IV Domingo de Cuaresma
11 de marzo de 2018
Misa Familiar
1. MONICIÓN DE ENTRADA
Todos hemos visto alguna vez como al principio de un ejército, se levanta un estandarte que simboliza la fuerza y la unión de los soldados.
En este 4º domingo de cuaresma, contemplamos la cruz como el máximo estandarte del amor que Dios nos tiene.
Nos invita a seguirle. A no olvidarle. A elegir entre Jesús y otros “dioses pequeños”. Dios siempre permanecerá fiel incluso hasta morir.
Que el Señor, que es la luz de nuestras vidas, sea también el TODO de nuestro vivir. Levantemos nuestros ojos y renovemos nuestro amor hacia Él. Su cruz será para nosotros la luz.
2. PENITENCIAL
2.1. ¿Cómo tenemos nuestras almas? ¿Y nuestros corazones? ¿Los alimentamos con la oración diaria? Señor, ten piedad
2.2. Hagamos un examen de conciencia ¿En qué hemos faltado al Señor? ¿Y a los que nos rodean? Cristo, ten piedad
2.3. ¿Qué es para nosotros la cruz? ¿La llevamos en el pecho? ¿Hemos guardado un lugar preferente en nuestras casas para ella? Señor, ten piedad
3. MONICIÓN A LAS LECTURAS
Las lecturas de hoy intentan llevarnos a la luz. En la primera veremos como el pueblo, a pesar de sus pecados, cuenta con otra oportunidad por parte de Dios. En la segunda, San Pablo, nos recuerda que nuestra salvación viene como consecuencia de haber sido salvados en Cristo. Finalmente, el Evangelio, nos recuerda que Dios nos ama con locura. Tan sólo nos pide que, en la cruz, seamos capaces de descubrir lo mucho y cómo Él nos ama.
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PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL SEGUNDO LIBRO DE LAS CRÓNICAS 36, 14-16. 19-23
En aquellos días, todos los jefes, los sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus infidelidades, imitando las aberraciones de los pueblos y profanando el templo del Señor, que él había consagrado en Jerusalén.
El Señor, Dios de sus padres, les enviaba mensajeros a diario porque sentía lástima de su pueblo y de su morada; pero ellos escarnecían a los mensajeros de Dios, se reían de sus palabras y se burlaban de sus profetas, hasta que la ira del Señor se encendió irremediablemente contra su pueblo. Incendiaron el templo de Dios, derribaron la muralla de Jerusalén, incendiaron todos sus palacios y destrozaron todos los objetos valiosos.
Deportó a Babilonia a todos los que habían escapado de la espada. Fueron esclavos suyos y de sus hijos hasta el advenimiento del reino persa. Así se cumplió lo que había dicho Dios por medio de Jeremías: «Hasta que la tierra pague los sábados, descansará todos los días de la desolación, hasta cumplirse setenta años». En el año primero de Ciro, rey de Persia, para cumplir lo que había dicho Dios por medio de Jeremías, el Señor movió a Ciro, rey de Persia, a promulgar de palabra y por escrito en todo su reino: «Así dice Ciro, rey de Persia: El Señor, Dios del cielo, me ha entregado todos los reinos de la tierra. Él me ha encargado construirle un templo en Jerusalén de Judá. Quien de entre vosotros pertenezca a ese pueblo, puede volver. ¡Que el Señor, su Dios, esté con él!».
Palabra de Dios
SALMO RESPONSORIAL
Salmo 136, 1-2. 3. 4. 5. 6
R. QUE SE ME PEGUE LA LENGUA AL PALADAR SI NO ME ACUERDO DE TI.
Junto a los canales de Babilonia
nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión;
en los sauces de sus orillas colgábamos nuestras cítaras. R.
Allí los que nos deportaron nos invitaban a cantar;
nuestros opresores, a divertirlos:
«Cantadnos un cantar de Sión.» R.
¡Cómo cantar un cántico del Señor en tierra extranjera!
Si me olvido de ti, Jerusalén,
que se me paralice la mano derecha. R.
Que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti,
si no pongo a Jerusalén
en la cumbre de mis alegrías. R.
SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS EFESIOS 2, 4-10
Hermanos:
Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo - estáis salvados por pura gracia -, nos ha resucitado con Cristo Jesús, nos ha sentado en el cielo con él, para revelar en los tiempos venideros la inmensa riqueza de su gracia, mediante su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. En efecto, por su gracia estáis salvados, mediante la fe. Y esto no viene de vosotros; es don de Dios. Tampoco viene de las obras, para que nadie pueda presumir. Somos, pues, obra suya. Dios nos ha creado en Cristo Jesús para que nos dediquemos a las buenas obras, que de antemano dispuso él que practicásemos.
Palabra de Dios
ACLAMACIÓN cf. Jn 3, 16
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Unigénito; todo el que cree en él tiene vida entera
EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 3, 14-21
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:
«Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo que entregó a su Unigénito para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios. Este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios».
Palabra del Señor
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4. ORACIÓN DE LOS FIELES
4.1. Por la Iglesia. Para que nunca olvide que la Salvación que Dios nos trajo, la debe de llevar –sea como sea- a todos los hombres y mujeres del mundo. Roguemos al Señor.
4.2. Para que nos fiemos más de Dios. Para que los hombres descubran el amor tan gigantesco que Dios nos manifestó al dejar crucificar a su hijo en la cruz. Roguemos al Señor.
4.3. Para que seamos conscientes de nuestros errores. Para que, con una buena confesión, nos preparemos bien a la próxima Semana Santa. Roguemos al Señor.
4.4. Para que hagamos de cada eucaristía una gran fiesta. Para que demos gracias a Dios por lo mucho que nos quiere y nos perdona. Roguemos al Señor.
4.5. Por nuestros difuntos. Por los que no miran a la cruz. Por los que maldicen el nombre de Dios. Para que vuelvan a descubrir la luz de Dios. Roguemos al Señor.
5. OFRENDAS
5.1. Hoy, con el nombre de JESÚS, queremos poner nombre al AMOR de Dios. Que nos preparemos con devoción a los próximos días santos que se acercan: JESUS EN LA CRUZ
5.2. Con esta CORONA DE ESPINAS queremos simbolizar las dificultades que a veces tenemos para ser buenos cristianos. Que nunca nos falte el auxilio del Espíritu Santo para seguir adelante.
5.3. Con esta cruz de madera damos gracias a Dios porque ha querido salvarnos a todos los hombres. Porque su amor no tiene límites ni conoce fronteras. ¡Gracias, Señor!
5.3. Con el pan y el vino, acercándonos a Jueves Santo, damos gracias a Dios por haberse quedado con nosotros en el altar. Que la comunión nos dé fuerzas para distinguir entre el bien y el mal.
6. ORACIÓN FINAL
TE ADMIRAMOS, SEÑOR
Por lo mucho que nos amas
y, además, nos perdonas.
Por estar junto a nosotros,
cuando te abandonamos
TE ADMIRAMOS, SEÑOR
Tu eres la verdad, frente a la mentira
Tú eres la luz, ante la oscuridad
Tú eres el amor, frente al odio
TE ADMIRAMOS, SEÑOR
Tu generosidad no tiene límites
Tu cruz abraza a todos los hombres
Tú fuiste enviado para nuestra salvación
TE ADMIRAMOS, SEÑOR
No permites que nadie nos perdamos
No quieres que nos condenemos
No deseas que nos caigamos
TE ADMIRAMOS, SEÑOR
Tu cruz, Señor, es nuestra salvación
Tu cruz, Señor, es tu mucho amor
Tu cruz, Señor, es redención
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