lunes, 31 de diciembre de 2018

¡Feliz y Bendecido Nuevo Año del Señor 2019!



¡Una ORACIÓN para despedir este año y RECIBIR el NUEVO AÑO DEL SEÑOR 2019!

Vamos a recibir este Nuevo año 2019 en santidad, confiando en la Providencia del Señor y su infinita Misericordia para cada día vivido de nuestras vidas. Vamos a abandonarnos en Él que es el artífice de toda nuestra existencia.

Evangelio del Día 31 de Diciembre:“Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros”


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1.-Oración introductoria.
Gracias, Señor, por la Navidad. Creo que te hiciste niño para redimirme y mostrarme el amor de Dios Padre. Hoy, como lo hiciste un día a los pastores de Belén, me anuncias la gran noticia: «Os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor». Haz que ni la rutina, ni la indiferencia, ni el paso del tiempo, logren desdibujar este maravilloso misterio de amor.

2.- Lectura reposada del Evangelio. Juan 1, 1-18
En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron. Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Este vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él. No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz. La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios. Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y clama: «Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo.» Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia. Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado. 

3.- Qué dice el texto.
Meditación-reflexión
San Juan no comienza su evangelio en prosa, es decir, de una manera prosaica, como lo habían hecho los sinópticos. San Juan es el Águila que remonta el vuelo y ve a Jesús en el mismo seno del Padre. Donde los sinópticos, ponen prosa, Él pone un Himno. Es tan grande lo que va a decir que todas las palabras se le quedan pequeñas y necesita el verso, la poesía, para poder decir aquello que las palabras no pueden expresar.

En el principio existía la Palabra.
Este humilde y sencillo pescador de Galilea se atreve a corregir la página más sagrada de la Thorá, escrita por el mismo Moisés. El principio no es el del Génesis. Hay otro principio que le precede y le supera: el del Verbo existente desde siempre en el mismo corazón del Padre. La primera comunidad cristiana ha quedado estremecida por este acontecimiento. Y más que hablar, ha preferido cantar este inmenso misterio del Verbo Encarnado. Por eso nosotros hoy, debajo de la corteza de este viejo texto, debemos descubrir y experimentar la emoción, el gozo y la sorpresa de una Comunidad que ha vibrado, se ha entusiasmado y ha hincado sus rodillas para adorar, en silencio, este enorme misterio de la Encarnación.

Palabra autorizada del Papa
La Palabra de Dios, precede y excede a la Biblia. Es por ello que nuestra fe no tiene en el centro sólo un libro, sino una historia de salvación y sobre todo a una Per­sona, Jesucristo, Palabra de Dios hecha carne. Precisamente porque el horizonte de la Palabra divina abraza y se extiende más allá de la Escri­tura, para comprenderla adecuadamente es necesaria la constante presencia del Espíritu Santo que «guiará hasta la verdad plena» (Jn 16, 13). (Pontificia Comisión Bíblica. 12-4-13).

4.- Qué me dice a mí este texto ya meditado.  (Guardo silencio)

5.- Propósito: En un momento del día o de la noche, tomo este texto del prólogo de Juan y, en silencio, me dejo desbordar por el Misterio de la Encarnación.

5.- Dios me ha hablado hoy a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.
Jesús, contemplando el misterio de la Navidad caigo en la cuenta del gran amor que tienes a cada uno de nosotros. Has dejado el trono del cielo y has bajado hasta las chozas de la tierra. Y lo único que explica todo es el inmenso amor que nos has tenido. Te pido que me empapes de ese mismo amor y lo derrame entre tantas personas que viven solas y lo necesitan.

LOS REYES MAGOS VISITARÁN EL BARRIO DE LA ESTRELLA DE LOGROÑO


El DOMINGO 6 DE ENEROImagen relacionada



LOS REYES MAGOS VISITARÁN LA PARROQUIA SAN PÍO X DE LOGROÑO.

 

A LAS 12:30

 

PARA HACER ALLÍ ENTREGA DE REGALOS A LOS NIÑOS DE LAS FAMILIAS MÁS DESFAVORECIDAS DEL BARRIO DE LA ESTRELLA.
MISIÓN DIOCESANA

XVII CONCIERTO NAVIDAD SOLIDARIA

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domingo, 30 de diciembre de 2018

FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA

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“Los esposos son entre sí reflejos del amor divino que consuela con la palabra, la mirada, la ayuda, la caricia, el abrazo. Por eso, querer formar una familia es animarse a ser parte del sueño de Dios, es animarse a soñar con Él, es animarse a construir con El, es animarse a jugarse con Él esta historia de construir  un mundo donde nadie se sienta solo”. Papa Francisco. (A,L . Nº  321).

EVANGELIO: Lucas 2, 22-40
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua.
Cuando cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo.
Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados».
Él les contestó:
«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?».
Pero ellos no comprendieron lo que les dijo.
Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos.
Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.

COMENTARIO-REFLEXIÓN
Día de la familia. Se trata  de una familia  oriental donde conviven los esposos,  los hijos y los abuelos. Y todos caben.

Los esposos. (  2ª  Lectura. Col. 3,12,21)  Hay que ir al matrimonio equipados. Lo mismo que uno que va a esquiar o a escalar una montaña… ¿Qué traje deben ponerse?  “la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura”. La misericordia es una palabra compuesta que significa: poner el corazón sobre nuestra miseria. Todos somos limitados, somos pecadores. Y a veces, aún con la mejor intención, nos  hacemos daño. La única solución es pedirnos perdón de todo corazón. Sin capacidad de  perdón, nuestra convivencia siempre estará amenazada. El sol que sale con fuerza no tiene miedo a la escarcha de las frías mañanas de invierno. La humildad, dice Santa Teresa, es la verdad. La verdad de saber que en el matrimonio nadie es más que nadie ni menos que nadie. Los dos son hijos de Dios a quienes ama de la misma manera. La dulzura es el amor de  excelencia,  amor cariñoso, el amor de detalles. Es lo mismo que  el aceite para los coches. Si falta, se enciende una lucecita roja que manda pararte. De lo contrario, te cargas el motor. Con la dulzura se suavizan las relaciones, se eliminan las tensiones y hace que la convivencia vaya sobre ruedas.

Los abuelos. ( 1ª  Lectura. Eclo. 3,2-6.12-14) En la primera lectura se nos habla de abuelos y se nos dice cosas tan bellas como éstas:” el que respeta a sus padres ancianos acumula tesoros; cuando rece será escuchado. Hijo mío, no los abandones cuando sean mayores, aunque ya digan bobadas, ten indulgencia, no los abochornes”.   Acumula tesoros. Los hijos no obedecen, los hijos imitan. Lo que tú hagas con los abuelos harán tus hijos contigo. “Cuando reces serás escuchado”  A veces decimos que Dios no nos escucha. ¿No será porque no tratamos bien a los mayores? “!Hijo mío!, no los abandones” Da la impresión de que el mismo Dios se pone de rodillas para suplicarnos que no abandonemos a los abuelos. “Ten indulgencia aunque digan bobadas”.  Ya sabemos que repiten las cosas y que son raros. Es lo normal. Lo mismo que los niños hacen gracias, los mayores tienen rarezas…  ¿Has pensado en lo que serás tú cuando tengas sus años?  !No los abochornes!  Un hijo nunca debe avergonzarse de sus padres. Tal vez no hayan  tenido medios para adquirir cultura porque necesitaron trabajar para que tú pudieras estudiar.  Un hijo siempre se siente orgulloso de sus padres.

Los hijos.  Evangelio. (Lc. 2,22-40) Qué actuales las palabras de la Virgen cuando se le quedó Jesús perdido en el Templo. “Tu padre y yo apenados te buscábamos”.  Es una queja cariñosa.  Es la que hace cualquier madre o padre  al constatar  cómo los hijos se van de casa por la noche…Y los padres, sin poder dormir,  esperando que amanezca. Y siempre con la espada  del presentimiento encima de sus cabezas: … ¿Cuándo vendrá? ¿Lo traerán vivo o muerto?…  ¿A quien acudir especialmente las madres en estas situaciones?  A la madre de Jesús que vivió con ese presentimiento toda la vida: “Una espada atravesará tu alma”  (Lc. 2,35).  “Y el niño crecía en edad, sabiduría y gracia”  La ley del niño es la ley del crecimiento. Está en la edad de crecer. Pero no sólo biológicamente, sino también intelectualmente y, sobre todo, espiritualmente.  Los padres se preocupan mucho del primer crecimiento: que no les falte ni comida, ni vestido. Menos del crecimiento intelectual, y mucho menos del crecimiento en la fe.

PREGUNTAS.
1.-  Hoy que hay tantos fracasos en los matrimonios.  ¿Nos preocupa el equiparles mejor? ¿Todo se reduce a unos cursillos antes de la boda?
2.-  Hoy en España los abuelos tienen abundante comida, calefacción y medicinas. Y, sin embargo, se sienten solos. ¿A quien corresponde    dar esa medicina de una buena compañía?
3.-  Los hijos tienen muchos derechos sobre sus padres mayores. ¿Cuándo les va a llegar la hora de sus obligaciones?

ORACIÓN PERSONAL


sábado, 29 de diciembre de 2018

MISIÓN, la Revista de suscripción gratuita más leida por las familias católicas de España

MISION49Portada

Evangelio del Día 29 de Diciembre:UNA ESPADA TE ATRAVESARÁ EL ALMA

1.-Oración introductoria.
Hoy quiero hacer mi oración muy cerca de María. Me impresionan mucho las palabras que le dijo Simeón: “Una espada atravesará tu alma”. Cuando nos duele el cuerpo, el  dolor está localizado: me duele la cabeza, me duele el oído Pero cuando duele el alma, duele todo. María vivió siempre con el “alma atravesada”. Es la espada cruel de la “sospecha”. Sabe que su Hijo no va a terminar bien y sospecha que la muerte le puede venir en cualquier momento. Señor, hoy te pido por tantas madres que sufren en silencio los fines de semana, cuando los hijos están por la noche fuera de casa. Siempre sospechan lo peor. ¿Vendrá o no vendrá? ¿Vendrá vivo o me lo traerán muerto? Acuértate, Señor, del sufrimiento de tantas madres.

2.- Lectura reposada del Evangelio. Lucas 2, 22-35
Cuando se cumplieron los días de la purificación de María, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor. Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel. Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de Él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción, y una espada te atravesará el alma a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.

3.- Lo que dice la Palabra.
Meditación-reflexión.
Una de las mejores alabanzas que le dice la Biblia a Simeón es que “En él estaba el Espíritu Santo”. Como estaba también en María, la madre de Jesús. Al Espíritu Santo se le compara con el viento.  Y  el viento es “aire en movimiento”. El Espíritu no está parado, está siempre moviéndose, inspirando, sugiriendo, elevándonos hacia lo alto, lo bello, lo auténtico, lo maravilloso. Me imagino que el Niño Jesús pasaría por las manos de los sacerdotes y encargados del templo “como un niño más”. Pero al llegar a las manos de Simeón, este ancianito se estremece, se llena de gozo y hasta llega a perder el miedo a morir. “Ahora ya puedo morir tranquilo”. Todos los días Jesús en la Eucaristía pasa por nuestras manos, por nuestra garganta, y llega a nuestro corazón. ¡Y no pasa nada!…  Si tuviéramos la fe de Simeón nos llenaríamos de asombro, caeríamos de bruces ante esa “enormidad”. Y nos quedaríamos un buen rato “adorando” “amando” alabando” “agradeciendo”.

Palabra autorizada del Papa Francisco
“El Pueblo de Dios es invitado en cada época histórica a contemplar esta luz. Luz que quiere iluminar a las naciones. Así, lleno de júbilo, lo expresaba el anciano Simeón. Luz que quiere llegar a cada rincón de esta ciudad, a nuestros conciudadanos, a cada espacio de nuestra vida. “El pueblo que caminaba en tinieblas ha visto una gran luz”. Una de las particularidades del pueblo creyente pasa por su capacidad de ver, de contemplar en medio de sus “oscuridades” la luz que Cristo viene a traer. Ese pueblo creyente que sabe mirar, que sabe discernir, que sabe contemplar la presencia viva de Dios en medio de su vida, en medio de su ciudad. Con el profeta hoy podemos decir: el pueblo que camina, respira, vive entre el “smog”, ha visto una gran luz, ha experimentado un aire de vida. […]¿Cómo es esta luz que transita nuestras calles? ¿Cómo encontrar a Dios que vive con nosotros en medio del “smog” de nuestras ciudades? ¿Cómo encontrarnos con Jesús vivo y actuante en el hoy de nuestras ciudades pluriculturales? (Homilía de S.S. Francisco, 26 de septiembre de 2015).

4.- Qué me dice a mí este texto. (Silencio).

5.-Propósito. Celebrar hoy  la Eucaristía como si fuera la última de mi vida.

 6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.
Señor, Simeón y Ana esperaron toda la vida para verte y yo tengo la suerte de tenerte presente cada día por la gracia y de una manera especial en la celebración de la Eucaristía.  Ayúdame a valorar esta presencia tuya de modo que cada mañana mi corazón quede estremecido y esta  presencia tuya me acompañe a lo largo de todo el día.


viernes, 28 de diciembre de 2018

Evangelio del Día 28 de Diciembre: SANTOS INOCENTES

1.- Oración introductoria.
Dios mío, la lectura de este evangelio me horroriza. Y más todavía al constatar que Herodes sigue vivo y que siguen muriendo millones de niños inocentes en pleno siglo XXI. Haz que, en este día, los cristianos del mundo entero reaccionemos contra la cultura de la muerte y con Jesús, que es la Vida, luchemos por conseguir el sueño de Dios al enviar su Hijo al mundo: “que todos sus hijos tengamos vida y la tengamos en abundancia”. ¡Ayúdanos, Señor!

2.- Lectura reposada del Texto. Mateo 2, 13-18
Después de que los magos partieron de Belén, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allá hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo”. José se levantó, y esa misma noche tomó al niño y a su madre y partió a Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo. Cuando Herodes se dio cuenta de que los magos lo habían engañado, se puso furioso y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, conforme  a la fecha que los magos le habían indicado. Así se cumplieron las palabras del profeta Jeremías: En Ramá se ha escuchado un grito, se oyen llantos y lamentos: es Raquel que llora por sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya están muertos.

3.- Qué dice el texto.
Meditación-reflexión
La escena de los niños inocentes nos hace pensar en la cantidad de niños que viven hoy totalmente desprotegidos, siendo víctimas de personas mayores sin escrúpulo, niños en la calle, etc. Su situación familiar es tan dramática que prefieren estar en la calle, esperando que alguien se compadezca de ellos y les ofrezca techo y comida.
En pleno siglo XXI,  la UNICEF  nos aporta estos datos escalofriantes:
15 millones de niños están atrapados por las guerras.
10 millones  han sido secuestrados para luchar como soldados.
30.000 mueren cada día, víctimas del hambre.
Millones de abortos…
Parece que toda la barbarie se ha cebado en miles de niños inocentes. Hoy Herodes sigue vivo y sigue asesinando a niños. Mientras tanto  nuestra preocupación está en que no entren inmigrantes que nos quiten nuestro estado de bienestar.
Mientras hay millones de personas que no tienen lo estrictamente necesario, ¿cómo podemos nosotros disfrutar de lo superfluo?

Palabra autorizada del Papa
“En los relatos evangélicos de la infancia, es emblemático en este sentido el rey Herodes, que viendo amenazada su autoridad por el Niño Jesús, hizo matar a todos los niños de Belén. La mente vuela enseguida a Pakistán, donde hace un mes fueron asesinados cien niños con una crueldad inaudita. Deseo expresar de nuevo mi pésame a sus familias y asegurarles mi oración por los muchos inocentes que han perdido la vida… Constatamos con dolor las dramáticas consecuencias de esta mentalidad de rechazo y de la “cultura de la esclavitud” en la constante proliferación de conflictos. (Discurso de S.S. Francisco, 12 de enero de 2015).

4.- Qué me dice hoy a mí esta palabra ya meditada.  (Silencio).

5.-Propósito.
Enrolarme en alguna institución que promueva la cultura de la vida, especialmente de la vida recién estrenada de los niños. .

6.- Dios me ha hablado hoy por medio de la Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.
Jesús mío, a muchos escandaliza la reacción de Herodes al matar a tantos inocentes. Tristemente hoy, en nuestra sociedad marcada por la cultura de la muerte, ocurre lo mismo. Pocos reaccionan ante la  precaria situación de tantos niños inocentes,  de tantos que mueren de hambre, de tantos millones  de niños que encuentran la muerte en la misma  cuna de la vida,  en el vientre de sus propias madres. Señor, en el día de los inocentes haz que cese tanto atropello, tanta violencia, tanta muerte inocente.

Resumen de Enero de 2018:
El espectacular viaje del Papa a Chile y Perú


jueves, 27 de diciembre de 2018

Finaliza el Año a lado de Dios con esta Oración



Un Año más se ha ido, y con el tantos momentos llenos de Felicidad, y otros momentos, con sus dificultades.
Pero Dios ha sido bueno este año, y debemos ser agradecidos con Él por todas sus Bondades.
Oración por el Año que Termina

Belén de la vida


Evangelio del Día 27 de Diciembre:SAN JUAN, EVANGELISTA “ESTE ES EL DISCÍPULO A QUIEN JESÚS TANTO QUERÍA”

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Oración introductoria.
Señor, te lo confieso: siento envidia del discípulo Juan. En el cuarto Evangelio, Juan aparece como “el discípulo a quien Jesús amaba”. Y como Jesús amaba a todos, quiere destacar un amor especial de Jesús por él. De hecho es el único que descansó su cabeza sobre el pecho de Jesús en la Cena Pascual. Por eso es el evangelio de la profundidad. No está escrito para cristianos mediocres, vulgares, tibios, superficiales.  Todos disfrutan en el mar, pero mucho más los grandes buceadores, que se alejan de la playa.  Esos son los místicos. Dame, Señor, tu Espíritu para profundizar y disfrutar de este evangelio tan maravilloso.

2.- Lectura reposada del texto. Evangelio (Jn 20,2-8):
El primer día de la semana, María Magdalena fue corriendo a Simón Pedro y a donde estaba el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto». Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo, y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó.

3.- Qué dice el texto.
Meditación-reflexión
El nombre de Juan significa: «el Señor ha dado su gracia”. Y tanta gracia le ha dado Dios que, en su prólogo dirá que la vida con Jesús ha sido: “Gracia sobre gracia” es decir, una gracia que supera a otra cada vez más. Podríamos decir: “sorpresa tras sorpresa, admiración tras admiración, asombro tras asombro, gozada tras gozada”. Dice San Jerónimo en sus escritos que, cuando San Juan era ya muy anciano y estaba tan debilitado que no podía predicar al pueblo, se hacía llevar en una silla a las asambleas de los fieles de Éfeso y siempre les decía estas mismas palabras: “Hijitos míos, amaos entre vosotros…” Alguna vez le preguntaron por qué repetía siempre la misma frase, respondió San Juan: es el mandamiento del Señor y si lo cumplís ya habréis hecho bastante”. San Juan nos recuerda que lo esencial de los cristianos es el amor. No un amor cualquiera sino un amor dispuesto a dar la vida por la persona que amas. Así lo entendió Jesús. Y así debemos entenderlo los que nos denominamos cristianos.

Palabra del Papa.
¿Dónde está la novedad a la que se refiere Jesús? Radica en el hecho de que él no se contenta con repetir lo que ya había exigido el Antiguo Testamento y que leemos también en  los  otros  Evangelios: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Lv 19, 18; cf. Mt 22, 37-39; Mc 12, 29-31; Lc 10, 27). En el mandamiento antiguo el criterio normativo estaba tomado del hombre (“como a ti mismo”), mientras que, en el mandamiento referido por san Juan, Jesús presenta como motivo y norma de nuestro amor su misma persona: “Como yo os he amado”. Así el amor resulta de verdad cristiano, llevando en sí la novedad del cristianismo, tanto en el sentido de que debe dirigirse a todos sin distinciones, como especialmente en el sentido de que debe llegar hasta sus últimas consecuencias, pues no tiene otra medida que el no tener medida…El áureo texto de espiritualidad que es el librito de la tardía Edad Media titulado La imitación de Cristoescribe al respecto:  “El amor noble de Jesús nos anima a hacer grandes cosas, y mueve a desear siempre lo más perfecto. El amor quiere estar en lo más alto, y no ser detenido por ninguna cosa baja. El amor quiere ser libre, y ajeno de toda afición mundana (…), porque el amor nació de Dios, y no puede aquietarse con todo lo criado, sino con el mismo Dios. El que ama, vuela, corre y se alegra, es libre y no embarazado. Todo lo da por todo; y todo lo tiene en todo; porque descansa en un Sumo Bien sobre todas las cosas, del cual mana y procede todo bien” (libro III, cap. 5).( Benedicto XVI. Audiencia del 9-Agosto- 2006)

4.- Qué me dice hoy a mí este texto. (Guardo silencio)

5.- Propósito: Tener un día bonito, lleno de detalles con las personas que viven conmigo.

6.- Oración. Dios me ha hablado con su Palabra y ahora yo le respondo con mi oración.
Señor, dame la gracia de imitar a tu discípulo Juan. Yo no puedo pretender reposar físicamente mi cabeza sobre tu corazón; pero sí lo puedo hacer sacramentalmente. ¿Acaso no es más grande la intimidad con Jesús después de comulgar? “Está en mí y yo en Él”.  Que sepa aprovechar bien esos instantes de cielo.  Y que esos momentos de intimidad me lleven a amar a mis hermanos con un cariño exquisito.
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El 30 de diciembre celebramos la fiesta de la Sagrada Familia

Nota de los obispos
                 
                                           Familia y parroquia, respuesta a la soledad


En la familia y en la Iglesia queda vencida la soledad
1. Introducción


El Señor Dios se dijo: “No es bueno que el hombre esté solo”» (Gén 2, 18). El relato bíblico de la creación, que en el primer capítulo del Génesis está dominado por la expresión «vio Dios que era bueno», reiterada una y otra vez para insistir en que el Dios creador es fuente de toda bondad, nos sitúa ahora ante la primera afirmación negativa. Según san Juan Pablo II en sus catequesis sobre el amor humano, la afirmación del relato yahvista aparece en el contexto más amplio de los motivos y circunstancias que explican más profundamente el sentido de la soledad originaria del hombre1 . De este modo, la experiencia de la soledad tiene dos significados fundamentales: uno que deriva de la misma naturaleza del hombre, es decir, de su humanidad, y otro que deriva de la relación varón-mujer.

La superación de la soledad en su sentido negativo y nocivo (pues hay una soledad beneficiosa y necesaria para el hombre para aprender a vivir la intimidad) se encuentra en el matrimonio y la familia. En efecto, el matrimonio es la primera forma de comunión entre personas de la que brota la familia. Existir como persona implica siempre para el hombre vivir junto a otra persona, pues vivir para el ser humano es siempre convivir. De otro modo podemos decir lo mismo: no hay persona sin personas. El hombre, además, no solamente está llamado a vivir junto a otros, sino que está invitado a vivir para otros2 . O, en otras palabras, está hecho para crear una comunión de personas.

2. La soledad en el mundo contemporáneo

Distinguidos sociólogos contemporáneos han constatado que vivimos una sociedad de «solitarios interconectados». Otros autores han acuñado el término “desocialización” para designar la crisis de la posmodernidad. Se trata del proceso de deterioro del tejido social en las sociedades occidentales avanzadas. Se trata de un fenómeno ligado estrechamente a la descristianización y a lo que podríamos denominar “desfamiliarización” que promueve el individualismo y estilos de vida cada vez más aislados y solitarios.

La psicología y la psiquiatría conocen lo que se denomina “síndrome de la soledad”. Se trata de una patología caracterizada por los síntomas del egocentrismo, la tristeza, la susceptibilidad paranoide… Se trata de un sentimiento desconsolador de desarraigo y aislamiento producido por el vacío existencial del desamor querido y sufrido. Por otro lado, el hombre siente y vive la llamada de quien viene a sacarle de su soledad, que es Cristo, Cristo y la Iglesia como comunidad que nos lleva a la redención. Cristo es quien santifica a la familia, respuesta a la soledad y fundamento de la sociedad.

Quien verdaderamente nos hace vivir es Cristo, y este nos lleva al ámbito propio de la comunión que es la familia a la que Cristo santifica.

3. La Iglesia responde ante el problema de la soledad

El papa Francisco recoge, al respecto, en la exhortación Amoris laetitia la siguiente proposición de los padres sinodales: «Una de las mayores pobrezas de la cultura actual es la soledad, fruto de la ausencia de Dios en la vida de las personas y de la fragilidad de las relaciones. Asimismo, hay una sensación general de impotencia frente a la realidad socioeconómica que a menudo acaba por aplastar a las familias [...] Con frecuencia, las familias se sienten abandonadas por el desinterés y la poca atención de las instituciones. Las consecuencias negativas desde el punto de vista de la organización social son evidentes: de la crisis demográfica a las dificultades educativas,

3. La Iglesia responde ante el problema de la soledad

El papa Francisco recoge, al respecto, en la exhortación Amoris laetitia la siguiente proposición de los padres sinodales: «Una de las mayores pobrezas de la cultura actual es la soledad, fruto de la ausencia de Dios en la vida de las personas y de la fragilidad de las relaciones. Asimismo, hay una sensación general de impotencia frente a la realidad socioeconómica que a menudo acaba por aplastar a las familias [...] Con frecuencia, las familias se sienten abandonadas por el desinterés y la poca atención de las instituciones. Las consecuencias negativas desde el punto de vista de la organización social son evidentes: de la crisis demográfica a las dificultades educativas, de la fatiga a la hora de acoger la vida naciente a sentir la presencia de los ancianos como un peso, hasta el difundirse de un malestar afectivo que a veces llega a la violencia. El Estado tiene la responsabilidad de crear las condiciones legislativas y laborales para garantizar el futuro de los jóvenes y ayudarlos a realizar su proyecto de formar una familia»

El Concilio Vaticano II afirma en la constitución Gaudium et spes que «el Hijo de Dios con su encarnación se ha unido, en cierto modo, con todo hombre»4 . En el ciclo litúrgico de la Navidad, la Iglesia celebra gozosa la cercanía del Emmanuel, del Dios-con-nosotros, de modo que cada parroquia y comunidad cristiana acogiendo el don de la Encarnación, se convierta en fuente de esperanza contra la soledad del hombre. En este sentido, Benedicto XVI, en su viaje a Alemania el año 2006 eligió el lema: «El que cree, no está solo». El 12 de septiembre de 2017, con motivo de la inauguración de un monumento erigido en su honor en Regensburg, escribía: «Lo que quiero decir ahora se expresa en la casa. Una casa es el hogar. Proporciona comunidad y seguridad. Así la imagen de la casa expresa la oposición al abandono, a la soledad que amenaza a tanta gente hoy. En la era de los medios de comunicación, en la que nadie parece estar solo, sino siempre conectados, es precisamente esta cooperación universal del yo con el tú, de corazón a corazón: el encuentro mediático reduce las distancias entre nosotros, pero al mismo tiempo nos aleja de la proximidad personal más cercana. La casa, por otro lado, muestra la verdadera convivencia, en la que trabajamos juntos, nos sentamos a la mesa, saboreamos la alegría y el dolor. En nuestra tradición bávara pertenece a la casa el ‘Herrgottswinkel’ (en una habitación de un caserío, rincón con crucifijo y otros objetos religiosos), que por un lado afecta a lo más íntimo y personal de cada uno, pero por esta misma razón también la casa se abre al Dios vivo. Él es quien siempre nos reconcilia y nos conduce a la expansión»5 .

Cada parroquia como una verdadera familia de familias, está llamada a construir una comunión de personas. De este modo, cada miembro de la comunidad parroquial es invitado a salir al encuentro del que sufre, del enfermo, del necesitado, de los mayores y las personas viudas; en definitiva, de todas y cada una de las personas que sufren la soledad y el desamparo. Una parroquia que viva de modo fervoroso y contagioso el dinamismo del fuego de la caridad que nos conduce a acercarnos a los demás y compartir con ellos el don de la cercanía de Dios en Jesucristo, fuente de firme esperanza.

Que la Sagrada Familia de Nazaret constituya para nosotros el modelo de hogar donde la soledad queda vencida. En el hogar de la familia y en el de la parroquia, familia de familias, crecemos en la comunión interpersonal que disipa la soledad y se hace presente el amor de Dios que edifica nuestras vidas, nuestras familias, la Iglesia y una sociedad verdadera y fraterna. Con gran afecto.


✠ Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, Obispo de Bilbao, presidente de la Subcomisión
✠ Mons. Francisco Gil Hellín Arzobispo emérito de Burgos
✠ Mons. Juan Antonio Reig Plà Obispo de Alcalá de Henares
✠ Mons. José Mazuelos Pérez Obispo de Jerez de la Frontera
✠ Mons. Juan Antonio Aznárez Cobo Obispo auxiliar de Pamplona y Tudela
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