encanta una vida sencilla, humilde, disfrutando de las pequeñas cosas de la vida?

Este evangelio, en verso, suena as

Lectio Divina: 8 de marzo de 2025

 

Jesús vio a un publicano llamado Leví”…

1.-Oración introductoria.

Hoy, Señor, quiero aprender de Leví a ser desprendido, humilde, generoso. Y, sobre todo, a vivir tu llamada con gozo. Leví debía renunciar al dinero, al puesto de trabajo muy rentable, a la familia y a la posición de sus colegas. Y todo lo hizo con garbo, con presteza, con gozo. Dame la gracia de “servirte a ti, Señor, con alegría.

2.- Palabra reposada del evangelio. Lucas 5, 27-32

En aquel tiempo salió Jesús y vio a un publicano llamado Leví, sentado en el despacho de impuestos, y le dijo: «Sígueme». El, dejándolo todo, se levantó y le siguió. Leví le ofreció en su casa un gran banquete. Había un gran número de publicanos, y de otros que estaban a la mesa con ellos. Los fariseos y sus escribas murmuraban diciendo a los discípulos: «¿Por qué coméis y bebéis con los publicanos y pecadores?» Les respondió Jesús: «No necesitan médico los que están sanos, sino los que están mal. No he venido a llamar a conversión a justos, sino a pecadores».

3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión

Llama poderosamente la atención la rapidez de la respuesta de Leví a una llamada de Jesús tan exigente y comprometida. Porque Leví tiene un trabajo que da mucho dinero, tiene una familia, tiene su vida asegurada… Y Leví renuncia a todo por seguir a Jesús. Y hay algo más asombroso todavía: invita a Jesús a un banquete porque esa llamada de Jesús “hay que celebrarla”. ¿Dónde está la clave de este comportamiento tan ejemplar? Yo creo que lo dice el evangelio al principio: “Jesús vio a un publicano llamado Leví”… Después le dice: “Sígueme”. Jesús se fijó, le miró, le llamó por su nombre… Aquel Leví tenía dinero, pero ese oficio era mal visto por la gente, nadie le saludaba, le despreciaban, le insultaban… Y Jesús le saluda, se fija en él, le mira con cariño, y le invita a ser su discípulo. Hacía mucho tiempo que no era querido por nadie de su pueblo. Tenía mucho dinero en los bolsillos, pero su dignidad (ahora se diría su estima) estaba por los suelos. Y su corazón estaba frío, muy frío. Con Jesús todo cambia. Se siente persona, se siente querido, no le dice nada de su vida, ni de su pecado, ni del escándalo de corrupción. Jesús le ama. Le ama de verdad. Le ama sin exigirle nada a cambio, excepto el dejarse amar. Y llegó el milagro del amor. Y me digo: Si las personas, en cualquier situación que vivamos, nos dejáramos amar por Dios, todo sería distinto. Lo de Dios es siempre maravilloso: médico de los que están enfermos; pastor de ovejas descarriadas, amigo de publicanos y pecadores.

Palabra del Papa

“El amor de Dios recrea todo, es decir, hace nuevas todas las cosas. Reconocer los propios límites, las propias debilidades, es la puerta que abre al perdón de Jesús, a su amor que puede renovarnos en lo profundo, que puede recrearnos. La salvación puede entrar en el corazón cuando nosotros nos abrimos a la verdad y reconocemos nuestras equivocaciones, nuestros pecados; entonces hacemos experiencia, esa bella experiencia de Aquel que ha venido, no para los sanos, sino para los enfermos, no para los justos, sino para los pecadores. Experimentamos su paciencia –¡tiene mucha!–, su ternura, su voluntad de salvar a todos. Y ¿cuál es la señal? La señal es que nos hemos vuelto ‘nuevos’ y hemos sido transformados por el amor de Dios. Es el saberse despojar de las vestiduras desgastadas y viejas de los rencores y de las enemistades, para vestir la túnica limpia de la mansedumbre, de la benevolencia, del servicio a los demás, de la paz del corazón, propia de los hijos de Dios. El espíritu del mundo está siempre buscando novedades, pero solo la fidelidad de Jesús es capaz de la verdadera novedad, de hacernos hombres nuevos, de recrearnos”. (Homilía de S.S. Francisco, 21 de junio de 2015).

4.- ¿Qué me dice hoy a mí este texto que acabo de meditar. (Silencio)

5.- Propósito: La vocación no sólo se acepta sino que se celebra. Voy a celebrar hoy el hecho de haber sido llamado por Dios.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí. Y yo le respondo con mi oración.

Señor, en este espacio de oración he leído tu palabra, la he meditado, me he dejado impresionar por ella. ¡Qué bueno eres para con nosotros! No te importa nuestro pasado, ni la situación que estemos viviendo. Cada uno acudimos a ti tal y como somos: con nuestras limitaciones y pecados. Y Tú nos miras, nos llamas con nuestros nombres, nos rehabilitas, nos regalas tu amor y disfrutas cuando encontramos nuestro verdadero camino de felicidad. GRACIAS POR TODO.

Lectio Divina: 7 de marzo de 2025

 

¿Es que pueden guardar luto los amigos del novio, mientras el novio está con ellos?


1.- Oración introductoria.

Dame, Señor, la gracia de acercarme hoy a ti con un corazón limpio, sin prejuicios ni complejos. Quiero beber tu evangelio no en las aguas del río sino en el mismo manantial. Haz que deje atrás las distintas interpretaciones de los hombres y descubra tu evangelio con toda su frescura, con toda su pureza.

2.- Lectura reposada de la Palabra de Dios. Mateo 9, 14-15

En aquel tiempo, los discípulos de Juan se le acercaron a Jesús, preguntándole: “¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?” Jesús les dijo: “¿Es que pueden guardar luto los amigos del novio, mientras el novio está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio y entonces ayunarán”.

3.-Qué dice la Palabra de Dios.                                            

Meditación-Reflexión

Jesús, que admira mucho a Juan y se ha entristecido enormemente con su muerte, no quiere que el cristiano sea un seguidor de Juan sino seguidor suyo.  “Juan ni comía ni bebía, pero el hijo del Hombre “come y bebe” (Mt. 11,19). Diríamos que si Juan Bautista es un asceta que vive en el desierto, el Hijo del Hombre es “un místico” que convive con la gente. Cristo no quiere llenar su evangelio de “rigor” sino de “amor”. Y aquel que ama y se deja amar está siempre en fiesta. Los cristianos del siglo XXI tenemos una asignatura pendiente: Estamos acostumbrados a estudiar a Jesús, a trabajar por Jesús, incluso a sufrir por Jesús…Pero no estamos acostumbrados a disfrutar con Jesús. A Jesús nunca se le ocurrió comenzar una parábola en estos términos: “Se parece el Reino de los Cielos a unas plañideras que vienen de enterrar a un muerto…”. En cambio, en sus parábolas, resuena constantemente las palabras “boda” “asombro” “gran cosecha” “vino en abundancia” “banquete”.  Las bodas de Caná, al comienzo de su vida pública, nos están diciendo que “Jesús es la alegría de la vida”

Palabra del Papa.                                     

“En el Nuevo Testamento, Jesús indica la razón profunda del ayuno, estigmatizando la actitud de los fariseos, que observaban escrupulosamente las prescripciones que imponía la ley, pero su corazón estaba lejos de Dios. El verdadero ayuno, repite en otra ocasión el divino Maestro, consiste más bien en cumplir la voluntad del Padre celestial, que “ve en lo secreto y te recompensará” (Mt 6,18). Él mismo nos da ejemplo al responder a Satanás, al término de los cuarenta días pasados en el desierto, que “no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mt 4,4). El verdadero ayuno, por consiguiente, tiene como finalidad comer el “alimento verdadero”, que es hacer la voluntad del Padre” (cfr. Jn 4,34). (Benedicto XVI, Mensaje del Santo Padre para la cuaresma 2009).

4.- Qué me dice hoy a mí este evangelio. (Guardo silencio).

5.- Propósito: Procurar llenar todo el día con la alegría del evangelio.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí por medio del evangelio. Ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, al acabar este encuentro contigo, he sentido que mi corazón se ensanchaba, sentía de cerca tu amor, me llenaba por dentro de una inmensa alegría. Con esta actitud, el mundo, la vida, el trabajo, tienen otro color. Señor, convénceme del todo de esta gran verdad: contigo se vive mucho mejor.

miércoles, 5 de marzo de 2025

POR LAS FAMILIAS EN CRISIS - EL VIDEO DEL PAPA - MARZO 2025


En su intencion de oración para el mes de marzo, el Papa Francisco nos invita a rezar por las familias en crisis y a reflexionar sobre la importancia del perdón: "Perdonar significa dar otra posibilidad. Dios hace eso con nosotros todo el tiempo." En este video producido por su Red Mundial de Oración, el Papa nos dice que en la familia "cada persona es única, pero las diferencias también pueden provocar conflictos." Y añade que el perdón es la clave para sanar heridas, "incluso cuando no es posible el 'final feliz' que nosotros quisiéramos". A través de esta intención, oremos juntos para que las familias divididas encuentren en el perdón la curación de sus heridas, redescubriendo, incluso en sus diferencias, las riquezas de cada uno. 🙏 -- "Todos soñamos con una familia linda, perfecta. Pero no existen las familias perfectas. Cada familia tiene sus problemas, y también sus grandes alegrías. En la familia, cada persona es valiosa porque es distinta a las demás, cada persona es única. Pero las diferencias también pueden provocar conflictos y heridas dolorosas. Y la mejor medicina para curar el dolor de una familia herida es el perdón. Perdonar significa dar otra posibilidad. Dios hace eso con nosotros todo el tiempo. La paciencia de Dios es infinita: Él nos perdona, nos levanta, nos hace empezar de nuevo. El perdón renueva siempre la familia, hace mirar adelante con esperanza. Incluso cuando no es posible el “final feliz” que nosotros quisiéramos, la gracia de Dios nos da fuerza para perdonar y trae paz, porque libera de la tristeza y, sobre todo, del rencor. Oremos para que las familias divididas encuentren en el perdón la curación de sus heridas, redescubriendo, incluso en sus diferencias, las riquezas de cada uno".

VÍSPERAS MIERCOLES DE CENIZA 5 de Marzo de 2025 INICIA Tiempo de Cuaresma

 

Lectio Divina: 6 de marzo de 2025

 

«Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”


1.- Oración introductoria.

Señor, siempre que me asomo a este evangelio me asusto. Hay que tomar la cruz. No puede haber cristianismo sin cruz. Es lo que nos dices. Pero en este evangelio de Lucas, esa cruz a la que tú te refieres no es esa Cruz tuya tan pesada, sino la cruz de la vida. Dame tu gracia para cargar con ella, sin olvidar tu promesa: “resucitar al tercer día”. Es verdad que no hay Resurrección sin Cruz, pero no es menos verdad que no hay Cruz que no termine en Resurrección. Haz, Señor, que la luz de la Pascua ilumine mi camino en esta cuaresma.

2.- Lectura sosegada de la Palabra. Lucas 9, 22-25

En aquel tiempo, dijo Jesús: «El Hijo del hombre debe sufrir mucho, y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar al tercer día». Decía a todos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará. Pues, ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina?».

3.- Qué dice el texto bíblico.

Meditación

Este primer anuncio de la Pasión debió de impresionar mucho a las primeras comunidades. Aparece en los tres evangelios sinópticos. Los tres insisten en la paradoja de que para ganar hay que saber perder. El que vive sólo para conservar su vida, la estropea, la malogra. Vivir es más vivir. La existencia es una pro-existencia, un vivir para dar vida a los demás.  Hay un detalle en el Evangelista Lucas que no está ni en Marcos ni en Mateo. Dice que hay que llevar la cruz “cada día”. La Cruz no es un episodio de la vida. Toda la vida debe quedar impregnada del sentido de la Cruz. Normalmente no se nos pide que carguemos con la Cruz pesada de Jesús, pero sí debemos construir la Cruz con las mil y mil astillas de cosas que nos molestan, que nos hacen sufrir cada día. Por otra parte, Jesús jamás ha hablado de la Cruz sin hablar, al mismo tiempo, de la Resurrección. No se trata de dar todo sin recibir nada; se trata de ser “sobrepasados” por el don. Al final triunfará el bien sobre el mal. Y el sufrimiento y la muerte serán derrotados.

Palabra del Papa

“Este misterio de comunión, que hace de la Iglesia signo del amor del Padre, crece y madura en nuestro corazón, cuando el amor, que reconocemos en la Cruz de Cristo y en el cual nos sumergimos, nos hace amar del mismo modo que nosotros somos amados por Él. Se trata de un Amor sin fin, que tiene el rostro del perdón y la misericordia. Pero la misericordia y el perdón no deben quedarse en palabras bonitas, sino realizarse en la vida cotidiana. Amar y perdonar son el signo concreto y visible que la fe ha transformado nuestro corazón y nos permite expresar en nosotros la vida misma de Dios. Amar y perdonar como Dios ama y perdona. Este es un programa de vida que no puede conocer interrupciones o excepciones, sino que nos empuja a ir siempre más allá sin cansarnos nunca, con la certeza de ser sostenidos por la presencia paterna de Dios”. (Homilía de S.S. Francisco, 16 de diciembre de 2015).

4.- Qué me dice hoy a mí esta palabra. (Guardo silencio)

5.-Propósito
Intentaré superar las contrariedades y dificultades que forman mi cruz de este día.

6.- Dios me ha hablado hoy a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Jesucristo, hoy he aprendido que debo llevar la cruz “cada día”. En este día que comienza quiero aceptar todo lo que tenga de negativo, limitado o adverso. Es una manera de llevar la cruz. Y para que ésta no se haga demasiado pesada voy a recordar que Tú la llevaste primero, mucho más grande y pesada, y la llevaste por amor. Así quedaba todavía más claro el inmenso amor que nos tenías.  Gracias, Señor, por querernos tanto.

LAUDES MIERCOLES DE CENIZA 5 de Marzo de 2025 INICIA Tiempo de Cuaresma

 

Lectio Divina: Miércoles de Ceniza, 5 de marzo de 2025

 

“Acuérdate de que eres polvo”


MISA EN LA PARROQUIA SAN PÍO X, LOGROÑO

19:00 h. 

1.- Oración introductoria.

Señor, en este miércoles de ceniza, quiero pedirte que me purifiques el corazón de todo aquello que me ata, me esclaviza o me nubla la mente para no ver con claridad cuál es tu plan, tu proyecto, tu programa de vida cristiana para mí. Haz, Señor, que tu proyecto sea mi proyecto, tu programa mi programa; haz que mi voluntad coincida con la tuya.

2.-Lectura reposada de la Palabra. Mateo: 6, 1-6 16-18

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Tenga cuidado de no practicar sus obras de piedad delante de los hombres para que los vean. De lo contrario, no tendrán recompensa con su Padre celestial. Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los alaben los hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te lo recompensará. Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando vaya a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te compensará. Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas que descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que están ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que no sepa la gente que estás ayunando, si no tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará»

3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión

Este evangelio forma parte del Sermón del Monte donde las exigencias que se nos pide a los cristianos no son condiciones para entrar en el Reino maravilloso que nos trae Jesús sino consecuencia de haber entrado en él de una manera gratuita por parte de Dios. Las tres obras tradicionales de piedad: la oración, la limosna y el ayuno se daban entre los judíos y también en otras religiones. Las tres responden a las tres dimensiones del hombre: a) con relación a Dios. b)  con relación a los hombres en su aspecto social y c)   con relación a uno mismo, especialmente en su aspecto físico. Jesús no puede ir en contra de estas tres prácticas en sí, pero las quiere “purificar” y “profundizar”.  No es suficiente hacer cosas buenas, sino que hay que tener en cuenta “desde donde las hacemos”. Las obras han de despojarse de todo egoísmo, de todo orgullo, de toda vanidad. Hay que orar, hay que dar limosnas, hay que ayunar, pero “no para que nos vea la gente” sino el Padre del cielo que “ve en lo secreto” y está dentro de nuestro propio corazón. Por lo demás, cuando uno ora ya no está rezando a un Dios impersonal, sino a un Dios personal y que además es mi Padre. Cuando hago limosnas no me sitúo ante gente extraña que me solicita una ayuda, sino ante unos hermanos con quienes yo debo compartir. Y esto lo debo hacer “sin que sepa la mano izquierda lo que hace la derecha”. Y cuando ayuno y paso hambre, caigo en la cuenta de la cantidad de hermanos míos que pasan hambre todos los días, incluso que mueren de hambre.  Hay también otras clases de ayuno que debo asumir como “parte de la Cruz de cada día”. Pero no me lleno de tristeza, ni dejo que se marquen en mis mejillas las huellas del sufrimiento, sino que perfumo mi cuerpo para que nadie lo note, excepto mi Padre que ve en lo escondido. El dar gusto a ese Padre, el parecerme a ese Padre y “marcar sus huellas en mí alma” ésa será mi recompensa.

Palabra del Papa.

“La oración es un crisol en el que nuestras expectativas y aspiraciones son expuestas a la luz de la palabra de Dios, se sumergen en el diálogo con Aquél que es la verdad y salen purificadas de mentiras ocultas y componendas con diversas formas de egoísmo (cf. Spe Salvi n.33) Por eso, la oración es garantía de apertura a los demás. Quien se abre a Dios y a sus exigencias, al mismo tiempo se abre a los demás, a los hermanos que llaman a la puerta de su corazón y piden escucha, atención, perdón, a veces corrección, pero siempre con caridad fraterna. La verdadera oración es el motor del mundo, porque lo tiene abierto a Dios. Por eso, sin oración no hay esperanza, sino sólo espejismos. En efecto, no es la presencia de Dios lo que aliena al hombre, sino su ausencia: sin el verdadero Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, las esperanzas se transforman en espejismos, que llevan a evadirse de la realidad. En cambio, hablar con Dios, permanecer en su presencia, dejarse iluminar y purificar por su palabra, nos introduce en el corazón de la realidad, en el íntimo Motor del devenir cósmico; por decirlo así, nos introduce en el corazón palpitante del universo”. (Benedicto XVI, Homilía miércoles 6 de febrero 2008)

4.- Qué me dice hoy a mí esta Palabra. (Guardo silencio).

5.- Propósito. Procuro hacer una obra buena destacada sin que nadie se entere.

6.- Dios me ha hablado hoy a través de su Palabra. Ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, hoy día de la ceniza, quiero caer en la cuenta no de lo que tengo, ni de lo que valgo, ni de lo que puedo. Quiero caer en la cuenta de lo que “soy”. Y la esencia de lo que soy es “que no soy nada”. Un poco de ceniza. Eso es lo que nos entregan después de la incineración de un ser querido. Ésa es nuestra pequeñez. Pero esa poca cosa que yo soy “está hecha a imagen y semejanza de Dios”.  Yo, con lo poco que soy, soy amado de Dios. Y ésa es nuestra grandeza. Como diría Teresa de Jesús: ¡Engrandecéis nuestra nada!

martes, 4 de marzo de 2025

Lectio Divina: 4 de marzo de 2025

 

“Nosotros lo hemos dejado todo”.



1.- Introducción.

Señor, hoy en este evangelio, nos hablas de recompensas generosas: hasta del ciento por uno. Pero yo sólo quiero una recompensa de Ti: que Tú seas mi recompensa. Todo lo que me puedas dar sin Ti es para mí una nadería. Contigo lo tengo todo. No necesito más. Dios Padre, al darnos a ti, contigo nos ha entregado ya todo. ¿Qué más puedo pedir?

2.- Lectura reposada del texto bíblico. Marcos 10, 28-31

En aquel tiempo Pedro se puso a decirle a Jesús: Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido» Jesús dijo: Yo os aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio, quedará sin recibir el ciento por uno: ahora al presente, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna. Pero muchos primeros serán últimos y los últimos, primeros.

3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión.

Siempre hay que mantener que el seguimiento a Jesús debe ser radical, sin evadir las persecuciones, es decir, la Cruz. Y aquel que de verdad sigue a Jesús, sólo debe seguirle a Él como Absoluto de la vida. Debe evitar todo apego terreno a las cosas, incluso a las personas que te  esclavizan. . El acceso a Jesús sólo se puede mantener “desde un corazón libre”.  Y a Jesús hay que seguirlo  sin segundas intenciones.  Las cosas y las personas nos pueden esclavizar hasta el punto de crear interferencias entre Jesús y nosotros. Pero puede ocurrir que ya en este mundo podamos recibir el ciento por uno. Es una experiencia de la naciente comunidad. Ha dejado una familia y se ha encontrado con otra nueva maravillosa.  Esta realidad es consecuencia de nuestra entrega a Jesús que no se deja ganar en generosidad. Por otra parte, el que usa de las cosas y no se deja esclavizar por ellas, las disfruta a tope.  El que es esclavo de las cosas, no puede estar alegre (joven rico). Y el que ama a su familia o a sus amigos con el amor de Jesús, pierde el afán de posesión de las personas, se realiza humanamente y goza de ese amor gratuito y, al mismo tiempo, gratificante.

“Si te has hecho discípulo del evangelio y ciudadano del reino de Dios, todo lo habrás dejado por él y mucho más habrás recibido con él; a todo habrás renunciado por él, y mucho más habrás encontrado en él; todo habrás dado a los pobres para seguirlo a él, y mucho más, aquí y ahora, te promete el que por ti se hizo pobre para enriquecerte”. (Fr. Agrelo).

Palabra del Papa.

Para una sociedad rica, un nuevo obstáculo para un encuentro con el Dios vivo está en la sutil influencia del materialismo, que por desgracia puede centrar muy fácilmente la atención sobre el «cien veces más» prometido por Dios en esta vida, a cambio de la vida eterna que promete para el futuro. Las personas necesitan hoy ser llamadas de nuevo al objetivo último de su existencia. Necesitan reconocer que en su interior hay una profunda sed de Dios. Necesitan tener la oportunidad de enriquecerse del pozo de su amor infinito. Es fácil ser atraídas por las posibilidades casi ilimitadas que la ciencia y la técnica nos ofrecen; es fácil cometer el error de creer que se puede conseguir con nuestros propios esfuerzos saciar las necesidades más profundas. Ésta es una ilusión. Sin Dios, el cual nos da lo que nosotros por sí solos no podemos alcanzar, nuestras vidas están realmente vacías. Las personas necesitan ser llamadas continuamente a cultivar una relación con Cristo, que ha venido para que tuviéramos la vida en abundancia. Benedicto XVI, 16 de abril de 2008.

4.- Qué me dice hoy a mí este texto. (Guardo silencio)

5.-Propósito: Me examino sobre la libertad en el amor. El amor a la personas, ¿Me libera o me esclaviza?

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración

Señor auméntame la fe, auméntame mi amor a Ti, porque cuando hay fe sincera y amor verdadero, nada será más importante en mi vida que el cumplir tu voluntad. Permite que sea tu discípulo y misionero para hacer partícipes a los demás de tu amor, de esa felicidad que sólo Tú puedes dar.

lunes, 3 de marzo de 2025

Lectio Divina: 3 de marzo de 2025

 

“El joven rico se marchó entristecido”


1.- Oración introductoria.

Hoy, Señor, en este rato de oración, vengo a pedirte que me des una cura de humildad. A veces, como el joven rico, presumo de ser bueno, de cumplir normas y preceptos, de pasar por el mundo como buena gente. Y esto me pasa hasta que no me encuentro contigo y me dejo preguntar: ¿quieres ir un poco más allá de lo humanamente correcto? ¿de hacer “lo justito” para salvarte? ¿Dejas que te lleve a una vida más exigente pero infinitamente más maravillosa? Señor, dame tu gracia para saber decirte que sí.

2.- Lectura reposada del evangelio. Marcos 10, 17-27

Se ponía ya en camino cuando uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?» Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre». El, entonces, le dijo: «Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud». Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme». Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes. Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus discípulos: «¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!» Los discípulos quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Mas Jesús, tomando de nuevo la palabra, les dijo: «¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico entre en el Reino de Dios». Pero ellos se asombraban aún más y se decían unos a otros: «Y ¿quién se podrá salvar?» Jesús, mirándolos fijamente, dice: «Para los hombres, imposible; pero no para Dios, porque todo es posible para Dios».

3.- Qué dice el texto bíblico.

Meditación-Reflexión

Me impresiona la actitud de Jesús con aquel joven: “fijando en él su mirada, le amó”.  Es difícil sustraerse a la mirada de Jesús.  Miró a Zaqueo y cambió de vida. Miró a Leví y lo convirtió en apóstol. Miró al buen ladrón y se lo llevó inmediatamente al paraíso. ¡Qué fuerza de seducción tenía la mirada de Jesús! ¿Por qué aquel joven no se fue detrás de Jesús? Porque era muy rico. Jesús nunca le reprochó sus riquezas. Y le amó siendo rico. Pero Jesús nunca obliga, siempre respeta nuestra libertad, llama a nuestra casa, pero no tira la puerta. Llama y espera la respuesta. Aquel día Jesús lo pasó mal. Descubrió el poder de la riqueza que de tal manera avasalla el corazón de las personas que no les deja ya libertad para decidirse por Jesús.   Aquel joven “se marchó entristecido”. ¿Por qué? Jesús no le ha quitado nada de lo que antes tenía. Pero aquel joven se dio cuenta de que había perdido la gran oportunidad de su vida. Se quedó con su dinero, pero se quedó sin Jesús. Y ese dinero que antes le producía felicidad, desde ahora le produce tristeza. Y ya durante toda su vida tuvo que soportar, sin poder ahogarlo, el fuego de una mirada.

Palabra del Papa.

Una vez les pregunté: ¿Dónde está su tesoro? ¿En qué descansa su corazón? (cf. Entrevista con algunos jóvenes de Bélgica, 31 marzo 2014). Sí, nuestros corazones pueden apegarse a tesoros verdaderos o falsos, en los que pueden encontrar auténtico reposo o adormecerse, haciéndose perezosos e insensibles. El bien más precioso que podemos tener en la vida es nuestra relación con Dios. ¿Lo creen así de verdad? ¿Son conscientes del valor inestimable que tienen a los ojos de Dios? ¿Saben que Él los valora y los ama incondicionalmente? Cuando esta convicción desaparece, el ser humano se convierte en un enigma incomprensible, porque precisamente lo que da sentido a nuestra vida es sabernos amados incondicionalmente por Dios. ¿Recuerdan el diálogo de Jesús con el joven rico? El evangelista Marcos dice que Jesús lo miró con cariño, y después lo invitó a seguirle para encontrar el verdadero tesoro. Les deseo, queridos jóvenes, que esta mirada de Cristo, llena de amor, les acompañe durante toda su vida.» (S.S. Francisco, Mensaje para la Jornada Mundial de la Juventud 2015).

4.- Qué me dice hoy a mí este texto. (Guardo silencio)

5.-Propósito Analizar mi vida para ver si hay algo que le doy más importancia que a Jesús.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Hoy, Señor, te doy gracias porque, a pesar de mis pecados, mis errores, mis debilidades, Tú nunca te has cansado de mirarme con amor. Y ésta es mi verdadera riqueza. Yo sé que Tú nunca te cansas de amarme y, aunque te he defraudado tantas veces, siempre me has esperado con cara sonriente, sin reprocharme nada. ¡Eres maravilloso!

sábado, 1 de marzo de 2025

Domingo 8º. tiempo rodinario: 2 de marzo de 2025

 

De lo que rebosa el corazón habla la boca.


INTRODUCCIÓN

Las imágenes que aparecen en las lecturas de este día son evocadoras, sugerentes: “criba”, “ciego que guía a otro ciego”, “mota y viga”.  “CRIBA”. No hay que esperar al juicio final para que criben nuestras vidas y aparezcan nuestras vilezas. Hay que detenerse en la vida y constatar que no todo lo que hay en nuestro corazón es “trigo limpio”. También hay cizaña. Hoy más que nunca hay “GUÍAS CIEGOS” que nos están llevando a la ruina. Pero no sólo en política, también en la Iglesia. Guías a quienes han cegado sus ojos la luz potente y esplendorosa del Papa Francisco. Por eso lo critican.  “MOTA Y VIGA”. ¡Cuánto fariseo suelto!… Hay personas a quienes hay que decirles: Y tú, además de criticar, ¿qué haces? ¿Te parece bonita tu vida?  ¿Quieres seguir así? ¿Y así esperas presentarte delante del Señor?

TEXTOS DEL DÍA

1ª lectura: Eclo 24, 4-7;                                 2ª lectura: 1Cor. 15, 54-58.

EVANGELIO

Lc. 6, 39-45

Les dijo también una parábola: «¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? No está el discípulo sobre su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Hermano, déjame que te saque la mota del ojo”, sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano. Pues no hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por ello, cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos. El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa el corazón habla la boca

REFLEXIÓN

1.– NO ESTÁ EL DISCIPULO SOBRE EL MAESTRO. Discípulo es el que siempre está aprendiendo y nunca quiere dejar de aprender. Los inmediatos seguidores de Jesús no se llamaron “Maestros” sino “Discípulos”. Tenían claro que el Maestro era Jesús. Un Maestro especial, que no sólo enseñaba con sus palabras sino con su vida. Lo que decía era sólo glosa de lo que vivía. Le gustaba enseñar echando siempre la vida por delante. Por eso hablaba con autoridad. En esta sociedad en que vivimos, la Iglesia tiene más necesidad de “testigos” que de “maestros”. Se acabó aquel tiempo en que se decía “Doctores tiene la Santa Madre Iglesia que sabrán responder”.  Los verdaderos doctores de la Iglesia son los mártires y los santos. Son aquellos que tanto han seguido al Maestro que han rubricado con sangre o con el testimonio de su vida, la fe que profesaban. En nuestro tiempo ya no es suficiente “hablar de Dios” sino “hablar desde Dios”.  El maestro es una persona que enseña lo aprendido en libros. El testigo habla de lo que “ha visto” “ha descubierto” “ha experimentado “en el misterioso mundo de Dios. No es un profesional de lo religioso, sino un “viajero” que cuenta lo que Dios ha hecho en esa persona. Como nos cuenta María, la madre de Jesús. “El poderoso ha hecho obras grandes en mí” (Lc. 1,49).  ¿Se puede ser profesor de teología sin rezar?  ¿Se puede predicar sin haber rezado antes esa palabra?

2.– CADA ARBOL SE CONOCE POR SUS FRUTOS. Jesús se sintió defraudado por una hermosa higuera que sólo tenía hojas, pero ningún fruto. Era todo un símbolo del pueblo judío que tenía una hermosa apariencia de vida religiosa: oraba, ayunaba, hacía limosna… pero su corazón estaba lejos de Dios. Jesús se pasó un buen tiempo de su vida pública en “desenmascarar” aquella doctrina. “Los verdaderos adoradores darán culto al Padre en espíritu y en verdad” (Jn. 4, 23).  Es impresionante el reproche del Espíritu a la Iglesia de Sardes:” Alardeas de estar vivo, pero en realidad estás muerto” (Apo. 3, 1). Para el evangelista Juan, uno no se muere por enfermedad, vejez, o falta de oxígeno.  Se muere por falta de amor.  “El que no ama está muerto” (1Jn. 3,14). Según San Juan, Dios es amor. Por eso es imposible encontrar a un cristiano sin amor, como es imposible encontrar a un ser vivo “sin pulso”.  El amor es el verdadero A.D.N de un cristiano. Lo decía muy bien San Agustín a los que asistían a Misa:” Todos habéis llegado aquí al Templo y habéis hecho la señal de la cruz; todos habéis escuchado la palabra de Dios; todos habéis respondido “amén” y todos habéis cantado “aleluya”. Pero debéis saber que nadie puede ser cristiano sin amor”.  Sólo aquellas personas que “han dado frutos de amor” pueden estar a la derecha del Señor en el día del Juicio (Mt. 25).

3.– DE LO QUE REBOSA EL CORAZÓN HABLA LA BOCA. Jesús distingue bien el “agua de pozo” y el “agua de manantial”. La Samaritana iba todos los días a llenar el cubo en el pozo de Jacob. Esa agua estancada no le podía llenar ni satisfacer.  Por eso el cántaro se le quedaba vacío. Jesús le habla de otra agua, no de pozo, sino de manantial. Un manantial que está dentro de su corazón y salta hasta la vida eterna. El agua de manantial brota espontaneo de la abundancia de agua que tiene la tierra por dentro. El cristiano debe dar “agua de manantial” y no de pozo. El cristiano tiene al Espíritu de Jesús que le llena y le desborda el corazón. El cristiano “va de sobrado” por la vida. Le sobra amor, paz, alegría, ilusión, esperanza, ganas de vivir… y lo va derrochando por donde pasa. No da de lo que le falta, sino de lo que le sobra.  Lo decía muy bien San Bernardo: “El alma humana puede llenarse de muchas cosas, pero rebosar sólo en Dios”.

PREGUNTAS

1.- ¿Me considero “maestro” o “discípulo?  ¿No me parece bonito pasar toda la vida de “aprendiz” en la escuela de Jesús?

2,- ¿Llevo una vida de fachada, de apariencia?  ¿Podré aguantar así durante mucho tiempo? ¿Por qué no cambio ya?

3.- ¿Qué vida estoy llevando?  ¿Una vida vacía, ramplona, raquítica? ¿Por qué no me apunto a una vida en plenitud?  ¿No crees que valdría la pena?  ¿No crees que así harías felices a muchas personas?