Dios, Padre misericordioso,
unidos como hermanos, te pedimos hoy la paz en Ucrania, que sufre la barbarie de la guerra.
Escucha la voz de las víctimas:
los heridos por las armas,
los que han perdido a sus seres queridos,
todos cuantos padecen la violencia.
Infunde en ellos el consuelo de la fe
y el bálsamo de la esperanza.
Inspira a los responsables de las naciones
iniciativas al servicio de la paz y la concordia
y no de los intereses egoístas.
Protege a la humanidad de todo mal
y concédenos la fuerza de la justicia
y el don de la fraternidad.
María, Madre nuestra,
confiamos en tu maternal protección,
para que cese la guerra
y caminemos juntos como hermanos
por las sendas de la paz. Amén.
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