miércoles, 31 de enero de 2024

RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA , 2 DE FEBRERO DE 2024, EN LA PARROQUIA SAN PÍO X, LOGROÑO (19,30 h.)

 

 TE ALABARÉ Y TE GLORIFICARÉ

</

ALABA A DIOS


TU ERES DIOS

VEN ES HORA DE ADORARLE

AQUÍ ESTÁS

SUMÉRGEME JESÚS


ESTÁ CAYENDO

VEN ESPÍRITU

SALVE REGINA

+JUANA ANDERICA ZORZANO

 

Doña Juana Anderica Zorzano

Viuda de don Justo Burgos Arostegui

Falleció en el día de ayer, a los 100 años de edad, habiendo recibido los Santos Sacramentos.

D.E.P.

Sus hijos: María Teresa y Fernando Pellejero; nietos: Maite y Fernando; hermanos políticos, sobrinos, primos y demás familia,

Participan a sus amistades tan sensible pérdida y les ruegan una oración por el eterno descanso de su alma.

Logroño, 31 de enero de 2024

Funeral y misa: MAÑANA, JUEVES, a las SIETE de la tarde, en la iglesia parroquial de San Pío X, (Bº La Estrella).
Conducción: En la intimidad.
La familia recibe HOY, MIÉRCOLES, de DIEZ de la mañana a DOS de la tarde, y de CINCO a NUEVE de la tarde, y MAÑANA, JUEVES, de DIEZ de la mañana a UNA de la tarde, en la sala nº 3 del Tanatorio San José, de Logroño.


Cuando un hijo desprecia a sus padres


No existen padres perfectos. Pero con sus imperfecciones, con sus límites, en ocasiones con su falta de estudios, los padres siguen siendo padres.


Por: P. Fernando Pascual, LC | Fuente: Catholic.net

Uno de los grandes dolores de la vida se produce cuando un hijo desprecia a sus propios padres.

El hijo existe porque sus padres se amaron mutuamente, se abrieron a la llegada de ese hijo, lo ayudaron en sus primeros años, lo protegieron en tantas situaciones de la vida.

Por motivos diversos, un día ese hijo muestra indiferencia, antipatía, incluso desprecio y odio hacia sus padres.

¿Cómo es posible? Quizá por una soberbia terrible: el hijo piensa que sabe más, que puede más, que es mejor que sus padres.

O tal vez porque acusa a sus padres de tener defectos, de no haberle educado bien (o como el hijo habría querido), de no consentirle en sus peticiones.

O, simplemente, porque al sentirse “maduro” e independiente no quiere reconocer lo que debe a sus padres; piensa que así “volará” y se realizará según sus planes personales.

Los padres sufren lo indecible ante esas actitudes de un hijo. Sufren porque le han dado tanto. Sufren porque, como seres humanos, esperaban cariño y encuentran rabia y desprecio.

No existen padres perfectos. Pero con sus imperfecciones, con sus límites, en ocasiones con su falta de estudios, los padres siguen siendo padres.

¿Es posible ayudar a un hijo que ha llegado a la ceguera y al pecado del desprecio a sus padres? Parece difícil. Dios, sin embargo, puede tocar un corazón tan endurecido, tan desalmado.

Los padres rezan por ese hijo, desde el dolor que experimentan, desde la angustia que surge al sentirse despreciados por quien nació como fruto de su amor de esposos.

Quizá algún día llegue la luz de Dios al corazón de ese hijo. Podrá, entonces, reconocer cuánto debe a sus padres y cómo ha actuado con ellos con una ingratitud terrible.

Si ese hijo se convierte, si pide perdón a Dios y a sus padres, superará los sentimientos negativos que le hayan asfixiado hasta ese momento, y será capaz de vivir con esa alegría de quien sabe que existe gracias a quienes lo acogieron y ayudaron, a veces con heroísmo, en sus primeros años de existencia humana.

Oración de la tarde (Vísperas), MIÉRCOLES 31 DE ENERO | IV SEMANA DE TIEMPO ORDINARIO

 

"No entiendo por qué me ha elegido. Dios ha tenido mucha Misericordia conmigo; yo merecía algo peor"

 


Andrés Carrión a corazón abierto. Con 10 años empezó su camino al infierno. Los pequeños hurtos se fueron agravando con delitos mayores y la compañía de gente cada vez más peligrosa. Con poco menos de 12 ya había probado la droga. A esa edad ya no encontraba ningún motivo para vivir y la idea de suicidarse se le pasaba por la cabeza. El desarraigo, la falta de afecto y de estabilidad familiar le llevó muy pronto a buscar refugio y reconocimiento en la calle, en supuestas amistades y por los caminos menos recomendables. Cada vez envuelto en más problemas y rodeado de peor gente, su adicción al consumo de drogas crecía más y más. Pero algo había que frenaba el desastre de forma radical. El padre de Andrés mantuvo su relación con el Camino Neocatecumenal y un aliento de Dios permanecía, de alguna forma, sobrevolando la vida de ese joven cada vez más perdido. Aprendió a llevar una doble vida, combinando "de forma natural" lo peor del mundo y el contacto con la Iglesia. Así, pasarían muchas cosas y cada vez peores. "A los 21 años había perdido totalmente el norte, no sabía quién era yo, tuve un intento de suicidio", recuerda. Un viaje para transportar droga le llevó a Venezuela. Algo pasó que le sacó de las peores consecuencias aquella vez. Un ángel de la guarda, cree él, le disuadió de seguir adelante. Con el paso de los años y la perspectiva desde un camino en fe, Andrés está seguro de que Dios estuvo siempre en su vida. Volvió a España aquella vez, sin más consecuencias y mucho aprendizaje. Pero continuó con el consumo de drogas y lo empeoró con la cocaína. "Robé muchísimo a mi familia para comprar droga y consumía cantidades ingentes". Acabó en la calle y cada vez aún peor. Desecho emocionalmente y físicamente deteriorado, aceptó un segundo viaje para llevar a droga de nuevo a América. Esta vez el destino inicial era Perú. El viaje fue muy bien y no había ningún obstáculo allí donde los debía haber. Dice Andrés que Dios actuó en todo. Y, posiblemente llegó también un momento en que Dios decidió que había que darle el alto. En el punto más inesperado del viaje, todo se frenó en seco y empezaría para Andrés el camino de regreso a la casa del Padre. "Solo Dios puede sacarme de este infierno y darme una vida nueva", pensó ya entonces. Y Dios lo hizo. Después de todo lo que había pasado, a él no le preocupaba la cárcel: "esperaba algo terrible... pero de Dios". "Ha tenido mucha misericordia conmigo, porque merecía algo mucho peor". Y resulta que Andrés encontró otra respuesta de su Padre: le dio la fuerza para aguantar lo peor durante ese tiempo preso en Salvador de Bahía (Brasil). Aunque también en prisión sufrió que Dios le hiciera ver todo el peso de sus pecados. "Me sentí como el ser más despreciable de la faz de la tierra, fue dolorosísimo", recuerda Andrés. Pero con eso y con todo, "por primera vez en mi vida, en la cárcel sentí que era libre y feliz". En aquel proceso de "purificación acelerada", para Andrés fue esencial apoyarse a diario en la Palabra, la oración y el santo rosario. También, conocer y sentir la generosidad de personas y oraciones de una comunidad del Camino Neocatecumenal que ni le conocía. Así, poco a poco, se fue dibujando para él un esperanzador cambio de rumbo, de luz y de vuelta a la vida.

Si quieres conocer el pasado y el presente de Andrés Carrión, no te pierdas su generoso testimonio. Un testimonio tan impresionante como conmovedor y real. Porque, casi seguro que alguna vez habrás conocido o habrás oído hablar de alguien tan desesperado como él para meterse hasta el fondo en lo más oscuro del mundo. Muchos jóvenes hoy viven lo mismo que Andrés empezó a vivir hace dos décadas. O quizás también conozcas a alguien tan agradecido como él, por la maravillosa historia que Dios está escribiendo en su vida.
En la actualidad, Andrés Carrión junto a su esposa Jacqueline, forma una preciosa familia, con Dios siempre en el centro, y con 4 hijos (3 vivos y un bebé no nacido: "porque la vida es desde el primer momento de la concepción", apunta firme Andrés). "La familia es el salvavidas del mundo, por eso el diablo está tan empeñado en destruirla", sentencia. Juntos se preparan en el Camino Neocatecumenal, para ser familia en misión... si esa es la voluntad de Dios.

ENERO 31 / SAN JUAN BOSCO /EL SANTO DEL DIA

 

Oración de la mañana (Laudes), MIÉRCOLES 31 DE ENERO 2024, IV SEMANA DE TIEMPO ORDINARIO

 

Lectio Divina: 31 de enero de 2024

 ¿De dónde le viene esto?

1.-Introducción.

Señor, vengo a estar contigo. No me han traído aquí mis pies sino mi corazón. Me gusta estar contigo, me encanta poder ofrecerte un rato de mi tiempo. Y no sólo me gusta, sino que lo necesito. El día que no estoy contigo vivo todo el día fuera de mí, no me aclaro, no me centro, no me encuentro. Y ya, de entrada, te digo que te doy gracias porque no puedo vivir sin ti.

2.- Lectura reposada del evangelio. Marcos 6, 1-6

Salió Jesús de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguen. Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba maravillada, y decía: «¿De dónde le viene esto? y ¿qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?» Y se escandalizaban a causa de él. Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de prestigio». Y no podía hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó imponiéndoles las manos. Y se maravilló de su falta de fe. Y recorría los pueblos del contorno enseñando.


3.- Qué dice el texto.


Meditación-reflexión

Jesús levanta preguntas entre la gente: «¿De dónde le viene esto? y ¿qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos? Cuando hay preguntas puede haber respuestas. Pero ¿y si los cristianos no levantamos preguntas? Es que somos “luz que no alumbra”. Somos “sal que no da sabor”. La gente “se sorprendía” de las palabras y de los hechos de Jesús. Era gente sencilla, humilde, abierta siempre al don de la Palabra.

Pero también había personas, las de su pueblo, los más conocidos, que no creían. Y Jesús se asombraba de la poca fe. Es posible que nosotros, los de casa, los que le oímos todos los días, los que le tocamos en la Eucaristía, no creamos de verdad. La presencia de los discípulos no es casual. Cuando se encuentran ante el fracaso deberán recordar lo que ocurrió a Jesús en su propio pueblo y el trato que recibió de los suyos. Para que no se desanimen…

Palabra del Papa.

«Los cristianos que piensan la fe como un sistema de ideas, ideológico: también en el tiempo de Jesús los había. El apóstol Juan dice de ellos que son el anticristo, los ideólogos de la fe, de cualquier signo que sean. En aquel tiempo había gnósticos, pero había muchos… Y así, estos que caen en la casuística o estos que caen en la ideología son cristianos que conocen la doctrina, pero sin fe, como los demonios. Con la diferencia que ellos tiemblan, estos no: viven tranquilos. La fe lleva siempre al testimonio. La fe es un encuentro con Jesucristo, con Dios, y de allí nace y te lleva al testimonio. Y esto que el apóstol quiere decir: una fe sin obras, una fe que no te implique, que no te lleve al testimonio, no es fe. Son palabras y nada más que palabras». Cf Homilía de S.S. Francisco, 21, febrero, 2014) en Santa Marta).


4.- Qué me dice hoy a mí este evangelio. (Guardo silencio)

5.- Propósito. Me tomaré muy en serio si la gente se cuestiona, se pregunta, cuando ve las obras que hago.


6.- Dios me ha hablado hoy a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración

Señor Jesús, ¿qué importancia le doy a tu Palabra? ¿Es ella la brújula en mi toma de decisiones? ¿Es mi fortaleza cuando aparecen las contrariedades? Ayúdame a buscarte en la lectura atenta y fervorosa de la Sagrada Escritura, libro vivo donde puedo aprender a conocerte, amarte y seguirte. Pero debo partir de este testimonio: La Biblia la entiende bien sólo aquel que la lleva a la práctica.  

lunes, 29 de enero de 2024

2 de febrero, Jornada de la Vida Consagrada: «Aquí estoy, Señor, hágase tu voluntad»

 


Con el lema «Aquí estoy, Señor, hágase tu voluntad» se celebra la XXVIII Jornada Mundial de la Vida Consagrada, que coincide cada año con la fiesta de la Presentación del Señor, el 2 de febrero. Esta Jornada recuerda el don para la Iglesia y para el mundo de las personas consagradas «en su riqueza de modos y carismas, inspirados por el Espíritu Santo a través de la escucha y el discernimiento comunitario», como señalan los obispos de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada en su mensaje para este día.

Lectio Divina: 30 de enero de 2024

 “Pero Él miraba a su alrededor”

1.-Introducción.

Señor, al comienzo de esta oración, quiero escuchar las palabras de confianza de aquella mujer enferma que decía: “Si logro tocar aunque sea sólo la orla de sus vestidos, me salvaré”. Llevo muchos años tocando no digo tus vestidos sino tu cuerpo en la Eucaristía y, sin embargo, no logro tener esa fe.  Al recibirte hoy en la Eucaristía, dame la fe de esta mujer. Yo también necesito ser curado de mis enfermedades del alma.

2.- Lectura sosegada del evangelio.  Marcos 5, 21-43

Jesús pasó de nuevo en la barca a la otra orilla y se aglomeró junto a él mucha gente; él estaba a la orilla del mar. Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle, cae a sus pies, y le suplica con insistencia diciendo: «Mi hija está a punto de morir; ven, impón tus manos sobre ella, para que se salve y viva». Y se fue con él. Le seguía un gran gentío que le oprimía. Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, y que había sufrido mucho con muchos médicos y había gastado todos sus bienes sin provecho alguno, antes bien, yendo a peor, habiendo oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y tocó su manto. Pues decía: «Si logro tocar aunque sólo sea sus vestidos, me salvaré». Inmediatamente se le secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que quedaba sana del mal. Al instante, Jesús, dándose cuenta de la fuerza que había salido de él, se volvió entre la gente y decía: «¿Quién me ha tocado los vestidos?» Sus discípulos le contestaron: «Estás viendo que la gente te oprime y preguntas: «¿Quién me ha tocado?»». Pero él miraba a su alrededor para descubrir a la que lo había hecho. Entonces, la mujer, viendo lo que le había sucedido, se acercó atemorizada y temblorosa, se postró ante él y le contó toda la verdad. El le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad». Mientras estaba hablando llegan de la casa del jefe de la sinagoga unos diciendo: «Tu hija ha muerto; ¿a qué molestar ya al Maestro?» Jesús que oyó lo que habían dicho, dice al jefe de la sinagoga: «No temas; solamente ten fe». Y no permitió que nadie le acompañara, a no ser Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegan a la casa del jefe de la sinagoga y observa el alboroto, unos que lloraban y otros que daban grandes alaridos. Entra y les dice: «¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no ha muerto; está dormida». Y se burlaban de él. Pero él después de echar fuera a todos, toma consigo al padre de la niña, a la madre y a los suyos, y entra donde estaba la niña. Y tomando la mano de la niña, le dice: «Talitá kum», que quiere decir: «Muchacha, a ti te digo, levántate». La muchacha se levantó al instante y se puso a andar, pues tenía doce años. Quedaron fuera de sí, llenos de estupor. Y les insistió mucho en que nadie lo supiera; y les dijo que le dieran a ella de comer.


3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión La hemorroisa es una mujer que no puede dar vida. Además está contagiada de impureza legal y puede contagiar a los demás.   Por eso ella se acerca con precaución, ya que no quiere contagiar a Jesús. “Pero Él miraba a su alrededor” (v.32) Es una mirada “circular” de Jesús. La mirada que busca, elige, saca fuera de la multitud. En medio de tanta gente Jesús tiene necesidad de un rostro. Pretende un contacto personal. “No ha pasado nada importante en la vida hasta que no se llega a un contacto personal con Jesús” (Schweizer). Es curioso que Jesús se deja tocar por ella y, en contra de su costumbre de exigir silencio, como ocurre en el caso de la niña resucitada, aquí hace un despliegue publicitario: ¿Quién me ha tocado?  Que se entere todo el mundo que a mí no me ha contagiado y ella ha sido curada. Jesús lucha contra el tabú de la sangre. En el caso de la niña, tiene importancia la edad.  Los “doce años” es la edad de la primera menstruación y posibilidad de tener hijos. Diríamos que los padres habían engendrado a esta niña para la muerte. Jesús le dice: ¡levántate! Se durmió niña y se levantó mujer.  A estas dos mujeres Jesús les dice ¡QUE VIVAN! Por encima de leyes que las esclavizan.

Palabra del Papa

Una oración valiente, que lucha por conseguir tal milagro; no esas oraciones gentiles: ´Ah, voy a orar por ti´, y digo un Padre Nuestro, un Ave María y me olvido. No, sino una la oración valerosa, como la de Abraham, que luchaba con el Señor para salvar la ciudad, como la de Moisés, que tenía las manos en alto y se cansaba, orando al Señor; como la de tantas personas que tienen fe y con la fe oran y oran. La oración hace milagros, ¡pero tenemos que creer! Creo que podemos hacer una hermosa oración… y decirla hoy, todo el día: «Señor, creo, ayúda a mi incredulidad» y cuando nos piden que oremos por tanta gente que sufre en las guerras, por todos los refugiados, por todos aquellos dramas que hay en este momento, rezar, pero con el corazón al Señor: «¡Hazlo!», y decirle: «Señor, yo creo. Ayúdame en mi incredulidad» Hagamos esto hoy. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 20 de mayo de 2013, en Santa Marta).

4.- Qué me dice este texto hoy a mí. (Guardo silencio)

5.- Propósito Al acercarme hoy a la comunión haré un acto de fe diciendo: creo, Señor, que estás ahí y me quieres tocar para sanarme.

6.- Dios me ha hablado hoy a través de su Palabra. Ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, tú te has manifestado hoy como el “Dios de la vida”. Quieres que tengamos vida, pero vida en plenitud. Quieres que vivamos y disfrutemos de la vida. Quieres que no vivíamos con miedos o esclavitudes. Quieres que vivamos felices. ¡Gracias, Señor!

Lectio Divina: 29 de enero de 2024

 Espíritu inmundo, sal de este hombre.

1.-Introducción.

Señor, ayúdame en este rato de oración a conocerme más a mí mismo, a descubrir el misterio de mi persona. Hay fuerzas malévolas que tiran de mí, que  me arrastran al mal. Pero sé que, estando contigo, yo podré vencerlas. El mal que hay en mí no puede apoderarse del bien que Tú pones dentro de mí. Yo sé que “sin Ti yo no puedo nada” (Jn. 15, 5), pero también sé que contigo lo puedo todo (Fil. 4,13). Ayúdame a desconfiar de mí mismo y a poner toda mi confianza en Ti.  

2.- Lectura reposada del evangelio. Marcos 5, 1-20

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a la región de los gerasenos. Apenas saltó de la barca, vino a su encuentro, de entre los sepulcros, un hombre con espíritu inmundo que moraba en los sepulcros y a quien nadie podía ya tenerle atado ni siquiera con cadenas, pues muchas veces le habían atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie podía dominarle. Y siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y por los montes, dando gritos e hiriéndose con piedras. Al ver de lejos a Jesús, corrió y se postró ante él y gritó con gran voz: ¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes. Es que Él le había dicho: Espíritu inmundo, sal de este hombre. Y le preguntó: ¿Cuál es tu nombre? Le contesta: Mi nombre es Legión, porque somos muchos. Y le suplicaba con insistencia que no los echara fuera de la región. Había allí una gran piara de puercos que pacían al pie del monte; y le suplicaron: Envíanos a los puercos para que entremos en ellos. Y se lo permitió. Entonces los espíritus inmundos salieron y entraron en los puercos, y la piara – unos 2000 – se arrojó al mar de lo alto del precipicio y se fueron ahogando en el mar. Los porqueros huyeron y lo contaron por la ciudad y por las aldeas; y salió la gente a ver qué era lo que había ocurrido. Llegan donde Jesús y ven al endemoniado, al que había tenido la Legión, sentado, vestido y en su sano juicio, y se llenaron de temor. Los que lo habían visto les contaron lo ocurrido al endemoniado y lo de los puercos. Entonces comenzaron a rogarle que se alejara de su término. Y al subir a la barca, el que había estado endemoniado le pedía estar con Él. Pero no se lo concedió, sino que le dijo: Vete a tu casa, donde los tuyos, y cuéntales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido compasión de ti. Él se fue y empezó a proclamar por la Decápolis todo lo que Jesús había hecho con él, y todos quedaban maravillados.

3.-Qué dice este texto del evangelio.

Meditación-reflexión

Este texto un poco extraño nos habla de una gran realidad que anida dentro de nosotros mismos. En nosotros hay un mal, unas fuerzas que nos arrastran al mal. Ese endemoniado, atado con cadenas, que habita en los sepulcros (el reino de la muerte) ése  es el hombre abandonado a sus propias fuerzas. Es el hombre que no es hombre. Y ¿qué le pasa cuando lo sana Jesús? Está sentado, vestido y en su sano juicio.

Sentado: indica paz y armonía.

Vestido: buena relación con Dios (desnudez expresa ruptura,  crisis existencial, como en el paraíso). Recuperación de su propia identidad.

En su juicio: Vuelto a ser él mismo, una persona normal, como los demás.

Aquel que no era hombre llega a ser hombre cabal, recupera su identidad propia. Pero ocurre que, a veces, los hombres prefieren “tener” (aunque sea cerdos que para los judíos eran animales inmundos)  antes  que ser personas.

Palabra del Papa

“Y Jesús sanaba: dejaos curar por Jesús. Todos nosotros tenemos heridas, todos: heridas espirituales, pecados, enemistades, celos; tal vez no saludamos a alguien: «¡Ah! Me hizo esto, ya no lo saludo». Pero hay que curar esto. «¿Y cómo hago?». Reza y pide a Jesús que lo sane. Es triste cuando en una familia los hermanos no se hablan por una estupidez, porque el diablo toma una estupidez y hace todo un mundo. Después, las enemistades van adelante, muchas veces durante años, y esa familia se destruye. Los padres sufren porque los hijos no se hablan, o la mujer de un hijo no habla con el otro, y así los celos, las envidas… El diablo siembra esto. Y el único que expulsa los demonios es Jesús. El único que cura estas cosas es Jesús. Por eso, os digo a cada uno de vosotros: dejaos curar por Jesús. Cada uno sabe dónde tiene la herida. Cada uno de nosotros tiene una; no sólo tiene una: dos, tres, cuatro, veinte. Cada uno sabe. Que Jesús cure esas heridas. Pero, para esto, tengo que abrir el corazón, para que Él venga. ¿Y cómo abro el corazón? Rezando. «Pero, Señor, no puedo con esa gente, la odio, me ha hecho esto, esto y esto…». «Cura esta herida, Señor». Si le pedimos a Jesús esta gracia, Él nos la concederá. Déjate curar por Jesús. Deja que Jesús te cure”.  (Homilía de S.S. Francisco, 8 de febrero de 2015).


4.- Qué me dice este texto hoy a mí. (Guardo silencio)

5.-Propósito: Voy a pensar hoy en la dignidad que Dios me ha dado.

6.- Dios me ha hablado hoy a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Gracias, Señor, porque hoy caigo en la cuenta de lo que ha supuesto para la humanidad que Tú hayas venido a este mundo. Sin ti estaríamos atados con cadenas y viviendo en las sombras de la muerte. Contigo recuperamos nuestra dignidad de criaturas libres y, sobre todo,  el poder llamarnos y ser  “hijos de Dios”

sábado, 27 de enero de 2024

Oración de la mañana (Laudes), SÁBADO 27 DE ENERO 2024, III SEMANA DE TIEMPO ORDINARIO

 

El Pequeño Espejo. Semana de la Vida Consagrada

 

El Espejo de la Iglesia en La Rioja. 26 de enero de 2024

 


En el Espejo de la Iglesia en la Rioja hablamos de la Jornada de Vida Consagrada y la Semana del Cine Espiritual entre otros asuntos

REVISTA PUEBLO DE DIOS. Nº 104 - DEL 14 DE ENERO AL 28 DE ENERO DE 2024 ·

 


Domingo 4º, tiempo ordinario: 28 de enero de 2024

 No enseñaba como los escribas, sino con autoridad.

INTRODUCCIÓN

No somos «escribas», que explican lo aprendido en los viejos libros de la tradición sino discípulos de Jesús, que enseñamos lo aprendido estando a solas con Él. Hemos de comunicar su mensaje, no nuestras tradiciones. Hemos de enseñar curando las heridas de la vida, no adoctrinando las mentes. Hemos de anunciar su Espíritu, no nuestras teologías, ni nuestras ideologías.  Si nuestra predicación no atrae, no seduce, no hace cambiar a las personas, no hemos predicado bien el Evangelio de Jesús.

TEXTOS BÍBLICOS

1ª lectura: Dt. 18,10-20.                 2ª lectura: 1Cor. 7,32-35.

EVANGELIO

San Marcos 1, 21-28

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaúm, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad. Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.» Jesús lo increpó: «Cállate y sal de él.» El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: «¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.» Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

REFLEXIÓN

1.– LA SINAGOGA. Sinagoga, en hebreo, significa punto de reunión, cita, asamblea.  Allí no se podía celebrar sacrificios. Éstos se conservaban para el templo de Jerusalén. En Cafarnaúm, Jesús se presenta en la casa de oración insertándose así en la vida religiosa del pueblo. La sinagoga era el lugar de culto que, después del exilio, se habían difundido por los centros y aldeas. Eran suficiente 10 miembros para construir legalmente una sinagoga. Lo curioso del caso es que allí en la sinagoga “estaba un hombre que tenía un espíritu inmundo y se puso a gritar”.  Sin duda que este hombre se les “coló” a los judíos ya que les distraía en la oración. Al que no molestaba era a Jesús, que no podía ver sufrir a nadie. En este evangelio de Marcos, y puesto en el capítulo uno, este episodio tiene una fuerte carga simbólica. Las instituciones religiosas: Sinagoga, Ley, doctores…no son capaces de liberar al hombre de sus esclavitudes más profundas.  El hecho de que aquel hombre “se retuerce, “grita”, “increpa”… significa  el poder terrible del mal. En el hombre, en todo hombre, el poder del mal es tan fuerte que no le deja al hombre ser hombre. Pero Jesús es más fuerte que el fuerte. Por eso, con Jesús las fuerzas del mal tienen que ceder. No olvidemos que estamos en la Sinagoga, lugar de oración. De ahí precisamente nos debe venir la fuerza para erradicar de nosotros nuestras esclavitudes y poder gozar de la libertad de los hijos de Dios. 

2.– SE QUEDARON ASOMBRADOS. Sin capacidad de admiración, de estupor, de asombro, no puede calar en nosotros la “buena noticia de Jesús”. Cada día escuchamos la Palabra del Señor, cada día celebramos la Eucaristía, pero lo hacemos con tanta rutina, con tanta frivolidad, que no sucede nada en nosotros. Y pasan días, meses, años y no notamos ningún avance espiritual. La sorpresa de aquellas gentes sencillas les venía de que Jesús hablaba con “autoridad”. Siempre ponía la vida por delante. Jamás hablaba de lo que antes Él no había experimentado. Primero hacía, practicaba, vivía…y después hablaba. Por eso sus palabras eran, como decía Santa Teresa, “palabras heridoras”. O, como decían los discípulos de Emaús: “llevaban fuego”. Debemos aprender de Jesús a hablar con “autoridad”, con la fuerza del testimonio.

3.- ¿QUÉ ES ESTO? En el evangelio de Marcos, tan pronto como Jesús inicia su ministerio público, la gente se pregunta: ¿Qué es esto? ¿Qué doctrina es ésta? ¿Quién es éste? Jesús es alguien que, por donde pasa, levanta preguntas entre la gente. Unos le odiarán de muerte, pero otros le seguirán entusiasmados.  A nadie dejará indiferente. ¡Qué importante es esto en nuestros días! Para muchos de nuestros contemporáneos no sólo ha muerto Dios para ellos sino que ha muerto en ellos la pregunta sobre Dios. Y se cumple lo que ya decía A. Machado: “Bueno es saber que los vasos nos sirven para beber. Lo peor es que no sabemos para qué sirve la sed”. Esa sed de verdad, de amor, de infinito, de trascendencia, que Dios ha puesto en el corazón humano, ya no sirve para despertar en nosotros el deseo de Dios. La Catequesis de hoy tiene que cambiar. Hace falta que los cristianos vivamos de tal manera que levantemos preguntas entre la gente apartada. Y cuando nos pregunten, podremos contestar desde nuestra experiencia. Con humildad, con todo respeto, pero también con toda verdad, podremos decir: «A mí con Dios la vida me parece fantástica. Vivo con ilusión, con alegría, no me hundo ante los problemas, la vida tiene para mí otro color y otro sabor. Es mi experiencia personal”. ¿Y tú, por qué no pruebas?  ¿De verdad que viviendo como vives eres feliz?

PREGUNTAS

1.- ¿He descubierto la fuerza de la oración para hacer el bien a mis hermanos que lo necesitan?

2.- ¿Es Jesús para mí Alguien que me sorprende, me fascina, me seduce y me ayuda a ser cada día más persona?

3.– Mi vida, mi vida concreta, mi vida tal y como la estoy viviendo, ¿es capaz de levantar preguntas entre la gente?  Y si no, ¿Por qué será?

Lectio Divina: 27 de enero de 2024

 ¿Quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen?

1.- Ambientación.

Señor, estoy demasiado metido en las cosas del mundo, en los trabajos de cada día, en los problemas de siempre. Y necesito oír tu palabra que me dice: “Pasemos a la otra orilla”. Es la orilla donde yo me encuentro con Dios en la oración.  Y quiero agradecerte, Señor, tu invitación: Sin ti, todo me asusta, todo me da miedo. Contigo siempre estoy dispuesto a ir donde que me quieras llevar.

2.- Lectura reposada del evangelio. Marcos 4, 35-41

Aquel día, al atardecer, les dice: Pasemos a la otra orilla. Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; e iban otras barcas con él. En esto, se levantó una fuerte borrasca y las olas irrumpían en la barca, de suerte que ya se anegaba la barca. Él estaba en popa, durmiendo sobre un cabezal. Le despiertan y le dicen: Maestro, ¿no te importa que perezcamos? Se puso en pie, increpó al viento y dijo al mar: ¡Calla, enmudece! El viento se calmó y sobrevino una gran bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe? Ellos se llenaron de gran temor y se decían unos a otros: Pues ¿quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen?


3.- Qué dice el texto

Meditación

“Al atardecer les dice: Pasemos a la otra orilla”.  

El atardecer es el momento en que se va la luz y, con la falta de luz, viene la desorientación, el no saber uno donde está. Y esta sensación de oscuridad, de no ver con claridad, de hallarse uno como perdido en la vida, es una experiencia que sentimos todos. ¿Cuál es la solución? Hay que pasar “a la otra orilla”, a la orilla de la fe, de la oración, de la presencia de Dios. Pero Jesús es tan condescendiente que no nos deja nunca solos. No dice: “Pasa a la otra orilla” sino “pasemos…”. Él siempre viene con nosotros y nos acompaña. Por eso se extraña de la poca fe de los discípulos en la barca. Jesús duerme para probar su fe. Es muy difícil poder dormir con un fuerte viento y unas olas que ya han entrado en la barca hasta mojar sus pies. Jesús pide a los discípulos de todos los tiempos “que se fíen de Él”. Es más, cuando arrecian los vientos de las dificultades y las olas amenazan con hundir la barca de la Iglesia, no hay que pensar en otra barca. Sólo hay una solución: “embarcarse con Jesús, aunque Él esté dormido”.  Hay que poner a Jesús en el centro de la vida.

Palabra del Papa

“El amor de Dios es estable y seguro, como los peñascos rocosos que reparan de la violencia de las olas. Jesús lo manifiesta en el milagro narrado por el Evangelio, cuando aplaca la tempestad, mandando al viento y al mar. Los discípulos tienen miedo porque se dan cuenta de que no pueden con todo ello, pero Él les abre el corazón a la valentía de la fe. Ante el hombre que grita: ‘¡ya no puedo más!’, el Señor sale a su encuentro, le ofrece la roca de su amor, a la que cada uno puede agarrarse, seguro de que no se caerá. ¡Cuántas veces sentimos que ya no podemos más! Pero Él está a nuestro lado, con la mano tendida y el corazón abierto”. (Homilía de S.S. Francisco, 21 de junio de 2015).

4.- Qué me dice hoy a mí este texto. (Guardo silencio)

5.-Propósito: Lo antes que pueda voy a estar hoy un rato con Jesús “sin prisas” “sin reloj” “hasta que Él quiera”. Y me fiaré de Él.


6.- Dios me ha hablado hoy a través de su palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

          Señor, tú sabes que la barca de la Iglesia nunca ha sido tan zarandeada y acosada como en estos tiempos. En una parte del mundo matan a los cristianos por el hecho de ser cristianos. Y en otras ya apenas contamos nada, ni nos tienen en cuenta en la sociedad. Pero precisamente ahora, en estos tiempos difíciles para la fe, más necesidad tenemos de creer, con una fe auténtica, arriesgada. Como diría Teresa de Jesús, en estos tiempos duros y difíciles la Iglesia necesita “amigos fuertes de Dios”.

viernes, 26 de enero de 2024

Lectio Divina: 26 de enero de 2024

 “El grano brota y crece sin que él sepa cómo”

1.- Ambientación.

          Señor, dame la gracia de la humildad. Soy muy poca cosa. Algo así como  una pequeña semilla. No quiero presumir ni de un gran árbol, ni de  un pequeño arbusto. Soy una semilla pequeña, insignificante, pero con un gran poder interno que no es mío, sino que Tú mismo me lo has dado. Dame hoy la gracia de aceptarme como soy: pequeño como una semilla. Pero con muchas posibilidades si te dejo a ti ser lo que eres y yo ocupo el lugar que me  corresponde.

2.- Lectura reposada del evangelio. Marcos 4, 26-34 

También decía: «El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en la tierra; duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece, sin que él sepa cómo. La tierra da el fruto por sí misma; primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga. Y cuando el fruto lo admite, en seguida se le mete la hoz, porque ha llegado la siega». Decía también: «¿Con qué compararemos el Reino de Dios o con qué parábola lo expondremos? Es como un grano de mostaza que, cuando se siembra en la tierra, es más pequeña que cualquier semilla que se siembra en la tierra; pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las hortalizas y echa ramas tan grandes que las aves del cielo anidan a su sombra». Y les anunciaba la Palabra con muchas parábolas como éstas, según podían entenderle; no les hablaba sin parábolas; pero a sus propios discípulos se lo explicaba todo en privado. 

3.- Qué dice el texto bíblico.

Meditación-reflexión.

El reino de Dios irrumpe. Nos trasciende y nos desborda. Esa trascendencia creadora y buena de Dios es primordial para entender el evangelio. Ciertamente la semilla necesita buena tierra, pero hay alguien invisible que la cuida“El grano brota y crece sin que él sepa cómo”. Ciertamente hay algo misterioso y que únicamente podremos  descubrir con una mirada “contemplativa.”

Decía Jesús: ¡Mirad cómo crecen los lirios en la primavera! No crecen porque esté ahí el agricultor “tirando de ellos”. Crecen con toda su belleza con la caricia del aire, con la caricia del sol, con la caricia del agua, con la caricia de Dios. Hay que dejarse hacer. El agricultor, después de haber hecho lo que debía, deja hacer (a Dios). Y cuando Dios mete sus manos divinas y amorosas, aunque sea en la tierra y el barro, sabe hacer cosas primorosas.

“Sin saber cómo”. Es la mejor explicación a tantos misterios de la vida. Lo decía muy bien la madre de los zebedeos: “Hijos míos, no sé cómo aparecisteis en mi seno”. Es lo que puede experimentar una mujer que sin saber nada de biología, en nueve meses y sin dejar su trabajo, realiza las más grandes maravillas: la maravilla del ojo, del oído, del corazón, del cerebro… “Sin saber cómo”. Todos sabemos que nos han pasado cosas que no hemos podido  explicar. Tal vez hemos luchado por liberarnos de ataduras internas que nos molestaban y no nos dejaban ser felices. De repente, un día nos sentimos libres. Nos hemos visto envueltos en dificultades grandes que nosotros no podíamos superar. Y “sin saber cómo” las hemos resuelto. De lo que cada uno de nosotros ha vivido en el interior del corazón, sólo Dios y nosotros lo sabemos.

Palabra del Papa

El evangelio de hoy está formado por dos parábolas muy breves: la de la semilla que germina y crece por sí, y la del grano de mostaza…Podemos tener confianza, porque la palabra de Dios es palabra creadora, destinada a volverse ‘el grano lleno en la espiga’. Esta parábola si es acogida, trae seguramente sus frutos, porque Dios mismo la hace germinar y madurar a través de caminos que no siempre podemos verificar y de una manera que no conocemos. Y de una manera que no sabemos.

Todo esto nos hace entender que es siempre Dios quien hace crecer su Reino. Por esto rezamos tanto, ‘Qué venga tu Reino’. Es él quien lo hace crecer, el hombre es su humilde colaborador, que contempla y se alegra de la acción creadora divina y espera con paciencia los frutos. La palabra de Dios hace crecer, da vida. Y aquí quiero recordarles la importancia de tener el Evangelio, la Biblia al alcance de mano. El Evangelio pequeño en la cartera, en el bolsillo, de nutrirnos cada día con esta palabra viva de Dios. Leer cada día un párrafo del Evangelio o un párrafo de la Biblia. Por favor no se olviden nunca de esto, porque esta es la fuerza que hace germinar en nosotros la vida del Reino de Dios”. (Homilía de S.S. Francisco, 14 de junio de 2015).

4.- Qué me dice esta palabra hoy a mí. (Guardo silencio)

5.- Propósito. Saldré hoy al campo y miraré la Naturaleza con una mirada contemplativa. Y, con esa misma mirada, contemplaré a las personas.


6.- Dios me ha hablado hoy a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración. Señor, hoy quiero agradecerte tu presencia oculta y escondida, pero eficaz y misteriosa en la Naturaleza. Que sepa también descubrirte vivo y presente en mi corazón. Que mi oído interno sepa escuchar el latido de tu corazón cerca del mío. Y que, con la voz del salmista, te diga: “Te doy gracias, Señor, de todo corazón”  

jueves, 25 de enero de 2024

Oración de la tarde (Vísperas), JUEVES 25 DE ENERO 2024, CONVERSÍON DEL APÓSTOL SAN PABLO FIESTA

 

Clase 4: Formación de los Evangelios | Curso Bíblico: Jesús de Nazaret | Magdala

 

Oración de la mañana (Laudes), JUEVES 25 DE ENERO 2024, CONVERSÍON DEL APÓSTOL SAN PABLO FIESTA

 

Lectio Divina: 25 de enero de 2024

 (Conversión de San Pablo)

“Id por todo el mundo y proclamad el Evangelio”

1.- Ambientación.

Señor, en la fiesta de la conversión de San Pablo, dame la gracia de experimentar, como el Apóstol, la alegría de la verdadera fe en Jesús. A Pablo no le hizo feliz el cumplimiento exacto y riguroso de las leyes de los fariseos. A Pablo le hizo feliz una persona, la persona de Jesús. Haz, Señor, que hoy me encuentre vivencialmente contigo. Haz que pueda decir con él: “Desde que he conocido a Jesucristo, todo lo considero basura”.

2.- Lectura reposada del evangelio: Marcos 16, 15-18

En aquel tiempo se apareció Jesús a los Once y les dijo: Id por todo el mundo y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien.


3.- Qué dice el texto bíblico.

Meditación-reflexión

          Hoy día la Iglesia celebra con júbilo la conversión de San Pablo. Para la Iglesia es mucho más importante este milagro interior del corazón que la resurrección de Lázaro. (milagro a la vista de todos). Y nosotros debemos dar cada día más importancia a lo que Dios hace en el corazón de cada uno que a las apariciones externas, que tanto nos gustan. El supremo don para nosotros es el Espíritu Santo. San Pablo, tanto se dejó trabajar por el Espíritu que, al final, ni él mismo se conocía. “Vivo, pero no yo. Es Cristo quien vive en mí” (Gal. 2,20). Lo más importante de Pablo es que ha sabido colocar a Cristo en el Centro: en el centro del Cosmos, en el centro de la Iglesia, en el centro del mundo, en el mismo corazón del Padre. Viene a decirnos: O Cristo está en el centro o no está en ninguna parte. Para un cristiano, Cristo no es un paralelo, sino un meridiano que atraviesa todos los paralelos de su existencia.  

Palabra del Papa.

“Jesús lo dijo a los discípulos de ayer y nos lo dice a nosotros: ¡vayan!, ¡anuncien! La alegría del evangelio se experimenta, se conoce y se vive solamente dándola, dándose…Jesús los envía a todas las naciones. A todas las gentes. Y en ese “todos” de hace dos mil años estábamos también nosotros. Jesús no da una lista selectiva de quién sí y quién no, de quiénes son dignos o no de recibir su mensaje y su presencia. Por el contrario, abrazó siempre la vida tal cual se le presentaba. Con rostro de dolor, hambre, enfermedad, pecado. Con rostro de heridas, de sed, de cansancio. Con rostro de dudas y de piedad. Lejos de esperar una vida maquillada, decorada, trucada, la abrazó como venía a su encuentro. Aunque fuera una vida que muchas veces se presenta derrotada, sucia, destruida. A «todos» dijo Jesús, a todos, vayan y anuncien; a toda esa vida como es y no como nos gustaría que fuese, vayan y abracen en mi nombre. Vayan al cruce de los caminos, vayan… a anunciar sin miedo, sin prejuicios, sin superioridad, sin purismos a todo aquel que ha perdido la alegría de vivir, vayan a anunciar el abrazo misericordioso del Padre. Vayan a aquellos que viven con el peso del dolor, del fracaso, del sentir una vida truncada y anuncien la locura de un Padre que busca ungirlos con el óleo de la esperanza, de la salvación. Vayan a anunciar que el error, las ilusiones engañosas, las equivocaciones, no tienen la última palabra en la vida de una persona. Vayan con el óleo que calma las heridas y restaura el corazón”. (Homilía de S.S. Francisco, 23 de septiembre de 2015).

4.- Que me dice hoy a mi este texto ya meditado. (Guardo silencio)

5.-Propósito: Pedir al Espíritu Santo que me convierta, que me vaya transformando poco a poco en discípulo fiel a Jesús.  


6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración. Señor, cuando pienso en el Apóstol Pablo, siento vergüenza al comparar su vida con la mía.  En él no hay un “sí” y un “no” sino que después de haberse encontrado con Jesús sólo hay un sí, un sí total a Dios y a los hermanos. Lo que predicaba era la glosa de su vida. Y por eso convencía. Dame, Señor, el fuego que ardía en el corazón de Pablo.

Oración de la noche (Completas), MIÉRCOLES 24 ENERO | III SEMANA DE TIEMPO ORDINARIO |

 

miércoles, 24 de enero de 2024

RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA , 26 DE ENERO DE 2024, EN LA PARROQUIA SAN PÍO X, LOGROÑO (19,30 h.)

“Donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre,
ahí estoy Yo en medio de ellos” (Mt. 18,20)

Nuestra reunión de oración y alabanza debe ser Carismática desde el comienzo, es decir, abierta al poder del Espíritu, y a la manifestación de los Carismas, que deben ser habituales en ella.

Un grupo de oración Carismático no consiste simplemente en reunirse para rezar una ó dos horas a la semana: un grupo Carismático tiene que ser renovador, para conseguir que sus participantes, con la Gracia de Dios, sientan cómo sus vidas se van transformando poco a poco, para caminar y crecer en el Espíritu.

Estas reuniones son para nosotros el instrumento y el medio vital en el que nos movemos para buscar y seguir a Jesucristo, viviendo una relación profunda con El, como esencia de toda vida cristiana. Sólo los renovados por el Espíritu pueden aportar, a su vez, renovación espiritual a la Iglesia.

La meta a la que el Espíritu nos invita al grupo y a cada hermano en particular, es siempre que todo miembro se sienta aceptado, bienvenido y amado por los demás.

 TE ALABARÉ Y TE GLORIFICARÉ

FE EXPECTANTE

El grupo de oración en la Renovación Carismática se caracteriza por la fe expectante, es decir, una fe que espera firmemente que Dios realizará lo que ha prometido. Con frecuencia muchos "creyentes" no esperan ver realizadas las cosas que dicen creer. Su esencia, experiencia y características ha sido definida por la Iglesia como un don del Espíritu para nuestro momento histórico, considerando un carisma de actualización de la gracia de Pentecostés.

Los Grupos de Renovación son grupos abiertos y a sus asambleas de oración pueden asistir todas las personas que lo deseen, siempre, que estén dispuestos a asumir la autoridad espiritual de los Servidores del grupo y a observar las normas que para el buen orden hayan sido establecidas.

Todo Grupo de Oración es una comunidad de hermanos en la fe, con un número variable de integrantes, y que está dirigida por un Equipo de Servidores, quienes, con la guía del Espíritu Santo, tienen la responsabilidad de escuchar al Señor y conducir la asamblea de acuerdo a Su voluntad.

Los miembros de los Grupos se reunirán semanalmente en asamblea de oración de alabanza para manifestar la gloria y el poder del Señor, para elevar cánticos espirituales, la escucha de la Palabra y la apertura a las manifestaciones de los carismas del Espíritu Santo, siguiendo en todo momento la espiritualidad propia de la RCC, que transformando sus vidas y orientándola a imagen de Jesucristo y de su Evangelio.

Sus miembros deben tender hacia una madurez que los lleve a un compromiso mayor de pertenencia entre ellos y a la definición de su apostolado (c.f. Hch 2, 42).


ALABA A DIOS

EL ESPIRITU SANTO Y LOS CARISMAS

Creemos que es el Espíritu el que nos congrega en la Iglesia, y que esta Iglesia universal se manifiesta aquí y ahora en este grupo de creyentes reunidos en nombre de Jesús (Mt 18,20). Es el Espíritu de Jesús el que nos va formando más y más en el Cuerpo de Cristo, y lo realiza a través de los dones espirituales o carismas. Si, pues, nos reunimos con esta convicción profunda, «en el Espíritu», no podremos menos de experimentar lo que es la acción del Espíritu formando, transformando y unificando la comunidad cristiana.


TU ERES DIOS

EN LA ASAMBLEA SE MANIFIESTAN LOS CARISMAS

Es precisamente a través de sus dones o carismas que el Espíritu actúa en el grupo de oración. La reunión de oración es el marco adecuado para que se manifiesten estos dones. San Pablo insiste en el valor de los dones de la palabra, como la palabra de sabiduría, palabra de conocimiento, la profecía en la asamblea cristiana (cf.: 1 Co 12-14).

Todos los dones, tanto los de la palabra como los de fe, y los de servicio a la comunidad proceden del mismo y único Espíritu. «Según nuestra manera de ver y entender», dice K. Ranaghan, «los dones del Espíritu que se manifiestan en el Cuerpo de Cristo son acciones de Jesús, el Señor resucitado entre nosotros, que actúa a través de unos miembros de su cuerpo, abiertos y dóciles a las inspiraciones del Espíritu. Son pues, extensiones de la actuación de la Palabra viva de Dios en medio de nosotros, de Jesús. (Nota: K. RANAGHAN, «As the Spirit Leads Us», p. 52, Paulíst Press, N. Y. 1971).


VEN ES HORA DE ADORARLE

DOCILIDAD Y DISPONIBILIDAD

Por lo tanto en la reunión de oración es muy importante que todos y cada uno participen buscando al Señor y estando atentos al Espíritu Santo. En la asamblea donde se dé esta fe expectante en la actuación del Señor, por su Espíritu, a través de sus dones espirituales o carismas; donde haya gran docilidad y disponibilidad al Espíritu, se dará la manifestación de tales dones, en su gran diversidad, según las necesidades de la comunidad. «Cuando os reunís, cada cual puede tener un salmo, una instrucción, una revelación, un discurso en lenguas, una interpretación; pero que todo sea para edificación» (1 Co 14,26).


AQUÍ ESTÁS

ELEMENTOS QUE NOS IDENTIFICAN

  • Acogida
  • Invocación al Espíritu Santo.
  • Oración de Alabanza, Adoración y Acción de Gracias
  • Oración en Lenguas.
  • Profecía.
  • Lectura de la Palabra-Compartir la Palabra
  • Enseñanza.
  • Testimonios.
  • Peticiones- Padre Nuestro.
  • Canto a la Virgen María


SUMÉRGEME JESÚS

DESARROLLO DE LA ORACION

ACOGIDA: Es habitual en nuestras reuniones un cálido recibimiento, del cual se encargan normalmente unos hermanos que son los que constituyen el ministerio de acogida. En la acogida se dan los saludos, después los cantos que nos van llevando poco a poco a la oración.

INICIO DE LA ORACIÓN: La oración propiamente dicha empieza cuando el hermano que la dirige invita a los asistentes a ponerse en presencia de Dios, y se invoca la asistencia del Espíritu Santo, pues como dice la Escritura: nosotros no sabemos orar como conviene y el Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad.

ALABANZA: Es la característica fundamental de la oración en los grupos de la Renovación

”La oración, es la elevación del espíritu hacia Dios", y la oración de alabanza, es decirle a Dios que es nuestro Salvador. Integra las otras formas de oración y las lleva hacia Aquel que es su fuente y su término: un solo Dios, el Padre del cual proceden todas las cosas y por el cual somos nosotros” ( CIC 2639).   Por otra parte, “alabar a Dios”, su ser, sus hechos y acciones es reconocernos, implícitamente a nosotros mismos y valorarnos, porque hemos sido creados a su imagen y semejanza.

“Recitad entre vosotros salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y salmodiad en vuestro corazón al Señor” (Ef 5, 19; Col 3, 16). Como los autores inspirados del Nuevo Testamento, las primeras comunidades cristianas releen el libro de los Salmos cantando en él el Misterio de Cristo. ( CIC 2641)

La Alabanza debe ser comunitaria: Todos unidos en la armonía, orden, sencillez que nos da el Espíritu Santo. Y debe ser espontánea y sincera, manifestando los sentimientos que Él nos inspira: Sanación Liberación. Alegría compartida que se expresa en nuestras palabras”: Gloria, Aleluya, Santo, Bendito seas, y se debe manifestar con todo nuestro ser: alzar las manos, moviendo el cuerpo, desde lo más profundo del corazón, llena de gozo y alegría.

La Alabanza puede apoyarse en la Palabra de Dios: Está al alcance de todos, es un precioso recurso, no sólo para iniciar la oración de Alabanza, sino para profundizarla, crecer en ella y meditarla como María. En la medida que dejamos penetrar la Palabra en nuestra mente y corazón, nuestro yo se transforma a la imagen de Jesús, va creando una profunda conversión que abarca toda la vida.

Las canciones varían de acuerdo con el tema de la oración. Pueden ser largas ó cortas, efusivas ó de meditación, adaptándose al momento, y deben ser guiadas por el Espíritu Santo, hasta llevarnos a la adoración, a sentirnos realmente en la presencia del Señor, y desear sólo reposar en sus brazos, contemplarlo y escucharlo.

En los momentos de alabanza, también incluimos la Acción de Gracias: Agradecemos el don de la Fe, la llegada del Reino, la Muerte y Resurrección de Jesús. Damos gracias por la salud, la enfermedad, y lo hacemos en el gozo, en la tristeza, en las tribulaciones. La acción de Gracias brota del corazón y experimenta el Amor de Dios.

SILENCIO: Como se decía en el apartado anterior la alabanza nos lleva al silencio, a estar en presencia del Señor con reverencia y recogimiento, a contemplarlo a escucharlo.... No podemos nunca confundir la alegría de la alabanza con el jaleo, la auténtica alabanza nos ha de llevar siempre a la escucha del Señor. Nosotros le hablamos y cantamos, pero lo verdaderamente importante es que vayamos a oír su voz.                                                   

LA PALABRA DEL SEÑOR: La oímos fundamentalmente de dos maneras: al proclamar una lectura de la Sagrada Escritura y también cuando hay una profecía.

LA LECTURA DE LA PALABRA: Hay grupos que piden en fe la palabra al Señor, si la oración es hablar con el Señor, seguro que Él tiene algo que decirnos hoy para el grupo. Es un don que da el Señor a algunas personas el elegir la palabra apropiada. Puede llevarse una lectura preparada, que hayan discernido los servidores que es buena para el grupo ese día, o también una de la cual se sacará la enseñanza... Lo importante es no marchar a casa sin haber oído la palabra de Dios. Después de oír e interiorizar la palabra lo normal es que respondamos al Señor. La oración basada en la Palabra es una plegaria que el Señor siempre escucha.

PROFECÍA: En esta actitud llega el mensaje de Dios a la Asamblea: Es el don de Profecía. El Señor desde dentro te invita a decir algo y tú no debes acallar esa fuerza. Para reflexionar, a menudo llegan otras que complementan la primera. Se recomienda escribirlas para ser discernidas en la reunión de Servidores. La Profecía, como los demás Carismas, debe siempre ser usada con orden. El desorden confunde, desalienta, escandaliza., da una falsa imagen de la RR.CC. Como dijo San Pablo en su carta a los Corintios, el desorden no construye, sino que destruye.

Se puede guardar silencio después de la Profecía ( así como después de escuchar la Palabra de Dios y después de la enseñanza), para interiorizarla, discernirla y asumirla ).

ENSEÑANZA: La Enseñanza debe ser breve (10 a 20 minutos). No es un discurso ni un debate de ideas .El que la realiza necesita tener el Carisma de la Enseñanza, una Fe Viva y Formación Doctrinal religiosa. La persona que vaya a Impartir la Enseñanza debe prepararse en oración, documentarse, leer, y no confiar en que Dios lo hará todo (eso es iluminismo). Dar la enseñanza con docilidad a la acción del Espíritu Santo. Hacer lo que nos dice San Pablo; “examinadlo todo y quedaos con lo mejor”. ( 1Tes.5, 19-21)

TESTIMONIOS: Relatamos alguna experiencia vital o algún favor recibido, buscando siempre la Gloria de Dios. Un auténtico Testimonio debe referirse a lo que el Señor ha hecho en nuestra vida, para estimular la fe de los hermanos y edificar a la comunidad. Un buen Testimonio debe tener las siguientes características: Ser real, breve y cristocéntrico, para así exhortar a los demás a que alaben y glorifiquen al Señor.

Es conveniente que el testimonio sea escuchado previamente por un servidor u otra persona madura en la fe, para que lo pueda discernir con la debida anticipación.

AVISOS: Los avisos deberán ser cortos, claros y concretos. ¿Qué avisos deben darse en el grupo? Cualquier actividad que se programe para el propio grupo, comunicaciones a nivel diocesano, regional, nacional y las actividades como: retiros, asambleas etc., que son de interés y crecimiento para los miembros del grupo.

PETICIONES Y PADRENUESTRO: “Al Señor le agrada que le pidamos, que reconozcamos su Bondad” (Jn. 16, 23-24)

Las peticiones se harán cuando estemos todos cogidos de la mano, formando un corro. Deberán ser concretas, no excesivamente largas, y que no sean repetición de otras. Al final se puede decir: “y te pedimos por todo lo que cada uno llevamos en el corazón”. Debemos pedir con fe y en nombre de Jesús, pues fue El quien nos dijo: “Pedid y se os dará, buscad y hallaréis”.(Lc. 11,9).

Después de rezar al unísono el Padre Nuestro, el Avemaría y el Gloria, nos deseamos mutuamente la Paz, pues para que el Señor nos escuche debemos estar reconciliados con Dios, con nosotros mismos, y con los hermanos.

DESPEDIDA: Los Servidores despiden amablemente a los hermanos. Se puede entonar un canto final a MARIA.

ESTÁ CAYENDO

ALGUNAS RECOMENDACIONES PRÁCTICAS

Vivir el grupo con sencillez, como los primeros cristianos que se reunían como nos cuentan los Hechos de los Apóstoles (Hch. 2.42-47).

¿Y si existen personas que tienen dificultad para orar y participar en nuestras reuniones? SIMON TUGWELL O.P. inglés, teólogo, da el siguiente consejo: Ora como puedes y no como no puedes. Con otras palabras: no hay que buscar el imitar a los demás, ni orar, ni cantar en voz alta solamente porque los demás lo hacen. Tenemos que ser nosotros mismos.

Nos puede ayudar el cerrar los ojos sin fijar la atención en los demás: si entran o salen, si ponen tal o cual cara. Que nos sintamos libres, con la libertad de los hijos de Dios

Es convertirnos en niños, no tener vergüenza, ni respetos humanos. Dejarnos llevar por él. Poner la mirada sólo en el Espíritu que nos lleva a Dios: Y Él hará su trabajo: nos inspirará las palabras, los movimientos…

En nuestras intervenciones tener en cuenta el sentido de la oportunidad. Para esto hay que saber escuchar. Por ejemplo si estamos en la alabanza, no introduzcas peticiones o testimonios que rompen el ritmo de la oración.

No es preciso preparar la oración, sino estar preparados para rezar. No se da la improvisación. No se sigue un plan preestablecido. Sin embargo hay un hilo conductor que enlaza desde el principio hasta el final: cantos, alabanzas, acción de gracias, intervenciones, lecturas… según una cierta temática, que al terminar podamos responder a la pregunta ¿Por dónde fue hoy la oración?


VEN ESPÍRITU

SALVE REGINA