“Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios”.
1.- Oración introductoria.
Señor, al iniciar hoy mi oración sobre el evangelio del día, quiero estar muy cerca de Ti. Cuando tengo sed, tengo necesidad de una fuente; y cuando estoy enfermo tengo necesidad de un médico. En esta sociedad tan violenta, tengo necesidad de encontrarme contigo que eres: paz, alegría, libertad y vida. Sé que Tú puedes más para el bien que el demonio para el mal.
2.- Lectura sosegada del Evangelio. Lucas 11, 15-26
En aquel tiempo, cuando Jesús expulsó a un demonio, algunos dijeron: «Éste expulsa a los demonios con el poder de Satanás». Otros, para ponerle a prueba, le pedían una señal del cielo. Pero Ël, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y casa contra casa, cae. Si, pues, también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo va a subsistir su reino?.. porque decís que yo expulso los demonios por Beelzebul. Si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces. Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios. Cuando uno fuerte y bien armado custodia su palacio, sus bienes están en seguro; pero si llega uno más fuerte que él y le vence, le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus despojos». «El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama. «Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda vagando por lugares áridos, en busca de reposo; y, al no encontrarlo, dice: «Me volveré a mi casa, de donde salí.» Y al llegar la encuentra barrida y en orden. Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí, y el final de aquel hombre viene a ser peor que el principio».
El fuerte y el más fuerte. De eso nos habla el evangelio de hoy. Y todos constatamos, cada día, la fuerza y el poder del mal. La violencia desatada en los atentados más recientes no tiene nombre. No se mira a las personas: si son hombres o mujeres; si son ancianos o niños; si son de un país u otro. Y cuando el mal es más grande, todavía mejor para los terroristas. Da la impresión de que se hayan desatado las fuerzas del mal y quisieran convertir este mundo en un infierno de dolor, esclavitud, y miedo. Y es precisamente ahora cuando más necesitamos acudir al evangelio para constatar que hay “Alguien que es más fuerte que el fuerte”.Ése es Jesús que, resucitando de entre los muertos, ha vencido la muerte y todo tipo de muerte, de modo que las fuerzas del mal tienen que ceder. Por eso, es el mismo Jesús quien nos dice: “El que no está conmigo, está contra mí”. Y es como si dijera: el que no está con Jesús que es verdad, bondad, alegría y vida, se deshumaniza. Y va contra Jesús todo aquel que atenta contra la persona humana. El fuerte, trata de desunirnos, deshumanizarnos; pero “El más fuerte” nos atrae a la unidad, a la libertad, a la alegría y a la vida en plenitud.
Palabra del Papa
“El evangelio de hoy comienza con el demonio expulsado y termina con el demonio que vuelve! San Pedro lo dijo: “Es como un león feroz, que gira a nuestro alrededor». Es así. ‘Pero, padre, ¡usted es un poco anticuado! Nos hace asustar con estas cosas…’. ¡No, yo no! ¡Es el Evangelio! Y no se trata de mentiras: ¡es la Palabra del Señor! Le pedimos al Señor la gracia de tomar en serio estas cosas. Él vino a luchar por nuestra salvación. ¡Él ha vencido al demonio! Por favor, ¡no hagamos tratos con el diablo! Él trata de volver a casa, a tomar posesión de nosotros… ¡No relativizar, sino vigilar! ¡Y siempre con Jesús!” (Cf. S.S. Francisco, 11 de octubre de 2013, homilía en Santa Marta).
4.- Qué me dice hoy a mí este texto que acabo de meditar. (Silencio).
5.- Propósito: En un mundo de tanta violencia, yo voy a vivir esta jornada sembrando paz, alegría y libertad.
6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración. Señor, si miro al mundo que me rodea, me dan ganas de llorar. Hay hambre, miseria, violencia, mucha violencia, esclavitud y miedo. Dame tu gracia para no caer en la tentación del miedo, de la tristeza, de la desilusión y de tirar la toalla. Pero yo creo en Ti que has vencido la muerte y eres “más fuerte que el fuerte”.
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