Jesús, alegría de la vida
El relato evangélico de este Domingo X del Tiempo Ordinario nos narra como Jesús resucita, en pleno entierro, al hijo único de una viuda de la ciudad de Naín. Dos cortejos, el de Jesús y sus discípulos, y el sepelio del muchacho fallecido se encuentran a las afueras de Naín. Jesús aprecia el desconsuelo de la mujer y resucita a su hijo. Los dos cortejos se unieron en un gran abrazo de alegría. Y es la alegría lo que Jesús busca para sus amigos, para sus discípulos. Para nosotros también.
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