El 1 de octubre la Iglesia celebra a Santa Teresita del Niño Jesús, también conocida como Santa Teresa de Lisieux o la “Pequeña Flor”.
Nació en Alençon, Francia, en 1873. Desde muy pequeña sintió un profundo amor por Dios y el deseo de entregar su vida por completo. A los 15 años ingresó al Carmelo de Lisieux, donde vivió con sencillez, oración y amor a lo cotidiano.
Teresita no realizó grandes obras exteriores, pero descubrió un “caminito de santidad”, el camino de la infancia espiritual: amar a Dios en lo pequeño, en lo ordinario de cada día, con confianza y abandono filial.
Su testimonio la convirtió en Patrona de las Misiones, aunque nunca salió del convento, porque su oración y sacrificio llegaron a todo el mundo.
Fue proclamada Doctora de la Iglesia por San Juan Pablo II, siendo un faro para quienes buscan a Dios en lo simple.
🙏 Santa Teresita del Niño Jesús, enséñanos a confiar en el amor de Dios.
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