Pablo Sanz en un joven laico consagrado, cantautor católico y profesor de Educación Física que a los 15 años "sintió" una voz en el desierto y, aunque quiso ignorarla, en momentos ante Jesús Sacramentado se colaba en él un fuego que se iría revelando como la respuesta a una pregunta que había hecho en aquel desierto: "bueno Señor, ¿qué quieres de mi? Poco a poco se asentó en él la certeza de que aquella voz y aquel fuego eran de Dios, y eran una llamada para él. Por entonces, a él solo le interesaban de verdad el fútbol y la música, y por ese orden. Pero después de un tiempo de discernimiento acompañado, Pablo se consagró a Dios en medio del mundo a través de los Cruzados de Santa María. Desde aquel tiempo de adolescencia hasta hoy, Pablo dedica su vida a hablar con Dios y de Dios multiplicando los talentos que ha recibido.
Pablo Sanz cuenta y comparte su vida a través de sus canciones. Es su forma de comunicarse con el mundo, y también "la excusa perfecta" para abrir los corazones que no conocen a Dios o a los que se han olvidado de Él.
'ABRÁZAME'
Después de mucho esfuerzo y con ayuda de amigos y la Providencia, Pablo Sanz ha conseguido auto producir su primer disco. Se llama 'Abrázame' y contiene 10 temas, ocho de los cuales compuso entre las meditaciones, charlas y silencios de unos ejercicios espirituales. Todas sus canciones hablan de cosas sencillas de la vida a través de la mirada de Dios que, según Pablo, es mucho más interesante. Sabe (y predica) que salir de uno mismo te permite vivir en otra dimensión. A Pablo le basta con contemplar la naturaleza o fijarse en su familia, en sus amigos, sus alumnos, en los detalles de la vida que encuentra a su alrededor para tener siempre presente que todo es Dios y quien ha hecho todo eso "se enamoró de mi".
Pablo Sanz ha participado también en cuatro musicales, entre ellos Skate Hero, el musical sobre Ignacio Echeverría, el héroe del monopatín, que perdió la vida por otros en un atentando yihadista en Londres. Por eso también es consciente de la fuerza educativa de la música y el arte en general, para aprender, para enseñar y para expandir al mundo mensajes que de otra forma quizás no llegarían nunca. Este es el testimonio, contado y cantado, de Pablo Sanz, "laico consagrado en medio del mundo, testigo del Amor de Dios que nos espera y que hay que recordárselo a la gente". ¡No te lo pierdas!
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