La fiesta de Pentecostés conmemora la llegada del Espíritu Santo a los discípulos de Jesús, después de la Ascensión. Y, tal como lo prometió, el Maestro no les dejó solos. La promesa del Señor se cumple y la Iglesia comienza a caminar con pujanza gracias al influjo del Espíritu. Los apóstoles, hombres sencillos, pescadores del lago se convierten en doctores de la fe y predicadores de la Palaba. Ese es el gran milagro de Pentecostés. El Espíritu Santo continúa acompañando a la Iglesia en su –siempre— muy difícil andadura. Pero ahí está… recordando que el amor es camino y meta para salvar al mundo.
El Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar
La Iglesia española celebra este domingo el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar. Jornada importante dada la notoriedad que los laicos están tomando en la Iglesia universal en los últimos tiempos.
La Iglesia celebra en el Domingo de Pentecostés el Día de la Acción Católica y del Apostolado seglar. La conmemoración lleva por delante el nombre de la Acción Católica por ser la primera obra de la Iglesia dedicada a la participación de los laicos en la construcción del Reino. En 1916 Benedicto XV funda la Acción Católica italiana y en 1923 Pio XI revista sus estatutos y los dispone para el uso de estos en toda la Iglesia. A partir de esa fecha comienzan las fundaciones de cada una de las asociaciones nacionales. Surge esa necesidad de organizar a los laicos dentro de la Iglesia por la fuerte pujanza e influencia de movimientos juveniles políticos, contrarios a la misma Iglesia. Con gran importancia en los años treinta del siglo pasado, en España se refuerza especialmente en los años cuarenta. Decir, que el patrón de la Acción Católica es San Francisco de Asís. Y que la familia franciscana mantiene desde hace siglos la llama Orden Tercera para laicos, donde se comenzó esa la labor de integración en la Iglesia de los no consagrados.
A partir de los años setenta y ochenta van surgiendo otros movimientos de apostolado seglar que cambian un tanto el panorama de la acción evangelizadora en los diferentes países. Pero, obviamente, no se trata de glosar especialmente la permanencia o continuidad de unas siglas u otras. La realidad es que el laicado se “lanza a la calle” en esos años, mostrando que no son sólo los consagrados quienes tienen esa exclusiva. De todas formas, la Acción Católica abrió el camino con la fundación de movimientos especializados como bien pudieron ser los de carácter obrero y los Boys Scouts.
La Iglesia desea esa pujanza del laicado, el cual se ha ido abriendo sitio en el interior de la misma Iglesia, por la cada vez más acuciante escasez de sacerdotes. Hoy, por ejemplo, en la mayoría de las parroquias de todo el mundo, la organización de estas se hace mediante la colaboración de un buen número de laicos. Y visto hoy con una cierta perspectiva histórica habría que decir que sin la participación laical la vida de la Iglesia será mucho menos eficaz y apenas pujante. Este año de 2018 el lema de los obispos españoles en torno a la jornada es: “Discípulos misioneros de Cristo, Iglesia en el mundo”
No hay comentarios:
Publicar un comentario