jueves, 30 de septiembre de 2021

Plática Introductoria # 3 | Peregrinación de Sanación | Magdala

 

EL MANANTIAL DE LA VIDA. EVANGELIO, 30 DE SEPTIEMBRE

 La mies es mucha y los obreros pocos

1.- Oración introductoria.

Hoy, Señor, vengo a la oración para que “desenmascares” mi vida. Me doy cuenta de que puedo contarme en el número inmenso de fariseos y escribas que vivían bien a costa de la religión. Estaban contentos bebiendo en odres viejos, sin aportar nada del “nuevo vino” traído por Jesús. Te pido, Señor, que cambies mi vida, que me conviertas al evangelio, que me embriagues con el vino nuevo de tu salvación.


2.- Lectura reposada del evangelio. Lucas 10, 1-12

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir. Y les dijo: La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies. Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saludéis a nadie en el camino. En la casa en que entréis, decid primero: «Paz a esta casa.» Y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros. Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayáis de casa en casa. En la ciudad en que entréis y os reciban, comed lo que os pongan; curad los enfermos que haya en ella, y decidles: «El Reino de Dios está cerca de vosotros.» En la ciudad en que entréis y no os reciban, salid a sus plazas y decid: «Hasta el polvo de vuestra ciudad que se nos ha pegado a los pies, os lo sacudimos. Pero sabed, con todo, que el Reino de Dios está cerca.» Os digo que en aquel Día habrá menos rigor para Sodoma que para aquella ciudad.

3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión.

El envío de los 72 discípulos nos está diciendo con toda claridad que la misión en la Iglesia no es privativa de los “doce apóstoles” sino de todos los fieles. Es lo que nos propone San Mateo al final de su evangelio: “Id y haced discípulos a todos pueblos” (Mt. 28,19). Uno no se hace discípulo del Señor por el hecho de haber sido bautizado. Uno no se hace cristiano para disfrutar del privilegio de serlo. Uno se hace cristiano para transmitir a otros lo que ha vivido y experimentado en el seguimiento de Jesús. Los envía a las ciudades “donde iba a ir Él”. Jesús nos envía por delante, pero no nos abandona. Es posible que cometamos errores, que no hagamos bien las cosas. Detrás de nosotros vendrá Jesús a arreglar las cosas que hemos hecho malLo importante es vivir lo que predicamos. “La mies es mucha y los obreros pocos”.   

En tiempo de Jesús, los que se dedicaban a manejar la Biblia y explicarla al pueblo se podían contar por millares. ¿Por qué dice Jesús que eran pocos? Esos escribas y fariseos no le interesaban a Jesús. No aportaban nada interesante.  Jesús necesita “savia nueva” hombres y mujeres que viven entusiasmados por la causa de Jesús; personas que han experimentado “el gozo del evangelio” y quieren contagiarlo a los demás. Hoy día sobramos curas, monjas y seglares pasivos, anodinos, aburguesados, sin capacidad de novedad y de sorpresa. No es cuestión de cantidad sino de calidad.

Palabra del Papa

“Jesús envía a setenta y dos discípulos a la gran mies que es el mundo, invitándoles a rezar para que el Señor de la mies, mande obreros a su mies; pero no les envía con medios potentes sino «como corderos en medio de lobos», sin bolsa ni cayado, ni sandalias. San Juan Crisóstomo, en una de sus homilías, comenta: “Siempre que seamos corderos, venceremos y aunque estemos rodeados de muchos lobos, conseguiremos superarlos. Pero si nos convertimos en lobos, seremos derrotados, porque nos faltará la ayuda del Pastor”. Los cristianos no deben ceder nunca a la tentación de convertirse en lobos entre lobos; el reino de paz de Cristo no se extiende con el poder, con la fuerza, con la violencia sino con el don de uno mismo, con el amor llevado al extremo, también a los enemigos. Jesús no vence al mundo con la fuerza de las armas, sino con la fuerza de la Cruz, que es la verdadera garantía de la victoria. Y esto tiene como consecuencia para quien quiere ser discípulo del Señor, su enviado, el estar preparado para la pasión y para el martirio, para perder la propia vida por Él, para que en el mundo triunfe el bien, el amor, la paz. Esta es la condición para poder decir, entrando en toda realidad: «Paz a esta casa». Benedicto XVI, 26 de octubre de 2011.

4.- Qué me dice hoy a mí este evangelio que acabo de meditar. (Guardo silencio).

5.-Propósito: Pensar seriamente si la sal que hay en mí se ha vuelto sosa. Si es así, ¿qué sentido tiene seguir viviendo de esta manera?

6- Dios me ha hablado 6hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Gracias, Señor, por este rato de oración que he pasado contigo. Gracias porque cuentas conmigo y me mandas a llevar tu evangelio allá donde todavía no es conocido. Haz que cada día me alimente de tu pan; sacie mi sed con el agua de tu fuente; beba del vino de la Eucaristía y sea luz y sal en este mundo apagado y aburrido.


Memoria de san Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia, que, nacido en Dalmacia, en la actual Croacia, estudió en Roma, cultivando con esmero todos los saberes, y allí recibió el bautismo cristiano. Después, captado por el valor de la vida contemplativa, se entregó a la existencia ascética yendo a Oriente, donde se ordenó de presbítero. Vuelto a Roma, fue secretario del papa Dámaso, hasta que, fijando su residencia en Belén de Judea, vivió una vida monástica dedicado a traducir y explicar las Sagradas Escrituras, revelándose como insigne doctor. De modo admirable fue partícipe de muchas necesidades de la Iglesia y, finalmente, llegando a una edad provecta, descansó en la paz del Señor († 420).

miércoles, 29 de septiembre de 2021

IMAGEN DEL DÍA

 


Como miembros de la Iglesia que fundó Cristo, estamos llamados a ser misericordiosos con los demás, creyentes o no, pecadores o santos, y a mostrarles con nuestros hechos que Dios es el Padre de todos y a todos quiere. No juzguemos a los otros, ni lancemos anatemas contra quienes no comparten nuestras ideas. Más bien, mostremos que somos todos hijos de un mismo Padre lleno de misericordia.

martes, 28 de septiembre de 2021

Plática Introductoria # 2 | Peregrinación de Sanación | Magdala

 

EL MANANTIAL DE LA VIDA. EVANGELIO, 29 DE SEPTIEBRE. SANTOS ARCÁNGELES MIGUEL, GABRIEL Y RAFAEL


Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño

1.- Introducción

Señor, en este día en que se celebra de un modo especial a San Miguel Arcángel, yo te pido en este rato de oración que Tú, Dios mío, seas siempre lo primero, lo absoluto, lo definitivo para mí. Que jamás me apoye en ídolos de barro, en dioses falsos que, al poner mi corazón en ellos, me vacían, me frustran, me decepcionan. Haz que Tú seas para mí “el Dios de mi vida”, el que me empuja a vivir y gozar de tantas cosas buenas y bonitas que has creado para que yo las disfrute.



2.- Lectura reposada del evangelio Juan 1, 47-51

Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño. Le dice Natanael: ¿De qué me conoces? Le respondió Jesús: Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. Le respondió Natanael: Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel. Jesús le contestó: ¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores. Y le añadió: En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.

3.-Qué dice el texto

Meditación-reflexión

En el texto de la Misa aparece la figura de Natanael como el hombre sincero, sin trastienda ni fachada, sin engaño. Jesús le alaba porque se siente a gusto con él. Está ya cansado de la postura de los fariseos con su doble vida, con sus argumentos retorcidos, con su afán de ser alabados por el pueblo. Hoy, en el día de San Miguel, el evangelio nos habla de la misión de los ángeles: ser mensajeros de Dios entre los hombres. San Miguel es el arcángel sincero y cabal, el que defiende a Dios “con capa y espada”. No tolera que nadie le haga sombra entre todas sus criaturas: ¿Quién como Dios?  Bonita frase para el mundo de hoy que trata de orillar y silenciar a Dios. San Miguel no sólo habla sino que “grita” esa soberanía de Dios. En realidad, la verdadera “escala de Jacob” por donde Dios se comunica ahora ya no es ni Miguel ni ningún ángel sino Jesús el Hijo de Dios. Él ha descendido por esa escala y nos ha traído la bondad y la ternura de nuestro Padre Dios. Y nos ha dicho a todos algo muy importante: que todos nosotros debemos ser ángeles los unos para con los otros, ángeles de paz, de amor y de esperanza.

Palabra del Papa

“Volviendo a la escena de la vocación, el evangelista nos dice que, cuando Jesús ve que Natanael se acerca, exclama: “Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño”. Se trata de un elogio que recuerda al texto de un Salmo: “Dichoso el hombre […] en cuyo espíritu no hay fraude”, pero que suscita la curiosidad de Natanael, quien replica sorprendido: “¿De qué me conoces?”. La respuesta de Jesús no se entiende en un primer momento. Le dice: “Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi”. Hoy es difícil darse cuenta con precisión del sentido de estas últimas palabras. Según dicen los especialistas, es posible que, dado que a veces se menciona a la higuera como el árbol bajo el que se sentaban los doctores de la ley para leer la Biblia y enseñarla, está aludiendo a este tipo de ocupación desempeñada por Natanael en el momento de su llamada”. (Homilía de Benedicto XVI, 4 de octubre de 2006).


4.- Qué me dice hoy a mí este texto que acabo de meditar. (Silencio)

5.- Propósito: Que ninguna criatura se anteponga a Dios en mi vida.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Al acabar este rato de oración te pido que yo sea “sincero” como Natanael; que no tenga miedo a la verdad; que la busque con todo el corazón, y que si me equivoco alguna vez, tenga la valentía de decir que me he equivocado. También te pido ser un “ángel de luz” para los que viven en tinieblas; un “ángel de paz” para los que viven en guerra; un “ángel de amor” para los que viven con odios.

Fiesta de los santos arcángeles MiguelGabriel y Rafael. En el día de la dedicación de la basílica bajo el título de San Miguel, en la vía Salaria, a seis miliarios de Roma, se celebran juntamente los tres arcángeles, de quienes la Sagrada Escritura revela misiones singulares y que, sirviendo a Dios día y noche, y contemplando su rostro, a él glorifican sin cesar.

IMAGEN DEL DÍA

 

No seamos impacientes ni abandonemos el camino ante el primer impedimento que encontremos en él. A la meta se llega con esfuerzo, sacrificio y perseverancia. Y en la meta está el premio que recibiremos a su debido tiempo. No tengamos prisa por llegar cuanto antes, saltándonos todos los controles. Aprendamos a vivir cristianamente, a pesar de los obstáculos que haya en nuestras vidas. Seamos pacientes y perseverantes

Plática Introductoria # 1 | Peregrinación de Sanación | Magdala

 

Rompiendo la Vasija - ejercicio para la Peregrinación de sanación

 

EL MANANTIAL DE LA VIDA. EVANGELIO, 28 DE SEPTIEMBRE

 Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?

1.-Introducción.

Señor, hoy te pido que me des un espíritu grande para que te sepa imitar a Ti y no caiga en la trampa de los hombres que tienen miras cortas, como los samaritanos; y espíritu vengativo, como los apóstoles. ¡Qué sería de nosotros si no estuvieras Tú! Tú que ensanchas nuestra mente estrecha y dilatas nuestro corazón encogido. ¡Gracias, Señor!


2.- Lectura reposada del Evangelio. Lucas 9, 51-56

Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén, y envió mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada; pero no le recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén. Al verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma? Pero volviéndose, les reprendió y dijo: No sabéis de qué espíritu sois. Porque el Hijo del Hombre no ha venido a perder a los hombres, sino a salvarlos. Y se fueron a otro pueblo.

3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión

La luz brilla en las tinieblas y la grandeza de Jesús en medio de las mezquindades de los hombres. Mezquina la postura de los samaritanos que no quieren recibir a Jesús simplemente porque camina a Jerusalén, la ciudad enemiga. Y rastrera la postura de los discípulos que quieren vengarse y le piden a Jesús que mande fuego del cielo y los arrase a todos. En medio de tanta miseria y mezquindad está la postura magnánima de Jesús que no cambia la ruta de su camino a Jerusalén, aunque sabe que le espera la muerte. Para Jesús, lo que tiene que hacer en la vida es más importante que la vida misma. “El celo le devora”. Y Jesús es devorado por la misión que el Padre le ha encomendado. Grandeza también de Jesús frente a sus discípulos Santiago y Juan. Piden a Jesús fuego del cielo para que arrase la ciudad que no lo ha querido recibir. Jesús les regaña. Les echa en cara lo poco que han aprendido en el tiempo que llevan con Él. Ni tirando piedras se solucionan las cosas, como en el caso de la adúltera, ni con fuego material se evangeliza una ciudad. Hay que cambiar las piedras y convertirlas en perdón. Y hay que cambiar el fuego de la venganza en fuego de amor. Éste fuego de amor es el que pide Jesús al Padre para que el mundo arda de ternura y de misericordia.

Palabra del Papa.

“Jesús acoge, ama, levanta, anima, perdona y da nuevamente la fuerza para caminar, devuelve la vida. Vemos en todo el Evangelio cómo Jesús trae con gestos y palabras la vida de Dios que transforma. Es la experiencia de la mujer que unge los pies del Señor con perfume: se siente comprendida, amada, y responde con un gesto de amor, se deja tocar por la misericordia de Dios y obtiene el perdón, comienza una vida nueva. Dios, el Viviente, es misericordioso” (Jornada “Evangelium Vitae, 16-6-13).

4.- Qué me dice a mí hoy este texto ya meditado. (Guardo silencio)

5.- Propósito. Acordarme durante este día de la grandeza de Jesús para no encerrarme en pensamientos cortos o, peor aún, miserables.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, si me miro a mí mismo, si confío en mis fuerzas, me veo por dentro tan ruin como los samaritanos y tan deleznable como tus discípulos. Por eso quiero levantar mi mirada y mirarte solo a Ti. En Ti encuentro grandeza de alma, amplitud de miras, fuerza ante la dificultad, voluntad insobornable ante tu misión. Sólo contigo mi debilidad se hace fuerte; mi pequeñez se hace grande; y mi miseria se convierte en misericordia.

lunes, 27 de septiembre de 2021

EL MANANTIAL DE LA VIDA. EVANGELIO, 27 DE SEPTIEMBRE

 ¿Quién será el mayor?

1.- Oración introductoria.

Señor, en este día te suplico que me des “alma de niño”. Que mi único tesoro seas Tú,  que no ambicione ni riquezas ni poder, ni gloria de este mundo. Yo sólo quiero ser importante por todo lo que Tú me das; y más importante todavía por lo feliz que vivo totalmente despreocupado de mis cosas, incluso de mí mismo. Como un niño me siento feliz en tus manos y todo lo espero de Ti.

2.- Lectura reposada del evangelio: Lucas 9, 46-50

En aquel tiempo se suscitó una discusión entre ellos sobre quién de ellos sería el mayor. Conociendo Jesús lo que pensaban en su corazón, tomó a un niño, le puso a su lado, y les dijo: «El que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, recibe a Aquel que me ha enviado; pues el más pequeño de entre vosotros, ése es mayor». Tomando Juan la palabra, dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no viene con nosotros». Pero Jesús le dijo: «No se lo impidáis, pues el que no está contra vosotros, está por vosotros».

3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión

El ansia de ser el mayor entre los otros, de dominarlos, de disponer de ellos, responde a una inclinación muy fuerte, muy arraigada en el corazón del hombre, también en el de los discípulos. A veces, el ansia de dominar se tiene escondida o se disimula tras una máscara. Los dominadores de los pueblos se hacen llamar «bienhechores» .Por eso hay que estar muy alerta para no dejarse dominar por este mal que puede arruinar a las personas. Hay que desenmascararlo a tiempo. Cuando ha habido un movimiento sísmico y pasan los técnicos para comprobar el estado de las viviendas que han permanecido en pie, lo que les interesa es saber cómo ha quedado dañada la “estructura del edificio”. Si ha sido afectada, no cabe remodelación, hay que tirarlo del todo. Según el evangelio, cuando un discípulo suyo, -sea sacerdote, obispo, o Papa- está tocado de este  mal y quiere ser “el más grande” para así dominar a los demás, debe desaparecer, porque constituye un grave peligro para todo el edificio de la Iglesia.  Y ¿por qué Jesús ha sido tan exigente en este punto?  Jesús, el más grande, que fue entregado en manos de los hombres a fin de que dispusieran de él, trastorna todas las normas. Los pequeños vienen a ser los mayores, los humildes se convierten en señores, los dominadores se hacen esclavos. Esta revolución de los corazones tiene lugar en nombre de aquel que, siendo Hijo de Dios, inició aquí en la tierra una escalada de “descenso”. Y no puede tolerar que, entre los suyos, se de una “escalada de ascenso”.

Palabra del Papa.

“Jesús enseña a los apóstoles a ser como niños. Los discípulos peleaban sobre quién era el más grande entre ellos: había una disputa interna… el carrerismo. Estos que son los primeros obispos, tuvieron esta tentación. ‘Eh, yo quiero ser más grande que tú…’. No era un buen ejemplo que los primeros obispos hagan esto, pero era la realidad. Y Jesús les enseñaba la verdadera actitud, la de los niños. La docilidad, la necesidad de consejo, la necesidad de ayuda, porque el niño es precisamente el signo de la necesidad de ayuda, de docilidad para ir adelante… Este es el camino. No quién es más grande. Los que están más cerca de la actitud de un niño están más cerca de la contemplación del Padre”. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 2 de octubre de 2014, en Santa Marta).

4.- Qué me dice hoy a mí este texto ya meditado. (Guardo silencio)

5.-Propósito. En este día voy a poner mi mirada en lo pobre, lo pequeño, lo humilde y sencillo que me ocurra en este día.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Gracias, Señor por las enseñanzas de este día. Nunca me había parado a pensar en lo peligroso que es el “virus” de la autocomplacencia, del querer ser más, del querer dominar a los demás. He comprendido muy bien que el verdadero camino para ir al Padre eres Tú; y que el verdadero camino para ir a Ti es “un niño”, un niño  que se siente seguro no en sí mismo sino en su papá. El niño sabe que tiene unos pies muy frágiles y se puede caer; pero también sabe que su padre tiene unos brazos muy fuertes que le sostienen. 

Memoria de san Vicente de Paúl, presbítero, que lleno de espíritu sacerdotal y entregado en París al servicio de los pobres, veía el rostro del Señor en cada persona doliente. Fundó la Congregación de la Misión (Paúles), al modo de la primitiva Iglesia, para formar santamente al clero y ayudar a los necesitados, y con la cooperación de santa Luisa de Marillac, fundó también la Congregación de las Hijas de la Caridad († 1660).

IMAGENDEL DÍA

 

¡Cuántas veces juzgamos a los otros sin compasión alguna! Más nos valdría estar abiertos al perdón hacia los que no piensan como nosotros, o a los que yerran en sus actos. Ser justos exige que seamos más severos con nosotros mismos y menos justicieros con los demás. A menudo actuamos con crueldad y exigimos el castigo en vez de ofrecer y pedir el perdón para los que se han equivocado.

sábado, 25 de septiembre de 2021

CONSEJO PARROQUIAL DE PASTORAL

 


Después de un largo tiempo sin  reunirnos por motivos de la pandemia os convoco al Consejo Parroquial  este próximo lunes bajo el lema del Papa San Pío X “RESTAURAR TODAS LAS COSAS EN CRISTO”

 

27 de Septiembre

a las 7,00 de la tardE

 

1º Oración par el comienzo del curso

Aquí nos tienes, Señor Espíritu Santo. Aquí nos tienes reunidos en tu nombre. Dígnate purificar nuestros corazones. Enséñanos que hemos de hacer. Muéstranos por donde debemos caminar. Descúbrenos aquello que debemos hacer. Sé nuestro único inspirador y el autor de nuestras decisiones. No permitas que pequemos contra la Justicia, Tú que estimas la equidad. Que la ignorancia no nos desgarre, ni la simpatía nos doblegue. Únenos a Ti para que seamos una sola cosa y que nada nos desvíe de la Verdad, reunidos como estamos en tu nombre. Amén.

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2º Orientaciones Pastorales para el curso 2021/2022

3º Calendario Diocesano

4º Renovación del Consejo Parroquial (Propuestas)

5º Programación Parroquia (catequesis infantil y juvenil, Cáritas, vida ascendente, formación, …)

6º Ruegos y preguntas

IMAGEN DEL DÍA

 

La fuerza inmensa que nace de Jesús presente en el Pan y el Vino nos empuja a vivir conforme nos marca la doctrina que Él nos dejó en las páginas del Evangelio. Es la realidad gozosa de sentir plenamente que está presente entre nosotros, nos comprende, nos ayuda y nos ama. Y nunca nos abandona, porque nos ha prometido estar a nuestro lado hasta el final.

EL MANANTIAL DE LA VIDA.Domingo 26, tiempo ordinario: 26 de septiembre de 2021

 El que no está contra nosotros está a favor nuestro

INTRODUCCIÓN

A pesar de que Jesús les acaba de decir que el que quiera ser de los suyos tiene que cargar con la cruz, a pesar de que les ha dicho que el que quiera ser primero sea el último y el servidor, los apóstoles siguen sin entender. Una vez más, Jesús tiene que corregir su afán de superioridad. Siguen empeñados en ser ellos los que controlen el naciente movimiento en torno a Jesús. Con el pretexto de celo, buscan afianzar privilegios. Seguramente se trata de problemas planteados en la comunidad donde se escribe el evangelio. (Fray Marcos).


TEXTOS BÍBLICOS

1ª Lectura: Num. 11,25-29.      2ª Lectura: Sant. 5,1-6.

EVANGELIO

Marcos 9,38-43.45.47-48:

En aquel tiempo, Juan dijo a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y se lo hemos prohibido, porque no es de nuestro grupo.» Jesús replicó: «No se lo prohibáis, porque nadie que haga un milagro en mi nombre puede luego hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros está a favor nuestro. Os aseguro que el que os dé a beber un vaso de agua porque sois del Mesías no quedará sin recompensa. Al que sea ocasión de pecado para uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran del cuello una piedra de molino y lo echaran al mar. Y si tu mano es ocasión de pecado para ti, córtatela. Más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al fuego eterno que no se extingue. Y si tu pie es ocasión de pecado para ti, córtatelo. Más te vale entrar cojo en la vida, que ser arrojado con los dos pies al fuego eterno. Y si tu ojo es ocasión de pecado para ti, sácatelo. Más te vale entrar tuerto en el reino de Dios que ser arrojado con los dos ojos al fuego eterno, donde el gusano que roe no muere y el fuego no se extingue.»

REFLEXIÓN

 1.– Primera lectura: Dios no quiere que el poder se concentre en una sola persona (Num. 11,25-29).  

En este bello texto hay una queja de Moisés a Dios: “Este pueblo es demasiado pesado para mí. No puedo cargar yo solo con él”. Y Yahvé le da la solución:” Reúneme setenta ancianos de Israel…tomaré parte del espíritu que hay en ti y lo pondré en ellos para que lleven contigo la carga del pueblo”. Y, en cuanto se posó sobre ellos el espíritu se pusieron a profetizar. Notemos que el que tiene el poder es Moisés, el gran legislador de Israel, aquel “que hablaba con Dios cara a cara, como un amigo habla con su amigo” (Ex. 33,11).  Es voluntad de Dios que no sólo los malos legisladores, ni los mediocres, sino también los buenos, los elegidos directamente por Dios, repartan responsabilidades. El Papa debe compartir responsabilidades con los Obispos; éstos con los sacerdotes y éstos con sus fieles. La Iglesia de Jesús debe ser “circular” y no “piramidal”. Una imagen bonita de Iglesia es una mesa redonda donde Jesús está en medio como el Importante y los demás alrededor, participando de su pan y de su vino. El Papa Francisco habla de la descentralización de la Iglesia, de una Iglesia “Sinodal” que “juntos, hacen el mismo camino”.

2.– Segunda lectura: Dios no quiere que las riquezas se acumulen en unas solas manos.

El apóstol Santiago lanza terribles amenazas a los que se han enriquecido con el sudor de los obreros. “El jornal defraudado a los obreros está clamando contra vosotros”. Nos viene a decir que “las aguas estancadas se corrompen” y los “vestidos que no se comparten con los que están desnudos, se apolillan”. El plan de Dios es que los bienes de este mundo lleguen a todos. Es un escándalo que una persona, por el hecho de haber nacido en el primer mundo tenga de todo y otra, por haber nacido en el tercero, no tenga de nada. Parece que lo importante al nacer es acertar con el lugar. El hecho de nacer, de ser persona, de estar hecho a imagen y semejanza de Dios, no sirve para nada. La vida así concebida es una lotería y, como toda lotería, son pocos los agraciados. El problema del hambre y de las necesidades más elementales, fácilmente se podrían solucionar “con lo que a nosotros nos sobra”.   Por eso, después de la multiplicación de los panes y de haberse saciado todos, Jesús, les dice: «recoged lo que ha sobrado y que nada se pierda” (Juan 6,12).

 3.– Evangelio: A Jesús no le gusta que algún grupo religioso se arrogue el monopolio de la fe.  

En la primera lectura, además de lo dicho, hay algo muy importante: Dos del grupo de los setenta no estaban con los demás cuando Moisés repartió el espíritu. Eran Eldad y Medad. A pesar de todo, también ellos profetizaron. Y Josué, hijo de Nun, pidió a Moisés que se lo prohibiera. Las palabras de Moisés son impresionantes: ¡Ojalá que todo el pueblo profetizara!  Encajan perfectamente con la actitud de Jesús. Desde el momento que Jesús nos ha enseñado a rezar diciendo PADRE NUESTRO, ¿Se puede decir de alguien que ése no es de los nuestros?  Los nuestros son todos los que son del Padre Dios “que hace salir el sol sobre buenos y malos”. (Mt. 5,45).  No se trata simplemente de tolerar lo malo que hay en los otros. Se trata de apreciar todo lo que hay de bueno en los demás. «La esencia del fanatismo reside en el deseo de obligar a los demás a cambiar”. Es esa tendencia tan común de mejorar al vecino, de enmendar a la esposa, de hacer ingeniero al niño o de enderezar al hermano en vez de dejarles ser” (Escritor israelí Amos Oz.) Los fanáticos, los fundamentalistas, suelen ser agresivos.  Daba en el clavo también el físico Andréi Sajarov cuando decía que «la intolerancia es la angustia de no tener razón».

PREGUNTAS

1.- ¿Me creo una persona imprescindible?  Cuando llega el momento de mi jubilación, ¿Sé dar paso a otro?  ¿Lo hago con gusto o con resignación?

2.- ¿Estoy convencido de que el verbo compartir es esencial al cristianismo? ¿O me gustan más los verbos: retener, atesorar, acumular?

3.- ¿Estoy abierto a las personas que no piensan como yo?  ¿Me gusta complementarme con la verdad del otro?

PEREGRINACIÓN DE SANACIÓN 2021


 

Recorriendo la Tierra Santa de la Mano de María Magdalena

Fechas: 28 de septiembre al 4 de noviembre

Dirigido por: P. Juan María Solana L.C., Gaby Jacoba y equipo de Magdala

¡Nos embarcamos en una nueva aventura virtual!

Te invitamos a recorrer de nuevo la Tierra Santa, pero esta vez desde una perspectiva diferente.

«Jesús recorría toda la Galilea, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del reino y curando todas las enfermedades y dolencias de la gente.

Su fama se extendió por toda la Siria, y le llevaban a todos los enfermos, afligidos por diversas enfermedades y sufrimientos: endemoniados, epilépticos y paralíticos, y él los curaba.

Lo seguían grandes multitudes…» Mt 4, 23 -25

Nosotros queremos ser parte de esa gran multitud, queremos seguirle y mostrarle nuestras heridas para que Él nos sane. Este mes de octubre te invitamos a recorrer Tierra Santa en una peregrinación de sanación, de la mano de María Magdalena.

¿QUIERES COMPARTIR LA PEREGRINACIÓN EN TU PARROQUIA O CON TU GRUPO DE ORACIÓN?

Descarga el siguiente poster promocional que te hemos preparado. Lo podrás imprimir y compartir donde tú veas que puede ser de interés.

EL MANANTIAL DE LA VIDA. EVANGELIO, 25 DE SEPTIEMBRE

 El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres.

1.- Introducción.

Señor, ¡qué difícil nos lo has puesto! El camino de la cruz nos repugna, nos tira hacia atrás, no lo podemos entender. No lo entendía Pedro, ni los apóstoles, ni tampoco nosotros. Pero Tú, Señor, ya has pasado por él, has ido por delante, no te has echado atrás a pesar de que tu carne se resistía. Señor, si Tú no nos ayudas, no podemos aceptar la cruz. Es demasiado pesada para nosotros. Si no somos capaces de llevarla, haznos, al menos, tus Cireneos.


2.- Lectura sosegada del evangelio:  Lucas 9, 43-45

En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: Poned en vuestros oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres. Pero ellos no entendían lo que les decía; les estaba velado de modo que no lo comprendían y temían preguntarle acerca de este asunto.

3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión

La cruz humanamente no se entiende. Sólo se puede vislumbrar desde “el amor desmedido” como le pasó a Jesús. Para una persona que ama poco, todo le parece mucho; pero para una persona que ama mucho, todo le parece poco. A Jesús le pareció poco el haberse encarnado, el haber pasado por la vida “como uno más, como uno de tantos”; le pareció poco todo lo que tuvo que padecer en su pasión. En el paroxismo del amor, no le retuvo ni siquiera la muerte en Cruz. El volver al Padre sin haber podido expresar el inmenso amor que nos tenía suponía para Él un sufrimiento más grande que la misma muerte en cruz. Jesús sintió por dentro una enorme satisfacción cuando pudo decir: “todo está cumplido”. Todo el amor ha llegado a plenitud. Qué bonito debe ser morir tomando entre las manos el libro de la existencia y poder decir como Jesús ¡Misión cumplida!

Palabra del Papa

“El Hijo del hombre va a ser entregado a las manos de los hombres», estas palabras de Jesús congelan a los discípulos que pensaban en un camino triunfal. Palabras que se mantenían misteriosas para ellos porque no entendían el sentido y tenían miedo de interrogarlo sobre este argumento. Tenían miedo de la Cruz. El mismo Pedro, después de esa confesión solemne en la región de Cesarea de Felipe, cuando Jesús dice esto otra vez, reprendía al Señor: ‘¡No, nunca, Señor! ¡Esto no!’ Tenía miedo de la Cruz, pero no solo los discípulos, no solo Pedro, ¡el mismo Jesús tenía miedo de la Cruz! Él no podía engañarse, Él sabía. Tanto era el miedo de Jesús que esa tarde del jueves sudó sangre; tanto era el miedo de Jesús que casi dijo lo mismo que Pedro, casi… «Padre, aparta de mí este cáliz. Pero que ¡se haga tu voluntad!» ¡Esta era la diferencia!». La Cruz nos da miedo también en la obra de evangelización, pero está la regla que el discípulo no es más grande del Maestro. Está la regla que no hay redención sin la efusión de la sangre, no hay obra apostólica fecunda sin la Cruz”. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 28 de septiembre de 201, en Santa Marta).

4.- Qué me dice hoy a mí este texto que ya he meditado. (Silencio)

5.-Propósito. Aceptaré hoy todo lo que no me guste, lo que me haga sufrir. Y así seré discípulo de Jesús.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Gracias, Señor, porque hoy me he asomado un poco al misterio de la Cruz, es decir, al misterio de tu amor, y me he quedado sin palabras. El amor que nos tienes únicamente puede expresarse por el misterio del amor más grande, el amor más fuerte, el amor más escandaloso, el amor más desinteresado, el amor más sacrificado. ¿Por qué no te imitaré, aunque sea un poco?

El Espejo de la Iglesia en La Rioja. 24 de septiembre

 

El Espejo de la Iglesia en La Rioja. Presentado por Santiago Ruiz, delegado de Medios de la Diócesis.

Hoy hablamos de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado. Del nuevo libro de Roberto Germán y de la campaña de temporeros de Cáritas Diocesana de La Rioja. Todo eso y mucho más en Cope Rioja.

viernes, 24 de septiembre de 2021

Oración a la Virgen de la Merced para romper cadenas

 

Cuenta la tradición que la Virgen se apareció simultáneamente al rey Jaime I de Aragón, a San Raimundo de Peñafort y a San Pedro Nolasco, encargándoles la liberación de los cristianos que estaban en poder de los musulmanes. Es el comienzo de la Orden de los Mercedarios, fundada en un principio para la redención de cautivos. La devoción a la Virgen Santísima bajo esta advocación está muy extendida por toda la Iglesia, especialmente desde el siglo XVII.


Tú, María, Virgen de la Merced,
bondadosa Madre de Dios,
que amas la libertad de tus hijos,
y empatizas con el sufrimiento de los prisioneros,
escucha lo que te pido:
rompe las cadenas de nuestro pecado,
para que libres de ellas,
podamos unirnos totalmente a tu Hijo, Jesús,
vivir como Él, libremente,
dedicados a aquello para lo que estamos hechos: amar.
Amén.
                  


EL MANANTIAL DE LA VIDA. EVANGELIO, 24 DE SEPTIEMBRE

 ¿Quién dice la gente que soy yo?

1.- Oración Introductoria.

Jesús, me impresiona la cantidad de veces que aparece en el evangelio que estabas “orando a solas”. Tenías necesidad de apartarte, de separarte incluso físicamente de todo y de todos, para “abismarte” en ese mar infinito del amor del Padre. Desde esa experiencia, se explica todo: la cercanía con todas las personas, especialmente con aquellas que, por cualquier motivo o prejuicio, se sienten lejos de ese Padre. Gracias por esas experiencias tuyas tan maravillosas.


2.- Lectura reposada del evangelio: Lucas 9, 18-22

Un día en que Jesús oraba a solas y sus discípulos estaban con él, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?». Ellos le respondieron: «Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los antiguos profetas que ha resucitado». «Pero ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy yo?». Pedro, tomando la palabra, respondió: «Tú eres el Mesías de Dios». Y él les ordenó terminantemente que no lo dijeran a nadie. «El Hijo del hombre, les dijo, debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día».

3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión

Para el evangelista Lucas, cuando Jesús quiere decir o hacer algo importante, siempre lo hace en “clima de oración”. Aquí se nos dice: “Jesús oraba a solas”. ¿Nos hemos detenido alguna vez en pensar en esos ratos largos de oración de Jesús a solas? Normalmente lo hacía en la montaña, “cuando todavía era muy oscuro” (Mc. 1,35). Y tal vez el no habernos detenido en algo tan esencial para Jesús, ha servido para que el verdadero rostro del Padre lo hayamos desdibujado. Porque el resultado de esa oración inefable y misteriosa de Jesús con el Padre, Jesús lo condensa en una palabra ABBA. Este es el gran mensaje de Jesús: que nuestro Dios es un Papá maravilloso. Cuando Jesús nos invita a decir Abbá no sólo quiere enseñarnos a orar sino que quiere que vivamos esa experiencia inefable que Él tiene con el Padre. Sólo desde esa experiencia, Jesús se atreve a preguntarnos por su persona. Sólo aquel que haya vivido una experiencia de cariño y de ternura con ese Abbá, está capacitado para responder por la figura de Jesús. Se equivocó Pedro, aunque le dijo que era “El Mesías”. Estaba pensando en otro tipo de “mesianismo”. Y nos equivocamos todos si no estamos en la onda con Jesús. ¿Quién es Jesús? El amado del Padre, el enamorado del Padre, el entusiasmado por ese Padre, el identificado con ese Padre, el que sólo tiene una ocupación y preocupación: el que caigamos en la cuenta de todo lo que nos quiere y que no puede hacer otra cosa que querernos con infinito amor. Él está al tanto de todo y sólo quiere que nos abandonemos en Él.

Palabra del Papa  

“En el Evangelio del día retrata en la forma de testigo valiente a Pedro, el que a la pregunta de Jesús a los apóstoles: «¿quién decís vosotros que soy yo?», afirma: «Tú eres el Cristo» […]. Esta primera pregunta: ‘¿quién soy yo para vosotros, para ti? – a Pedro, solamente se entiende a lo largo de una camino, después de un largo camino, un camino de gracia y de pecado, un camino de discípulo. Jesús, a Pedro y a sus apósteles, no ha dicho ‘¡Conóceme!’ ha dicho ‘¡sígueme!’ Y este seguir a Jesús nos hace conocer a Jesús. Seguir a Jesús con nuestras virtudes, también con nuestros pecados, pero seguir siempre a Jesús. No es un estudio de cosas que es necesario, sino una vida de discípulo. Es necesario un encuentro cotidiano con el Señor, todos los días, con nuestras victorias y nuestras debilidades. Pero también es un camino que nosotros no podemos hacer solos. Y para ello es necesaria la intervención del Espíritu Santo. Conocer a Jesús es un don del Padre, es Él que nos hace conocer a Jesús; es un trabajo del Espíritu Santo, que es un gran trabajador. No es un sindicalista, es un gran trabajador y trabaja en nosotros siempre. Hace este trabajo de explicar el misterio de Jesús y de darnos este sentido de Cristo. Miramos a Jesús, a Pedro, a los apóstoles y sentimos en nuestro corazón esta pregunta: ‘¿quién soy yo para ti?’ Y como discípulos pedimos al Padre que nos dé el conocimiento de Cristo en el Espíritu Santo, que nos explique este misterio”. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 20 de febrero de 2014, en Santa Marta).

4.- Qué significa hoy para mí este texto que acabo de meditar. (Silencio).

5.- Propósito: Me preguntaré con toda sinceridad; ¿Qué supone Jesús hoy para mí? ¿Es algo o es alguien? Y si alguien. ¿es el centro de mi vida?

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora le respondo con mi oración.

Me encanta, Señor, que todos los días comience mi Lectio con una oración y termine con otra. La lectura de la Palabra de Dios debe estar impregnada de oración. Muchas veces, Señor, me he atrevido a hablar, a predicar, sin haber orado. ¡Cuánta palabra de Dios malograda! Te pido perdón. Pero todavía tengo tiempo para rectificar. Quiero rezar tu palabra y hablar desde esa riqueza interior.