¿Te imaginas poder regalar a tu ser querido fallecido un pasaporte de entrada a la patria celestial? Algo parecido a eso es la indulgencia plenaria.
La Iglesia católica la ofrece siempre -para uno mismo o para un difunto-, pero este 2025 (como cada 25 años) con más facilidades.
La indulgencia plenaria borra toda la “suciedad” que dejaron en el alma los pecados cometidos preparándola para entrar en el cielo sin necesidad de más purificación.
Para conseguirla, los católicos expresan su fe en la misericordia de Dios confesándose, comulgando, rezando un Padrenuestro por las intenciones del Papa y cruzando una Puerta Santa.
En Roma, la gracia de pasar la Puerta Santa por la que se entra a la Basílica de San Pedro del Vaticano es buscada por miles de peregrinos.
Pero también puedes beneficiarte de la indulgencia plenaria del Jubileo de la Esperanza este 2025 en cualquiera de los muchos templos jubilares que hay por todo el mundo.
Y si haces una obra de misericordia, puedes ganar el Jubileo en una residencia, un hospital,… ¡hasta en tu propia casa!
Jubileo del duelo
En Roma, personas que pasan luto, enfermedad, secuelas de abusos y otros sufrimientos celebraron este lunes 15 de septiembre junto al Papa León XIV el Jubileo de la Consolación.
Y los próximos días, si has perdido recientemente un ser querido, puedes unirte a los actos jubilares que los grupos de ayuda al duelo Resurrección celebrarán en España y en numerosos países de Latinoamérica.
“Animamos a todas las personas que estén atravesando una situación de duelo a ir a los templos jubilares de las diócesis donde residan y obtengan la indulgencia plenaria para sus seres queridos difuntos”, explica a Aleteia Jorge Megías, animador de la pastoral del duelo en España.
“Da mucha tranquilidad saber que tus seres queridos, por el poder que tiene la Iglesia, si se encontraran purificándose en el purgatorio pasan al cielo con la indulgencia plenaria”, añade
El poder terapéutico de compartir
En Roma, personas que pasan luto, enfermedad, secuelas de abusos y otros sufrimientos celebraron este lunes 15 de septiembre junto al Papa León XIV el Jubileo de la Consolación.
Y los próximos días, si has perdido recientemente un ser querido, puedes unirte a los actos jubilares que los grupos de ayuda al duelo Resurrección celebrarán en España y en numerosos países de Latinoamérica.
“Animamos a todas las personas que estén atravesando una situación de duelo a ir a los templos jubilares de las diócesis donde residan y obtengan la indulgencia plenaria para sus seres queridos difuntos”, explica a Aleteia Jorge Megías, animador de la pastoral del duelo en España.
“Da mucha tranquilidad saber que tus seres queridos, por el poder que tiene la Iglesia, si se encontraran purificándose en el purgatorio pasan al cielo con la indulgencia plenaria”, añade
El poder terapéutico de compartir
Los grupos Resurrección han atendido a más de 25 mil dolientes, desde sus inicios en Buenos Aires hace 32 años.
Siguen la metodología del sacerdote Mateo Bautista, basada en el efecto sanador de la interacción entre las personas, y que incluye acompañamiento y evangelización.
Megías asegura que escuchar, compartir,… no es solo desahogarse, sino que va produciendo cambios profundos en la persona.
“Es asombroso ver cómo al principio una persona está derrotada y solo llora, y pasan cinco semanas y en la mitad del recorrido ya la ves hacer bromas, reírse, y con luz en la mirada -destaca-. Realmente los grupos funcionan y hacen mucho bien”.
Megías afirma que “el sufrimiento no es malo, sino desagradable”. “Jesús lo convirtió en camino de la redención -añade-. El sufrimiento aceptado es redentor y sirve para que caiga gracia del cielo”.
Cualquier persona en duelo puede optar a participar en estos grupos de ayuda mutua, ya sea presencialmente en los 13 países donde se encuentran hoy implantados, como de manera virtual.
Megías asegura que escuchar, compartir,… no es solo desahogarse, sino que va produciendo cambios profundos en la persona.
“Es asombroso ver cómo al principio una persona está derrotada y solo llora, y pasan cinco semanas y en la mitad del recorrido ya la ves hacer bromas, reírse, y con luz en la mirada -destaca-. Realmente los grupos funcionan y hacen mucho bien”.
Megías afirma que “el sufrimiento no es malo, sino desagradable”. “Jesús lo convirtió en camino de la redención -añade-. El sufrimiento aceptado es redentor y sirve para que caiga gracia del cielo”.
Cualquier persona en duelo puede optar a participar en estos grupos de ayuda mutua, ya sea presencialmente en los 13 países donde se encuentran hoy implantados, como de manera virtual.
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