Laudes
San Juan,
apóstol y evangelista
Fiesta
27 de diciembre
INVITATORIO
V. Señor, abre mis labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
Ant Venid, adoremos al Señor, rey de los apóstoles.
HIMNO
Tú que revelaste a Juan
tus altísimos decretos
y los íntimos secretos
de hechos que sucederán,
haz que yo logre entender
cuanto Juan ha contado.
Déjame, Señor, poner
mi cabeza en tu costado.
Tú que en la cena le abriste
la puerta del corazón,
y en la transfiguración
junto a ti lo condujiste,
permíteme penetrar
en tu misterio sagrado.
Déjame, Señor, posar
mi cabeza en tu costado.
Tú que en el monte Calvario
entre tus manos dejaste
el más santo relicario:
la carne donde habitaste;
tú que le dejaste ser
el hijo bienadoptado.
Déjame, Señor, poner
mi cabeza en tu costado.
Y tú, Juan, que a tanto amor
con amor correspondiste
y la vida entera diste
por tu Dios y tu Señor,
enséñame a caminar
por donde a tú has caminado.
Enséñame a colocar
la cabeza en su costado. Amén.
SALMODIA
Ant. 1 El Señor eligió a Juan, el apóstol y evange-
lista que conservó su castidad virginal, y lo distin-
guió entre los demás con una gran predilección.
- Salmo 62 -
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansias de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a las sombras de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. 1 El Señor eligió a Juan, el apóstol y evange-
lista que conservó su castidad virginal, y lo distin-
guió entre los demás con una gran predilección.
Ant. 2 Éste es Juan, el apóstol virgen, a quien Cristo
en la cruz le encomendó su Madre Virgen.
Cántico.
Dn. 3,57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Angeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieve, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzadlo, por los siglos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. 2 Éste es Juan, el apóstol virgen, a quien Cristo
en la cruz le encomendó su Madre Virgen.
Ant. 3 Él discípulo a quien Jesús amaba exclamó:
"¡Es el Señor!" Aleluya.
-Salmo 149-
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. 3 Él discípulo a quien Jesús amaba exclamó:
"¡Es el Señor!" Aleluya.
LECTURA BREVE
Hch 4, 19-20
Pedro y Juan, tomando la palabra, dijeron: "Juzgad
por vosotros mismos si es justo, delante de Dios, obe-
deceros a vosotros antes que a él. Nosotros no pode-
mos dejar de hablar acerca de lo que hemos visto y
oído."
RESPONSORIO BREVE
V. Los nombrarás príncipes sobre toda la tierra.
R. Los nombrarás príncipes sobre toda la tierra.
V. Harán memorable tu nombre, Señor.
R. Sobre toda la tierra.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Los nombrarás príncipes sobre toda la tierra.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. La Palabra se hizo carne y puso su morada entre
nosotros, y contemplamos su gloria. Aleluya.
Cántico de Zacarías
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con
nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. La Palabra se hizo carne y puso su morada entre
nosotros, y contemplamos su gloria. Aleluya.
PRECES.
- Hermanos, Edificados sobre el cimiento de los após-
toles, oremos al Padre por su pueblo santo, diciendo: - Acuérdate, Señor, de tu Iglesia.
- Padre nuestro, que quisiste que tu Hijo resucitado
de entre los muertos se manifestara en primer lu-
gar a los apóstoles, - haz que también nosotros seamos testigos de Cris-
to hasta los confines del mundo. - Padre nuestro, que enviaste a tu Hijo al mundo
para dar la Buena Noticia a los pobres, - haz que sepamos proclamar el Evangelio a todas
las creaturas. - Padre nuestro, que enviaste a tu Hijo a sembrar la
semilla de la palabra, - haz que, sembrando también tu palabra con nues-
tro esfuerzo, recojamos sus frutos con alegría. - Padre nuestro, que enviaste a tu Hijo para que re-
conciliara al mundo contigo, - haz que también nosotros cooperemos a la recon-
trucción de los hombres. - Se pueden añadir algunas intenciones libres
- Sintiéndonos asociados a Cristo en su obra reden-
tora, sintámonos también unidos con él en su filia-
ción divina, y digamos: - Padre nuestro .............
- Hermanos, Edificados sobre el cimiento de los após-
Dios nuestro,que nos descubriste los arcanos de
tu Verbo por medio del apóstol san Juan, concédenos
alcanzar una debida comprensión de todo aquello que
él ha hecho llegar a nuestros oídos. Por nuestro Se-
ñor Jesucristo, tu Hijo.
CONCLUSIÓN.
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal
y nos lleve a la vida eterna.
R, Amén.
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