“El hombre insensato edificó su casa sobre arena”
1.- Ambientación.
Señor, gracias por tu amistad, por tu paciencia, por tu gracia. Haz que sepa construir mi vida sobre la roca firme de tu amor. Dame la gracia de crecer en la fe, para descubrirte en los acontecimientos de la vida y, sobre todo, en las personas. Que sea el amor la raíz de mi vida de modo que todo lo que haga esté enraizado en el amor. No un amor egoísta que viene de mí sino un amor desinteresado, gratuito, que sólo puede provenir de Ti.
2.- Lectura sosegada del texto. Mateo 7, 21.24-27
«No todo el que me diga: «Señor, Señor», entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. «Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina».
Meditación
Jesús nunca engaña. Por eso nos advierte: Podéis pasar toda vuestra vida trabajando y llegar al final “con las manos vacías”. Los que edifican sobre la arena, no están ociosos, no hacen mal a nadie, están trabajando. Pero si llega un viento fuerte, todo se les hunde como un castillo de naipes. Han construido sobre arena. Jesús nos advierte: podéis estar ocupados toda la vida en hacer cosas y acabar como unos fracasados. La coherencia entre la fe que se profesa y la vida no admite «medias tintas». Escuchar cada día la Palabra de Dios y no ponerla en práctica es edificar sobre arena movediza. Sólo el amor construye. En esta vida todo lo que no pueda reciclarse en amor es arena. Sólo se puede edificar sobre la roca firme del amor. Sobre esa roca ha edificado Jesús su Iglesia. Y nosotros, cuando vivimos en el amor, somos piedras vivas de esa Iglesia.
Palabra autorizada del Papa
“¿Es solamente un sentimiento, un estado psicofísico? Claro que si es solamente esto no se pueden construir encima nada que sea sólido. En cambio si el amor es una realidad que crece, y podemos decir como ejemplo, como se construye una casa. Crece y se construye como una casa. Y la casa se construye juntos y no cada uno por su lado. Construir aquí significa favorecer el crecimiento. Ustedes se están preparando para crecer juntos, para construir esta casa, para vivir juntos para siempre. No la cimienten en la arena de los sentimientos, que van y vienen, sí en cambio en la roca del amor verdadero, el amor que viene de Dios. La familia nace de este proyecto de amor que quiere crecer, de la misma manera que se construye una casa, que sea lugar de afecto, de ayuda, de esperanza, de apoyo. Pero todo junto: afecto, ayuda, esperanza, apoyo”. (Papa Francisco, 14 de febrero de 2014)
4.- Qué me dice ahora a mí esta palabra ya meditada. Guardo silencio
5.-Propósito.
Hoy tomaré en serio la Palabra de Dios. Y procuraré ponerla en práctica. Por la noche pensaré si la he cumplido.
Jesús, ayúdame a cultivar una voluntad firme contra los cambios de los sentimientos y emociones, de modo que sea capaz de renunciar a todo aquello que me impida la donación a los demás y pueda cumplir siempre y en toda tu voluntad. Éste es el único camino para poder construir sobre la roca firme. No permitas, Señor, que me pase la vida trabajando inútilmente.
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