domingo, 6 de septiembre de 2015

LLAMAMIENTO DEL PAPA. "ACOGER A REFUGIADOS"

 
El Papa Francisco pidió hoy que todas las parroquias, comunidades religiosas, monasterios y santuarios de Europa, acojan a las familias de refugiados que llegan en estos días al continente al huir de la persecución religiosa y las guerras de sus países, entre ellos Siria e Irak. Se trata de una de las crisis migratorias más graves de la historia.
 
En los últimos días la imagen de Aylan, un niño sirio muerto en una playa de Turquía ha llamado la atención sobre los refugiados que están saliendo de Oriente Medio. Los países adonde se han dirigido muchos de ellos son Alemania, Austria y Hungría, que ven cada día cómo llegan a sus fronteras decenas de miles de refugiados, pero el resto de países miembros de la Unión Europa estudian ya medidas unitarias para hacer frente a este drama y ayudarlos.
 
Desde los diferentes países serán distribuidos en campamentos de acogida. Las diócesis también han manifestado su deseo de acoger a los refugiados. El arzobispado de Viena (Austria), por ejemplo, promete acoger en las próximas semanas a unos mil refugiados en sus instalaciones en el centro de la capital austríaca. 
 
Luego de rezar el Ángelus, el Pontífice aseguró que “la Misericordia de Dios viene reconocida a través de nuestras obras, como nos ha testimoniado la beata Madre Teresa de Calcuta, de quien hemos recordado el aniversario de su muerte”.
 
Así pues, “frente a la tragedia de decenas de miles de refugiados que huyen de la muerte por la guerra y por el hambre, y están de camino hacia una esperanza de vida, el Evangelio nos llama a ser ‘próximos’ con los más pequeños y abandonados. A darles una esperanza concreta”.
 
El Papa pidió además que no sólo se les diga “’¡Ánimo, paciencia’!” porque “la esperanza es combativa con la tenacidad de quien va hacia una meta segura”.
 
“Por tanto –agregó el Pontífice–, en la proximidad del Jubileo de la Misericordia, dirijo una petición a las parroquias, a las comunidades religiosas, a los monasterios y a los santuarios de toda Europa para expresar la concreción del Evangelio y acojan una familia de refugiados”.
 
Se trata de “un gesto concreto como preparación al Año Santo”. “Que cada parroquia, cada comunidad religiosa, cada monasterio, cada santuario de Europa hospede a una familia, comenzando por mi diócesis de Roma”, apeló Francisco.
 
Por último, “me dirijo a mis hermanos obispos de Europa, verdaderos pastores, para que en sus diócesis sostengan esta solicitud mía, recordando que Misericordia es el segundo nombre del Amor: ‘Todo aquello que hagan a uno solo de estos hermanos míos más pequeños me lo harán a mí’”.
“También las dos parroquias del Vaticano acogerán en estos días a dos familias de refugiados”, anunció al concluir.

sábado, 5 de septiembre de 2015

XXIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO/B

TERESA DE CALCUTA, BEATA



Teresa (Inés) Gonhxa Bojaxhiu
Fundadora

Martirologio Romano: En la ciudad de Calcuta, en la India, beata Teresa (Inés) Gonhxa Bojaxhiu, virgen, que, nacida en Albania, trató de apagar la sed de Cristo clavado en la cruz atendiendo con eximia caridad a los hermanos más pobres, y fundó las congregaciones de Misioneros y Misioneras de la Caridad, para servir a los enfermos y abandonados (1997).

La Madre Teresa fue albanesa de nacimiento y su nombre original es Agnes Gonxha Bojaxhiu. En el año 1948 la Madre Teresa adquirió la ciudadanía hindú. A los 18 años de edad, la Madre Teresa ingresó a la Orden de las Hermanas de Nuestra Señora de Loreto en Irlanda. Recibió su formación religiosa en Dublín, Irlanda y en Dardjiling, India.

En el año 1931, la Madre Teresa tomó el nombre de Teresa en honor a una monja francesa, Thérèse Martin quien fue canonizada en 1927 con el título de Santa Thérèse de Lisieux. En el año 1937 la Madre Teresa tomó los votos religiosos y enseñó por 20 años en el Colegio Santa María en Calcuta, India y en el año 1946, precisamente el 10 de setiembre, recibió otro llamado de Dios, el servicio hacia los más pobres. En el año 1948, el Papa Pio XII le concedió a la Madre Teresa permiso para dejar sus funciones como monja independiente y empezó a compartir su vida en las calles de Calcuta con los más pobres, los enfermos y los hambrientos.

La Madre Teresa fundó una congregación llamada las Misioneras de la Caridad. Su trabajo inicial fue el de enseñar a leer a los niños pobres de la calle. En el año 1950, la Madre Teresa empezó a ayudar a las personas enfermas de lepra. En el año 1965, el Papa Pablo VI colocó a la congregación de las Misioneras de la Caridad bajo el control del Papado y autorizó a la Madre Teresa a expandir la Orden religiosa en otros países. Alrededor de todo el mundo se abrieron centros para atender leprosos, ancianos, ciegos y personas que padecen del SIDA y se fundaron escuelas y orfanatos para los pobres y niños abandonados.

La Madre Teresa merece un lugar especial en esta red gigantesca de comunicación porque su obra es un mensaje de amor. Su trabajo demuestra que una convicción verdadera siempre está acompañada por una acción, que el amor en acción es servicio. Ganó el Premio Nobel de la Paz en el año 1979 contra su voluntad pero que agradeció en nombre de los más pobres entre los pobres.

jueves, 3 de septiembre de 2015

SANGRANTES E INHUMANOS ACONTECIMIENTOS

 
(Cáritas, Confer y Justicia y Paz).-
Los sangrantes e inhumanos acontecimientos de los que estamos siendo testigos en la Frontera Este (Serbia, Grecia, Macedonia...), apenas un par de meses después de la presentación de la Agenda Europea de Inmigración, además de un saldo en vidas, en dramas humanos, arroja un saldo de ineficiencia política inaceptable en términos de dignidad y defensa de los Derechos Humanos, que nuestra sociedad no puede permitir.
 
No es solo una crisis humanitaria. Es el estrepitoso fracaso de una política mal llamada migratoria y que se reduce a un indecente y millonario control de flujos (Frontex, Eurosur...) sostenido sobre el discurso del miedo a la invasión del diferente. Los Cayucos, Lampedusa, Ceuta y Melilla, la situación en Serbia, Grecia o Macedonia son consecuencias estructurales de esa desenfocada política, no las causas.
 
No es solo una crisis de refugiados. No podemos, ni debemos quedarnos sólo en una respuesta de emergencia a todas esas personas que, efectivamente, necesitan de nuestra protección. La realidad que hoy vivimos, es el resultado de una falta de políticas coherentes que aborden la complejidad de las causas que motivan la movilidad humana. Falta de coherencia en política exterior, en política económica, en políticas de cooperación para el desarrollo.
 
Es el resultado de una ausencia de política de cooperación para el desarrollo que olvida que detrás de cada decisión de abandonar una casa, un trabajo y una vida hay una causa de expulsión (la guerra, la falta de oportunidades, el cambio climático...) y personas a las que proteger y garantizar sus Derechos Humanos.
Es el momento de abordar el reto que, como sociedad, ya estamos afrontando; impidiendo que estos sucesos que nos llenan de dolor y vergüenza se produzcan de forma cíclica. La única solución propuesta por los gobiernos, la vía de la seguridad, no es viable, ni en términos de humanidad, ni en términos políticos.
 
Es el momento de reconocer al otro, al diferente, no como un invasor sino como un igual con los mismos derechos, como un aporte positivo a nuestra sociedad mestiza; cómo un hermano en dificultad para el que hay que buscar un sitio, aunque estemos más estrechos.
Europa y España no pueden perder esta oportunidad para repensar sobre las políticas desarrolladas hasta ahora, para proteger a las personas que intentan llegar a nuestro territorio, para invertir en políticas para el desarrollo y en políticas de integración.
 
Nos unimos al mensaje del papa Francisco que en su reciente viaje a América Latina animaba a la comunidad cristiana y a toda la sociedad a no tener miedo y a pedir un cambio "... un cambio real, un cambio de estructuras. Este sistema ya no se aguanta, no lo aguantan los campesinos, no lo aguantan los trabajadores, no lo aguantan las comunidades, no lo aguantan los pueblos... Y tampoco lo aguanta la Tierra, la hermana madre tierra".
 
Estamos huérfanos de una verdadera política de migraciones. Pedimos a los gobernantes que asuman con proactividad el reto histórico de parar de construir vallas, muros y rejas proponiendo soluciones y políticas que pongan en el centro a las personas:
· Creando vías de protección y acogida efectivas para los refugiados.
· Generando y desarrollando más vías legales de acceso a nuestro territorio a las personas migrantes.
· Visibilizando que la movilidad humana es siempre una oportunidad para nuestra vieja Europa y no un riesgo.
Tenemos un gran reto como sociedad, dignificarnos como seres humanos, haciendo un sitio en nuestra casa y buscando caminos nuevos por los que todos podamos transitar

ALFA Y OMEGA, 3 DE SEPTIEMBRE DE 2015

 
Versión Impresa

CAPILLA DE LA MISERICORDIA Y EL PERDÓN

 

 
CONFESIONES
 
Todos los días media hora antes de las misas
y siempre que se solicite
 
 
 


   
 



 

SAN GREGORIO MAGNO, PAPA Y DOCTOR DE LA IGLESIA



Papa y Doctor de la Iglesia

Martirologio Romano: Memoria de san Gregorio I Magno, papa y doctor de la Iglesia, que siendo monje ejerció ya de legado pontificio en Constantinopla y después, en tal día, fue elegido Romano Pontífice. Arregló problemas temporales y, como siervo de los siervos, atendió a los cuidados espirituales, mostrándose como verdadero pastor en el gobierno de la Iglesia, ayudando sobre manera a los necesitados, fomentando la vida monástica y propagando y reafirmando la fe por doquier, para lo cual escribió muchas y célebres obras sobre temas morales y pastorales. Murió el doce de marzo (604).

Etimológicamente: Gregorio = Vigilante o aquel que está siempre preparado, es de origen griego.

Fecha de canonización: Información no disponible, la antigüedad de los documentos y de las técnicas usadas para archivarlos, la acción del clima, y en muchas ocasiones del mismo ser humano, han impedido que tengamos esta concreta información el día de hoy. Si sabemos que fue canonizado antes de la creación de la Congregación para la causa de los Santos, y que su culto fue aprobado por el Obispo de Roma, el Papa.
GREGORIO MAGNO, DE LA FAMILIA DE LOS ANICIOS

Familia profundamente cristiana de la que ha llegdo a los altares; sus padres y sus dos tías, Társila y Emiliana. En este ambiente de religiosidad se desarrolló su espíritu mientras Roma llegaba a lo más bajo de la curva de su caída. Cuando el poder imperial fue restablecido en Roma, en manos ya de Constantinopla, Gregorio comienza su formación cultural. No sobresale en la literatura, pero sí en los estudios jurídicos, donde encuentra una magnífica preparación para sus futuras actividades. Terminada su carrera de Derecho, acepta del emperador Justino II el cargo de prefecto de Roma, con todas las funciones administrativas y judiciales.

GREGORIO MONJE

Per su corazón aspiraba a cosas más altas, y tras una desgarradora lucha interior, que manifiesta en una carta a su amigo San Leandro de Sevilla, Roma ve un día cómo su prefecto cambia sus ricas vestiduras por los austeros hábitos de los campesinos que San Benito había adoptado para sus monjes. Su mismo palacio del monte Celio fue transformado en monasterio. Gregorio es feliz en la paz del claustro, aunque pronto será arrancado de ella por el mismo Sumo Pontífice, que le envía como Nuncio a Constantinopla. De aquí en adelante añorará siempre aquellos cuatro años de vida monacal.

EL MONJE GREGORIO, PAPA

En 586, llega a Roma cuando las aguas del Tíber se desbordan y siembran la desolación. Personas ahogadas, palacios destruidos, hambre y la peste. Una de las víctimas de la peste es el Papa Pelagio II. Y Gregorio es elegido Papa para suderer a Pelagio, quedando apartado de la soledad que buscaba en el monasterio. Ya no vivirá más la paz de la vida monacal, pero la espiritualidad de aquellos hombres entregados a la oración le marcará para siempre. En su fecundo Pontificado, destaca su celo por la liturgia, la organización definitiva del canto litúrgico, que se conoce aún con el nombre de "canto gregoriano". Era el “Psalite sapienter” del salmo y de San Benito, cuyo estilo y estética litúrgicos, ha heredado también Benedicto XVI, a más del nombre del Fundador de los Monjes de Occidente y Patrono de Europa: San Benito.

Gregorio es el pastor auténtico, que quiere lo mejor para sus ovejas que viven en la unidad del mismo Amor. No ahorrará para ello trabajos ni sacrificios. Su voz se levanta potente y su pluma escribe sin descanso; el que no había sobresalido en sus estudios literarios nos ha legado un tesoro inagotable en sus escritos, de estilo sencillo y cordial. Y no se contenta con las ovejas que ya están en el verdadero redil; su corazón se lanza a la conquista de Inglaterra, ganándola para el catolicismo. Para todos es el padre amante, cuyas preocupaciones son las de sus hijos. Su honor es el de la Iglesia universal y su grandeza el ser y llamarse "Siervo de los siervos de Dios", título que pasarán a utilizar desde entonces todos los Papas.

VIRTUDES DEL PASTOR

"Importa que el pastor sea puro en sus pensamientos, intachable en sus obras, discreto en el silencio, provechoso en las palabras, compasivo con todos, más que todos levantado en la contemplación, compañero de los buenos por la humildad y firme en velar por la justicia contra los vicios de los delincuentes. Que la ocupación de las cosas exteriores no le disminuya el cuidado de las interiores y el cuidado de las interiores no le impida el proveer a las exteriores", escribe San Gregorio Magno en su "Regla Pastoral", y éste fue el programa de su actuación. Genio práctico en la acción, fue ante todo el buen pastor cuya solicitud se extiende a toda su grey. No es tan sólo Roma la que merece sus cuidados, sino todas las Iglesias España, Galia, Inglaterra, Armenia, el Oriente, toda Italia, especialmente las diez provincias dependientes de la metrópoli romana. Fue incansable restaurador de la disciplina católica. En su tiempo se convirtió Inglaterra y los visigodos abjuraron el arrianismo.

EL CULTO Y LA CARIDAD

Renovó el culto y la liturgia y reorganizó la caridad en la Iglesia. Sus obras teológicas y la autoridad de las mismas fueron indiscutidas hasta la llegada del protestantismo. Dio al pontificado un gran prestigio. Su voz era buscada y escuchada en toda la cristiandad. Su obra fue curar, socorrer, ayudar, enseñar, cicatrizar las llagas sangrantes de una sociedad en ruinas. No tuvo que luchar con desviaciones dogmáticas, sino con la desesperación de los pueblos vencidos y la soberbia de los vencedores.

La obra realizada por San Gregorio Magno fue inmensa; aune con su gran humildad, había procurado por todos los medios no aceptar el mando supremo de la Iglesia. Pero una vez elegido Papa por el clero, el senado y el pueblo fiel, y bien vista su elección por el emperador, se entregó a aquella tarea para la que toda su vida anterior había sido una providencial preparación.

JUAN PABLO I SE PROPUSO IMITARLE

Al tomar posesión de la Catedral de San Juan de Letrán, pronunció estas palabras Juan Pablo I: “En Roma, estudiaré en la escuela de San Gregorio Magno, que dice: «Esté cercano el pastor a cada uno de sus súbditos con la compasión. Y olvidando su grado, considérese igual a los súbditos buenos, pero no tenga temor en ejercer, contra los malos, el derecho de su autoridad. Recuerde que mientras todos los súbditos dan gracias a Dios por cuanto el pastor ha hecho de bueno, no se atreven a censurar lo que ha hecho mal; cuando reprime los vicios, no deje de reconocerse, humildemente, igual que los hermanos a quienes ha corregido y siéntase ante Dios tanto más deudor cuanto más impunes resulten sus acciones ante los hombres » (Reg. past. parte II, 5 y 6). Murió el 12 de marzo de 604.