“Id y proclamad que el Reino de los Cielos está cerca”
1.- Ambientación.
Señor Jesús, porque mi fe es débil, ante los problemas cotidianos de la vida, frecuentemente me siento como oveja sin pastor. Ilumina este rato de oración para que sepa ser fiel a las innumerables gracias que Tú me ofreces generosamente. Haz Jesús, que Tú seas todo para mí y que viva con la inquietud y el ansia de proclamar tu Buena Nueva a todas las personas.
En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia. Y llamando a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos, y para curar toda enfermedad y toda dolencia. Les dijo: «Id más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Id y proclamad que el Reino de los Cielos está cerca. Curad a los enfermos, resucitad a los muertos, purificad a los leprosos, echad fuera a los demonios. Gratuitamente lo habéis recibido dadlo gratis”
3.- Qué dice el texto.
“Id a las ovejas perdidas”.
En la parábola de Jesús, la oveja perdida era una y las otras noventa y nueve estaban en el aprisco. Y, sin embargo, el pastor deja las noventa y nueve y va a buscar la única que se le había perdido. Y uno se pregunta: ¿Qué hubiera hecho ese pastor si se le hubieran perdido las noventa y nueve? ¿Se hubiera quedado tranquilo cuidando la única que le quedaba? ¿Y hubiera dormido tranquilo sabiendo que las otras 99 las tenía perdidas? Pensemos en nuestra situación actual: Metemos horas en cuidar los pocos que nos vienen y apenas hacemos nada por recuperar los que están fuera. Y seguimos durmiendo a pierna suelta.
“Proclamad que el reino de Dios está cerca”. Esta es la noticia que tenemos que dar: Que Dios siempre está cerca, que no nos abandona nunca, que no se cansa de nosotros, que nos sigue queriendo aunque nosotros no le respondamos con amor. Nos tenemos que preguntar seriamente si el motivo de que se nos haya ido tanta gente de la Iglesia no estará en que no hemos sabido presentar el verdadero rostro de Dios, tal y como nos lo presenta Jesús.
“Dad el evangelio gratis”. Dios no tiene precio y no se puede comprar con nada; ni con Misas, ni con rosarios, ni con novenas. Él se nos da gratis. Y sólo cuando nos reconocemos “regalo de Dios” podemos hacer de nuestra vida un regalo para los demás.
Palabra autorizada del Papa
“Tomen el Evangelio. ¡Tómenlo, tómenlo con ustedes y léanlo cada día! ¡Es el mismo Jesús el que les habla allí! ¡Es la palabra de Jesús! ¡Esta es la Palabra de Jesús! Hoy se puede leer el Evangelio también con muchos instrumentos tecnológicos. Se puede llevar encima la Biblia entera en un teléfono móvil, en una Tablet. Lo importante es leer la Palabra de Dios, con todos los medios, pero leer la Palabra de Dios, ¡Es Jesús que nos habla allí!, y acogerla con el corazón abierto: ¡entonces la buena semilla da fruto”! (Papa Francisco, 6 de abril de 2014)
4.- Qué me dice ahora a mí este texto que acabo de meditar. (Guardo silencio)
5.-Propósito: La vocación no sólo se acepta sino que se celebra. Hoy doy gracias a Dios por haberme llamado.
6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.
Padre y Señor mío, cuántas personas hay que no te conocen y por ello su vida carece de sentido. No puedo ni debo cerrar mi corazón ante esta abrumadora realidad. Ayúdame a que sepa abrir mi corazón y llenar mi vida del celo por la causa de Cristo, No dejes que me olvide que soy un enviado tuyo. Ayúdame a que mi testimonio de vida sea el medio para que otras personas te amen y te sigan
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