Película de Nadine Labaki
(126’). 2018 Líbano
VO subtitulada
Sinopsis:
Zain, un niño libanes de aproximadamente 12 años, demanda a sus padres frente a juez por el “crimen” de haberle dado la vida. A partir de esto, la película se desarrolla en torno a la revisión de un pasado no muy lejano en el que Zain, tras huir de la casa de sus negligentes padres, se enfrenta a la vida y a un mundo incierto, injusto y violento que le negó la posibilidad de ser niño y que lo obliga a encontrar desesperadamente alguna forma de sobrevivir.
Premios / Selecciones:
Academy Awards , 2019: Nominada “Mejor Película Internacional”; Golden Globes, 2019: Nominada “Mejor Película de Habla no Inglesa ”; Cannes Film Festival, 2018: Ganadora “Jury Prize”; BAFTA Awards, 2019: Nominada “Mejor Película de Habla no Inglesa”; Critics Choice Awards, 2018: Nominada “Mejor Película”; Chicago Film Critics Association Awards, 2018: Nominada “Mejor Película de Habla no Inglesa”; British Independent Film Awards, 2018: Nominada “British Independent Film Award”; “Mejor Película Independiente Internacional”; César Awards, 2018: Nominada “Mejor Película Extranjera”; FEST International Film Festival, 2019: Ganadora “Critics Award”/ Ganadora “Mejor Director”/ Ganadora “Best Debut”; Melbourne International Film Festival, 2018: Ganadora “Best Narrative Feature”.
ENTREVISTA A LA DIRECTORA
¿En qué momento decidió que quería abordar el tema de la pobreza infantil en su país?
Todos los días vemos a niños lavar el parabrisas del coche. Ellos pertenecen a una comunidad al margen de la sociedad, viven en la periferia. En realidad, son invisibles para nosotros. Los tenemos frente a nuestros ojos, pero seguimos nuestro camino.
La película comienza con un juicio y una demanda, la de un niño de doce años contra sus padres por haberlo traído al mundo. ¿Está basado en algún caso real?
Nació de mis charlas con muchos de estos menores. El noventa y nueve por ciento de ellos, cuando se les preguntaba si son felices, contestan que no. No entienden por qué están en este mundo si sus padres les pegan y no les dan de comer. Los niños son la parte más frágil de la cadena y nunca están representados, siempre son los adultos los que hablan, siempre se tratan desde otro punto de vista que no es el suyo y no pueden expresar lo que sienten. Para mí era importante que tuvieran voz.
¿De qué cuestiones quería hablar en la película?
Escribí el guion en paralelo a todas las búsquedas que emprendí. Quería hablar de los niños, de los problemas domésticos de las personas necesitadas, de la identidad de los marginados, del tráfico de personas, de los refugiados, de los matrimonios concertados con niñas pequeñas. Entonces me di cuenta de que todo eso junto era 'Cafarnaúm'. Porque en realidad, vivimos en el infierno.
¿Qué es lo que más le impresionó durante su proceso de investigación
Que esos niños no se consideraran a sí mismos personas. Me decían: “soy un bicho, un animal”. Niños entre cinco y doce años que no tienen identidad, y por eso creen que no son nada. No saben ni siquiera el día que han nacido, no tienen ni idea de su edad, nadie les ha felicitado nunca por su cumpleaños. Son invisibles.
¿Quería retratar la situación en su país, el Líbano, o que tuviera un carácter más universal?
Yo creo que es un problema que existe en todas las grandes urbes y que ahora se ha agravado debido a la emigración. Se ha creado un cinturón de gente que no tienen derechos. ¿Y qué ocurre con eso? Que se convierte en un pozo de odio, de cólera, de ira, de asco hacia la otra sociedad, en la que vivimos nosotros. Y después nos preguntamos de dónde vienen los terroristas… cuando estamos criándolos nosotros. El sistema cría al terrorismo, no se puede decir de otra manera.
¿La considera una película de denuncia post-Primavera Árabe?
Cuando se produjo la Primavera Árabe sentimos la revolución y la esperanza. Ahora la hemos vuelto a perder. Por eso es importante abrir debates, porque son la única manera de generar cambios.
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