viernes, 3 de octubre de 2025

LA PASTORAL DEL DUELO (1)

El sufrimiento por la muerte de un ser querido es un fenómeno altamente transversal a nivel de cada persona, pues repercute en todas y cada una de sus dimensiones: corporal, emocional, mental, social, valórica y espiritual-religiosa. Queda herida la vida, herido el amor. «Nunca sentimos nuestra vida con más intensidad que en un gran amor y en un sufrimiento profundo» (R.M. Rilke).

Toda herida ha de ser sanada integralmente. La Pastoral del Duelo es todo un desafío de acompañamiento muy humano, capacitado, evangelizador; apostolado de misericordia y consolación incardinado en el corazón mismo de las bienaventuranzas del Reino proclamado por Jesús. Es un proceso para sanar, sanear y salvar a la persona en sufrimiento.

Como paso previo a la prestación de una ayuda eficaz a la persona “doliente” (la persona en sufrimiento), es preciso conocer con cierta profundidad dos realidades a menudo erróneamente indiferenciadas y confundidas entre sí, como son el sufrimiento y el duelo.

El sufrimiento, por un lado, es la reacción interior personal ante la causa externa o interna (amenaza) que lo haya motivado.

El duelo, por otra parte, es el trabajo que el doliente debe protagonizar para sanar su sufrimiento, su persona herida, en gran sensibilidad.

             

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