El viernes, día 31 de agosto, celebramos la solemnidad de los santos mártires Emeterio y Celedonio, Patronos de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño.
El Sr. Obispo, D. Carlos Escribano, presidirá a las 11,00 h. la procesión en la que se veneran las Reliquias de los Santos y los miembros de la Cofradía de los Mártires presentan a los niños recién nacidos a nuestros Patronos. A continuación, se celebra la Eucaristía Solemne en la S.I. Catedral, concelebrada por el Cabildo, sacerdotes y religiosos de la Diócesis.
Según nos transmite el gran escritor y poeta calagurritano Aurelio Prudencio en su obra del “Peristephanon”, Emeterio y Celedonio eran dos jóvenes soldados que fueron martirizados por negarse a hacer sacrificios a los dioses paganos y confesar su fe en Cristo, en el tiempo de la persecución del emperador Diocleciano (año 300).
En el arenal del río Cidacos, lugar donde fueron ajusticiados, se edificó un Baptisterio en el que recibían el sacramento del Bautismo los catecúmenos que formaron parte de la primitiva comunidad cristiana de Calagurris.
Con el tiempo se construyó en este mismo lugar martirial la actual Iglesia Catedral, que continúa albergando la pila bautismal y las reliquias de los santos depositadas en el interior del altar mayor.
El testimonio de los mártires tuvo tanta repercusión en aquella época, que convirtió a Calahorra en un importante centro de culto y se erigió como sede episcopal de esta región del norte de España. Podemos afirmar que en este mismo lugar se ha rendido culto a san Emeterio y san Celedonio de forma continuada desde la primera mitad del siglo IV hasta nuestros días.
Mensaje de la C. E. de Pastoral Social ante la Jornada mundial de oración por el cuidado de la creación 2018
El 1 de septiembre se celebra la Jornada Mundial de oración por el cuidado de la creación. Con estemotivo, la Comisión Episcopal de Pastoral Social hace público un mensaje en el que recuerda que el agua y la energía son dos pilares básicos de la Casa Común.
Agua y energía: dos pilares básicos de la Casa Común
MENSAJE ANTE LA JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓNPOR EL CUIDADO DE LA CREACIÓN(1 de septiembre de 2018)
El Papa Francisco nos ha recordado en su encíclica Laudato si’: sobre el cuidado de la casa común, que “el agua es un recurso escaso e indispensable y es un derecho fundamental que condiciona el ejercicio de otros derechos humanos” (LS 148), alertando al mismo tiempo de “la inequidad en la disponibilidad y el consumo de energía” (LS 46). El acceso a la energía y al agua potable –dos bienes fundamentales para el desarrollo de toda vida humana- constituyen, por tanto, derechos humanos fundamentales y pilares básicos del bien común.
Apoyados en los estudios científicos más recientes, somos conscientes de “la posibilidad de sufrir una escasez aguda de agua dentro de pocas décadas si no se actúa con urgencia. Los impactos ambientales podrían afectar a miles de millones de personas” (LS 31). Por otro lado, el problema de la contaminación y del cambio climático hace “urgente e imperioso el desarrollo de políticas para que en los próximos años la emisión de dióxido de carbono y de otros gases altamente contaminantes sea reducida drásticamente, por ejemplo, reemplazando la utilización de combustibles fósiles y desarrollando fuentes de energía renovable. En el mundo hay un nivel exiguo de acceso a energías limpias y renovables” (LS 26). Así lo reconoció también la comunidad internacional el año 2015 al elaborar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) recogidos en la Agenda 2030[1].
La realidad de nuestro país
En nuestro país el acceso a la energía es universal. Sin embargo, en los últimos años se ha constatado que un número creciente de hogares corren el riesgo no poder costear su elevado precio, cayendo en una situación de lo que se llama pobreza energética. Los principales estudios realizados para España coinciden en encontrar un mínimo de un 8-9% de hogares (que son más de 6 millones de personas) que sufren esta pobreza energética, que en una primera aproximación puede definirse como la incapacidad de un hogar de hacer frente al coste de sus necesidades energéticas básicas[2].
El acceso al agua potable es también universal, aunque los problemas en torno a la distribución de un recurso escaso y repartido de forma tan desigual a lo largo del territorio resultan fuente de no pocos conflictos interregionales e ideológicos. Estos conflictos emergen periódicamente -especialmente durante periodos de sequía prolongada- e invitan a adoptar una visión integral del problema, así como avanzar hacia un pacto nacional del agua que permita establecer una gestión eficiente y justa y que responda al bien común.
Ante la enorme complejidad económica, técnica y política que ambos retos plantean a la comunidad internacional y a los diversos gobiernos nacionales y regionales, resulta legítimo plantearse la contribución que la Iglesia católica y las comunidades cristianas pueden aportar al cuidado de la Casa Común.
El acercamiento al agua y la energía desde la perspectiva de la ecología integral
La larga reflexión eclesial sobre ambas cuestiones puede resultar de gran valor a la hora de plantear alternativas respecto a estas dos cuestiones. La comunidad cristiana, a quien nada de lo humano le resulta ajeno, descubre en la centenaria tradición de la Doctrina Social de la Iglesia un rico tesoro que puede iluminar las difíciles cuestiones que plantea el acceso al agua y a la energía, así como para facilitar posibles caminos que permitan resolver los conflictos que se generan. Estas contribuciones no son de tipo técnico o político, sino más bien de orden cultural, ético y espiritual.
La llamada a la solidaridad y a la sobriedad
Uno de los rasgos que ha caracterizado la contribución eclesial a las problemáticas relacionadas con la sostenibilidad es la llamada a la solidaridad y a la sobriedad. Benedicto XVI nos recordó que el reto de ofrecer energía limpia para todos no es sólo tecnológico y político, es también cultural y ético: «es necesario que las sociedades tecnológicamente avanzadas estén dispuestas a favorecer comportamientos caracterizados por la sobriedad, disminuyendo el propio consumo de energía y mejorando las condiciones de su uso»[3]. Francisco ha reafirmado la llamada al ahorro de su predecesor, recordando al mismo tiempo el imperativo moral de la solidaridad: “Es necesario que los países desarrollados contribuyan a resolver esta deuda limitando de manera importante el consumo de energía no renovable y aportando recursos a los países más necesitados para apoyar políticas y programas de desarrollo sostenible” (LS 52).
Respecto al agua, los grandes principios éticos del pensamiento social cristiano son igualmente válidos: “La Santa Sede, por tanto, reitera la importancia de la moderación en el consumo, invoca la responsabilidad de los gobiernos, empresas y particulares. Esta sobriedad se apoya en valores como el altruismo, la solidaridad y la justicia”[4].
La atención a los más pobres, la defensa de los derechos humanos y la denuncia de la injusticia.
La denuncia de la injusticia, junto a la llamada a la solidaridad y la sobriedad, constituye otro de los elementos distintivos de la contribución eclesial al debate contemporáneo de la sostenibilidad. San Juan Pablo II vislumbró ya una de las razones principales por las que la Iglesia ha tomado conciencia de esta urgencia ética: “En nuestros días aumenta cada vez más la convicción de que la paz mundial está amenazada, además de la carrera armamentista, por los conflictos regionales y las injusticias aún existentes en los pueblos y entre las naciones, así como por la falta del debido respeto a la naturaleza, la explotación desordenada de sus recursos y el deterioro progresivo de la calidad de la vida”[5].
En el caso del agua, cuando el acceso o la calidad se ven limitados, nos encontramos ante una seria carencia para el desarrollo de la persona: “el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos. Este mundo tiene una grave deuda social con los pobres que no tienen acceso al agua potable, porque eso es negarles el derecho a la vida radicado en su dignidad inalienable.” (LS 30). En un sentido similar, en el caso del acceso a la energía, los obispos norteamericanos nos recordaron ya en 1981 que “ninguna política energética es aceptable si no aborda adecuadamente las necesidades básicas”[6]. Tanto la pobreza energética como el acceso deficiente al agua potable suponen dos casos flagrantes de violación de los derechos humanos ante los que los cristianos no podemos permanecer indiferentes.
El redescubrimiento del sentido de la creación, más allá del uso instrumental de los recursos naturales
La Iglesia, en su acercamiento a las cuestiones medioambientales, siempre ha invitado a trascender los análisis meramente económicos y los cálculos políticos para ser capaces de apreciar el valor intrínseco, más allá de su uso instrumental, de los recursos naturales que disponemos. El papa Francisco nos invita a redescubrir que “nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura” (LS 2). E igualmente nos remite al alcance de elementos de la creación en los Sacramentos: “Los Sacramentos son un modo privilegiado de cómo la naturaleza es asumida por Dios y se convierte en mediación de la vida sobrenatural. A través del culto somos invitados a abrazar el mundo en un nivel distinto. El agua, el aceite, el fuego y los colores son asumidos con toda su fuerza simbólica y se incorporan en la alabanza” (LS 235).
La dependencia del ser humano respecto del agua y la energía para poder vivir dignamente nos recuerda no sólo nuestro origen y nuestra estrecha vinculación a la creación, sino algo todavía más profundo: el carácter relacional de toda nuestra existencia. El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia lo formuló magníficamente: “La relación del hombre con el mundo es un elemento constitutivo de la identidad humana. Se trata de una relación que nace como fruto de la unión, todavía más profunda, del hombre con Dios. El Señor ha querido a la persona humana como su interlocutor: sólo en el diálogo con Dios la criatura humana encuentra la propia verdad, en la que halla inspiración y normas para proyectar el futuro del mundo, un jardín que Dios le ha dado para que sea cultivado y custodiado (cf. Gn 2,15)”[7]. Ser cuidador y custodio de la creación se convierte, por tanto, en la tarea principal que Dios encomienda al hombre; una tarea que requiere de una sólida formación y de una sensibilidad sacramental, pero también de una imprescindible conformación de hábitos y comportamientos. En esta tarea también la Iglesia puede realizar una valiosa contribución.
La importancia de la labor educativa, la transformación cultural y la espiritualidad
“El problema del agua es en parte una cuestión educativa y cultural” (LS 30). Francisco, con esta afirmación, profundiza sobre la importancia de la educación –a todos los niveles: formal e informal, familiar y social- como factor clave para alcanzar la sostenibilidad y para posibilitar la transformación cultural.
Es necesaria una labor educativa en relación con el uso y distribución de la energía. Como cristianos debemos ofrecer “nuevos patrones de conducta basados en la justicia, la responsabilidad, el altruismo, la subsidiariedad y la concepción del desarrollo integral de los pueblos orientado al bien común”[8]. Y no sólo debe ser una propuesta, estos grandes principios éticos requieren a su vez, para su plena adopción e interiorización, una “educación ética” e, incluso, una vivencia espiritual que alimente y sostenga el compromiso ético: “La educación ambiental debería disponernos a dar ese salto hacia el Misterio, desde donde una ética ecológica adquiere su sentido más hondo” (LS 210). En este sentido, las comunidades cristianas, parroquias y comunidades educativas, debemos comprometernos en una mayor vivencia espiritual de la Casa Común, y en una educación para la sostenibilidad. Su concreción pastoral ya va teniendo muchas realizaciones destacando la importancia de las acciones de la red educativa secundaria y universitaria.
Conclusión
La Iglesia Católica no puede permanecer indiferente ante las necesidades de tantas personas que sufren la pobreza energética y la escasez de agua. En esta Jornada Mundial de Oración por el cuidado de la creación nos unimos a todos los cristianos y personas de buena voluntad que trabajan por el bien común de la familia humana dando gracias por el don de la vida y por la creación. Nos comprometemos igualmente a trabajar por la justicia, la paz y la reconciliación entre los pueblos y con la creación. Ojalá nuestra oración y nuestro trabajo nos ayude a reconocer agradecidos la fuente de todo don, el Dios de nuestro Señor Jesucristo, “creador de todo lo visible y lo invisible”.
[4] Pontificio Consejo Justicia y Paz, El agua, un elemento esencial para la vida. Adoptar soluciones eficaces. Una actualización, Sexto Foro Mundial del Agua, Marsella 2012, p.15.
[5] Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz “Paz con Dios creador, paz con toda la creación”, 1 de enero de 1990, 1.
[6] United States Conference of Catholic Bishops, Reflection on the Energy Crisis, Washington D.C. 1981, p.7.
[7] Pontificio Consejo Justicia y Paz, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, n. 451.
[8] Pontificio Consejo Justicia y Paz, Energy, Justice, and Peace: A Reflection on Energy in the Current Context of Development and Environmental Protection, Vatican City 2014, 8
Como todos los años, celebraremos la solemnidad de nuestra Patrona, la Virgen de Valvanera, en la tradicional Peregrinación Diocesana a su Monasterio, el domingo 9 de septiembre, presidida por nuestro Sr. Obispo D. Carlos Escribano.
El horario previsto es:
- 11,00 h.: Celebración penitencial.
- 12,30 h.: Eucaristía presidida por el Sr. Obispo y procesión.
- 14,00 h.: Comida popular.
- 15,00 h.: Sobremesa festiva.
- 16,15 h.: Vísperas. Presentación y entrega del cartel del curso pastoral.
Durante la Eucaristía se hará la presentación oficial del Plan Diocesano de Pastoral para este próximo curso, e invocaremos a la Madre de todos los riojanos para que nos aliente en la nueva Misión que vamos a emprender.
Después comeremos juntos en un lugar adecuado, habilitado con mesas y sillas. Cada cual ha de traer su comida que, como siempre, compartiremos con generosidad. La comunidad de monjes del Verbo Encarnado nos agasajarán con fervoroso licor de Valvanera y disfrutaremos de una sobremesa festiva.
A continuación, tras la oración de Vísperas en el templo, presentaremos el icono de la Misión, que se entregará, junto con el Plan Diocesano de Pastoral, a dos representantes de cada Arciprestazgo.
Este 26 de agosto el Papa Francisco presidió el rezo del Ángelus desde la explanada adyacente al Santuario de Knock, en Irlanda, y una vez más pidió perdón por los abusos sexuales por parte del clero y rezó para que no vuelva a ocurrir. “Rezando delante de la imagen de la Virgen, le he encomendado de modo particular a todas las víctimas de abusos por parte de miembros de la Iglesia en Irlanda”, explicó ante los fieles reunidos. Antes de concluir, el Papa envió un saludo a Irlanda del Norte asegurándoles su “afecto y cercanía en la oración” y tuvo un recuerdo especial para los encarcelados en las prisiones del país.
El Evangelio de hoy domingo agosto 26 2018, San Juan 6, 60-69, es la invitación que nos hace JESÚS, Pan de Vida, a creer en ÉL, a no escandalizarnos, ni desanimarnos para hacer el bien y reconocer que solo en ÉL, encontramos Palabras de Vida Eterna.
FRASES CENTRALES DEL EVANGELIO DE HOY AGOSTO 26 2018: a. Los discípulos de Jesús dijeron: Este discurso es duro, ¿quién puede hacerle caso? JESÚS, sabiendo que ellos lo criticaban lees dijo, “¿esto os escandaliza? b. Qué será, cuando vean al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da vida, la carne no vale nada, las palabras que les he dicho son Espíritu y Vida. c. Algunos de ustedes, no creen, pero nadie puede acudir a mí si el Padre no se lo concede, muchos de los discípulos echaron atrás y no volvieron con ÉL. d. Jesús dice a los doce: “¿también ustedes quieren marcharse?” Simón Pedro, contestó: “Señor a quién iremos Tú tienes palabras de Vida Eterna: Tú eres el Santo de DIOS.
EL PROYECTO DE JESÚS ES EL AMOR JESÚS Y SUS PALABRAS QUE ESCANDALIZAN: 1. Cuando Jesús afirma: “Quien coma mi carne y beba mi sangre, come el verdadero alimento y consume la verdadera bebida”, algunos seguidores y sus discípulos se escandalizaron y dieron paso atrás. 2. JESÚS viendo esta actitud y adivinando el pensamiento de sus discípulos hace esta afirmación: “Sólo el Espíritu es el que da la vida, la carne no sirve para nada” reafirma diciendo, las Palabras que les he dicho son Espíritu y Vida.
EXIGENCIAS DEL MENSAJE DE JESÚS:
A. los mensajes de JESÚS, te generan admiración, luz interior. B. Escuchas las exigencias Evangélicas y piensas ¿esto quien lo puede cumplir? C. + no soy capaz de perdonar como lo pide JESÚS. + servir y ayudar a los demás, (renunciar a mis bienes y darlo a los pobres) me escandalizo con estas palabras. + la fidelidad es exigencia inhumana. + Te escandalizas con las palabras de Jesús y te cuesta asumirlas.
REFLEXIONA: a. Dices ni que yo fuera santo (a). b. Olvidas que la Santidad no es solo para unos. c. La Santidad es un llamado Universal que DIOS hace a hombres y mujeres de buena voluntad.
PROYECTO DE JESÚS: 1. ÉL preguntó, ustedes me dejarán? Pedro le dice: “Señor a quien iremos, sólo tú tienes palabras de Vida Eterna, Nosotros sabemos que eres el Santo de DIOS”. 2. La exigencia cristiana, (perdonar de corazón, ser fiel en el amor, relativizar los bienes) es difícil. Piensas: 3. Qué proyecto escojo?. Solo en JESÚS y su Proyecto hay sabiduría, Verdad, Luz, Palabras de Vida Eterna. 4. En la primera lectura (Josué), le pregunta al pueblo si les es duro servir al Señor, que elijan a quién: si al DIOS de Abraham… o a otros dioses; el pueblo responde: “Lejos de nosotros abandonar al Señor, ÉL es nuestro DIOS”. 5. Hoy se te presentan proyectos de servir al dinero, a la imagen y logras desengaños, Vuelve tu mirada sobre JESÚS y su proyecto de Amor, Servicio, Donación, Vida Eterna. 6. El Salmo responsorial de hoy el 34, te invita a: Gustar, Saborear, Probar, Comer a CRISTO, a recibirlo en tu vida, asimilarlo, Cristificarte y luego reconoce: cuán bueno, suave, amoroso, luminoso es el SEÑOR, dichoso quien se acoge a ÉL. Luego dice el salmista: A. Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está en mi boca, mi alma se gloría en el Señor. B. Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus Angustias. C. Una Promesa _ Bendición: Aunque el justo, sufra muchos males, de todos los libra el Señor
MEDITA: Se te presentan PROYECTOS como el dios dinero, el poder, la fama, el bienestar, pero NADA ni NADIE es como el DIOS del CIELO, el DIOS AMOR.
Repite con el Apóstol Pedro: “Señor, a dónde iré, sólo TÚ tienes Palabras de Vida Eterna”
Con palabras de San Juan Pablo II, HM Televisión invita a los jóvenes a participar activa y espiritualmente en la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que se reunirá del 3 al 28 de Octubre de 2018 para tratar los interrogantes que el joven de hoy tiene sobre su propia vida, fe y vocación.
El Papa reconoce y condena «con dolor y vergüenza las atrocidades cometidas por miembros de la Iglesia»
El Papa ha publicado una carta escrita a todo el pueblo de Dios en la que condena «con fuerza» el «crimen» de los abusos sexuales a menores perpetrados por miembros de la Iglesia, y pide «unir esfuerzos para erradicar esta cultura de muerte».
Es el segundo pronunciamiento de la jerarquía de la Iglesia Católica sobre este tema en menos de una semana después del comunicado del viernes del director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Greg Burk, en el que decía que la Iglesia siente «vergüenza y dolor» ante «estos horribles crímenes» que condena «inequívocamente».
Ambas declaraciones han surgido tras la reciente publicación de un informe del Gran Jurado de Pensilvania que reveló los abusos sufridos por cerca de 1.000 menores de edad por parte de 300 sacerdotes en los últimos 70 años.
Garantizar la protección de los menores
La carta de Francisco –publicada este lunes– pretende «reafirmar una vez más nuestro compromiso para garantizar la protección de los menores y de los adultos en situación de vulnerabilidad».
Sin embargo, el Pontífice reconoce que «mirando hacia el pasado nunca será suficiente lo que se haga para pedir perdón y buscar reparar el daño causado» y «mirando hacia el futuro nunca será poco todo lo que se haga para generar una cultura capaz de evitar que estas situaciones no solo no se repitan, sino que no encuentren espacios para ser encubiertas y perpetuarse».
Dolor de las víctimas
En la misiva, el Santo Padre asegura que «la mayoría de los casos» descritos en el informe de Pensilvania «corresponden al pasado», pero «con el correr del tiempo hemos conocido el dolor de muchas de las víctimas y constatamos que las heridas nunca desaparecen; las heridas nunca prescriben».
El dolor de estas víctimas –que «también es nuestro dolor»– «es un gemido que clama al cielo, que llega al alma y que durante mucho tiempo fue ignorado, callado o silenciado», reconoce Bergoglio. «Pero su grito fue más fuerte que todas las medidas que lo intentaron silenciar o, incluso, que pretendieron resolverlo con decisiones que aumentaron la gravedad cayendo en la complicidad. Clamor que el Señor escuchó demostrándonos, una vez más, de qué parte quiere estar».
Asimismo, el Papa asegura «con vergüenza y arrepentimiento» que «no supimos estar donde teníamos que estar, que no actuamos a tiempo reconociendo la magnitud y la gravedad del daño que se estaba causando en tantas vidas».
No basta con pedir perdón
Ante la magnitud de los hechos, y la falta de respuestas en el pasado, Francisco subraya en la carta que «no basta» asumir los hechos y tomar conciencia de lo sucedido, y pide proteger a las víctimas y rescatarlas de su dolor. «Si en el pasado la omisión pudo convertirse en una forma de respuesta, hoy queremos que la solidaridad, entendido en su sentido más hondo y desafiante, se convierta en nuestro modo de hacer la historia presente y futura».
En este sentido, exige «denunciar todo aquello que ponga en peligro la integridad de cualquier persona» y «luchar contra todo tipo de corrupción, especialmente la espiritual».
Demora en las soluciones
En la carta, el Papa también ha querido reconocer el trabajo que se está desarrollando en distintas partes del mundo para garantizar y generar las mediaciones necesarias que den seguridad y protejan la integridad de niños y de adultos en estado de vulnerabilidad.
De esta forma, se ha referido a la «implementación de la tolerancia cero y de los modos de rendir cuentas por parte de todos aquellos que realicen o encubran estos delitos». Sin embargo, ha admitido, «nos hemos demorado en aplicar estas acciones y sanciones tan necesarias, pero confío en que ayudarán a garantizar una mayor cultura del cuidado en el presente y en el futuro».
Contra el clericalismo
Antes de concluir, el Santo Padre ha invitado a todo el pueblo de Dios a la oración y a la penitencia y ha reclamado la participación activa de los laicos. «Es necesario que cada uno de los bautizados se sienta involucrado en la transformación eclesial y social que tanto necesitamos», ha dicho.
En este sentido, ha reconocido que «es imposible imaginar una conversión sin la participación activa de todos los integrantes del pueblo de Dios. Es más, cada vez que hemos intentado suplantar, acallar, ignorar, reducir a pequeñas élites al pueblo de Dios, construimos comunidades, planes, acentuaciones teológicas, espiritualidades y estructuras sin raíces, sin memoria, sin rostro, sin cuerpo, en definitiva, sin vida».
Por ello ha arremetido contra el clericalismo que ha definido como «una manera anómala de entender la autoridad en la Iglesia» y de la que ha dicho que es común «en muchas comunidades en las que se han dado las conductas de abuso sexual, de poder y de conciencia».
Para Francisco, el clericalismo no solo anula la personalidad de los cristianos, sino que tiene «una tendencia a disminuir y desvalorizar la gracia bautismal que el Espíritu Santo puso en el corazón de la gente». «El clericalismo, favorecido sea por los propios sacerdotes como por los laicos, genera una escisión en el cuerpo eclesial que beneficia y ayuda a perpetuar muchos de los males que hoy denunciamos. Decir “no al abuso”, es decir enérgicamente “no a cualquier forma de clericalismo”».
«Es imprescindible que como Iglesia podamos reconocer y condenar con dolor y vergüenza las atrocidades cometidas por personas consagradas, clérigos e incluso por todos aquellos que tenían la misión de velar y cuidar a los más vulnerables. Pidamos perdón por los pecados propios y ajenos. La conciencia de pecado nos ayuda a reconocer los errores, los delitos y las heridas generadas en el pasado y nos permite abrirnos y comprometernos más con el presente en un camino de renovada conversión», concluye.
La Parroquia de San Pío X de Logroño
va a conmemorar la Festividad de su Titular, que da nombre a
la Iglesia, con la celebración del Solemne Triduo
Su Santidad Papa Pío X después de 11 años de
Pontificado (1903/1914), declarado por el Papa Pío XII beato el 3 de junio de
1951 y canonizado el 3 de septiembre de 1954.
Recordando su fecha de fallecimiento, se celebra
su Festividad y por tal motivo la comunidad parroquial de la Iglesia de San Pío
X celebrará el Solemne Triduo durante los días 19,
20 y 21 de Agosto, donde durante las celebraciones se dará a besar la Reliquia
Día 19: A las 12:00 Misa Familiar del Domingo, con la participación del coro Parroquial
A las 14:00 comida de fraternidad
Día 20; Misa a las 10:00 (Intención por la Pastoral de la Parroquia)
Día 21; Festividad de San Pío X. Misa a las 10:00 y Bendición con el Santísimo
El tema de la pena de muerte es algo para muchos católicos muy difícil de hablar. Dentro de la misma Iglesia hay opiniones a favor y en contra. Pero el Papa Francisco declaró esta práctica como inadmisible en cualquier caso
S. Maximiliano María Kolbe, una figura grandiosa en el catolicismo del siglo XX. Kolbe fue un hombre de un celo apostólico extraordinario, un precursor en el uso de los medios de comunicación social para la transmisión del Evangelio y que consumó su vida con el testimonio del amor más grande: ser mártir de la caridad en Auschwitz. El manantial de todo su dinamismo fue su amor apasionado a la Madre de Dios. Es conocido como "el loco de la Inmaculada". En medio de muchas dificultades exteriores, limitado físicamente por la tuberculosis, trabajó con pasión por la extensión del Evangelio. Estuvo como misionero en Japón, y sus publicaciones llegaron a la India, a China, incluso a Arabia. Fundó en Polonia una ciudad para la Inmaculada: Niepokalanow. S. Maximiliano María es un ejemplo vivo de la generosidad apasionada en la entrega a Dios que puede suscitar la devoción a María, cuando es auténtica. Ser posesión de la Inmaculada era su ideal. Ella le llevó al don completo de sí mismo, a ser imitador perfecto de Jesucristo: nadie tiene amor más grande que aquel que da la vida por su amigos. También nosotros nos sentimos llamados a anunciar el Evangelio a través de los medios de comunicación social. Queremos ofrecer la mayoría de nuestros programas gratuitamente para que puedan servir de ayuda en la evangelización. Ponte en contacto con nosotros. En nombre de la Madre de Dios, ¡muchas gracias¡
Antes del rezo del Ángelus de este 5 de agosto, el Papa Francisco explicó el Evangelio del día en el que la muchedumbre busca a Jesús, pero a Él “no le basta que la gente lo busque, quiere que la gente lo conozca, quiere que la búsqueda de Él y el encuentro con Él vayan más allá de la satisfacción inmediata de la necesidad material”. “El Señor nos invita a no olvidar que, si bien es necesario preocuparnos por el pan material, todavía más importante es cultivar la relación con Él, reforzar nuestra fe en Él que es el Pan de Vida, que ha venido para saciar nuestra hambre de verdad, de justicia, de amor”, explicó.