La Santísima Trinidad: Dios-Familia

 

 

Festejamos en este primer domingo del Tiempo Ordinario –es el décimo tras la pausa de Semana Santa y Pascua— a la Santísima Trinidad. Estamos ante una de las grandes verdades –y misterios— de nuestra Fe. Y que nos comunica. Además, una realidad muy clara. Nuestro Dios no está lejano, ni aislado en su grandeza o poder. Es un Dios Familia formado por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Y el vínculo entre las Tres Personas es el Amor… no podía ser de otra manera ya que Dios es Amor.

 

EVANGELIO

 

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 3, 16-18

Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito para que todo el que cree en él no perezca, sino que tengan vida eterna.

Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.

El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios.

 

Palabra del Señor.

Jornada pro Orantibus

 

 

 

 

 

 

 

La Iglesia celebra, en este Domingo de la Santísima Trinidad, la Jornada Pro Orantibus, dedicada a los religiosos y religiosas que, en la quietud de sus conventos y clausuras, dedican su vida a orar por los demás. Es la vida consagrada y contemplativa… Parece, en estos tiempos duros y descreídos, que una gran parte de la sociedad admira, fundamentalmente, la capacidad de las instituciones de la Iglesia dedicadas a los más pobre, a los enfermos, a los más necesitados. También muchos católicos consideran que lo importante es ese trabajo solidario por encima de otras cuestiones. Pero Dios espera de nuestras oraciones y hay hermanos y hermanas que, sinceramente, rezan por nosotros y lo hacen sin descanso.