lunes, 28 de marzo de 2016

JORNADA POR LA VIDA 2016

Jornada por la Vida 2016

La Subcomisión Episcopal de Familia y Vida presenta los materiales para la Jornada por la Vida que este año se celebra el día 4 de abril de 2016. Entre ellos se puede leer el Mensaje de los obispos que habla sobre “cuidar nuestra primera casa, el seno de nuestra madre”.

Cuidar la vida, sembrar esperanza
4 de abril de 2016
Día 5 de Abril: Entrega de premios "CORTOS POR LA VIDA"
Centro Cultural IBERCAJA Portales, 48, a las 20:00 h.
Organiza: CRÍAME

Día 7 de Abril: Conferencia. "EUTANASIA, MUERTE DIGNA?"
Dra. María Herraiz Bayo, Médico de familia.
Centro Cultural IBERCAJA Portales 48, a las 20:00 h.

El Secretariado Diocesano de familia y Vida, los movimientos familiares y asociaciones en defensa de la vida, han organizado para el día 4 de abril, a las 19,30 una concentración en la Plaza del Mercado, para presentar el Día de la Vida. Después, a las 20 horas, en la Catedral de la Redonda, tras la expresión de los testimonios y la lectura del manifiesto, se celebrará la Eucaristía.

EDUCAR ¿UNA ASIGNATURA PENDIENTE?


Mesa Redonda

 

 
Educar ¿Una asignatura pendiente?

Lugar: Sala de Ibercaja
C/ Portales 48
Miércoles 6 de Abril de 2016: 19,30h
 
Organiza: Secretariado de Movimientos de Apostolado Seglar

PARTICIPANTES:

Juan Antonio Gómez Trinidad.

Catedrático de Filosofía
Titular del Consejo Escolar del Estado

Director del Área de Alta Inspección de Educación en la Delegación del Gobierno en La Rioja

Carlos Villar Flor.
Doctor en Filología inglesa e Hispánica
Profesor del Universidad de La Rioja


Iñigo Alonso González
Miembro del APA y del Consejo Escolar del C.P. Caballero de la Rosa

Isabel Nafría Jiménez
Ex - alumna del Colegio Divino Maestro y actualmente alumna del IES Cosme García

Modera:

Araceli Balfagón Pérez
Directora del Secretariado de Movimientos de Apostolado Seglar

 

domingo, 27 de marzo de 2016

¡HA RESUCITADO EL SEÑOR!


Del santo Evangelio según san Juan 20, 1-9
El día después del sábado, María Magdalena fue al sepulcro muy de mañana cuando aún era de noche, y vio que la piedra del sepulcro estaba movida. Echa a correr y llega donde Simón Pedro y donde el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto». Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo, y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó.

Oración introductoria
Señor Jesús, por tu resurrección sé que estoy llamado a resucitar, para eso es la vida, para eso he sido creado. Te suplico que seas Tú la luz en mi camino y, en este momento de oración, ayuda a mis sentidos para que sepan recogerse en el silencio interior y exterior, para poder aspirar a contemplar tu gloriosa resurrección.

Petición
¡Pidamos a Cristo resucitado poder resucitar junto con Él, ya desde ahora!

Meditación del Papa Francisco
La mañana de Pascua, advertidos por las mujeres, Pedro y Juan corrieron al sepulcro y lo encontraron abierto y vacío. Entonces, se acercaron y se “inclinaron” para entrar en la tumba. Para entrar en el misterio hay que “inclinarse”, abajarse. Sólo quien se abaja comprende la glorificación de Jesús y puede seguirlo en su camino.
El mundo propone imponerse a toda costa, competir, hacerse valer... Pero los cristianos, por la gracia de Cristo muerto y resucitado, son los brotes de otra humanidad, en la cual tratamos de vivir al servicio de los demás, de no ser altivos, sino disponibles y respetuosos. […]
Pidamos paz y libertad para tantos hombres y mujeres sometidos a nuevas y antiguas formas de esclavitud por parte de personas y organizaciones criminales. Paz y libertad para las víctimas de los traficantes de droga, muchas veces aliados con los poderes que deberían defender la paz y la armonía en la familia humana. E imploremos la paz para este mundo sometido a los traficantes de armas que ganan con la sangre de los hombres y las mujeres.
Y que a los marginados, los presos, los pobres y los emigrantes, tan a menudo rechazados, maltratados y desechados; a los enfermos y los que sufren; a los niños, especialmente aquellos sometidos a la violencia; a cuantos hoy están de luto; y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, llegue la voz consoladora del Señor Jesús: “Paz a vosotros”. “No temáis, he resucitado y siempre estaré con vosotros”. (Homilía de S.S. Francisco, 5 de abril de 2015).
Reflexión
¡Exulten por fin los coros de los ángeles, exulten las jerarquías del cielo, y, por la victoria de Rey tan poderoso, que las trompetas anuncien la salvación!. Con estas palabras inicia el maravilloso pregón pascual que el diácono canta, emocionado, la noche solemne de la Vigilia de la resurrección de Cristo. Y todos los hijos de la Iglesia, diseminados por el mundo, explotan en júbilo incontenible para celebrar el triunfo de su Redentor. ¡Por fin ha llegado la victoria tan anhelada!

En una de las últimas escenas de la película de la Pasión de Cristo, de Mel Gibson, tras la muerte de Jesús en el Calvario, aparece allá abajo, en el abismo, la figura que en todo el film personifica al demonio, con gritos estentóreos, los ojos desencajados de rabia y con todo el cuerpo crispado por el odio y la desesperación. ¡Ha sido definitivamente vencido por la muerte de Cristo! En este sentido es verdad –como proclamaba Nietzsche- "que Dios ha muerto". Pero ha entregado libre y voluntariamente su vida para redimirnos, y con su muerte nos ha abierto las puertas de una vida nueva y eterna.

Es muy sugerente el modo como Franco Zeffirelli presenta la escena de la resurrección en su película "Jesús de Nazaret". Los apóstoles Pedro y Juan vienen corriendo al sepulcro, muy de madrugada, y no encuentran el cuerpo del Señor. Luego llegan también dos miembros del Sanedrín para cerciorarse de los hechos, y sólo hallan los lienzos y el sudario, y el sepulcro vacío. Y comenta fríamente uno de ellos: "¡Éste es el inicio!".

Sí. El verdadero inicio del cristianismo y de la Iglesia. De aquí arrancará la propagación de la fe al mundo entero. Porque la Vida ha vuelto a la vida. Cristo resucitado es la clave de todas nuestras certezas. Como diría Pablo más tarde: "Si Cristo no resucitó, vana es nuestra predicación, vana es vuestra fe; aún estáis en vuestros pecados… Pero no. Cristo ha resucitado de entre los muertos como primicia de los que duermen" (I Cor 15, 14.17.20). En Él toda nuestra vida adquiere un nuevo sentido, un nuevo rumbo, una nueva dimensión: la eterna.

Y, sin embargo, no siempre resulta fácil creer en Cristo resucitado, aunque nos parezca una paradoja. Una de las cosas que más me llaman la atención de los pasajes evangélicos de la Pascua es, precisamente, la gran resistencia de todos los discípulos para creer en la resurrección de su Señor. Nadie da crédito a lo que ven sus ojos: ni las mujeres, ni María Magdalena, ni los apóstoles -a pesar de que se les aparece en diversas ocasiones después de resucitar de entre los muertos-, ni Tomás, ni los discípulos de Emaús. Y nuestro Señor tendrá que echarles en cara su incredulidad y dureza de corazón. El único que parece abrirse a la fe es el apóstol Juan, tal como nos lo narra el Evangelio de hoy.

Pedro y Juan han acudido presurosos al sepulcro, muy de mañana, cuando las mujeres han venido a anunciarles, despavoridas, que no han hallado el cuerpo del Señor. Piensan que alguien lo ha robado y les horroriza la idea. Los discípulos vienen entonces al monumento, y no encuentran nada. Todo como lo han dicho las mujeres. Pero Juan, el predilecto, ya ha comenzado a entrar en el misterio: ve las vendas en el suelo y el sudario enrollado aparte. Y comenta: “Vio y creyó”. Y confiesa ingenuamente su falta de fe y de comprensión de las palabras anunciadas por el Señor: "Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que Él debía de resucitar de entre los muertos".

¿Qué fue lo que vio esa mañana? Seguramente la sábana santa en perfectas condiciones, no rota ni rasgada por ninguna parte. Intacta, como la habían dejado en el momento de la sepultura. Sólo que ahora está vacía, como desinflada; como si el cuerpo de Jesús se hubiera desaparecido sin dejar ni rastro. Entendió entonces lo sucedido: ¡había resucitado! Pero Juan vio sólo unos indicios, y con su fe llegó mucho más allá de lo que veían sus sentidos. Con los ojos del cuerpo vio unas vendas, pero con los ojos del alma descubrió al Resucitado; con los ojos corporales vio una materia corruptible, pero con los ojos del espíritu vio al Dios vencedor de la muerte.

Lo que nos enseñan todas las narraciones evangélicas de la Pascua es que, para descubrir y reconocer a Cristo resucitado, ya no basta mirarlo con los mismos ojos de antes. Es preciso entrar en una óptica distinta, en una dimensión nueva: la de la fe. Todos los días que van desde la resurrección hasta la ascensión del Señor al cielo será otro período importantísimo para la vida de los apóstoles. Jesús los enseñará ahora a saber reconocerlo por medio de los signos, por los indicios. Ya no será la evidencia natural, como antes, sino su presencia espiritual la que los guiará. Y así será a partir de ahora su acción en la vida de la Iglesia.

Eso les pasó a los discípulos. Y eso nos ocurre también a nosotros. Al igual que a ellos, Cristo se nos "aparece" constantemente en nuestra vida de todos los días, pero muy difícilmente lo reconocemos. Porque nos falta la visión de la fe. Y hemos de aprender a descubrirlo y a experimentarlo en el fondo de nuestra alma por la fe y el amor.

Y esta experiencia en la fe ha de llevarnos paulatinamente a una transformación interior de nuestro ser a la luz de Cristo resucitado. "El mensaje redentor de Pascua -como nos dice un autor espiritual contemporáneo- no es otra cosa que la purificación total del hombre, la liberación de sus egoísmos, de su sensualidad, de sus complejos; purificación que, aunque implica una fase de limpieza y saneamiento interior -por medio de los sacramentos- sin embargo, se realiza de manera positiva, con dones de plenitud, como es la iluminación del Espíritu, la vitalización del ser por una vida nueva, que desborda gozo y paz, suma de todos los bienes mesiánicos; en una palabra, la presencia del Señor resucitado".

En efecto, san Pablo lo expresó con incontenible emoción en este texto, que recoge la segunda lectura de este domingo de Pascua: "Si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de allá arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis, juntamente con Él, en gloria" (Col 3, 1-4).

Propósito
Poner especial atención a la convivencia familiar, para que este día esté caracterizado por la alegría.

Diálogo con Cristo
Jesús, qué alegría poder celebrar la Pascua de Resurrección, con júbilo festejo que has vencido el miedo al sufrimiento y a la muerte... y todo para enseñarme un estilo de vida que me puede llevar a la plenitud el amor. ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! Rebosa mi corazón de esa auténtica emoción que da una paz inigualable. Confío que no se apagará por los problemas y contrariedades que hoy se puedan presentar, sé que depende de mi actitud porque tu gracia lo hace posible.

 

sábado, 26 de marzo de 2016

VIGILIA PASCUAL

PARROQUIA SAN PÍO X
21:00 H
 

Jesús yace en el sepulcro


Jesús yace en el sepulcro. Sus discípulos, las mujeres que le seguían y María, su madre, hoy se unen en oración. Recuerdan su muerte, experimentan el vacío de su ausencia y a la vez el consuelo de la esperanza. Un día de dolor y de esperanza.
En la Vigilia Pascual celebramos la victoria de Cristo sobre la muerte, sobre el pecado. Celebramos que Cristo vive y nos invita, como dice el Papa Francisco a volver a Galilea, al encuentro personal con Él.

La vigilia Pascual

“Después de la muerte del Maestro, los discípulos se habían dispersado; su fe se deshizo, todo parecía que había terminado, derrumbadas las certezas, muertas las esperanzas. Pero entonces, aquel anuncio de las mujeres, aunque increíble, se presentó como un rayo de luz en la oscuridad. La noticia se difundió: Jesús ha resucitado, como había dicho… Y también el mandato de ir a Galilea; las mujeres lo habían oído por dos veces, primero del ángel, después de Jesús mismo: «Que vayan a Galilea; allí me verán». «No temáis» y «vayan a Galilea».

Galilea es el lugar de la primera llamada, donde todo empezó. Volver allí, volver al lugar de la primera llamada. Jesús pasó por la orilla del lago, mientras los pescadores estaban arreglando las redes. Los llamó, y ellos lo dejaron todo y lo siguieron (cf. Mt 4,18-22).
Volver a Galilea quiere decir releer todo a partir de la cruz y de la victoria; sin miedo, «no temáis». Releer todo: la predicación, los milagros, la nueva comunidad, los entusiasmos y las defecciones, hasta la traición; releer todo a partir del final, que es un nuevo comienzo, de este acto supremo de amor.
También para cada uno de nosotros hay una «Galilea» en el comienzo del camino con Jesús. «Ir a Galilea» tiene un significado bonito, significa para nosotros redescubrir nuestro bautismo como fuente viva, sacar energías nuevas de la raíz de nuestra fe y de nuestra experiencia cristiana. Volver a Galilea significa sobre todo volver allí, a ese punto incandescente en que la gracia de Dios me tocó al comienzo del camino. Con esta chispa puedo encender el fuego para el hoy, para cada día, y llevar calor y luz a mis hermanos y hermanas. Con esta chispa se enciende una alegría humilde, una alegría que no ofende el dolor y la desesperación, una alegría buena y serena.
En la vida del cristiano, después del bautismo, hay también otra «Galilea», una «Galilea» más existencial: la experiencia del encuentro personal con Jesucristo, que me ha llamado a seguirlo y participar en su misión. En este sentido, volver a Galilea significa custodiar en el corazón la memoria viva de esta llamada, cuando Jesús pasó por mi camino, me miró con misericordia, me pidió seguirlo; volver a Galilea significa recuperar la memoria de aquel momento en el que sus ojos se cruzaron con los míos, el momento en que me hizo sentir que me amaba.
Hoy, en esta noche, cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿Cuál es mi Galilea? Se trata de hacer memoria, regresar con el recuerdo. ¿Dónde está mi Galilea? ¿La recuerdo? ¿La he olvidado? Búscala y la encontrarás. Allí te espera el Señor. He andado por caminos y senderos que me la han hecho olvidar. Señor, ayúdame: dime cuál es mi Galilea; sabes, yo quiero volver allí para encontrarte y dejarme abrazar por tu misericordia. No tengáis miedo, no temáis, volved a Galilea.”

viernes, 25 de marzo de 2016

VIERNES SANTO

                              VÍA CRUCIS DE LA MISERICORDIA
                                      CON LAS OBRAS DE MISERICORDIA
                                                   PARROQUIA SAN PÍO X
                                                                  12:00 H.
 

18:00: Liturgia de la Pasión del Señor 


   22:00: Video/Musical


 


 

jueves, 24 de marzo de 2016

JUEVES SANTO


Del santo Evangelio según san Juan 13, 1-15
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Durante la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarle, sabiendo que el Padre le había puesto todo en sus manos y que había salido de Dios y a Dios volvía, se levanta de la mesa, se quita sus vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó. Luego echa agua en un lebrillo y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido. Llega a Simón Pedro; éste le dice: «Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?» Jesús le respondió: «Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora: lo comprenderás más tarde». Le dice Pedro: «No me lavarás los pies jamás». Jesús le respondió: «Si no te lavo, no tienes parte conmigo». Le dice Simón Pedro: «Señor, no sólo los pies, sino hasta las manos y la cabeza». Jesús le dice: «El que se ha bañado, no necesita lavarse; está del todo limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos». Sabía quién le iba a entregar, y por eso dijo: «No estáis limpios todos». Después que les lavó los pies, tomó sus vestidos, volvió a la mesa, y les dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros.

Oración introductoria
Ven, Espíritu Santo, dame tu luz para comprender que el amor, para que realmente sea amor, tiene que concretarse en obras. ¡Tengo tanto que aprender de ti, Señor! Creo, espero y te amo tanto que quiero, con tu gracia, llegar a ser otro Cristo para los demás.

Petición
Señor, ayúdame a vivir desde hoy con una actitud de servicio y disponibilidad.

Meditación del Papa Francisco

Todos sabemos que vivir es caminar, vivir es andar por distintos caminos, distintos senderos que dejan su marca en nuestra vida.
Por la fe sabemos que Jesús nos busca, quiere sanar nuestras heridas, curar nuestros pies de las llagas de un andar cargado de soledad, limpiarnos del polvo que se fue impregnando por los caminos que cada uno tuvo que transitar. Jesús no nos pregunta por dónde anduvimos, no nos interroga qué estuvimos haciendo. Por el contrario, nos dice: “Si no te lavo los pies, no podrás ser de los míos”. Si no te lavo los pies, no podré darte la vida que el Padre siempre soñó, la vida para la cual te creó. Él viene a nuestro encuentro para calzarnos de nuevo con la dignidad de los hijos de Dios. Nos quiere ayudar a recomponer nuestro andar, reemprender nuestro caminar, recuperar nuestra esperanza, restituirnos en la fe y en la confianza. Quiere que volvamos a los caminos, a la vida, sintiendo que tenemos una misión; que este tiempo de reclusión nunca ha sido y nunca será sinónimo de expulsión.
Vivir supone ensuciarse los pies por los caminos polvorientos de la vida, de la historia. Todos tenemos necesidad de ser purificados, de ser lavados. (Homilía de S.S. Francisco,  27 de septiembre de 2015).
Reflexión
Con este pasaje del Evangelio de San Juan quedamos introducidos en la parte central de los acontecimientos más relevantes de nuestra fe. Ya estamos de lleno en ellos. LA ÚLTIMA CENA.

Jesús quiere despedirse de sus seguidores. de sus compañeros, de sus amigos. Otra vez su gran humildad. Su gesto fino y lleno de ternura. Va lavándole los pies a aquellos hombres que lo habían visto ordenar a los vientos y a las olas la quietud en la tormenta, que le habían visto dar la luz a los ojos de los ciegos, hacer andar a los paralíticos, sanar a los leprosos, resucitar a los muertos. Que lo habían visto radiante como el sol en su Transfiguración y ahora, con un amor inconmensurable, con una humildad sin límites les está lavando los pies.

Pedro está asustado, no acierta a comprender, pero ante las palabras de Jesús y con su vehemencia natural, le pide que le lave de los pies a la cabeza. Jesús va más allá, está pensando en la humanidad y en esta humanidad estoy yo y falta poco para que no seamos lavados con agua, sino con su sangre que nos limpia y nos redime.

Jesús, entre los doce están los pies de aquel que te va a traicionar. Y creo que tus manos tuvieron que temblar al lavar los pies de Judas. Acariciaste aquellos pies con amor y con tristeza y nos mandaste hacer eso mismo con nuestros semejantes, sin distinciones de este por que me cae bien o de este no por que me cae mal. ¡Que yo no olvide tu ejemplo y tu mandato, Señor!.

Que a todos los que me rodean en mi cotidiano vivir yo los acepte como son y tenga ante ellos esa postura de amor y de humildad que tú nos pides.

Y nuestra pobre mente no alcanza a comprender todo el profundo significado de este acto. Ya antes de morir te estás anonadando ante los hombres y después otra locura de ese amor que te abrasa el alma, que quema tu corazón por ello no quisiste dejarnos solos y poco después, haces del pan tu Cuerpo y del vino tu Sangre y te quedas para ser nuestro alimento.

Y ahora, presente en esa Hostia donde los ojos del que "se hizo hombre y habitó entre nosotros" nos miran con su infinito amor le podemos decir eso que siempre espera.

Propósito
Acercarme al sacramento de la reconciliación (confesión) para vivir plenamente el Triduo Pascual.

Diálogo con Cristo
Jesús Sacramentado, de rodillas te pedimos: Jesús, enséñame a quererte, como tú me quieres, enséñame a ver tu rostro en el rostro de mis semejantes, enséñame, Jesús a ser buena, a que tú seas el Eje de mi vida, esa vida que hoy pongo en tus manos. Señor, tenme muy cerca de tu corazón y enséñame a acompañarte a Tí y a tu Santísima Madre con mi oración en todos los amargos tormentos de la ya muy cercana muerte de cruz Amén.

 

domingo, 20 de marzo de 2016

DOMINGO DE RAMOS, LOGROÑO



Hoy, en este Domingo de Ramos, acompañamos a Jesús hasta Jerusalén. En esa ciudad, el Señor, recibirá el desprecio de muchas personas, la traición de uno de sus amigos y la negación de San Pedro. Pero, para nosotros, vitorearle en esta mañana con nuestras ramas, palmas y cánticos, significa que EL es nuestro Rey. Que EL vencerá a la muerte y que, después, a todos nos dará una vida para siempre.

sábado, 19 de marzo de 2016

El Papa presidirá todas las ceremonias de Semana Santa

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El 20 de marzo, domingo de Ramos y de la Pasión del Señor, XXXI Jornada Mundial de la Juventud,  a las 9.30 de la mañana en la Plaza de San Pedro, tendrá lugar la bendición de los ramos de olivos. Al término de la procesión, el Papa Francisco celebrará la Santa Misa de la Pasión del Señor.

 
El 24 de marzo, Jueves Santo, a las 9.30 de la mañana en la Basílica Vaticana, el Sumo Pontífice presidirá la concelebración de la Santa Misa Crismal con los Cardenales, los Patriarcas, los Arzobispos, los Obispos y los Presbíteros presentes en Roma.

 
El 25 de marzo, Viernes Santo, a las 17.00 horas en la Basílica Vaticana, tendrá lugar la Celebración de la Pasión del Señor. El  Obispo de Roma presidirá la Liturgia de la Palabra, la Adoración de la Cruz y el Rito de la Comunión. Mientras que por la noche, a las 21.15 horas en el Coliseo, presidirá el Vía Crucis, al final del cual dirigirá su palabra a los fieles e impartirá la Bendición Apostólica.

 
El sábado 26 de marzo, del domingo de Pascua de Resurrección del Señor, a las 20.30 horas en la Basílica Vaticana, tendrá lugar la Vigilia Pascual de la Noche Santa. En el atrio de la Basílica de San Pedro, el Vicario de Cristo bendecirá el fuego nuevo y después del ingreso procesional en la Basílica con el cirio pascual y el canto del Exsultet, presidirá la Liturgia de la Palabra, la Liturgia Bautismal y la Liturgia Eucarística.

 
El 27 de marzo, Domingo de Pascua de Resurrección, a las 10.00 horas en la Plaza de San Pedro, el Pontífice celebrará la Santa Misa del día. Y al término de la celebración, desde el balcón central de la Basílica, impartirá la Bendición Urbi et Orbi a la ciudad y al mundo.

DOMINGO DE RAMOS


 

sábado, 12 de marzo de 2016

SEMANA SANTA 2016

SEMANA SANTA - PASCUA 2016
                                                        SAN PÍO X , LOGROÑO
Parroquia San Pío X
 Domingo de Ramos – 20 de marzo
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Hosanna al Hijo de David, bendito el que viene en nombre del Señor, el Rey de Israel. ¡Hosanna en el cielo!
  (Mt 21,9) 
                    


12:00: Procesión de Ramos y Eucaristía


Martes Santo - 22 de marzo
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19:00: Celebración penitencial - Confesiones


"EXAMEN DE CONCIENCIA"
Abrir en PDF

                                         Jueves Santo - 24 de marzo
      
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Os doy un mandamiento nuevo- dice el Señor-; que os améis unos a otros, como yo os he amado.




18:00: Eucaristía de la Cena del Señor
22:00: Oración comunitaria . Hora Santa



HORA SANTA EN EL AÑO DE LA MISERICORDIA

Viernes Santo-  25 de marzo

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Venid, adoremos a Cristo, Hijo de Dios,
que nos redimió con su sangre.



12:00: Vía Crucis de la Misericordia

con las Obras de Misericordia
Abrir en PDF
  
    18:00: Liturgia de la Pasión del Señor

                                             22:00: Video/Musical

Sábado Santo - 26 de marzo
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"MADRE DE MISERICORDIA"
 
                              Que la luz de Cristo, resucitado y glorioso,
disipe las tinieblas de nuestro corazón
y de nuestro espíritu

21:00: Vigilia Pascual

Domingo de Resurrección - 27 de marzo
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En verdad ha resucitado el Señor, aleluya. A él la gloria y el poder por toda la eternidad (Lc 24,34)

12:00: Eucaristía dominical
 
Todos lo que estén interesados en recibir al Señor, por estar enfermos o por otra causa , avisen a la parroquia y con gusto le visitaremos, y le llevaremos el don tan preciado para los cristianos, que es la Eucaristía.
 

 
 


viernes, 11 de marzo de 2016

V DOMINGO DE CUARESMA


 13 DE MARZO DE 2016

Jesús escribe en el suelo
Y nadie condenó a la mujer acusada de adulterio. El silencio de Jesús, absorto escribiendo en la arena del suelo, desconcertó a los que buscaban una trampa que acusara al Maestro. Sólo expresó que quien no tuviera pecado que tirara la primera piedra y nadie lanzó nada. Se fueron marchando todos los acusadores, comenzando por los más viejos. En fin, hemos llegado al Quinto Domingo de Cuaresma, el último antes del Domingo de Ramos que es ya el próximo. Y así comenzaremos la Sema Santa.

 
 



Marzo; Vídeo de Oración del Papa


miércoles, 9 de marzo de 2016

RETIRO ESPIRITUAL VIRTUAL DE CUARESMA



Estamos otra vez en Cuaresma, un tiempo propicio para encontrar la paz del corazón, para retomar el camino de Dios, que es un camino de amor, misericordia y paz. Paz que nace del saber que somos amados y perdonados por Dios y del saber que correspondemos a ese amor.

La Cuaresma es una oportunidad para un cambio interior, de conversión, de "renovar la decisión personal y comunitaria de afrontar el mal junto a Cristo. La Cruz es el único camino que lleva a la victoria del amor sobre el odio, de la generosidad sobre el egoísmo, de la paz sobre la violencia". (SS Benedicto XVI)

El Papa Francisco imita a Jesús, que fue a rezar al desierto, con una semana de ejercicios espirituales fuera de Roma y con miembros de la Curia Vaticana.
Catholic.net te invita a prepararte en esta Cuaresma a través de este “Retiro virtual” donde podrás hacer un alto en tu camino, y a la hora que tú puedas, tener un tiempo  de silencio y meditación. Si bien lo óptimo es retirarse a un lugar tranquilo para hacer Ejercicios Espirituales, y tener la guía de un sacerdote en persona; sin embargo, dado que esto no siempre es factible, existe la posibilidad de hacer ejercicios a distancia, utilizando los beneficios que nos trae la tecnología.
El P Gustavo Lombardo IVE, sacerdote argentino (1980), del Instituto del Verbo Encarnado, llamado por triple vocación (religiosa, sacerdotal y misionera) a dar a conocer a Jesucristo, ha difundido los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. Ahora, con este Retiro de Cuaresma 2016, nos ayuda a aprovechar este tiempo de Gracia, este tiempo en el que acompañamos a Nuestro Señor en sus 40 días en el desierto, tiempo también en el que nos preparamos para la gran celebración pascual luego de la Pasión y Muerte de Jesús.
Dejémonos guiar por María, que es Madre  y sabe cómo guiarnos. Dejémonos guiar por Ella en este tiempo de misericordia.

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¿Cómo se hace un retiro por internet?
Algunas recomendaciones prácticas:

1. Programa el tiempo suficiente para hacerlo.
2. Dedica el momento más oportuno, en el que te encuentres en paz y no tengas muchas ocupaciones y que tampoco te encuentres muy cansado.
3. Elige un lugar apropiado donde puedas escuchar y orar sin distracción alguna: una iglesia, tu recámara o estudio, un sitio donde haya silencio y no te interrumpan y así obtener el silencio interior que necesitas.
4. En el retiro no se plantean temas discutibles. Por eso no vamos a opinar o a hacer debates; vamos a aprovechar el tiempo, a aprender y a adquirir la doctrina cierta, en la que se fundamenta la vida espiritual.

Algunos actos de piedad que se recomiendan en un día dedicado al retiro espiritual de Cuaresma
1. Rezar en silencio, porque es en el silencio del corazón donde habla Dios. La oración personal es el desierto cotidiano del cristiano para estar a solas con Dios y poder salir así a los hermanos a compartir el amor del Padre.
2. Hay que estar en gracia, haber conseguido antes el perdón de nuestros pecados a través del Sacramento de la Confesión.
3. Asistir a la Santa Misa. Es lo más importante en la vida de un cristiano; es "el centro y la raíz de la vida interior".
4. Realizar, si es posible, una visita al Santísimo Sacramento. La ceremonia de la exposición con el Santísimo es sencilla y solemne, y mueve mucho a la piedad.
5. Realizar una lectura meditada de los Evangelios, o del Catecismo de la Iglesia Católica.
7. Rezar  el Santo Rosario, el Ángelus o la Salve. Busca modos personales para tratar a la Virgen.
8. Hacer un exámen de conducta y de conciencia: repasar nuestra vida reciente y pasada, con relación a Dios y al prójimo.
9. Reza por unos mometos frente a un Crucifijo, para ver el gran  amor a nosotros en  Su sacrificio.
PROGRAMA
1. Empezamos cada meditación con una oración de Cuaresma.  Entra en la presencia de Dios y cierra la puerta a otros pensamientos. Recítalas despacio; que cada palabra salga de tu corazón.
2. Empieza la primera meditación tratando de hacer tuya cada palabra y pensamiento.
En cada meditación puedes:
a) leer el texto  b) escuchar el audio c) ver el video

3. Al terminar cada meditación, quédate unos momentos en silencio, deja que Dios te hable y después platica con Él, compártele tus inquietudes, tus deseos, tus sufrimientos.
4. Establece un propósito práctico para que te ayude a mejorar lo que necesites y lo recuerdes siempre.
5. Continúa con la segunda y la tercera meditación de la misma manera que la primera.
6. Pídele a la Virgen María que te ayude, que te lleve de su mano, para que puedas aprovechar todas las gracias que Dios te ha a regalado.
7. Finalmente, despídete de Dios agradeciéndole este tiempo de oración y meditación.
8. Lo más importante es experimentar a Cristo y profundizar en su gran amor y misericordia, por eso, termina tu retiro de Cuaresma participando en la Sagrada Eucaristía.
9. Trata de aprovechar bien este retiro, y vendrán los frutos: propósitos de cambio -grandes o pequeños- en algún aspecto de tu vida. Y con la gracia de Dios, cambiar lo que haya que cambiar; mejorar lo que haya que mejorar. Después vendrá la vida ordinaria, en la que tendremos que poner por obra, luchando, lo que con la gracia de Dios hemos visto durante este retiro.

Retiro Espiritual de Cuaresma "El Dios de la Misericordia" para preparación de la Celebración Pascual luego de la Pasión y Muerte de Jesús.

"El Dios de la Misericordia "

 Primera Meditación:  Ser misericordiosos para alcanzar Misericordia

  1.  Oración a la Divina Misericordia

   En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oh Dios, cuya Misericordia es infinita y cuyos tesoros de compasión no tienen límites, míranos con Tu favor y aumenta Tu Misericordia dentro de nosotros, para que en nuestras grandes ansiedades no desesperemos, sino que siempre, con gran confianza, nos conformemos con Tu Santa Voluntad, la cual es idéntica con Tu Misericordia, por Nuestro Señor Jesucristo, Rey de Misericordia, quien con Vos y el Espíritu Santo manifiesta Misericordia hacia nosotros por siempre. Amén.
   2. Objetivo:  Reconocer que Dios puede curarnos de cualquier enfermedad, librarnos de cualquier mal, porque su poder es total pero donde más necesitamos su misericordia, donde más necesitamos que nos ayude, que muestre su poder, es en el peor mal que nos aflige porque nos daña y daña a nuestros hermanos y es en el pecado.
 

  
   Segunda Meditación: La Cruz y la Misericordia

  1.  Oración a la Santa Cruz de Jerusalén

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oh, Santa Cruz!, madero hermoso en donde murió mi Señor, para darme eterna luz y librarme del contrario, ante ti me humillo y reverente imploro a mi Señor Jesucristo que por los padecimientos que sobre ti recibió en su santísima Pasión, me conceda los bienes espirituales y corporales que me convengan.
Elevada ante el mundo eres faro luminoso que congregas a tu alrededor a la cristiana grey para entonar cantos de gloria al Cristo Rey, al Dios Hombre, que siendo dueño de todo lo creado, permitió ser crucificado sobre ti para la redención del género humano.
Sobre ti se operó el asombroso misterio de la redención del mundo; desde entonces, libre el cristiano del pecado original, puede llamarse hijo de Dios Eterno y aspirar a la gloria celestial ¡Bendita seas! Por los siglos de los siglos fuiste entre los paganos signo de baldón y afrenta; y hoy eres emblema del cristiano y esperanza para ser perdonado por el sublime sacrificio de mi Señor Jesucristo, a quién esperamos servir y honrar por toda la eternidad. Amén.

   2. Objetivo:  Jesús nos mostró en sí mismo y de una manera insuperable, cómo ese mismo castigo del pecado es también fuente de santificación, y que no hay otro camino para llegar al cielo que el de la Cruz. Incluso más, la perfección del obrar del Crucificado llegó a tanto, que convirtió ese sufrir en fuente de alegría,  la única verdadera y profunda alegría posible en esta tierra.


  
   Tercera Meditación:  La Misericordia de Dios "por mí"
     1.  Salmo 137 Himno de acción de gracias
   En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
por haber escuchado las palabras de mi boca.

En presencia de los ángeles tañeré en tu honor,
me postraré en dirección a tu santo Templo.

Te doy gracias por tu amor y tu verdad,
pues tu promesa supera a tu renombre.

Cuando te invoqué, me escuchaste,
y fortaleciste mi ánimo.

Te dan gracias, Señor, los reyes de la tierra,
cuando escuchan las palabras de tu boca;
y celebran las acciones del Señor:

¡Qué grande es la gloria del Señor!
El Señor completará lo que hace por mi!
¡Tu amor es eterno, Señor,
no abandones la obra de tus manos!


2. Objetivo: El amor de Dios es tan infinito como su mismo ser; pues bien, ese caudal infinito de amor ha buscado todos los causes posibles –y hasta imposibles diríamos– para mostrarme "a mí" que me ama y que, por tanto quiere salvarme, rescatarme, redimirme, liberarme de la peor de las esclavitudes y miserias: mis pecados.

Oraciones
Oración de Cuaresma
Padre nuestro, que estás en el Cielo,
durante esta época de arrepentimiento,
ten misericordia de nosotros.
Con nuestra oración, nuestro ayuno y nuestras buenas obras,
transforma nuestro egoísmo en generosidad.
Abre nuestros corazones a tu Palabra,
sana nuestras heridas del pecado,
ayúdanos a hacer el bien en este mundo.
Que transformemos la obscuridad
y el dolor en vida y alegría.
Concédenos estas cosas por Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
 
Oración a María Madre de Misericordia
Madre del Amor Misericordioso,
bien sabes que tu Hijo,
desde lo alto de la Cruz,
señaló el camino de la piadosa
filiación como Aquel
que deberíamos recorrer.
Te imploro me obtengas la gracia
de acercarme a tu Inmaculado Corazón,
desde mi propio corazón,
para aprender a amarte y a honrarte
con el amor que el Señor Jesús te tiene.
Cuida que este hijo tuyo ingrese así
en el proceso de amorización
y vea algún día cumplida
la grandeza de verse conformado
en el Salvador
Amén
 
Oración final de acción de gracias al terminar el retiro
Gracias Señor por traerme a la oración. Gracias por la alegría de la entrega, el arrepentimiento y el perdón. Gracias por enviarme a Tu Espíritu Santo a enseñarme y a guiarme. Gracias por los frutos que Tu Espíritu está trabajando en mí como el amor, la alegría, la paz, la paciencia, la amabilidad, el control de mi mismo. Gracias por enviarme personas que necesitan ayuda.

Gracias por romper el dominio de hábitos pasados y traerme a una conversión más profunda.
Gracias por hacerte presente en todos los momentos de mi vida, por tu Palabra que me da vida y por levantarme cuando caigo. Gracias por guiarme y darme sabiduría, por Tu amor abundante que quita todo temor.
Gracias por abrirme las puertas del cielo y derramar Tus bendiciones sobre mí.
Gracias por aquellos que me han ayudado en mi camino hacia Ti, bendícelos Señor. Gracias por el regalo de mi vida, así como es. Gracias por el mejor regalo de todos, Tu hijo Jesús y ayúdame a cumplir tu Voluntad en mi vida. Amén