viernes, 15 de agosto de 2025

Domingo 20, tiempo ordinario: 17 de agosto de 2025

 

He venido a prender fuego a la tierra…

INTRODUCCIÓN

“El fuego de una persona se ve en sus ojos. El de Jesús era tremendamente cálido cuando miraba a aquel hombre excluido por la lepra, a la mujer condenada por adulterio, aquella otra con hemorragias, apartada de toda relación, a Pedro después que le abandonó. En las miradas que les regaló, pudieron ellos volver a encender sus vidas. “Era un fuego ardiente dentro de sus huesos y, aunque intentaba contenerlo, no podía” (Jer. 20,9). (Mariola López).

LECTURAS BÍBLICAS

1ª lectura: Jeremías 38, 4-6.8-10-                  2ª lectura: Hebreos 12, 1-4

EVANGELIO

Lucas 12,49-53 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo! Con un bautismo tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia sufro hasta que se cumpla!  ¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división. Desde ahora estarán divididos cinco en una casa: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra

REFLEXIÓN

El evangelio de hoy resulta desconcertante si lo queremos entender al pie de la letra. “He venido a traer fuego a la tierra” ¿Acaso Jesús es un pirómano? “No he venido a traer la paz sino la guerra” ¿En qué quedamos? ¿No es la “paz” la primera palabra que resonó en Belén en el nacimiento de Jesús y  la primera que nos trajo el Espíritu Santo  después de la Resurrección? “Debo ser bautizado con un bautismo de sangre”. ¿Está invitando Jesús a sus comunidades cristianas a un baño de sangre a causa de las guerras de religión? ¡No! Hay que entender estas palabras en el mismo sentido simbólico que fueron dichas.

1.- HE VENIDO A TRAER FUEGO A LA TIERRA. No olvidemos que Dios se manifestó a Moisés en el desierto en una “Zarza que ardía sin consumirse”. Y es una imagen fantástica, sugerente, evocadora. Un Dios que arde en llamaradas de amor; un amor que no puede acabarse ni consumirse. Cuando Jesús nos dice que desea que “todo este mundo esté ardiendo” nos está diciendo que un mundo ardiendo en llamaradas de amor, sería el verdadero sueño de Dios. El amor es el verdadero motor de la vida. Una persona no es nada si no es amada por otra. Vivimos para amar y ser amados. Y el único mandamiento que nos dejó Jesús, como su testamento antes de morir, fue éste: “Amaos unos a otros como Yo os he amado”. Un mundo donde el amor sea su pan, su vino, su aire, su sol, su suelo, su cielo…

2.- NO HE VENIDO A TRAER LA PAZ. Quiere decir que Jesús no ha venido a traer cualquier tipo de paz, sino la auténtica, la definitiva, la que es el cúmulo de todos los bienes (Shalom). A Jesús no le va la paz como “mera ausencia de guerras”. Es eso y mucho más. ¿Un matrimonio  está en paz cuando no se tira los trastos a la cabeza? La paz es fruto de la justicia, de la equidad, de la solidaridad,  del amor. Tampoco le gusta a Jesús la “paz de los cementerios”. Allí hay mucha paz, pero no hay vida. Cuando en un matrimonio, o en un colectivo cualquiera se dice: “Ese tema no se puede tocar” ¡Ni nombrarlo! ¡Así habrá paz! ¿Cómo se puede construir la paz con miedo a la verdad? Según Jesús, hay que desenmascarar las “falsas paces” y vivir la paz que nos ofrece el Evangelio. 

3.- HE VENIDO A PONER DIVISION.  Jesús ha venido precisamente a lo contrario.  ¿Qué quiere decir Jesús con estas palabras enigmáticas? En esta vida está mezclado el bien y el mal; la verdad y la mentira; el odio y el amor. Y a Jesús le toca la tarea de dividir, aclarar, poner las cosas en orden. Con Jesús se crea una nueva humanidad, un modo nuevo de ser persona. Jesús viene a apoyar todo lo que es bueno para que la persona crezca, madure, se realice, llegue a plenitud. Los que siguen este camino, necesariamente deben separarse de los que se sienten bien en la otra manera de vivir: acumulando, avasallando, pisoteando los derechos de los demás, siendo ellos los importantes. Para Jesús no es lo mismo la fidelidad que la infidelidad; no es lo mismo la honestidad o la corrupción; no es lo mismo la generosidad que la avaricia etc. Jesús viene a clarificar lo que está bien y lo que está mal. No todo es igual. Y en los que entren en su grupo, deben optar por el nuevo proyecto de Jesús. Si a eso se llama “división” pues bendita la división que nos separa del mal y nos pone en el camino del bien.

PREGUNTAS

1.- ¿Estoy dispuesto a crear un mundo que “arda” en llamaradas vivas de amor?

2.- ¿Estoy dispuesto a luchar contra tantas “paces” camufladas, engañosas y vivir en la paz que trae Jesús?

3.- ¿Quiero clarificarme por dentro y cortar por lo sano con un mundo roto, corrupto, injusto, desleal? ¿A qué me comprometo?


I VÍSPERAS Sábado 16 de Agosto de 2025

 

LAUDES Sábado 16 de Agosto de 2025

 

Lectio Divina: 16 de agosto de 2025

 

“Dejad que los niños se acerquen a mí”


1.- Oración Introductoria.

Jesús, este texto donde Tú apareces defendiendo a los niños y acariciándoles, siempre me ha conmovido. Tu vista siempre se va detrás de lo pequeño, lo que no cuenta, lo que la gente desprecia. Y así, acariciando a un niño, quieres acariciar a todos los niños del planeta donde todavía no se les reconocen sus derechos. Hazme sensible a tantos niños del mundo que son explotados, vendidos, exiliados.

2.- Lectura reposada del evangelio. Mateo 19, 13-1

En aquel tiempo, le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y rezara por ellos, pero los discípulos les regañaban. Jesús dijo: Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el Reino de los Cielos. Les impuso las manos y se marchó de allí.

3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión

La cercanía de Jesús con los niños es una de las estampas más bellas del Evangelio. Los niños, con los ojos bien abiertos, van descubriendo la vida con sorpresa, con admiración. Por aquello de que no tienen pasado, tampoco tienen prejuicios ni con los animales ni con las personas. Si un niño entra en un autobús, como pronto se cansa, salta al pasillo y, en unos momentos, se ha ganado a todos: de unos recibe un caramelo, de otro una sonrisa, o una caricia. Para él todos son de casa, todos son sus “tatos”. El niño es como el “Icono” de un paraíso perdido. El mismo Isaías, dirá: “el niño jugará en la hura del áspid, la criatura meterá la mano en el escondrijo de la serpiente” (Is. 11,8). Para los niños el mundo es un juego. Los niños nos aportan transparencia, frescura, sencillez. Pero, en este texto concreto, probablemente Jesús habla de los niños como representación de las personas sin derechos. En el siglo primero las personas marginadas eran “los esclavos, las viudas y los niños”. El hecho de que Jesús acariciara a un niño tiene un valor simbólico. En ese gesto quiere acariciar a todas las personas marginadas de la sociedad, a todos aquellos a quienes no se les reconocen sus derechos.

          Palabra del Papa.

“Pequeños grandes maestros de la vida. Como los niños es el Reino de los cielos. ¿Qué pasaría si hiciera de mi vida una continua imitación de los niños? Todos ellos nacen sencillos, sin malicia. Ciertamente no son siempre sonrisas, pero incluso en su llanto conservan sencillez. Son recipientes de amor y dispensadores de confianza; y colocan simplemente su corazón en su madre, en su padre, en aquél que les ofrezca una atención… Hoy quisiera pedirte un corazón como el tuyo, que sepa mirar más allá, siempre más allá, para detenerme ante las «minuciosidades» y aprender a conocerte. Enséñame a mirar con tus ojos a los niños, enséñame a maravillarme en ellos, enséñame a cuidar de ellos, quiero ver tu rostro en cada uno y aprender de estos «maestros de la vida» que me muestran cómo caminar en ella, siendo recipientes de tu amor y donadores de confianza, como fuiste Tú también” (Catequesis de S.S. Francisco, 8 de abril de 2015).

4.- Qué te dice hoy a ti este texto ya meditado. (Guardo silencio).

5.-Propósito. Hoy voy a acercarme a una persona que viva marginada y le voy a regalar mi compañía.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, después de este rato de oración, quiero pedir por la cantidad de niños que, actualmente, viven solos o abandonados; por todos los niños marcados para siempre con la huella de una violación; por tantos niños huérfanos a causa de las guerras. Que yo vea en ellos también a tantas personas, muy queridas por Dios, y muy amenazadas por los hombres.

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Santa Misa: Viernes 15 de agosto de 2025. Interpretada en lengua de signos

 


Santa Misa: Viernes 15 de agosto de 2025 Solemnidad de la Asunción de la Virgen María Desde la parroquia de santa Teresa del Niño Jesús en Barcelona. (Vía Augusta 68, Barcelona) Preside Rvdo. Alfonso de Alarcón, pbro.

Rosario desde Lourdes - 15/08/2025

 

jueves, 14 de agosto de 2025

II VÍSPERAS Viernes 15 de Agosto de 2025

 

LAUDES Viernes 15 de Agosto de 2025

 

Asunción de la Virgen María: 15 de agosto de 2025

 

Proclama mi alma la grandeza del Señor…

INTRODUCCIÓN

«La Madre de Jesús, glorificada ya en los cielos en cuerpo y alma, es la imagen y comienzo de la Iglesia que llegará a su plenitud en el siglo futuro. También en este mundo, hasta que llegue el día del Señor, brilla ante el Pueblo de Dios en marcha, como señal de esperanza cierta y de consuelo» (Constitución sobre la Iglesia. n. 68).

TEXTOS BÍBLICOS

1ª lectura: Apo. 11, 19ª; 12,1-6a.10ab.                2ª lectura: 1Cor. 15,20-27ª.

EVANGELIO

San Lucas 1, 39-56:

En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.»

          María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia –como lo había prometido a nuestros padres– en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.»  María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.

REFLEXIÓN

Hoy celebramos los cristianos la fiesta de la Virgen, nuestra Madre, que va al cielo, en cuerpo y alma. Veamos estos tres aspectos. La fiesta de la madre. Su llegada al cielo. En cuerpo y alma.

 1.- La fiesta de la madre. Madre y fiesta son dos palabras que siempre deben ir unidas. ¿Acaso puede haber fiesta sin estar la madre? Las bodas de Caná son en el evangelio de Juan el símbolo de la alegría y de la fiesta. ¿Y qué nos dice el evangelio? Allí estaba María, la madre de Jesús. La madre era una de la fiesta. La madre es la fiesta de  la vida. Cuando los comerciantes ponen “el día de la madre” no nos consultan a los hijos. Para los hijos la madre no ocupa un día del año sino todos los días. Todo lo que decimos de la madre de la tierra lo afirmamos con  más fuerza todavía de la madre del cielo. Jesús, como Dios nunca había tenido esa experiencia tan maravillosa. Por eso, antes de morir, nos dejó a su propia madre por madre nuestra para que en este mundo ya no hubiera ninguna persona huérfana.

2.- Y la llevó con Él al cielo. ¿Qué significa el cielo? Dice la Biblia que allí ya no habrá ningún sufrimiento. “Enjugará las lágrimas de los ojos, y no habrá llanto, ni dolor, ni muerte” (Ap. 21,5). La madre del cielo ya no puede sufrir. Bastante ha sufrido  durante la vida. Es verdad que todos en esta vida estamos en un valle de lágrimas. Pero las madres tienen un sufrimiento añadido y que viene expresado en esa imagen de la 1ª lectura: Ahí aparece una mujer embarazada, a punto de dar a luz, que grita con dolores de parto. ¿Acaso grita por el sufrimiento físico? No. Es por lo que ve: un enorme dragón que se va a tragar al niño apenas va a nacer. El dolor de la madre es el sufrimiento por el hijo. Y yo diría que es  el dolor del “presentimiento”. María sabía que una espada le iba a traspasar el alma… y vivió toda la vida con el alma en vilo. Como las madres de ahora. Con el alma en vilo en cada fin de semana. Cuando se van los hijos por las noches y ellas se quedan en casa, se preguntan: ¿Vendrá mi hijo a casa o se quedará en la cuneta de alguna carretera? ¿Me lo traerán vivo o me lo traerán muerto? Es la espada del presentimiento.  Pienso que las madres, por aquello que han tenido en la vida un sufrimiento añadido, también tendrán con María, la Madre de Jesús, un cielo añadido, un lugar muy cerca de María compartiendo sus propias experiencias.

 3.– Y la llevó en cuerpo y alma. Debido a la filosofía  de Platón…donde lo importante es el alma y lo que debemos hacer es liberarla del cuerpo que es como una cárcel… los cristianos hemos pensado también en estos términos. Santa Teresa habla de esta vida como “una mala noche en una mala posada”. Y, naturalmente, la mala posada  es el cuerpo, que es como una cárcel del alma.  Pero la filosofía bíblica que conecta con la sensibilidad del hombre actual es que cuerpo y alma van juntos y no se pueden separar. Si el hombre es cuerpo y alma no puede haber felicidad completa con el alma sola. Sería una felicidad de  “almas cándidas”… La Asunción  de la Virgen nos dice que ella es feliz porque está en el cielo en cuerpo y alma. Y ella es modelo y primicia  para todos nosotros. Lo que le ha sucedido a ella, nos sucederá a nosotros.  Entonces, en el cielo, nos podremos ver, nos podremos comunicar, nos podremos abrazar…Y, por supuesto, en el cielo veremos a la Virgen nuestra madre, en cuerpo y alma: la oiremos, le abrazaremos.                                     

PREGUNTAS

1.– El triunfo de María al cielo en cuerpo y alma ¿Me llena de alegría? ¿Creo que eso mismo pasará conmigo?

2.- ¿Me da esperanza y gozo el pensar que mi felicidad será completa, es decir, de cuerpo y alma?

3.– En ese viaje tan largo y enigmático, ¿Me da alegría el pensar que será la Virgen, mi propia madre, la que saldrá a recibirme?

miércoles, 13 de agosto de 2025

Auschwitz - El lugar del martirio de Maximiliano Kolbe en Polonia

 

San Maximiliano María Kolbe

 


En 1941, el sacerdote polaco Maximilian Kolbe fue arrestado por los nazis. Sería recluido en el campo de concentración de Auschwitz. Con motivo de la fuga de un prisionero, los nazis escogieron a varios hombres al azar, para ser ejecutados y desalentar nuevas escapadas. Cuando uno de los prisioneros elegidos, padre de familia, suplicó por su vida pensando en los suyos, Kolbe se ofreció voluntario para sustituir a ese hombre. Juan Pablo II canonizó a Kolbe en 1982, proponiéndolo como mártir de la caridad.

I VÍSPERAS Jueves 14 de Agosto de 2025

 

LAUDES Jueves 14 de Agosto de 2025

 

Lectio Divina: 14 de agosto de 2025

 

¿Cuántas veces lo tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?

1.-Oración Introductoria.

Señor, Tú sabías muy bien que el perdón era totalmente necesario para la vida de comunidad. Por eso, en la oración del Padre Nuestro nos dijiste que teníamos que pedir cada día el pan: el pan material para “vivir” y el pan espiritual del perdón para “convivir”. Es imposible una vida de comunidad sin capacidad de perdonar. Señor, dame el don de saber perdonar de corazón a mis hermanos.

2.- Lectura reposada del evangelio: Mateo 18, 21-19,1

En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús, le preguntó: Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces lo tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces? Jesús le contesta: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Y les propuso esta parábola: Se parece el Reino de los Cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo. El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios, y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo: Págame lo que me debes. El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo y te lo pagaré. Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: ¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti? Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano. Cuando acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y vino a la región de Judea, al otro lado del Jordán.

3.- Qué dice el texto

Meditación-reflexión.

Dentro del capítulo 18 sobre la “vida eclesial”, el Señor ha insistido mucho sobre la necesidad del perdón. La razón es muy sencilla: Todos somos limitados, todos somos pecadores, todos nos equivocamos. Ante esta aplastante realidad, ¿qué podemos hacer? ¿Esforzarnos para evitar todo error, toda caída? Esto, además de llevarnos a una falsa humildad, no lo podríamos evitar dada nuestra situación de personas frágiles, débiles, limitadas. La única manera de salir de este atolladero es fomentar una gran capacidad de perdón. Pero no sirve una reconciliación superficial, se necesita una reconciliación “de corazón”. Ni bastan las palabras ni siquiera las buenas intenciones. No hay duda de que San Pedro tenía buenas intenciones cuando estaba dispuesto a perdonar “hasta siete veces” y sabemos que el siete es un número que indica perfección. Jesús le habla no de siete veces, sino de “setenta veces siete”. Es como si Jesús le dijera: Pedro, ¿me pides una medida para el perdón? Te la voy a dar: “Hay que perdonar sin medida”.  Y para que esto lo entienda bien le propone una parábola de la “desmedida”. El rey le perdona al empleado “diez mil talentos”. Esto equivaldría a TRESCIENTAS CINCUENTA TONELADAS DE ORO. Y lo que ese empleado no está dispuesto a perdonar a su pequeño deudor equivaldría a TREINTA GRAMOS DE ORO. Lo que el Señor quiere dejar bien claro, a la hora del perdón, es que “no miremos las pequeñas deudas que unos a otros nos debemos”, sino la inmensa deuda que todos debemos a Dios. Si Dios nos perdona todo, nos perdona siempre, y nunca nos pasa factura, ¿Cómo vamos nosotros a tener una cara tan dura para no perdonarnos nuestros fallos que, por grandes que nos parezcan, siempre son pequeños e insignificantes, comparados con todo lo que le debemos a Dios?

Palabra del Papa.

“Te pido perdón, Señor, por las veces que no he sabido perdonar cuando Tú no tienes límites al perdonarme. Te pido que me ayudes a comprender la debilidad del hombre. Dame un corazón grande, un corazón bondadoso. Que nunca ofenda a nadie y que todos puedan recibir consuelo en él. Dame, Jesús, unos ojos misericordiosos que se compadezcan de las necesidades del prójimo, y dame una lengua que siempre hable bien de los demás y de la que nunca salgan palabras duras. Dame la gracia de tener ese corazón tuyo. Que nunca me canse de perdonar y que siempre esté dispuesto a sufrir por mis hermanos. «El amor de Cristo, derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, nos permite vivir así, ser así: personas capaces de perdonar siempre; de dar siempre confianza, porque estamos llenos de fe en Dios; capaces de infundir siempre esperanza, porque estamos llenos de esperanza en Dios; personas que saben soportar con paciencia toda situación y a todo hermano y hermana, en unión con Jesús, que llevó con amor el peso de todos nuestros pecados.»   (Homilía de S.S. Francisco, 14 de febrero de 2015). 

4.- Qué me dice hoy a mí este evangelio ya meditado. (Guardo silencio)

5.- Propósito: Después de haber orado con este evangelio, buscaré a la persona con quien me siento todavía distanciado y le pediré perdón independientemente de su reacción. El perdón me sale del corazón. Y se lo ofrezco gratis.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, te doy gracias porque Tú eres Dios y no un mero hombre. Los hombres somos mezquinos, cicateros, egoístas. Tú siempre eres generoso, y lo tuyo es lo grande, lo inmenso, lo nunca visto. Así siempre, y así también con el perdón. Como el perdón te sale del corazón, no cabe límite, ni medida. Tu perdón es inmenso, infinito, inabarcable. Gracias, Señor, porque eres Dios y no un simple hombre.

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martes, 12 de agosto de 2025

VÍSPERAS Miércoles 13 de Agosto de 2025

 

LAUDES Miércoles 13 de Agosto de 2025

 

Lectio Divina: 13 de agosto de 2025

 

Donde dos o tres están reunidos en mi nombre,

allí estoy yo en medio de ellos


1.- Introducción.

Señor, te doy gracias por tu gran generosidad frente a nuestra flaqueza. Tú sabías lo difícil que es para nosotros la “convivencia”. Por eso nos dejaste tu presencia a la hora de rezar juntos. “Yo estoy en medio”. Si Tú estás en medio de nosotros, nuestra oración será auténtica. No nos limitaremos a estar juntos físicamente, sino que trataremos de vivir unidos y expresar nuestra unión a través de la oración.

2.- Lectura reposada de la Palabra del Evangelio: Mateo, 18, 15-20

Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

3.- Qué dice el texto. 

Reflexión-Meditación

Hoy nos invitas a rezar en común. Si Tú estás ahí en medio de nosotros, no te podemos engañar. Rezar en común no es simplemente estar físicamente juntos en un mismo lugar y tener el corazón lejos de los hermanos. Los primeros cristianos rezaban juntos y tenían “un solo corazón y una sola alma, ponían los bienes en común, estaban alegres, no había entre ellos ninguna necesidad”. Una oración en común nos compromete a estar no sólo juntos sino unidos por dentro. Y ésta es la oración que agrada al Padre. Lo decía muy bien San Ignacio, camino del martirio. “Vosotros estáis unidos al Obispo como las cuerdas a la lira. Este es el himno que agrada al Padre”. La Iglesia del Vaticano II ha restaurado el gesto hermoso de la paz. Se da antes de la Comunión y nos recuerda que, antes de entrar en comunión con Dios, debemos entrar en comunión con los hermanos. De lo contrario haremos una “masticación” pero no una comunión. Esto es tan importante que el mismo Señor nos dice: “Si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,  deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda”. (Mt 5, 23-24) El texto hila fino. No dice: si tú tienes algo contra tu hermano, sino si tu hermano tiene algo contra ti. No podemos pasar a comulgar si no hemos intentado antes reconciliarnos con el hermano.

Palabra del Papa. Oración con los cinco dedos.

  1. El dedo pulgar es el que está más cerca de ti. Así que comienza orando por aquéllos que están más unidos a ti. Son los más fáciles de recordar. Orar por los que amamos es «una dulce tarea.»
  2. El próximo dedo es el índice: Ora por los que enseñan, instruyen y curan. Ellos necesitan apoyo y sabiduría al conducir a otros por la dirección correcta. Mantenlos en tus oraciones.
  3. El siguiente dedo es el más alto. Nos recuerda a nuestros líderes, a los gobernantes, a quienes tienen autoridad. Ellos necesitan la dirección divina.
  4. El próximo dedo es el del anillo. Sorprendentemente, éste es nuestro dedo más débil. Él nos recuerda orar por los débiles, enfermos o atormentados por problemas. Ellos necesitan tus oraciones.
  5. Y finalmente tenemos nuestro dedo pequeño, el más pequeño de todos. El meñique debería recordarte orar por ti mismo. Cuando hayas terminado de orar por los primeros cuatro grupos, tus propias necesidades aparecerán en una perspectiva correcta y estarás preparado para orar por ti mismo de una manera más efectiva.

4.- Qué me dice hoy a mí esta palabra ya meditada. (Guardo silencio)

5.- Propósito: Si hoy tengo que llamar la atención a un hermano, lo haré con mucha humildad y mucho amor.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, te doy gracias porque hoy he aprendido a rezar comunitariamente. Yo me creía que, por el hecho de ir al Templo a Misa, ya tenía suficiente. Ahora sé que el ir a Misa me compromete a saludar al hermano, a perdonarle. Haz, Señor, que los que nos juntamos en un mismo templo vivamos unidos. Tú nos sales al encuentro de todos y nos dices: Vosotros habéis venido aquí para tener un solo corazón y una sola alma dentro de casa.

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"Mi familia y la fe son los ingredientes más importantes de mi vida" Pepe Rodríguez en #LaAntorcha

 


Conocido por ser jurado de MasterChef desde hace más de doce años, Pepe Rodríguez, chef
de estrella Michelín, nos recibe en El Bohío, su restaurante de Illescas, en Toledo, para hablar
de los ingredientes que componen la receta de su vida: su familia, su fe, sus amigos, y la
capacidad que tiene la mesa para unir y cuidar los vínculos más importantes.

lunes, 11 de agosto de 2025

VÍSPERAS Martes 12 de Agosto de 2025

 

LAUDES Martes 12 de Agosto de 2025

 

Lectio Divina: 12 de agosto de 1025

 

¿Quién es el más grande en el Reino de los cielos?


1.- Oración Introductoria

Señor, qué lección tan bonita me das al inicio del capítulo 18 de Mateo, un discurso eclesial. Para ser cristiano hay que hacerse niño. En Belén, para adorar al Dios que se ha hecho Niño, hay que entrar en la Basílica por una puerta muy pequeña. Todo un símbolo. En cristiano, “a lo grande” se hace muy poco. Pero “a lo pequeño” se pueden hacer grandes cosas. El edificio de la vida cristiana tiene que tener por fundamento la humildad. Gracias, Señor, porque así lo has querido Tú.

2.- Lectura reposada del texto. Mateo 18, 1-5. 10, 12-14

En cierta ocasión, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: «¿Quién es el más grande en el Reino de los cielos?» Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y les dijo: «Yo les aseguro a ustedes que si no cambian y no se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los cielos. Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque yo les digo que sus ángeles, en el cielo, ven continuamente  el rostro de mi Padre, que está en el cielo. ¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le pierde, ¿acaso no deja las noventa y nueve en los montes, y se va a buscar a la que se le perdió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella, que por las noventa y nueve que no se le perdieron.  De igual modo, el Padre Celestial no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños».

3.- Qué dice el texto.

Reflexión-Meditación.

El capítulo 18 de Mateo es básico para comprender la vida cristiana. El evangelista ha elegido aspectos fundamentales para las comunidades cristianas de todos los tiempos. Y comienza poniendo por ejemplo a un niño. Y es que el niño tiene sus cualidades:

  1. Vive, mientras es niño en dependencia gozosa con su padre. Su papá es lo mejor del mundo. Lo vive así y lo disfruta. Ser cristiano es maravillarnos de tener a un Padre-Abbá tan bueno. Y gozarnos en ello.
  2. El niño acaba de venir al mundo y “no tiene pasado”. Por eso no tiene prejuicios, no juzga a las personas por lo que han sido sino por lo que son.
  3. Tiene una enorme capacidad de admiración. Sabe sorprenderse de todo lo que le acontece y anda por la vida con unos ojos “como platos”. El cristiano recibe, en cada día, impactos de novedad.
  4. Sólo sabe conjugar el verbo Quiere ser mayor, hacer años, subir de estatura. Es todo lo contrario al estancamiento, al aburrimiento, al pasotismo, al “no se puede hacer nada”. Hay que saber crecer hasta el momento de la muerte.

Palabra del Papa.

En el Reino de Cristo, ser grande es ser pequeño Para entrar en el Reino de los cielos, hace falta un pasaporte: ser pequeño. Ésta es la identidad que nos distingue delante de Dios; la virtud que más nos acerca a Él. Una canción dice: “¿Qué tendrá lo pequeño, que a Dios tanto le agrada?” Cristo nos enseña en este Evangelio que ser pequeño significa volver a ser niño. Implica un cambio, recuperar cada día aquel tesoro que se va desgastando con los años…Un niño tiene las manos pequeñas. Todo le queda grande, todo le sobrepasa, en todas las sillas sus pies quedan colgando. Pero es feliz aunque no tenga el control de todo. Más aún: su felicidad consiste en que no quiere controlarlo todo. El niño vive para recibir, para descubrir, para sorprenderse. La grandeza de un niño no está en su poder sobre cosas y personas; más bien él es libre de este deseo de gobernar su mundo. Y así como él encuentra su seguridad en papá y mamá, cada uno de nosotros cuenta con un Padre maravilloso, quien de verdad lo gobierna todo para nuestro bien. Cuando sentimos que nuestras manos son pequeñas, que no podemos agarrarlo todo y dirigir las circunstancias…ésta es la oportunidad para ser niños de nuevo, poniendo nuestra confianza en Dios. María, madre nuestra, enséñanos a ser como niños. Cambia nuestro corazón y hazlo como el de tu Hijo Jesús. Que aprendamos, como Él, a vivir siempre en las manos del Padre. (Homilía de S.S. Francisco, 4 de octubre de 2015). 

4.- Qué me dice hoy a mí esta palabra que acabo de meditar. (Silencio).

5.- Propósito: Hoy voy a mirar la vida con los ojos de niño.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora le respondo con mi oración-

Señor, te doy gracias por esta gran lección que acabas de darme: Si quiero hacer algo grande en la vida debo ser un niño. El niño conserva la frescura de lo nuevo, lo no gastado, lo no repetido, Señor, que sea siempre un niño que no me canse de la vida, de mi trabajo, del amor a los hermanos y, sobre todo, que no me canse de Ti.  Que en mi mochila lleve siempre la ilusión, la bondad, el estreno y la sorpresa. Gracias, Señor, porque en tu Iglesia no quieres personas serias, aburridas. Tú has comparado tu reino a “unos niños que juegan en la plaza”.

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VÍSPERAS Lunes 11 de Agosto de 2025

 

LAUDES Lunes 11 de Agosto de 2025

 

Lectio Divina: 11 de agosto de 2025

 

“Al Hijo del Hombre lo van a entregar en manos de los hombres”


1.- Introducción

Señor, a veces, a mí también me atrapa la tristeza como a los apóstoles. Pero quiero fijarme en tus palabras: “Al tercer día resucitaré”. Mi tristeza se convertirá en gozo. Los sufrimientos de este mundo son pasajeros, pero la alegría será eterna. Señor, quiero vivir de esperanza.

2.- Lectura reposada del Evangelio. Mateo 17, 22-27

En aquel tiempo, mientras Jesús y los discípulos recorrían juntos la Galilea, les dijo Jesús: Al Hijo del Hombre lo van a entregar en manos de los hombres, lo matarán, pero resucitará al tercer día. Ellos se pusieron muy tristes. Cuando llegaron a Cafarnaún, los que cobraban el impuesto de las dos dracmas se acercaron a Pedro y le preguntaron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? Contestó: Sí. Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos y tasas, a sus hijos o a los extraños? Contestó: A los extraños. Jesús le dijo: Entonces, los hijos están exentos. Sin embargo, para no darles mal ejemplo, ve al lago, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Cógela y págales por mí y por ti.

3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión

Se trata del segundo anuncio de la pasión. Si el primer anuncio provocó una fuerte resistencia por parte de los discípulos y especialmente de Pedro, este segundo anuncio no es recibido con oposición, pero sí con “tristeza”.  Sin duda que no leyeron el texto entero. Jesús, en los tres anuncios, siempre termina de la misma manera: «Resucitará al tercer día». Un cristianismo sin Pascua, un cristianismo sin perspectiva de Resurrección produce escándalo, miedo y tristeza. Y eso ya no es cristianismo. No basta con que Cristo haya resucitado; es necesario que la Resurrección de Jesús esté en la base de toda experiencia de fe. La Resurrección de Jesús no es sólo asunto de la otra vida. La Resurrección de Jesús “penetra en nuestra vida cristiana” y nos hace vivir no como esclavos sino como hijos, es decir, con alegría, con ilusión, con libertad interior. A eso alude Jesús también con el tema del impuesto religioso. Venía del tiempo de Nehemías (s.V a.C). Al volver los judíos del destierro de Babilonia se comprometieron a pagar un tributo para el culto del templo de Jerusalén. (Neh. 10,33-40) Y Jesús, aunque no tenía obligación, lo pagaba para no dar mal ejemplo. Los cristianos somos ciudadanos que nos sometemos a las leyes civiles cuando éstas no están en contra de Dios.

Palabra del Papa

“Señor, si yo tengo miedos, hoy quiero ponerlos nuevamente en Ti. Quizá no desaparecerán, pero al menos están en tus manos. Quiero acoger mi vida, mi realidad presente como una ocasión invaluable para agradarte. Hazme entender con la fe, que incluso entre las espinas de la vida hay frutos bellos que jamás se marchitarán. Más aún: que incluso los momentos que serían «dignos» de olvidar, pueden convertirse, con tu gracia, en enseñanzas y experiencias para engrandecer el corazón y caminar hacia la eternidad. Hoy pongo en tus manos mi corazón, para caminar mi vida como Tú. «Hay otra vía, contraria al camino de Cristo: la mundanidad. La mundanidad nos ofrece el camino de la vanidad, del orgullo, del éxito… Es la otra vía. […], Emprendamos también nosotros con decisión este camino de la humildad, con mucho amor a Él, nuestro Señor y Salvador. El amor nos guiará y nos dará fuerza. Y, donde está él, estaremos también nosotros». (Homilía de S.S. Francisco, 29 de marzo de 2015).

4.- Qué me dice hoy a mí este texto. (Guardo silencio)

5.-Propósito: Haré presente en este día la Resurrección del Señor y convertiré mi tristeza en gozo.

6.- Dios me ha hablado hoy a través de su Palabra y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, antes de acabar esta oración, quiero agradecerte el haber fundado el cristianismo no sobre la muerte, sino sobre la Resurrección. Por dura que sea la vida, siempre habrá una luz que me marque el camino de la Pascua. A los cristianos nos pueden arrebatar la vida, pero nunca la alegría de vivir. Gracias, Señor, por mi fe en tu gloriosa Resurrección.

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viernes, 8 de agosto de 2025

LOS CATÓLICOS CON DISCAPACIDAD

 

Los católicos con discapacidad tienen necesidades únicas y diversas que van más allá de las rampas para sillas de ruedas o los letreros en braille. Un católico con autismo podría necesitar liturgias adaptadas a la sensibilidad sensorial; uno con discapacidad intelectual podría requerir orientación especial para la catequesis.

Sin embargo, muchas parroquias no saben cómo responder a estas necesidades o incluso desconocen cuáles son.

Las parroquias cómo integrar plenamente a las personas con discapacidad en la vida parroquial.

“Desde el aumento de problemas de salud mental hasta el creciente número de familias que afrontan el autismo y otras discapacidades, las parroquias debemos buscar orientación, formación y conexión”.

La ignorancia puede ser dañina. Hay católicos con discapacidad a quienes se les niegan los sacramentos, lo cual va en contra de la enseñanza de la Iglesia.

“Todas las formas de la liturgia deben ser completamente accesibles para las personas con discapacidad”. La accesibilidad va mucho más allá de “modificaciones físicas en los edificios parroquiales”.

“Las personas con discapacidad tienen los mismos derechos bautismales a ser educadas en la fe, a celebrar los sacramentos y a responder al llamado de Dios”.

El objetivo: que cada parroquia se sienta como un hogar.

La inclusión y el sentido de pertenencia son “cruciales”, pero solo el comienzo.

“Abramos la puerta a algo mayor e incluso más importante: promover la plena participación de las personas con discapacidad y avanzar hacia la comunión, un vínculo que experimentamos porque somos amados por Dios y salvados por su Hijo, Jesucristo”.

En 2021, con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad de la ONU, el Papa Francisco les dijo: “La Iglesia es verdaderamente su hogar”.

“Las personas con discapacidad no están simplemente en los márgenes de la Iglesia esperando ser invitadas . Más bien, la Iglesia ya es su hogar, y su presencia y participación son parte integral de la comunidad eclesial”.

Para “equipar a los católicos a valorar los dones y responder a las necesidades de las personas con discapacidad, son necesarias ponencias que aborden temas como salud mental, autismo, preparación sacramental, educación católica inclusiva, liturgias adaptadas sensorialmente, políticas públicas y más. 

“Todos somos peregrinos de la esperanza, llamados a caminar juntos en la fe y el amor. Esto incluye a las personas con discapacidad, cuya presencia y participación enriquecen la vida de la Iglesia”,


Domingo 19, tiempo ordinario: 10 de agosto de 2025

 

Donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

INTRODUCCIÓN

“El arte de esperar no está de moda. Lo queremos todo inmediatamente. Cuando nos hacen esperar en algún sitio es como si nos hicieran de menos. Este evangelio esconde una bienaventuranza para aquellos que están preparados para cuando el Señor llega: Hay dicha y felicidad en estar atentos y pendientes para acoger con solicitud a los que se aproximan a nuestras vidas; hay bendición en esa hospitalidad del corazón que no se improvisa. Lo contrario es andar distraídos e impacientes, tomados por la seducción puntual del momento. Jesús nos invita a una acogida perseverante, a mantener en el tiempo la duración y la intensidad del compromiso contraído: una tarea, una palabra, una amistad o un amor. Sabemos lo que nos quieren los demás por el tiempo que son capaces de esperarnos. Un esperar que significa fidelidad y confianza serena”.  ((Mariola López Villanueva).

LECTURAS BÍBLICAS

1ª lectura: Sabiduría 18,6-9.                    2ª lectura: Hebreos 11,1-2.8-19

EVANGELIO

Lucas 12, 32-48:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino. Vended vuestros bienes y dad limosna; haceos bolsas que no se estropeen, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Tened ceñida vuestra cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los hombres que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Bienaventurados aquellos criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; en verdad os digo que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y, acercándose, les irá sirviendo. Y, si llega a la segunda vigilia o a la tercera y los encuentra así, bienaventurados ellos. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, velaría y no le dejaría abrir un boquete en casa. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre”. Pedro le dijo: “Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos?». Y el Señor dijo:«¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para que reparta la ración de alimento a sus horas?  Bienaventurado aquel criado a quien su señor, al llegar, lo encuentre portándose así. En verdad os digo que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si aquel criado dijere para sus adentros: “Mi señor tarda en llegar”, y empieza a pegarles a los criados y criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor, y le hará compartir la suerte de los que no son fieles. El criado que, conociendo la voluntad de su señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, ha hecho algo digno de azotes, recibirá menos. Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará; al que mucho se le confió, más aún se le pedirá».

REFLEXIÓN

1.- “No temas, mi pequeño rebaño.” Es la gran preocupación de Jesús. No quiere ver a sus seguidores paralizados por el miedo ni hundidos en el desaliento. No han de perder nunca la confianza y la paz. Jesús es nuestro Pastor. Y, como dice el Papa Francisco, “va delante, en medio y detrás del rebaño”. Delante para señalarnos el camino; en medio para acompañarnos, y detrás para acoger a las ovejas más débiles y más necesitadas. «Mi pequeño rebaño». Jesús mira con ternura inmensa a su pequeño grupo de seguidores. Son pocos. Tienen vocación de minoría. No han de pensar en grandezas. Así los imagina Jesús siempre: como un poco de «levadura» oculto en la masa, una pequeña «luz» en medio de la oscuridad, un puñado de «sal» para poner sabor a la vida. Estos “divinos diminutivos” de Jesús son encantadores. Como cuando les dice a sus discípulos antes de morir. ”Hijitos míos, qué poco me queda de estar con vosotros (Jn. 13,33)”.  Es como si toda la ternura acumulada en su corazón le estallara y la quisiera comunicar a sus discípulos en esa hora de despedida.

2.- Vuestro Padre ha tenido a bien daros a vosotros el reino. El reino, o mejor, el reinado de Dios, es el gran regalo que el Padre nos ha traído a través de Jesús. Cuando irrumpe dentro de nosotros, todo cambia. Lo que en esta vida lo tenemos por valor,  es superado por un valor superior. En este reino de Dios “es mejor dar que recibir”; “es mejor compartir que acumular”, “es mejor servir que dominar”. Y esto ¿para qué? ¿Para amargar nuestra existencia? Al contrario, para darnos alegría y libertad interior, para poder realizarnos plenamente como personas. Esta es la maravilla del reino: nada de lo humano queda sin sentido. Todo se llena de plenitud. Ser cristiano es no dejar las cosas a medias. Jesús no se conforma con que seamos poco-hombres o medio-hombres, sino hombres y mujeres a la medida de Jesús, el hombre perfecto. La eucaristía como sacramento, hace presente una realidad que está siempre en nosotros, aunque oculta: la presencia de Dios como don total que me capacita para darme totalmente y alcanzar de ese modo mi plenitud.

3.- Vigilad. El Señor nos propone la bella tarea de vigilar. Vigilar para estar preparados para cuando el Señor venga. La espera debe ser alegre, fiel, ilusionada. Nos preguntamos: ¿De dónde viene el Señor? ¿Acaso viene de enterrar a un muerto? ¡No! Viene de celebrar unas bodas. Oigamos sus palabras:” Vosotros estad  como los hombres que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Bienaventurados aquellos criados a quienes el señor al llegar, los encuentre en vela; en verdad os digo que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y, acercándose, les irá sirviendo”. (Lc. 12, 36-37). El Señor espera que estemos bien despiertos para poder contarnos su bonita experiencia. Quiere que, de alguna manera, participemos de la fiesta de su amo. Lo increíble es que este maravilloso señor, al llegar, debe estar cansado, con ganas ya de irse a dormir. Pero ha visto la espera fiel y gozosa de sus criados y “se pone a servirles”. A esta espera “en el amor” Jesús responde con una inusitada generosidad. Mientras les sirve, les cuenta su experiencia, lo bien que se lo ha pasado. Y aquellos buenos criados, disfrutan de la alegría y la fiesta de su Señor. Un servicio sin amor crea esclavos; un servicio con amor crea hombres libres. 

PREGUNTAS

1.- ¿Tengo con Jesús un trato cordial, cercano, propio de buenos amigos?

2.- ¿Siento el reino de Dios en mí como el estallido de la primavera?

3.- ¿Me gusta esperar al Señor con la alegría y el cariño de dos enamorados?