Queridos
padres: Que la paz y alegría de Jesucristo estén con vosotros.
Bienvenidos a
este nuevo curso que comienza. Los catequistas de la Parroquia estamos
contentos porque un grupo de niños quieren prepararse para recibir a Jesús
eucaristía el día de su primera comunión.
Valoramos
mucho vuestro interés como padres en esa tarea tan difícil como importante de
educar humana y cristianamente a vuestros hijos y el esfuerzo generoso de los
catequistas a la hora de colaborar con vosotros en esa labor educativa.
La Primera Comunión de vuestro hijo es el
acontecimiento religioso más importante de su vida en estos momentos, encuentro
gozoso con Jesucristo al que van a recibir sacramentalmente como alimento y,
también, una ocasión única para experimentar gozosamente el paso de Jesús no
sólo quienes van a recibir la primera comunión sino también sus familias y
amigos;
Por
eso, hemos de evitar entre todos que se
convierta en un mero compromiso social o una ocasión para el lucimiento;
una oportunidad para dar y recibir regalos; una aceptación del consumismo como
estilo de vida; el final de la educación cristiana.
Para
lograrlo nosotros la Parroquia vamos a esforzarnos por dar lo
mejor de nosotros mismos pero somos conscientes de que la tarea más importante
la tenéis vosotros: sus padres. Podemos y queremos colaborar con vosotros pero
sin vosotros podemos muy poco.
¿QUÉ
SERÍA, A NUESTRO JUICIO, FUNDAMENTAL?
1) Esforzarse por crear en casa un clima que ayude a madurar la “semilla”
que Dios ha sembrado y desea que crezca en cada niño y en cada familia. ¿Cómo? Favoreciendo algunas actitudes
que nos hacen mejores personas: admiración por lo bello y lo sencillo,
confianza, escucha, sinceridad, interioridad, gusto por el esfuerzo y la
autosuperación, generosidad, perdón, alegría, gratitud, responsabilidad en las
pequeñas tareas de casa…
También podéis ayudarle a
descubrir a Dios como Padre y Madre, a conocer a Jesús, a aprender a orar y
celebrar en la fe: rezando juntos y hablando de Dios con naturalidad y cariño,
haciendo presente a Jesús en los buenos y malos momentos de la vida en familia,
queriendo que reciba clase de religión en el colegio.
2) Implicarse afectiva y efectivamente en la catequesis parroquial
mostrando interés por lo que se hace en catequesis:
* preguntándole por lo que
ha hecho, ayudándole en lo que tiene que hacer, dedicando un rato para dialogar
sobre lo que viene en el libro de catequesis, proponiéndole otras actividades;
* valorando la catequesis y,
por tanto, no dejándola porque no le apetece ir o por otra razón de poca
importancia;
* avisando al catequista
cuando no puedan venir a cate y preocuparse de que traigan el libro y el
material;
* participando en la
eucaristía de los domingos y si no se
puede en donde se esté;
* hablando con cierta
frecuencia con la catequista interesándose por su hijo y comunicándole (a la
catequista o al sacerdote) cualquier dificultad o problema que pueda surgir;
*
participando en los encuentros de padres para compartir inquietudes y crecer
como cristianos y en las celebraciones con los niños y catequistas.
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Hoja para entregar a los padres
Power point enviado también a los padres
VIVIDA
ASÍ LA PRIMERA COMUNIÓN PUEDE SER UNA MAGNÍFICA OCASIÓN PARA REENCONTRARSE CON
DIOS, REAVIVAR LA PROPIA FE (TAL VEZ UN POCO DESCUIDADA) Y EXPERIMENTAR EN
FAMILIA LA PRESENCIA DE DIOS QUE NOS QUIERE Y RENUEVA.
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