No puede haber un cristiano sin alegría. Lo afirmó el Papa en su homilía de la Misa de este 23 de mayo en Casa Santa Martha. El Pontífice subrayó que, también en los sufrimientos de la vida, el cristiano sabe encomendarse a Jesús y vivir con esperanza. Además, el Papa Francisco hizo un llamado a no dejarse dominar por la riqueza, que al final, sólo produce tristeza.
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