miércoles, 30 de agosto de 2023

Lectio Divina: 31 de agosto de 2023

 ¡Estad en vela!

1.-Oración introductoria.

Señor, a primera vista este evangelio me asusta, me produce respeto, incluso miedo. Pero quiero leerlo con la intención con que Tú hablaste de él.  No te va a ti el meter miedo, asustar, intimidar. Todo lo contrario: Nos hablas de tesoros y perlas; de comidas y banquetes; de brisas y no de huracanes; de bodas y no de entierros. Gracias, Señor, porque tú mismo lenguaje me ayuda a vivir.

2.- Lectura reposada del evangelio.  Mateo 24, 42-51

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo hará pedazos, como se merecen los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.

3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión

En este evangelio el Señor nos habla de “vigilancia”. ¿Por qué hemos de estar vigilantes? Porque alguien importante va a llegar y debemos estar atentos a recibirlo. Ese personaje importante que va a llegar no es un enemigo, no es un fantasma, es Jesús, mi amigo, mi tesoro, mi vida. Este nos ha enviado a “trabajar en su viña”. La mejor manera de esperarlo es trabajando a gusto, estando contentos y satisfechos con aquello que hacemos, disfrutando de tener un Dueño tan maravilloso que no se limita a pagarnos un jornal sino a darnos la viña por herencia.  Por otra parte, No es lo mismo la espera de un soldado, agazapado en su trinchera, esperando con verdadero miedo el ataque del enemigo, que la espera de la esposa de un marinero que lleva ya meses sin volver a casa. En el primer caso, la espera está amenazada por la zozobra y la angustia; en el caso de la esposa la espera se convierte en expectación, nostalgia, júbilo ante el encuentro inminente. “El reino de los cielos es semejante a un rey que celebra las bodas de su hijo” (Mt.22, 2) Tal vez nos dé miedo lo del ladrón en la noche. Oigamos esta bonita interpretación de Dolores Aleixandre: “Lo mismo que un ladrón viene en busca de algo valioso y se las arregla para encontrar el momento más oportuno, también Dios vendrá a buscarnos como quien se apodera de un tesoro, porque eso somos para Él. Y vendrá a buscarnos en el mejor momento”.

Palabra del Papa

“La vigilancia permanente se consigue con la práctica constante de la oración y con el examen de conciencia. La fuerza nos la dan el Espirita Santo, la Eucaristía, la lectura y meditación de la Palabra. El premio consiste en tener paz en el alma, serenidad en nuestra mente y felicidad en el corazón. «Es esa virtud tan difícil de vivir: la esperanza, la más pequeña de las virtudes, pero la más fuerte. Y nuestra esperanza tiene un rostro: el rostro del Señor resucitado, que viene “con gran poder y gloria”, que manifiesta su amor crucificado, transfigurado en la resurrección. El triunfo de Jesús al final de los tiempos, será el triunfo de la Cruz; la demostración de que el sacrificio de uno mismo por amor al prójimo y a imitación de Cristo, es el único poder victorioso y el único punto fijo en medio de la confusión y tragedias del mundo. (S.S. Francisco, Angelus15 de noviembre de 2015).

4.- Qué me dice hoy a mí este texto ya meditado. (Silencio)

5.-Propósito. Trabajar hoy con mucha alegría porque trabajo en la viña del Señor.

6.- Dios me hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, hoy quiero acabar mi oración dándote gracias por las cosas tan bonitas que he meditado. Me siento feliz trabajando en tu viña. Con un “patrón así” da gusto trabajar. Espero tu venida última, pero con mucha paz, con alegría, con verdadero anhelo. Me gustaría acabar mi vida como Santa Teresa: Esposo mío, ¡hora era ya de que nos viéramos!

Novena a la Madre Teresa de Calcuta💙 - Día 4

 

martes, 29 de agosto de 2023

ADORACIÓN AL SANTÍSIMO EN DIRECTO CON SANTA TERESA DE CALCUTA


AUDIO

ADORACIÓN AL SANTÍSIMO

CON LA MADRE TERESA


GUIÓN DE LA CELEBRACIÓN

1.    Introducción: Madre Teresa de Calcuta

 “Lo hago por Jesús. Él es mi todo… y si Él es mi todo, debo poder hablar a todos de la persona que yo amo. Porque lo amo estoy aquí hoy. Lo hago por Jesús para la mayor gloria de Dios y para el bien de las personas”.

2.    Música “Madre Teresa”. Exposición del Santísimo.

3.    HOSANNA AL ALTÍSIMO

         Hosanna, Hosanna, Hosanna al Altísimo (bis)

                  Gloria, Gloría, Gloria al Altísimo (bis)

   4.    Oración de la Madre Teresa

   5.    Música “MadreTeresa”  -   “Tengo Sed”

       Del Santo Evangelio según San Juan:

 "Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a      su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa." (Jn 19,26-27).

                             Silencio. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria)

    6.    ALMA MISIONERA

Llévame donde los hombres necesiten tus palabras, necesiten mis ganas de vivir. Donde falte la esperanza, donde falte la alegría simplemente por no saber de Ti.

7.    Canto a la Madre Teresa de Calcuta

Madre Teresa, quiero sonreír como tú.

Madre Teresa, infunde en mí el deseo de seguir a Jesús. (bis)

    8.    ADORACIÓN

No adoréis a nadie más que a Él. No escuchéis a nadie más que a Él.

No pongáis los ojos más que en El. Porque sólo él nos puede sostener.

   9.    SÁNAME SEÑOR

Sáname Señor, hoy quiero vivir. Dame tu amor, sin ti no puedo ser feliz.

Sáname Señor, líbrame del mal. Toca el corazón para alcanzar la santidad. 

  10.    VIVE JESÚS EL SEÑOR. ¡ÉL VÍVE!

     REINA JESÚS EL SEÑOR. ¡ÉL REINA! 

  11.    QUÉ DETALLE HAS TENIDO CONMIGO

Que detalle Señor has tenido conmigo: Cuando me llamaste, cuando me elegiste, Cuanto me dijiste que tú eras mi amigo. Que detalle has tenido conmigo. 

 12.  ¡ESPÍTU SANTO, VEN!

EN EL NOMBRE DEL SEÑOR

1 3.    CANTEMOS AL AMOR DE LOS AMORES

Gloria a Cristo Jesús, cielos y tierra, bendecid al Señor. Honor y gloria a ti , Rey de la gloria. Amor por siempre a ti, Dios del Amor.

 14.  AHÍ TIENES A TU MADRE

 15.  NADA TE TURBE, SOLO DIOS BASTA.

Procesión del Santísimo

16.  MÚSICA MADRE TERESA

Señor, abre nuestros oídos, que escuchemos las llamadas de aquellos que tienen hambre. De los que tienen frío, de los que tienen miedo, y que lo oprimamos; Oh, Señor, abre nuestros corazones. Que nos amemos los unos a los otros como tú nos amas. Renueva en nosotros tu Espíritu, Señor, danos la libertad y la unidad.

                                 Bendición del Santísimo

17. DANZA DE LA INDIA, SALMO 19

El salmo 19 es un salmo de alabanza. Nos presenta la creación de un universo que nos habla de la majestuosa grandeza de Dios, de su poder y bondad. 

 

(Venerar la Reliquia de Santa Teresa de Calcuta) .

Lectio Divina: 30 de agosto de 2029

 ¡Ay de vosotros escribas y fariseos hipócritas!


1.-Oración introductoria.

Señorhoy el tema de la oración es sugerente. Me enseñas a vivir con limpieza, con transparencia, con sinceridad. Nada te molesta tanto como una vida  apoyada en la mentira. Dame tu gracia para vivir sin doblez, para ser lo que soy, para vivir en íntima coherencia entre lo que vivo y lo que hago. Que mi mejor predicación sea la vida misma.

2.- Lectura reposad del evangelio: Mateo 23, 27-32

          En aquellos días, dijo Jesús: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! Así también vosotros, por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad. «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos, y decís: «Si nosotros hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no habríamos tenido parte con ellos en la sangre de los profetas!» Con lo cual atestiguáis contra vosotros mismos que sois hijos de los que mataron a los profetas. ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!

 
3.-Qué dice el texto.

Meditación-reflexión

Aquí el Señor sigue el tema de los fariseos hipócritas. Pero Jesús añade un matiz: el testimonio de los padres para bien o para mal. Normalmente solemos decir que los “hijos no obedecen; los hijos imitan”. Y  nunca daremos suficientes gracias a Dios por nuestros padres cristianos, esos que nos dejaron la mejor herencia: el testimonio de sus obras. Y me pregunto: Sin el testimonio de mis padres, ¿sería ahora lo que soy? ¿Sería cristiano, sería sacerdote? Yo aprendí a rezar en las rodillas de mi madre. No recibí la fe de ninguna catequista. Fue mi madre mi mejor catequista. Todos los sicólogos están de acuerdo en afirmar que “nada como la leche materna”. Los laboratorios pueden hacer la misma leche, pero la unión del niño con su madre al mamar no lo puede ofrecer ningún laboratorio del mundo. Lamentablemente hoy día los que enseñan las oraciones a los niños ya no son las mamás sino los catequistas. Y eso se nota. Qué bello el testimonio de San Agustín cuando nos dice: “el dulce nombre de Jesús yo lo aprendí en la leche de mi madre”. Sin la presencia de Santa Mónica, nos hubiéramos privado de uno de los mejores hijos de la Iglesia.   

Palabra del Papa

“En este grupo están los cristianos que no dan testimonio. Son cristianos de nombre, cristianos de salón, cristianos de recepciones, pero su vida interior no es cristiana, es mundana. Uno que se dice cristiano y vive como un mundano, aleja a los que piden ayuda a gritos a Jesús. Luego están los rigoristas, a quienes Jesús regaña porque cargan mucho peso sobre los hombros de la gente. Jesús les dedica todo el capítulo 23 de san Mateo. Hipócritas, explotáis a la gente, les dice Jesús. Y en vez de responder al grito que pide salvación alejan a la gente. Y finalmente está el tercer grupo de cristianos, los que ayudan a acercarse a Jesús. El grupo de cristianos que tienen coherencia entre lo que creen y lo que viven, y ayudan a acercarse a Jesús, a la gente que grita, pidiendo salvación, pidiendo la gracia, pidiendo la salud espiritual por su alma”. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 28 de mayo de 2013, en Santa Marta).

4.- Qué me dice hoy a mí esta palabra ya meditada. (Silencio)

5.- Propósito. No aparentar nunca lo que no soy.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración. Señor, al terminar esta oración, te pido que me quites todas las caretas, las fachadas, las incoherencias, la doblez. Que sea auténtico, que nunca aparente lo que no soy, que sea yo mismo y que todo lo que haga sea reflejo de lo que intento vivir. Dame fuerza para poder cumplir lo que pretendo.

Novena a la Madre Teresa de Calcuta💙 - Día 3

 

lunes, 28 de agosto de 2023

Lectio Divina: 29 de agosto de 2023

 “Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel”




1.- Introducción

Señor, el tema de oración de este día me sobrecoge. Juan Bautista es en labios de Jesús “el mayor entre los nacidos de mujer”. Su sentido de la misión, su humildad, su coraje para defender la verdad incluso ante el rey, han convertido a Juan en el precursor del Señor, en el mejor representante, el más parecido a Jesús. Te pido que sepa contagiarme de estos valores.  

2.- Lectura sosegada del evangelio: Marcos 6, 17-29

En aquel tiempo, Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Felipe, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. En muchos asuntos seguía su parecer y lo escuchaba con gusto. La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: Pídeme lo que quieras, que te lo doy. Y le juró: Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino. Ella salió a preguntarle a su madre: ¿qué le pido? La madre le contestó: La cabeza de Juan el Bautista. Entró ella enseguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista. El rey se puso muy triste; pero por el juramento y los convidados no quiso desairarla. Enseguida le mandó a uno de su guardia que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.

3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión

Trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven.

Me impresiona este relato. Nunca esa joven había visto la muerte tan de cerca, Y nunca había pensado que una fiesta podía acabar así.  Todo un símbolo para la juventud de hoy. Encima de esa bandeja se podrían poner miles de cabezas de jóvenes cortadas por la espada de las drogas, o a consecuencia de un accidente en carretera.  En esa bandeja del bautista hay mucha sangre, mucho sufrimiento, mucho dolor. En el corazón de  esa madre, con nombre Herodías, había mucho odio, mucha rabia, mucho deseo de venganza. Por eso, en vez de afligirse, se alegra de esa muerte porque ¡Por fin!  había logrado “hacer callar” al profeta. ¿De verdad que lo hizo callar? Esa cabeza “hoy” todavía sigue hablando de libertad, de responsabilidad, de testimonio, de valentía y de fidelidad a la misión. Herodías, su hija la bailarina, el mismo Herodes. ¡Qué lejos nos caen! Han pasado a la historia. Pero Juan sigue vivo, sigue actual,  nos sigue hablando, y su testimonio nos estimula a ser consecuentes con nuestra misión. Dejó de hablar con su palabra, pero sigue hablando con el testimonio de su vida.  

Palabra del Papa.

“Una misión requiere valor heroico. Juan era tu precursor. Su misión marcó su vida desde antes de nacer. Además, murió proclamando la Verdad, preparando el camino para que llegara tu Reino, Jesús. Anunciar tu nombre no es fácil. A muchos les costó la fama; otros eran expulsados de la sinagoga; a Juan su valentía le costó la cárcel, y poco después la cabeza. Su audacia, sin embargo, no cayó en vano: Tú mismo, Señor, lo reconociste ante todos como el más grande de los profetas. ¡Qué contraste tan grande hay entre Herodes y Juan! Uno, decidido y sin ningún miedo; el otro, víctima de la imagen, temeroso de perder la reputación, incapaz de abandonar el pecado…. Ser fiel a Ti, Dios mío, es ante todo un don. Sabes que ser profeta ante el mundo sobrepasa mi capacidad humana. Por eso hoy te pido la gracia de ser fiel. Cueste lo que cueste, quiero que puedas contar conmigo y que haya alguien que anuncie tu Nombre ante los demás. Por eso, Señor, hazme valiente, hazme perseverante. ¡Que tu fuerza sostenga mi misión en la extensión de tu Reino! (Homilía de S.S. Francisco, 12 de abril de 2016, en Santa Marta).

4.- Qué me dice hoy a mí este texto ya meditado. (Silencio)

5.-Propósito: La memoria de Juan bautista me estimula a ser coherente en este día y en todos los días de mi vida.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, al terminar mi oración, quiero pedirte que se me quede un poquito de la valentía, libertad y coherencia de Juan Bautista. Su vida, ciertamente no era “una caña agitada por el viento”, sino un árbol bien plantado, con profundas raíces. Ayúdame, Señor, a vivir con coherencia. 

AGOSTO 28 / SAN AGUSTIN - DOCTOR DE LA IGLESIA / EL SANTO DEL DIA

 

Novena a la Madre Teresa de Calcuta💙 - Día 2

 

Lectio Divina: 28 de agosto de 2023

 ¡Ay de vosotros que cerráis a los hombres el Reino de los Cielos!

1.- Oración introductoria

Señor, hoy te quiero pedir por la limpieza y transparencia de la Iglesia. Jesús, tú  no toleras algunos comportamientos de los fariseos que hacen daño al rebaño de las comunidades cristianas. Jesús, tú  no toleras la arrogancia, la hipocresía, la intolerancia. Jesús tú quieres comunidades vivas que sirvan de espejos donde se transparente la comunidad de la Trinidad. 

2.- Lectura reposada del evangelio Mateo 23, 13-22

En aquellos días, dijo Jesús: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los Cielos! Vosotros ciertamente no entráis; y a los que están entrando no les dejáis entrar. «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y, cuando llega a serlo, le hacéis hijo de condenación el doble que vosotros! «¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: «Si uno jura por el Santuario, eso no es nada; mas si jura por el oro del Santuario, queda obligado!» ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante, el oro, o el Santuario que hace sagrado el oro? Y también: «Si uno jura por el altar, eso no es nada; mas si jura por la ofrenda que está sobre él, queda obligado.» ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda, o el altar que hace sagrada la ofrenda? Quien jura, pues, por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él. Quien jura por el Santuario, jura por él y por Aquel que lo habita. Y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por Aquel que está sentado en él.

 3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión

Aquí lo más importante que recrimina Jesús a los jefes del pueblo no es tanto el que ellos no quieran entrar en el nuevo camino traído por Él, sino el que “cierren la puerta para que otros entren”. Y esto es muy actual en nuestros días. El Papa Francisco nos está invitando todos los días a “entrar por el camino del Evangelio”. Todos los días nos pone en contacto con la frescura del evangelio, con la verdad del evangelio, con la belleza del evangelio. Y algunos se empeñan en ponerle zancadillas a esta hermosa renovación que está llevando en la Iglesia. Otro tanto sucede con el tema de la ceguera. No es lo más grave que esos jefes fariseos sean ciegos; lo grave es que se conviertan en “guías del pueblo”. La ceguera consiste fundamentalmente en que no saben distinguir entre lo “esencial y lo accidental”.   Dan más importancia al “oro del templo” que al mismo Templo. Y más importancia a la ofrenda que hay en el altar que al propio altar.  También en nuestra Iglesia Católica tenemos que entonar un “mea culpa” por haber tolerado, a veces,  tanta “mercancía” en los lugares sagrados.  Y lo que es peor: hay jefes dentro de la Iglesia que dan más importancia a una moral  tradicional  que al misterio de un Dios-Amor que se deshace en ternura, compasión y misericordia con todos sus hijos. 

Palabra del Papa.

¡Qué corrección la que les has dado a los fariseos y escribas de tu tiempo, el Señor! Pero cuánto amor se descubre detrás de estas correcciones que buscaban la conversión. La corrección me demuestra que una persona de verdad se interesa por mí. No le es indiferente si estoy o no en el mal camino, si estoy malogrando mi existencia, si estoy haciendo las cosas de la manera incorrecta. Esto es lo que me demuestras hoy. Tú eres un Dios que se interesa por mi bien. Tú siempre buscas lo mejor para mí aunque a veces me cueste descubrirlo y aceptarlo. No eres el prohibidor absoluto, eres el consejero perfecto… «La corrección es un estímulo cuando también se valoran y se reconocen los esfuerzos y cuando el hijo descubre que sus padres mantienen viva una paciente confianza. Un niño corregido con amor se siente tenido en cuenta, percibe que es alguien, advierte que sus padres reconocen sus posibilidades.» (S.S. Francisco, Exhortación apostólica Amoris Laetitia, n. 269).

4.- Qué me dice hoy a mí este texto ya meditado. (Silencio)

5.- Propósito: Vivir todo el día “en verdad”. No aceptar ni un átomo de hipocresía dentro de mí.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, Tú estuviste muy pendiente de que, en las primeras comunidades cristianas, no se filtraran doctrinas falsas, que pusieran en peligro la verdad del evangelio. El agua, en la medida que se aparta del manantial es más turbia. Que yo   beba siempre  agua de manantial y no de pozo; agua limpia y saltarina y no agua  estancada. Haz que yo siempre beba de las  aguas limpias y cristalinas del  evangelio.

sábado, 26 de agosto de 2023

Novena a la Madre Teresa de Calcuta💙 - Día 1

 

Domingo 21, tiempo ordinario: 27 de agosto de 2023

 Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?

INTRODUCCIÓN

Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Aparentemente, la respuesta de Pedro parece la correcta: TU ERES EL MESÍAS. Pero sólo aparentemente porque, a continuación, cuando Jesús les dice que el Mesías va a sufrir mucho, Pedro no acepta un Mesías que vaya a la Cruz. Jesús increpa a Pedro y le dice: Satanás, tú ponte detrás de mí. El camino lo marco yo y no tú.  Y Jesús jamás se desvía del camino señalado por el Padre. Jesús siempre es camino hacia el Padre.

TEXTOS BÍBLICOS

1ª Lectura: Is. 22,19-23.             2ª Lectura: Ro.11,33-36

EVANGELIO

San Mateo 16, 13-20:

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesárea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?» Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas. “Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.» Jesús le respondió: «¡Dichoso tú, Simón, ¡hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.» Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.

REFLEXIÓN

La pregunta de Jesús a los discípulos: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? es una pregunta abierta para todos los discípulos de Jesús de todos los tiempos. Es una pregunta concreta, incisiva, que nos lanza Jesús hoy a cada uno de nosotros. A lo largo del mismo evangelio se van dando distintas respuestas: unas falsas, otras insuficientes y  otras que son auténticas.  En la misma persona de Pedro se dan estas dos últimas.

1.– Respuestas falsas. Son las de todos aquellos que, en la práctica, no aceptan a Jesús como en el “centro”.  Uno de ellos es el “joven rico”. Era bueno, cumplía los mandamientos, buscaba salvarse, pero prefirió “su dinero” a Jesús. El texto nos dice que se quedó “muy triste”. Con dinero se pueden comprar muchas cosas, pero no la felicidad.  Otros ponen en el centro “el poder” A estos Jesús les dice que eso es propio de los poderosos de este mundo, pero “no debe ser así entre vosotros” (Lc. 22,25). Y los mismos apóstoles, mientras suben a Jerusalén, piensan en quién de ellos iba a ser el más importante. Tampoco ellos han puesto a Jesús en el “Centro”. Ahora bien,   si Cristo no está en el centro, viviremos siempre “descentrados”. Y una persona descentrada no puede ser feliz.

2.– Respuestas insuficientes. Una de ellas esla de Pedro en el evangelio de hoy. No bastan las teorías ni las palabras solemnes. Es verdad que ha dicho que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios. Pero, a continuación, cuando Jesús les explica que este Mesías debe pasar por el sufrimiento y la Cruz,  Pedro se lleva  aparte a Jesús  y le dice que eso no le puede pasar a Él. Jesús le contesta con dureza: “Apártate de mi vista, Satanás” (Mt.16,23). No podemos separar a Cristo de la Cruz. Y los cristianos no podemos aceptar un cristianismo sin Cristo. Respuestas insuficientes son todas las que damos todos los días los cristianos que no somos consecuentes con nuestra fe; los que somos incoherentes; los que decimos y no hacemos, los que separamos fe y vida. Y todos los que predicamos, pero no damos trigo.

3.– Respuestas auténticas. También hay respuestas verdaderas. Una de ellas es la del mismo Pedro  después de la multiplicación de los panes. Cuando  todos se querían marchar,  Jesús pregunta a sus discípulos: ¿También vosotros os queréis ir? Pedro, en nombre de todos, contesta“Señor, ¿adónde iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” ( Jn. 6, 68).  No poner a Dios en el centro de la vida es lo mismo que sentirse perdido. Nos lo demostró muy bien el malhadado “corona-virus”. Respuesta auténtica es la del ciego de nacimiento que “tira la capa, da un salto, y sigue a Jesús por el camino”. (Mc, 10,50) Y el camino era el camino de Jerusalén donde se iba a encontrar con la Cruz. Y respuestas auténticas son las de miles de misioneros: religiosos, religiosas, laicos, que, de una manera silenciosa, dan la vida por Jesús. Y no digamos nada de tantos cristianos que, en pleno siglo XXI, son asesinados por el delito de ser cristianos. Como dice el Papa Francisco, en estos últimos años, ha habido más mártires en la Iglesia que en la época de las persecuciones romanas. Y respuestas auténticas han sido las de tantos profesionales de la salud, tantos militares, transportistas, comerciantes, y voluntarios en general que, en la pandemia, o sofocando fuegos, arriesgaron sus vidas, incluso llegan a morir por auxiliar a los demás.

PREGUNTAS

1.- Reviso con sinceridad cuando doy una respuesta falsa a Jesús. ¿Quién está ocupando el centro de mi corazón en estos momentos?

2.- ¿Estoy dando una respuesta insuficiente? Hablo de que soy cristiano, estoy orgulloso de serlo, pero ¿Lo soy de verdad?  ¿Me tomo en serio la fe?

3.– Recuerdo algunos momentos u ocasiones en las que me parece que he dado la talla como cristiano y le doy gracias a Dios. ¿Soy un cristiano agradecido?

Lectio Divina: 26 de agosto de 2023

 “Todos vosotros sois hermanos”

1.- Introducción.

Señor, hoy en mi oración sólo te pido una cosa: que llegue a comprender tu mensaje, el proyecto del Padre sobre la humanidad, que llegue a descubrir aquello que más le agrada al Padre: el vernos unidos; y también lo que más le duele: el que rompamos esa unidad.

2.- Lectura reposada del evangelio, Mateo 23, 1-12

Entonces Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen. Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame rabí. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar rabí, porque uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión.

Estas palabras duras de este capítulo de Mateo obedecen a una situación histórica concreta: la Iglesia cristiana ha roto definitivamente con la sinagoga judía. Los seguidores de Jesús deben ser fieles a Jesús y no a los jefes de las sinagogas a quienes les gustan los halagos de la gente, los primeros puestos en los banquetes, que la gente les salude como “maestros” por las calles… Y, lo peor de todo es que sean incoherentes: “dicen pero no hacen”; “ponen cargas pesadas a la gente y ellos ni levantan un dedo para moverlas”. La Iglesia de Jesús debe tener otro estilo, otro talante, otra manera de ver las cosas. A Jesús no le gusta que a cualquiera de los humanos le llamemos “padre”. Hay peligro de confundirlo con el único y verdadero Padre que es Dios; padre cariñoso y lleno de ternura y misericordia. Tampoco quiere que a nadie se le llame “maestro”. Entre cristianos el único Maestro es Jesús, un maestro de vida. Todos los demás, incluidos los apóstoles, somos “discípulos”, es decir, personas que siempre estamos aprendiendo de Jesús. Y menos quiere Jesús que se le dé a nadie el título de “señor” porque uno sólo es el Señor, el que ha muerto y ha resucitado por nosotros. Está claro el pensamiento de Jesús: “todos vosotros sois hermanos”. Ahora bien, las diferencias, los títulos, los honores, las preferencias, son un obstáculo para la auténtica fraternidad.

Palabra del Papa

“En el pasaje de hoy, Jesús amonesta a los escribas y fariseos, que en la comunidad desempeñaban el papel de maestros, porque su conducta estaba abiertamente en contraste con la enseñanza que proponían a los demás con rigor. Jesús subraya que ellos «dicen, pero no hacen» (Mt 23, 3); más aún, «lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar» (Mt 23, 4). Es necesario acoger la buena doctrina, pero se corre el riesgo de desmentirla con una conducta incoherente. Por esto Jesús dice: «Haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen» (Mt 23, 3). La actitud de Jesús es exactamente la opuesta: él es el primero en practicar el mandamiento del amor, que enseña a todos, y puede decir que es un peso ligero y suave precisamente porque nos ayuda a llevarlo juntamente con él” (cf. Mt 11, 29-30). (Benedicto XVI, Ángelus, Plaza de San Pedro, 30 de octubre de 2011)

4.- Qué me dice hoy a mí este texto ya reflexionado. (Guardo silencio).

5.-Propósito. Hoy haré un esfuerzo por descubrir que cada hombre con quien me encuentre es mi hermano y cada mujer es mi hermana.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, sé muy bien que una cosa es saber cosas bonitas de la amistad y otra muy distinta es tener un buen amigo. Y también sé que una cosa es llamarse hermano y otra muy distinta el serlo. Dame, Señor, la gracia de vivir en una comunidad de hermanos, de saber superar las diferencias y, sobre todo, de poder experimentar “lo bueno y hermoso que es vivir los hermanos unidos”.

Lectio Divina: 25 de agosto de 2023

 ¿Cuál es el mandamiento principal de la ley?

1.- Oración introductoria.

Señor, muchas veces yo he estado preocupado porque no sabía qué era lo que te gustaba o te disgustaba. Pero hoy ya no tengo dudas: me lo has aclarado perfectamente en este evangelio. Puedo agradarte si no me desvío de la senda del amor. Y te desagrado cuando tomo otro camino diferente.  Gracias, Señor, porque ya sabemos cómo darte gusto.

2.- Lectura reposada del evangelio:  Mateo 22, 34-40

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se acercaron a Jesús y uno de ellos le preguntó para ponerlo a prueba: Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley? Él le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser.» Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.


3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión

El amor a Dios y el amor al hombre ya estaban en los libros del A.T. Del amor a Dios se habla en el famoso Semá que el buen israelita recita todos los días al levantarse: “Amarás a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con todas las fuerzas” (Dt. 6,5). Del amor al prójimo nos habla el Levítico cuando dice:” amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Lev. 19,18). Y nos preguntamos: ¿Dónde está la novedad de Jesús? La novedad, la genialidad de Jesús, está en lo siguiente: 1) Estos dos mandamientos, que estaban en libros distintos, se vivían por separado. Así uno podía amar a Dios y no amar al hombre. Podía rezar muy piadosamente en el Templo y después “dar un rodeo al hombre que se desangra  en el suelo” (Parábola del samaritano).  Jesús une estos dos mandamientos de modo que sean vasos comunicantes que, si uno sube de nivel, debe también subir el otro. Lo dice muy bien San Juan:” el que dice que ama a Dios y no ama a su hermano es un mentiroso” (I Jn. 4,20). 2) En tiempo de Jesús, los mandamientos que debían saber y cumplir los judíos ascendían a 365. ¿Quién se puede acordar de todos? Y, sobre todo, ¿quién es capaz de cumplirlos todos? Porque para ellos todos eran importantes. Jesús reduce a dos todos los mandamientos: amar a Dios y amar a los hermanos. ¡Qué alivio!…

Palabra del Papa.

“Los dos horizontes del Reino: Resumir toda la Escritura, poner en una frase todo el mensaje de Dios a lo largo de la historia… Esto es lo que Cristo nos dice en este Evangelio. Pero no se trata de una fórmula mágica que resuelve todos los problemas; es, más bien, el doble horizonte que da sentido a la vida, el criterio para ir en la dirección correcta. Primero Cristo nos habla de un horizonte hacia lo alto. “Amarás al Señor tu Dios…” Es verdad que hay muchas responsabilidades, necesidades y problemas en nuestra vida. A veces demasiados, y a veces como si nos estiraran en todas las direcciones… Sin embargo, en medio de ese aparente desorden, existe un punto firme, central, que pone en la proporción todo lo demás: «…con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.»…En segundo lugar, tenemos el horizonte alrededor de nosotros, con todos aquellos hombres y mujeres que encontramos a nuestro lado. Cristo nos invita a amarlo también en nuestros hermanos y hermanas, buscando el bien de ellos como si fuera nuestro propio bien.  El que ama de verdad siente la alegría del otro como propia, se entristece por la tristeza de su hermano. Al igual que Cristo, que construyó el Reino de los cielos amando a su Padre sobre todas las cosas y amándonos hasta el extremo, dándose totalmente por nuestra salvación”. (S.S. Francisco, Angelus, 15 de mayo de 2016).

4.- Qué me dice hoy a mí este texto ya meditado. (Silencio)

5.- Propósito: Me retiraré a un lugar adecuado y daré gracias a Dios por haberme liberado de un peso insoportable.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración. Señor, hoy no quiero acabar mi oración sin darte gracias por haber hecho del amor el mandamiento más importante de la vida, el único importante. Yo amando cumplo con Dios y con los hermanos. Yo amando, puedo realizarme como persona y ser feliz. ¡Gracias. Señor!”.

jueves, 24 de agosto de 2023

Lectio Divina: 24 de agosto de 2023

 San Bartolomé

¡Hemos encontrado: a Jesús!



1.- Introducción.

Señor, Bartolomé se encontró con Felipe y éste lo llevó a Jesús. Hoy quiero comenzar mi oración dándote gracias por los encuentros que he tenido con hombres y mujeres que me han ayudado en mi camino de fe. ¿Qué hubiera sido de mí si no hubiera sido por mis padres, el párroco de mi pueblo, religiosas, laicos comprometidos?… Gracias, Señor, por tantas personas que pusiste en mi camino y me ayudaron a encontrarme contigo.

2.- Lectura reposada del evangelio: Juan 1, 45-51

En aquel tiempoFelipe encuentra a Natanael y le dice: Aquel de quien escribieron Moisés y la Ley y los Profetas lo hemos encontrado: a Jesús, hijo de José, de Nazaret. Natanael le replicó: ¿De Nazaret puede salir algo bueno? Felipe le contestó: Ven y verás. Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño. Natanael le contesta: ¿De qué me conoces? Jesús le responde: Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. Natanael respondió: Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel. Jesús le contestó: ¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores. Y le añadió: Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del Hombre.


3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión

“Aquel de quien escribieron Moisés y la Ley y los Profetas lo hemos encontrado” Debajo de estas sencillas palabras se descubre la alegría, el entusiasmo, el asombro, el impacto que ha producido en Felipe el encuentro con Jesús. Esta experiencia tan singular y gratificante, no se la puede guardar sino que tiene necesidad de comunicarla. Natanael es un tanto escéptico: ¿De Nazaret puede salir algo bueno? Pero Felipe no intenta convencerlo con palabras. Apela a la fuerza de la experiencia; Se limita a decirle: “Ven y verás.” Y claro que vio, y quedó admirado de Jesús. El mejor piropo que le pudo echar Jesús fue éste: “Un israelita de verdad, en quien no hay engaño”. Estas palabras indican que Jesús se ha encontrado muchas veces con falsos israelitas, con fariseos hipócritas, con hombres de quienes uno no se puede fiar. Pero Natanael es distinto. Natanael se extraña de las palabras de Jesús: Te vi cuando estabas debajo de la higuera”. Esta frase alude a la costumbre que tenían los judíos de leer la Biblia, a la puerta de su casa, con tranquilidad, y  a la sombra de una higuera, para protegerse del sol.  Las palabras de Jesús: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del Hombre” aluden a la escala de Jacob (Gn. 28,12). Al evangelista Juan no se le escapa el anunciar a Jesucristo como la “verdadera escala de Jacob”, el verdadero “Revelador del Padre”, el único “Mediador” entre el cielo y la tierra.

Palabra del Papa.

«Ven y lo verás». Cada uno de nosotros ha llegado a conocer a Cristo gracias a otra persona. Un sacerdote nos bautizó y nos da los demás sacramentos; en casa o en la parroquia nos enseñaron el catecismo; seguramente algún amigo o amiga en concreto nos ha atraído más hacia la fe… En cada cristiano, a lo largo de los siglos, se repite el evento de Felipe, Natanael y Jesús. Gracias, Señor, por todos aquellos que me han llevado a Ti. ¿Qué sería de mí sin la ayuda de mis papás, de los sacerdotes, de mis amigos y hermanos en la fe? Gracias, Jesús, porque entraste en mi vida gracias a las personas que amo y sé que me aman; gracias por ser ese tesoro que he recibido de otros. Gracias, por la oportunidad de venir y verte, de conocerte más de cerca y de descubrir tu amor. Gracias porque, siendo el Hijo de Dios, has querido vivir entre nosotros. Quien ha conocido a Cristo, ha recibido el mayor don de esta vida”. (Homilía de S.S. Francisco, 18 de enero de 2015).

4.- Qué me dice hoy a mí esta palabra ya meditada. (Silencio)

5.- Propósito. Buscar un lugar tranquilo y leer un trozo de la Biblia.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, al terminar hoy mi oración, te pido que me des “el celo”  de Felipe que tiene prisa por comunicar la fe en Jesús; la “sinceridad” de Natanaél y su afición por leer la Palabra de Dios. Y la  experiencia de alegría desbordante de los dos al encontrarse con JESÚS.