DEBEMOS ESTAR ABIERTOS AL ESPÍRITU SANTO PARA QUE LA CONFIRMACIÓN TENGA EFECTO EN NOSOTROS,PARA QUE NOS FORTALEZCA PARA SER DISCÍPULOS DE JESÚS
Vas a recibir en la Confirmación al Espíritu Santo y serás marcado con su sello, y, con ello, fortalecido en la fe. Sin embargo, el Espíritu Santo no actúa contra nosotros ni sin nosotros. Eso significa que tenemos que estar abiertos.
Si estamos bien abiertos al Espíritu, podrá actuar en nosotros y crecer , y puede suceder que sea algo realmente sorprendente…
La misión de Jesús también va a recaer sobre ti. Como cristiano perteneces al grupo de los amigos de Jesús que deben hacer discípulos de Jesús a todas las personas. La Confirmación te fortalece y empuja para esta misión.
Si has participado en el curso de catequesis de Confirmación hasta este momento y has trabajado este libro (YOUCAT), ya sabrás que lo más importante de la Confirmación no es el reloj caro o el ordenador portátil que quizás te regalen un par de personas queridas, sino el momento de la Confirmación, en el que sucede algo entre el cielo y la tierra, entre tú y Dios.
- Dirás SÍ al don de Dios, al Espíritu Santo.
- Él entrará en tu vida…
- Y ya no te abandonará nunca, tampoco en la hora en la que regreses junto a él, que te ama infinitamente.
Después de la homilía del obispo debes confesar tu fe delante de él. Sin fe no se puede recibir ningún sacramento. Y si de verdad quieres recibir el Espíritu Santo debes renunciar a todo aquello que está contra Dios. Por eso el obispo, o su representante, pregunta a los confirmandos:
Después os pregunta el obispo si os tomáis verdaderamente en serio la relación con la Iglesia:
El obispo confirma entonces vuestra profesión de fe:
Después viene la invitación a la oración de todos. Es un poco como en Pentecostés, cuando la joven Iglesia se reunió alrededor de María y pedía intensamente la venida del Espíritu Santo. Ya lo conocéis: poco después aparecieron las lenguas de fuego. El obispo invita por tanto a la comunidad a orar, más o menos con estas palabras:
Todos rezan unos minutos en silencio. Piden con toda la intensidad de su corazón. Para ello lo mejor es arrodillarse, porque de rodillas se puede orar con mayor intensidad.
Luego el obispo impone las manos sobre los confirmandos. Con este gesto el obispo quiere reunir las oraciones íntimas de todos y expresarlas en alto. Para ello dice las siguientes palabras:
Después viene el momento propio de la Confirmación. Un diácono u otro ayudante acerca al obispo el crisma.
Yo estoy llamado a ser alguien o a hacer algo para lo que nadie más está llamado; tengo un lugar en el plan de Dios y sobre la tierra de Dios que no tiene nadie más. Dios me conoce y me llama por mi nombre. BEATO JOHN HENRY NEWMAN
Los confirmandos se acercan de uno en uno hasta el obispo.
Les acompañan una madrina o un padrino de Confirmación.
En el momento de la Confirmación la madrina o el padrino pone su mano derecha sobre tu hombro y pronuncia tu nombre.
A veces es al mismo confirmando a quien se le pide que diga su nombre.
El obispo moja su dedo pulgar derecho en el crisma, pone su mano sobre tu cabeza y traza con el pulgar la señal de la cruz sobre tu frente.
El obispo pronuncia tu nombre y dice:
N…, recibe por esta señal el Don del Espíritu Santo
Tu respuesta es:
Amén.
Es lo mismo que decir:
Sí, así es. Así lo creo.
Estoy de acuerdo.
El obispo dice entonces:
La paz sea contigo.
Y tú respondes:
Y con tu espíritu.
Con esto quedas confirmado.
Después vienen las peticiones por los que se acaban de confirmar, sus padres, los padrinos y madrinas, toda la Iglesia y todo el mundo. Pero el punto esencial es el sello del Espíritu
Santo sobre tu frente. En la Jornada Mundial de la Juventud de Sídney el papa Benedicto XVI explicó a los jóvenes qué significa este signo sobre tu frente:
¿Qué significa recibir el “sello” del Espíritu Santo? Significa ser marcados indeleblemente, inalterablemente cambiados, significa ser nuevas criaturas. Para los que han recibido este don, ya nada puede ser lo mismo. Estar ”bautizados” en el Espíritu significa estar enardecidos por el amor de Dios. Haber ”bebido” del Espíritu significa haber sido refrescados por la belleza del designio de Dios para nosotros y para el mundo, y llegar a ser nosotros mismos una fuente de frescor para los otros. Ser “sellados con el Espíritu” significa además no tener miedo de defender a Cristo, dejando que la verdad del Evangelio impregne nuestro modo de ver, pensar y actuar, mientras trabajamos por el triunfo de la civilización del amor. (20.07.2008)
¡Hazlo lo mejor que puedas! Dios está contigo.
Fundamentos teológicos
Esto se puede ver en muchos partidos de fútbol: el entrenador manda salir al campo a un jugador. Y –> 203
Salimos al campo de la vida. En algún momento hay que salir. Más de una niña ha tenido que cuidar a su hermano pequeño desde muy pronto y asumir responsabilidades. Un alumno de 14 años ya puede ser un aprendiz. El bachiller no estará suficientemente maduro y con la energía suficiente hasta dentro de unos cuatro años, hasta que tenga entre sus manos título universitario. En la Confirmación se habla de la “mayoría de edad” espiritual, un confirmando no es ya un niño, sino que se ha hecho un joven.
Ahora es válido para hacer realidad la gracia de su Bautismo. El confirmando dice un “sí” a Dios, un “sí” al Espíritu Santo. Acepta la gracia bautismal conscientemente. Tampoco es que haya vivido hasta ahora sin el Espíritu Santo, ya está bautizado y ha recibido la Primera Comunión. Pero esta acogida explícita del Espíritu Santo la conocemos ya en el Nuevo Testamento: Jesucristo ya está dotado por se por su divinidad de la fuerza del Espíritu Santo, pero se deja bautizar por Juan en el Jordán: el Espíritu de Dios viene sobre Él, y el Padre pronuncia su “sí” a Jesús, su Hijo.
Este “sí” a dos bandas ocurre en la Confirmación, es como un contrato indisoluble, te marca con un sello que no se puede perder, que solo se puede recibir una vez y que marca a esa persona para siempre, un contrato para la eternidad. Y –> 205
Tras el Bautismo en el Jordán, sucedió algo en Jesús: comenzó con su vida pública. Del mismo modo ocurrió con los apóstoles el día de Pentecostés: después de que descendió el Espíritu Santo sobre ellos, se echaron a las calles y empezaron a predicar. Se dice que es el nacimiento de la Iglesia. Y-> 202
De la misma manera es enviado ahora el confirmado. Este participa ahora del envío del Hijo de Dios y del envío de la Iglesia. La Iglesia ve a cada cristiano como a un luchador. Quiere que el cristiano sea un testigo del amor de Dios. Pero la Iglesia no podría ser fiel a Jesucristo si Él no nos diera su Espíritu.
Este Espíritu Santo lo recibe cada uno de los cristianos en el Bautismo. El confirmando dice un “sí” a Dios. La Confirmación da plenitud a los efectos del Espíritu Santo. Pero ¿quién es el Espíritu Santo? La cristiandad cree en el Dios Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu. El Espíritu une al Padre y al Hijo en el amor. En esta comunidad de amor participamos como cristianos. Por eso la Confirmación une a los cristianos bautizados más íntimamente con la Iglesia. Recibe el Espíritu Santo como fortalecimiento (en latín: confirmatio). Por eso reciben los jóvenes la Confirmación, cuando empiezan a actuar más fuertemente dentro de la comunidad y hacia fuera.
Pero la efectividad de la Confirmación no depende de la madurez del candidato. Dios mismo actúa en el sacramento.
¿Qué sucede en la Confirmación? A continuación explicarnos de manera un poco más detalla el rito de la Confirmación, el núcleo de la celebración y luego describimos el rito. Por tanto, en primer lugar el rito y su significado:
Renovación de las promesas del Bautismo y profesión de fe
Pronuncias tu “sí” a Dios y tu “no” a Satanás. Profesas tu fe delante del obispo y de toda la comunidad reunida. Así como tu compromiso de mantenerte firme en la fe tras la Confirmación.
Imposición de las manos
Ya los apóstoles extendieron sus manos para administrar la Confirmación, la administración del Espíritu Santo. El Obispo pide a Dios el Espíritu Santo para los que se confirman. Y lo llama con los siete dones del Espíritu Santo: “Espíritu de sabiduría y de entendimiento, de consejo, de ciencia y fortaleza, Espíritu de piedad y temor de Dios.”
Unción con el crisma
El crisma es un aceite de oliva bendecido y un bálsamo aromático. El aceite es en la Biblia, pero también en la Antigüedad, un signo de abundancia y de alegría, limpia y sana, cicatriza y alivia los dolores. El óleo da belleza, salud y fortaleza. El crisma se consagra en una Misa en concreto una vez al año: la Misa Crismal el miércoles de Semana Santa.
- Se unge con crisma en el Bautismo, la Confirmación y en la Ordenación sacerdotal.
- La unción con el santo crisma es signo de una consagración: los reyes eran ungidos en el Antiguo Testamento, Cristo fue ungido, por eso se llama cristo=ungido, porque “Dios lo ha ungido con el Espíritu Santo” (B –> Hechos de los Apóstoles). Como cristianos también somos ungidos, unidos a Cristo y llenos del Espíritu Santo para que nuestra vida extienda “el buen olor dé Cristo” (B 4 Segunda Carta a los Corintios).
- El obispo moja su dedo pulgar derecho en el crisma y hace sobre la frente del confirmando una cruz. Este es el momento en el que quedas marcado por el sello del Espíritu Santo. Nadie puede borrarlo, nadie puede repetirlo. Es para siempre. Una marca con fuego se puede cortar o falsear, el lacre puede rasgarse o romperse, un cuño puede pintarse por encima, y un tatuaje se puede quitar con láser. La marca indeleble del Espíritu Santo no puede eliminarse de ninguna manera.
- Este sello del Espíritu Santo significa que perteneces a Cristo, te has puesto a su servicio para siempre y Él te protegerá al final de los días.
Saludo de la paz
Es signo de la unión que tienes de ahora en adelante con el obispo y con todos los creyentes.
Ahora pasamos al rito de la celebración de la Confirmación. Es importante que se vuelva a repetir también el rito de la Santa Misa, así como se hizo cuando se preparaban para la Primera Comunión y recordar también cuál es la actitud que hay que tener en una celebración. Ahora sí, el rito de Confirmación:
Celebración de la Confirmación
En el marco de una celebración eucarística, el obispo o un vicario administra la Confirmación después del Evangelio. Primero pronuncia el obispo la homilía.
Luego escucha la profesión de fe de los confirmandos.
El obispo pregunta a los confirmandos: ¿Renunciáis a Satanás y a todas sus seducciones?
Los confirmandos responden a la vez: Sí, renuncio.
El obispo: ¿Creéis en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra?
Los confirmandos: Sí, creo.
El obispo: ¿Creéis en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de Santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre?
Los confirmandos: Sí, creo.
El obispo: ¿Creéis en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos y la vida eterna?
Los confirmandos: Sí, creo.
El obispo confirma esta confesión como fe de la Iglesia: Esta es nuestra fe, esta es la fe de la Iglesia, que nos gloriamos de profesar en Jesucristo, Señor nuestro. Amén.
La comunidad puede manifestar también su aprobación a la confesión de fe de los confirmandos con un canto litúrgico.
El obispo invita a la comunidad a orar, más o menos con estas palabras: Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso y pidámosle que derrame el Espíritu Santo sobre estos hijos de adopción que renacieron ya a la vida eterna en el Bautismo, para que los fortalezca con la abundancia de sus dones, los consagre con su unción espiritual y haga de ellos imagen perfecta de Jesucristo.
Todos rezan unos minutos en silencio (donde sea posible, arrodíllense durante esta oración).
Luego el obispo impone las manos sobre los confirmandos mientras pronuncia esta oración: Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que regeneraste, por el agua y el Espíritu Santo, a estos siervos tuyos y los libraste del pecado, escucha nuestra oración y envía sobre ellos el Espíritu Santo Paráclito; llénalos de espíritu de sabiduría y de inteligencia, de espíritu de consejo y fortaleza, de espíritu de ciencia y de piedad, y cólmalos del espíritu de tu santo temor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Todos: Amén. Y –> 310
Un diácono u otro ayudante acercan al obispo el crisma. Los confirmandos se acercan de uno en uno hasta el obispo. Les acompaña una madrina o un padrino de Confirmación. También pueden ir en pequeños grupos ante el obispo. Entonces va el obispo hacia el confirmando que está ante él. La madrina o el padrino ponen su mano derecha sobre el hombro del confirmando y pronuncia su nombre. El mismo confirmando también puede decir su nombre.
El obispo moja su dedo pulgar derecho en el crisma, y traza con el pulgar la señal de la cruz sobre su frente mientras dice: N., recibe por esta señal el don del Espíritu Santo.
El confirmado: Amén.
El obispo: La paz sea contigo.
EL confirmado: Y con tu espíritu.
No estaría mal que les volvieras a explicar el significado de los puntos más importantes de la Confirmación. Posiblemente hasta el mismo obispo puede que les pregunte algo. Y no hay nada más vergonzoso que quedarse callado cuando se ha estado hablando todo el rato de cristianos adultos en la fe y testigos comprometidos. Así que: Y –>203-207
¿Qué es la Confirmación?
La Confirmación es el sacramento que completa el Bautismo.
Con la Confirmación te conviertes en un cristiano adulto en la fe.
¿Cuáles son los efectos de la Confirmación?
La Confirmación nos introduce más profundamente en la relación con Dios Padre. La Confirmación te une más firmemente a Cristo.
La Confirmación aumenta en nosotros el Espíritu Santo.
La Confirmación te une más fuertemente a la Iglesia.
La Confirmación te fortalece para vivir la fe y defenderla.
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