lunes, 27 de diciembre de 2021

Completas; la oración al fin del día: Lunes

 


Completas;
la oración al fin del día:
Lunes

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme

V. Gloria al Padre, y al Hijo , y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los
siglos de los siglos. Amén.

EXAMEN DE CONCIENCIA

Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada
que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente
nuestros pecados.

V. Señor, ten misericordia de nosotros.
R. Porque hemos pecado contra ti.

V. Muéstranos, Señor, tu misericordia
R. Y danos tu salvación.

V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

HIMNO

Cuando la luz del sol es ya poniente,
gracias, Señor, es nuestra melodía;
recibe, como ofrenda, amablemente,
nuestro dolor trabajo y alegría.

Si poco fue el amor en nuestro empeño
de darle vida al día que fenece,
convierta en realidad lo que fue un sueño
tu gran amor que todo lo engrandece.

Tu cruz, Señor, redime nuestra suerte
de pecadora en justa, e ilumina
la senda de la vida y de la muerte
del hombre que en la fe lucha y camina.

Jesús, Hijo del Padre, cuando avanza
la noche oscura sobre nuestro día,
concédenos la paz y la esperanza
de esperar cada noche tu gran día. Amén.

SALMODIA

Ant. Tú, Señor, eres clemente y rico en misericordia

Sal. 85
Oración de un pobre ante
las dificultades

Inclina tu oido, Señor; escúchame,
que soy un pobre desamparado;
protege mi vida, que soy un fiel tuyo;
salva a tu siervo, que confía en ti.

Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor,
que a ti te estoy llamando todo el día;
alegra el alma de tu siervo,
pues levanto mi alma hacia ti;

porque tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia con los que te invocan.
Señor, escucha mi oración,
atiende a la voz de mi súplica.

En el día del peligro te llamo,
y tú me escuchas.
No tienes igual entre los dioses, Señor,
ni hay obras como las tuyas.

Todos los pueblos vendrán
a postrarse en tu presencia, Señor;
bendecirán tu nombre:
"Grande eres tú, y haces maravillas;
tú eres él único Dios."

Enséñame, Señor, tu camino,
para que siga tu verdad;
mantén mi conrazón entero
en el temor de tu nombre.

Te alabaré de todo corazón, Dios mío;
daré gloria a tu nombre por siempre,
por tu grande piedad para conmigo,
porque me salvaste del abismo profundo.

Dios mío, unos soberbios se levantan contra mí,
una banda de insolentes atenta contra mi vida,
sin tenerte en cuenta a ti.

Pero, tú, Señor, Dios clemente y misericordioso,
lento en la cólera, rico en piedad y leal,
mírame, ten compasión de mí.

Da fuerza a tu siervo,
salva al hijo de tu esclava;
dame una señal propicia,
que la vean mis adversarios y se avergüencen,
porque tú, Señor, me ayudas y consuelas.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Tú, Señor, eres clemente y rico en misericordia

LECTURA BREVE

1Ts 5, 9-10

Dios nos ha puesto para obtener la salvación por
nuestro Señor Jesucristo, que murió por nosotros,
para que, velando o durmiendo, vivámos junto con él.

RESPONSORIO BREVE

V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

V. Tú, el Dios leal, nos librarás.
R.Te encomiendo mi espíritu.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras
dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en
paz.

Cántico de Simeón
Lc 2, 29-32

Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,

porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos

luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras
dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en
paz.

ORACIÓN.

Concede, Señor, a nuestros cuerpos fatigados el
descanso necesario, y haz que la simiente del reino
que con nuestro trabajo hemos sembrado hoy crezca
y germine para la cosecha de la vida etena.
Por Cristo nuestro Señor. Amén.

BENDICIÓN.

V. El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila
y una santa muerte.
R, Amén.

ANTÍFONA FINAL DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

Salve, Reina de los cielos
y Señora de los ángeles;
salve raíz, salve puerta,
que dió paso a nuestra luz.

Alégrate, virgen gloriosa,
entre todas las más bella;
salve, agraciada doncella,
ruega a Cristo por nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario