«Lo único seguro aquí es que los cristianos desaparecemos»
El sacerdote iraquí Salar Kajo, de 35 años, ha permanecido en su parroquia de Teleskoff junto a un grupo de jóvenes en medio de las escaramuzas bélicas entre el contingente de peshmergas kurdos que retenía la ciudad (enteramente cristiana) hasta principios de esta semana y el Ejército de Irak, que aguardaba en Batnaya para avanzar y ocupar la población. Con su presencia, pretendía evitar nuevos combates e impedir los saqueos
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