martes, 30 de noviembre de 2021

Athenas: Concierto de ADVIENTO y NAVIDAD 2021 |

 

EL MANANTIAL DE LA VIDA.EVANGELIO, 30 DE NOVIEMBRE. SAN ANDRÉS

Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres.

1.-Oración introductoria.      

Señor, quiero introducirme hoy en la oración con las mismas palabras del evangelio:“paseando Jesús por la ribera del lago, vio a dos hermanos”. Señor, me encanta ese paseo tuyo  por el lago, contemplando las maravillas de la naturaleza: respirando el perfume de las flores, contemplando la belleza de los lirios en primavera, escuchando el canto de los pajarillos. Sólo desde esa sintonía con la naturaleza, puedes mirar con cariño a las personas a las que vas a llamar. Ellas son la cumbre y cima de toda la creación. Señor, llámame hoy también a mí.

2.- Lectura reposada del evangelio: Mateo 4, 18-22

En aquel tiempo, paseando Jesús por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores, y les dice: Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres. Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó. Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron.

3.- Qué dice el texto

Meditación-reflexión.

En este relato de vocación nos debemos fijar en cuatro verbos: VER, LLAMAR, SEGUIR, ENVIAR. Comenzamos por el ver.

“Jesús vio a dos hermanos” (v.18). Según San Juan de la Cruz, el “mirar de Dios es amar”. Jesús, antes de llamar, ha mirado a las personas, es decir, las ha amado.

“Los llamó” (v.21).  La llamada es precedida por la mirada. La llamada es un regalo de su amor. Toda vocación es un don que hay que aceptar de buena gana y hay que celebrarlo durante toda la vida.  “Me ha tocado un lote hermoso y me encanta mi heredad” (Salmo 16).

“Y ellos, dejando la barca y a su padre, le siguieron” (v.22). El seguimiento de Jesús lleva consigo unas exigencias: hay que dejarlo todo. Como dos jóvenes que se enamoran ven lo más normal dejar a sus padres  por vivir juntos una nueva vida. Lo que motiva el abandono de personas y cosas es la alegría de haber encontrado la persona que me puede hacer feliz. Aquí la persona con la que uno se encuentra es Jesucristo, el Hijo de Dios.  

“Os haré pescadores de hombres”. Toda vocación es para cumplir una misión. Y la misión es hermosa: pescar personas. Ir a la búsqueda de hombres y mujeres que se realicen plenamente. Hombres y mujeres que encuentren el verdadero sentido de sus vidas, que no queden con una vida a medias.

Palabra del Papa

“Recordemos cuando Andrés y Juan encontraron al Señor, y después hablaron con Él aquella tarde y aquella noche. Estaban entusiasmados. Lo primero que hicieron Andrés y Juan fue ser misioneros. Fueron a ver a hermanos y amigos: “¡Hemos encontrado al Señor, hemos encontrado al Mesías!”. Esto sucede inmediatamente, después del encuentro con el Señor: esto viene enseguida. En la exhortación apostólica Evangelii  gaudium  hablé de “Iglesia en salida”. Una Iglesia misionera no puede dejar de “salir”, no tiene miedo de encontrar, de descubrir las novedades, de hablar de la alegría del Evangelio. A todos, sin distinción. No para ganar prosélitos, sino para decir lo que tenemos y queremos compartir con todos, sin forzar, sin distinción. Las diversas realidades que representan a la Iglesia italiana indican que el espíritu de la missio ad gentes debe llegar a ser el espíritu de la misión de la Iglesia en el mundo: salir, escuchar el clamor de los pobres y de los lejanos, encontrarse con todos y anunciar la alegría del Evangelio (Discurso de S.S. Francisco, 27 de noviembre de 2014).

4.- Qué me dice hoy a mí esta palabra ya meditada. (Silencio)

5.- Propósito: Dedicar un tiempo de este día a dar gracias a Dios por la vocación a la que Dios me ha llamado.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, en el día de San Andrés, quiero escuchar el canto de acción de gracias de tantas personas consagradas que han sabido decir Sí a tu llamada y están contentas con su vocación. Ellas, libremente, han renunciado a formar un hogar porque hay miles y miles de hogares que les necesitan. No han renunciado al amor humano sino que lo han desviado hacia tantos hermanos pobres y abandonados que no son amados por nadie

UNA PALABRA DE LOS SALMOS PARA CADA DÍA DE ADVIENTO. LUNES, 29 DE NOVIEMBRE

SALMO 121

" VAMOS CON ALEGRÍA A LA CASA DEL SEÑOR"

 



lunes, 29 de noviembre de 2021

"INESPERADO" (2019) Película sobre el ABORTO ("Unplanned")

 PASTORAL DE LA SALUD

Historia real de una mujer que fue directora de una Clínica de Planned Parenthood, especializada en la practica de abortos.
Basada en el libro de memorias "Unplanned", de Abby Johnson.

IMAGEN DEL DÍA

 


A menudo los actos que realizamos con los que nos rodean son de una gran sencillez, como una sonrisa, un «buenos días», un «cómo estás»… Es en esas cosas pequeñas donde podemos practicar la virtud de servir, para así contribuir a crear una sociedad menos egoísta, donde desterremos las enemistades para que la caridad sea la norma bajo la que nos cobijemos. Es fácil tratar a los demás con respeto, cariño y espíritu de servicio.

Inmaculada Concepción Novena l Dia 1 l

 

Cáritas | Esta Navidad, cada portal importa.

 


Después de 20 meses de pandemia, los días de Adviento llegan con nuestros anhelos de esperanza y nos acercan a una nueva Navidad que quiere abrirse camino más allá de nuestras ganas de luces y de fiesta. Con el lema “Esta Navidad, cada portal importa”, lanzamos una llamada a la colaboración económica y a poner en práctica la generosidad con las personas en situación más precaria.

EL MANANTIAL DE LA VIDA.29 de noviembre de 2021

 “Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo”

1.-Oración introductoria.

                  Señor, con el Centurión del Evangelio, yo también te digo: no soy digno de que entres en mi casa. Mi casa sin Ti está sola, vacía, y necesito que Tú la habites. Voy a limpiarla, a adornarla, para que Tú te encuentres a gusto en ella. Si Tú estás contento en ella, yo también. Más que tener una casa para mí, lo que me importa es tener una casa para ti. En realidad, Tú eres mi casa y mi alegría y mi felicidad. Sin ti no tengo nada; pero contigo lo tengo todo. Ésta es mi experiencia personal. Esto no se razona. No se discute, se vive y nada más.

2.- Lectura reposada del evangelio. Mateo 8, 5-11

Al entrar en Cafarnaúm, se le acercó un centurión y le rogó diciendo: «Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles sufrimientos». Dícele Jesús: «Yo iré a curarle». Replicó el centurión: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano. Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: «Vete», y va; y a otro: «Ven», y viene; y a mi siervo: «Haz esto», y lo hace». Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande. Y os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se pondrán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos.

3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión

En el evangelio hay muchas personas que se admiran de la actuación de Jesús. Sus palabras, su vida, sus  milagros provocaban estupor y sorpresa. Pero en este evangelio es el propio Jesús el que se admira de la fe del Centurión. Es un pagano que se fía de la palabra de Jesús y cree que puede sanar a su criado desde la distancia. Esta fe no la ha encontrado en Israel. A sus paisanos todos los días les habla, con sus paisanos todos los días hace cosas maravillosas y algunos llegan a la fe a través de sus milagros. Y el Centurión, un pagano, uno que nunca ha estado en contacto con los libros sagrados, ha logrado una fe profunda. De alguna manera Jesús nos está diciendo que el mundo “está sembrado de las semillas del Verbo”. De alguna manera Jesús nos está diciendo que “también de las piedras pueden surgir hijos de Abrahán” Y, de alguna manera, Jesús nos está echando en cara a todos los que escuchamos cada día la palabra de Dios, que no somos capaces de “sorprenderle”  de ofrecerle algo nuevo, algo distinto, algo que rompa nuestra rutina  y  aburrimiento. Dios es sorpresa y novedad. Jesús ha venido a ofrecernos un “vino nuevo”. Quiere que lo  bebamos, que nos embriaguemos con él, Y nosotros nos empeñamos en mantener los “odres viejos”.

Palabra autorizada del Papa

“El Señor, en la palabra que hemos escuchado, se maravilló de este centurión: se maravilló de la fe que él tenía. Él había hecho un camino para encontrarse con el Señor, pero lo había hecho con fe. Por eso no sólo él se ha encontrado con el Señor, sino que ha sentido la alegría de ser encontrado por el Señor. Y este es precisamente el encuentro que nosotros queremos: ¡el encuentro de la fe! Pero más allá de ser nosotros los que encontremos al Señor, es importante dejarnos encontrar por Él”. (Cf. Papa Francisco, homilía en santa Marta, 2 de diciembre de 2013)

4.- Qué me dice ahora a mí este texto que acabo de meditar. Guardo silencio y, con la ayuda del Espíritu, trato de descubrir el significado profundo que tiene para mí.

5.-Propósito: Que la Misa de hoy me sepa a nueva.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Gracias, Señor, por este tiempo privilegiado para prepararnos a celebrar el acontecimiento que marcó la Historia… y mi historia. Dios mismo se encarna en su Hijo Jesús para curar nuestra herida original: esa desobediencia, esa soberbia que me  aparta del verdadero  amor. Que este Adviento sea mi  gran oportunidad para encontrarme con Cristo en la fe desnuda, sin necesidad de milagros.

domingo, 28 de noviembre de 2021

Caminando con San José | 1er domingo de Adviento .SAN JOSÉ HOMBRE JUSTO

Iniciamos este Adviento 2021 preparándonos para la venida de nuestro salvador, caminando de la mano de san José, un hombre justo, un hombre de fe, un hombre obediente, un padre amoroso y el protector y custodio de la familia.

 El Papa Francisco declaró Año de San José el año litúrgico que acabamos de concluir, y que mejor manera de preparar nuestro corazón para esta Navidad que meditando en su vida y de su mano.

 Haremos el recorrido que él hizo desde que recibió la noticia de que María estaba embarazada, hasta después del nacimiento de Jesús, cuando huyeron a Egipto. Este recorrido no será solamente físico, sino espiritual, ya que nos adentraremos en su corazón. Entremos con él a la casita de Nazaret, donde recibe el mensaje que le cambiará la vida y sigamos caminando con él hacia Belén, donde se cumplirá la gran promesa. Para san José, todo era desconocido, pero decidió confiar en el plan que el Señor tenía para él, al ser elegido cómo el padre adoptivo y terrenal de Jesús. 

Entremos en el corazón de este hombre justo, fiel, obediente y amoroso, para poder llegar al día del nacimiento en Belén, donde El Amor se revela y se encarna para habitar con nosotros. ¡Pidamos a san José que interceda por nosotros para poder imitarlo en sus virtudes, y llegar junto a él, con un corazón preparado para el día de Navidad y para el resto de nuestras vidas


 SAN JOSÉ HOMBRE JUSTO

«Estando desposada su madre María con José, antes de vivir juntos se halló que había concebido en su seno por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era hombre justo no quería denunciarla públicamente. » Mt 1,18-19

En este primer domingo de Adviento, meditamos en la virtud de la justicia que hay en san José. La justicia, es una de las virtudes cardinales. Recordemos que existen siete virtudes cristianas; tres de ellas están relacionadas a Dios (fe, esperanza y caridad) y cuatro de ellas relacionadas al prójimo (templanza, justicia, fortaleza y prudencia)

La justicia, es un hábito que inclina constantemente a la voluntad a dar a cada uno lo que pertenece o merece. Dice el Catecismo de la Iglesia Católica que la justicia, “dispone a respetar los derechos de cada uno y a establecer en las relaciones humanas la armonía que promueve la equidad respecto a las personas y al bien común” (CEC 1807).

¿Cuántas veces hemos presenciado actos de injusticia en el mundo? ¿Cuántas veces yo he sido injusto con mi prójimo? Para ser justos, debemos pedir al Espíritu Santo el don de la piedad, ya que la piedad nos incita un sentimiento de fraternidad con los demás y nos hace ver en el prójimo un hijo de Dios.

En aquellos tiempos, el precio por un acto de estos era la lapidación, que quiere decir, matar a pedradas; “si una joven virgen está comprometida con un hombre y otro la encuentra en la ciudad y se acuesta con ella, se hará salir a los dos a la puerta de esa ciudad y los matarán a pedradas” (Dt 22, 23-24). Según la Ley, esto es lo que san José debió haber hecho, denunciar a María públicamente, pero el evangelio nos dice que “era hombre justo”. Podríamos decir aquí, que la justicia implica cumplir la Ley, pero en este caso la justicia va mucho más que cumplir la Ley, porque primero busca ver la dignidad de la persona como hijo de Dios. San José, decide abandonarla en lugar de denunciarla, humillarla y matarla.

En aquellos tiempos, el precio por un acto de estos era la lapidación, que quiere decir, matar a pedradas; “si una joven virgen está comprometida con un hombre y otro la encuentra en la ciudad y se acuesta con ella, se hará salir a los dos a la puerta de esa ciudad y los matarán a pedradas” (Dt 22, 23-24). Según la Ley, esto es lo que san José debió haber hecho, denunciar a María públicamente, pero el evangelio nos dice que “era hombre justo”. Podríamos decir aquí, que la justicia implica cumplir la Ley, pero en este caso la justicia va mucho más que cumplir la Ley, porque primero busca ver la dignidad de la persona como hijo de Dios. San José, decide abandonarla en lugar de denunciarla, humillarla y matarla.

Pregúntate: 

¿Con quién estoy siendo injusto en estos momentos? ¿Qué pecados de los demás me hacen querer juzgarlos sin misericordia? ¿Hay veces en que soy injusto conmigo mismo?

Propósito del día: Hoy me comprometo a ser justo con mi prójimo, orando por sus pecados y orando por mi constante conversión y opción por el amor y misericordia.

LITURGIA DE LAS CUATRO SEMANAS DE ADVIENTO

 La primera semana está centrada en la venida del Señor al final de los tiempos. La liturgia nos invita a estar en vela, manteniendo una especial actitud de conversión. 

 La segunda semana nos invita, por medio de Juan Bautista a «preparar los caminos del Señor»; esto es, a mantener una actitud de permanente conversión. Jesús sigue llamándonos, pues la conversión es un camino que se recorre durante toda la vida.

 La tercera semana preanuncia la alegría mesiánica, pues ya está cada vez más cerca el día de la venida del Señor.

La cuarta semana nos habla de la llegada del Hijo de Dios al mundo. La Virgen María es figura central y modelo de nuestra espera

EL TIEMPO DE ADVIENTO

 


Como todos los años, preparamos nuestro corazón para el nacimiento de Jesús. La palabra adviento, viene el latín adventus que significa venida. La Iglesia da el nombre de Adviento al tiempo de preparación durante las cuatro semanas previas al día de Navidad.

Dice el numeral 524 del Catecismo de la Iglesia Católica: «Al celebrar anualmente la liturgia de Adviento, la Iglesia actualiza esta espera del Mesías: participando en la larga preparación de la primera venida del Salvador, los fieles renuevan el ardiente deseo de su segunda Venida»

 Los primeros cristianos repetían con esperanza “¡Maranathá!” que significa “ven Señor” o “el Señor viene”. Nosotros nos unimos a esta oración, para hacerla también una petición para nuestra vida diaria. Si bien, el Adviento es un tiempo para prepararnos para la venida del Señor, también es un tiempo para recordar que Él está con nosotros, todos los días.

El Adviento tiene una triple finalidad: recordar el pasado, vivir el presente y preparar el futuro

• Recordamos el pasado, contemplando el nacimiento de Jesús, haciéndonos partícipes de la primera venida de nuestro Salvador encarnado entre los hombres.

 • Vivimos el presente, teniendo día a día en nuestra mente que Él está con nosotros; aunque no lo vemos como en aquellos tiempos el pueblo judío lo veía caminar y predicar, sabemos que está con nosotros y camina lado a lado en nuestros gozos y dificultades de la vida, por eso, imploramos ese Maranathá, ¡Ven Señor, Jesús!

• Por último, nos preparamos para el futuro, para la segunda venida del Señor (cfr. Ap 1 ,8; 3, 11. 20) , conocida como la Parusía. No sabemos ni el día ni la hora, por eso, como lo narra el Evangelio, debemos estar siempre preparados con nuestras lámparas llenas de aceite.Y, ¿qué significa tener una lámpara llena de aceite? Significa tener el alma en gracia y un corazón que se desborda de todo el amor que Jesús ha compartido en la tierra.

Este tiempo nos lleva al día de Navidad, a la celebración y memoria del nacimiento de Jesucristo, gran acontecimiento en la historia de la Salvación. Este día lo celebramos y adoramos a Él, que siendo Dios, decidió compartir nuestra humanidad y habitar entre nosotros para salvarnos

sábado, 27 de noviembre de 2021

Retiro de Adviento: María, espejo de nuestra espera

 



El sábado 27 de noviembre, de 11,00h a 13,30h compartiremos (presencial y online) un retiro de Adviento. María será el hilo conductor. En ella podemos ver reflejadas muchas de nuestras búsquedas, anhelos, miedos, heridas y, sobre todo, esperanzas. Los materiales de apoyo para el vídeo estarán disponibles desde la mañana del mismo 27 en este enlace: https://pastoralsj.org/recursos/profu...

EL MANANTIAL DE LA VIDA. Domingo 1º de adviento: 28 de noviembre de 2021

 Se acerca vuestra liberación

INTRODUCCIÓN

La primera parte del evangelio nos presenta una situación caótica: con la caída del sol, la luna y las estrellas; con naciones asustadas por el mar y el tumulto de las olas, con gentes llenas de espanto.  Pero esto es sólo aparentemente, ya que en las tres lecturas se nos dan razones para la esperanza. En la primera se nos dice que Dios mandará “un vástago que hará justicia”. Y donde hay justicia hay orden y paz. En la segunda San Pablo nos habla de unos corazones “rebosantes de amor”. Y es el mejor equipamiento para vencer todas las dudas y todos los miedos. Y Jesús, en la segunda parte del evangelio nos invita a “levantar la cabeza”. No quiere el Señor que vivamos con miedos, con humillaciones, con complejos, con tristeza. Precisamente este tiempo de Adviento se caracteriza por la alegría y la esperanza ante la venida de Jesús nuestro Salvador.

TEXTOS BÍBLICOS

1ª lectura: Jer. 33,14-16           2ª lectura: 1Tes. 3,12-4,2

EVANGELIO

San Lucas 21, 25-28. 34-36:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación. Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra. Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre»

REFLEXIÓN

En este Primer Domingo de Adviento, el Señor nos invita a una cosa: A LEVANTAD LA CABEZA. No podemos ir por la vida con la “cabeza baja”. No quiere nuestro Señor que vivamos humillados, despreciados, sin derechos ni dignidad.  Es verdad que, como humanos, no podemos presumir de nada. Pero ese Hijo del Hombre que aparece en una nube, allá en lo más alto, ha bajado de la nube a compartir con nosotros esta existencia tan frágil, tan caduca, tan deleznable. Y nos ha devuelto “la imagen” que habíamos perdido. Por eso nos preguntamos: ¿Por qué debemos ir con la cabeza levantada?

1.– Levantamos la cabeza para mirar la vida tal y como es. Hay mucha gente que se escapa de esta vida: no quiere ver tanta violencia, tantas guerras, tantas filas de gente huyendo de sus países, tanto atropello, tanta corrupción. Y dicen: con los ojos cerrados, se vive mejor. Pero, por mucho que cierren los ojos, la miseria no dejará de existir. Jesús pasó por la vida con los ojos bien abiertos:  Veía la soberbia y avaricia de los jefes; la corrupción de los poderosos, la ambición instalada en el mismo corazón de sus discípulos. Y porque vio el mal con todas sus secuelas, quiso luchar contra él.  Si Jesús no hubiera tomado partido por los pobres, si hubiera sido más prudente a la hora de denunciar el mal, si hubiera cuidado un poco las formas y hubiera sido más condescendiente, hubiera vivido muchos años y hubiera muerto tranquilamente en su cama. Pero miró el mal del mundo y ya no pudo vivir tranquilo. Y se comprometió hasta el final.

2.– Levantamos la cabeza para poder mirar el cielo. Uno de los grandes males de nuestra época es que la gente, ya no mira al cielo. El hombre de hoy quiere ser feliz en la “inmanencia”.  Lo decía muy bien el Papa San Juan Pablo II:.»Una especie de ateísmo práctico y existencial que coincide con una visión secularizada de la vida…Un hombre lleno de sí que no sólo se pone como centro de su interés, sino que se atreve a llamarse principio y razón de toda la realidad… Ya no hay necesidad de combatir a Dios. Se piensa que basta simplemente con prescindir de Él.» (P.D.V. 7).  Se están cumpliendo las palabras del poeta: “Bueno es saber que los vasos nos sirven para beber. Lo peor es que no sabemos para qué sirve la sed” (A. Machado). La sed de infinito, de verdad, de felicidad, que el mismo Creador puso en nuestro corazón, ya no sabemos para qué sirven. Hoy, más que nunca, necesitamos levantar la cabeza y mirar al cielo con un sentido de “trascendencia”. El hombre, como el árbol, necesita de la profundidad de las raíces y de la inmensidad de los cielos para mantenerse en pie. Raíces, sí; pero también lluvia, aire, viento, sol, sobre sus ramas.

3.– Levantamos la cabeza para vivir de esperanza y poder todavía soñar.  La vida humana está lanzada hacia el futuro. Somos lo que no somos y estamos llamados a ser. Y para esto necesitamos de la “esperanza”. En realidad, uno no muere cuando acaba de respirar sino mucho antes, desde el momento que ya “no espera nada de la vida”. Sin esperanza no se puede vivir. Y matamos a una persona cuando le decimos: “Yo de ti ya no espero nada”.  Los sueños más bonitos de los profetas coinciden con la época más trágica del pueblo judío: el destierro de Babilonia. Vendrán días en que los “huesos secos se llenarán de carne y de vida” (Ez. 35). Días en que “un agua que baja del Templo convertirá el desierto en vergel y las aguas salobres del Mar Muerto en un mar de agua dulce donde acudirán los pescadores” (Ez. 47).  A los cristianos que creemos en Cristo Resucitado, se nos podrá quitar la piel, pero no los sueños. Adviento es tiempo propicio para soñar.

PREGUNTAS

1.- ¿Miro la vida como es, con todo su realismo?  Y esto ¿Me obliga a cambiar y luchar por un mundo más humano?

2.–¿Doy a mi vida un toque de fe, de amor, de esperanza? Y esto ¿Lo nota la gente?

3.- ¿Estoy convencido de que, si pierdo la esperanza lo he perdido todo?  Además de dormir, ¿me gusta soñar?

Moniciones para el Primer Domingo de Adviento Ciclo C

Adviento 1 by Rafael Gil Vicuña on Scribd

viernes, 26 de noviembre de 2021

EL MANANTIAL DE LA VIDA.EVANGELIO, 27 DE NOVIEMBRE

 Estad en vela, pues, orando en todo tiempo



1.- Oración introductoria.

Señor, hoy vengo a la oración y lo primero que quiero pedirte es que me enseñes a orar. Los judíos rezan mirando a Jerusalén; los musulmanes, mirando a la Meca. Y nosotros, los cristianos, ¿hacia dónde tenemos que mirar? Tú, Señor, mirabas al cielo, donde estaba tu Padre Dios. El Padre era tu comida, tu bebida, tu obsesión. No le llamabas Yavé sino Abbá-Papá. El día en que nos enseñaste a orar de esa manera fue el día más bonito de nuestra historia humana. Se acabó para siempre el Dios del miedo y apareció entre nosotros el Dios de la ternura.    

2.- Lectura reposada del evangelio: Lucas 21, 34-36

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y las preocupaciones de la vida, y venga aquel Día de improviso sobre vosotros, como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra. Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que está para venir, y podáis estar en pie delante del Hijo del hombre.


3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión

         El Señor nos pide dos cosas en este evangelio: “Tened cuidado” y “orad en todo tiempo”. ¿Qué debemos cuidar? En primer lugar, la Naturaleza que Él nos ha regalado. Cuidar la tierra, los ríos, los montes, los mares… Cuidar los animales… y sobre todo, cuidar a las personas.  Cuidar significa “mimar”, mirar todo con ojos de admiración. Jesús se queda extasiado ante un atardecer “cuando el cielo se arrebola” (Mt. 16,2). “Y ante la belleza y hermosura de los lirios en primavera” (Mt. 6,28) “Y ante el vuelo de los pajaritos a quienes su Padre les alimenta” (Mt. 6,26). Pero la auténtica mirada de Jesús es ante las personas: “Llora al ver llorar a María, hermana de Lázaro” (Juan 11,33); mira con mirada de cariño a un joven ( Mc. 10,21); mira con infinita ternura a una mujer pecadora que le ha besado sus pies, se los ha perfumado y los ha secado con sus cabellos” (Lc. 7,44-46). Y queda horrorizado porque unos viejos verdes quieren apedrear a una mujer sorprendida en adulterio. Yo no te condeno. “Vete en paz y no peques más” (Jn.8,11).  También Jesús nos pide que recemos. Pero que lo hagamos como Él, sin muchas palabras. Que lo hagamos diciendo sólo una palabra Abbá-Papá. Y que nos quedemos estremecidos, sobrecogidos, al sentirnos como niños pequeños, queridos tiernamente por Él. 

Palabra del Papa

“Una pregunta está presente en el corazón de muchos: ¿por qué hoy un Jubileo de la Misericordia? Simplemente porque la Iglesia, en este momento de grandes cambios históricos, está llamada a ofrecer con mayor intensidad los signos de la presencia y de la cercanía de Dios. Éste no es un tiempo para estar distraídos, sino al contrario para permanecer alerta y despertar en nosotros la capacidad de ver lo esencial. Es el tiempo para que la Iglesia redescubra el sentido de la misión que el Señor le ha confiado el día de Pascua: ser signo e instrumento de la misericordia del Padre. Por eso en el Año Santo tiene que mantener vivo el deseo de saber descubrir los muchos signos de la ternura que Dios ofrece al mundo entero y sobre todo a cuantos sufren, se encuentran solos y abandonados, y también sin esperanza de ser perdonados y sentirse amados por el Padre. Un Año Santo para sentir intensamente dentro de nosotros la alegría de haber sido encontrados por Jesús, que, como Buen Pastor, ha venido a buscarnos porque estábamos perdidos”. (Homilía de S.S. Francisco, 11 de abril de 2015).

4.- Qué me dice hoy a mí este texto ya meditado. (Guardo silencio)

5.-Propósito. Tener en este día un cuidado especial con las personas con quienes me voy a relacionar.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, hoy te doy gracias porque tienes una mirada penetrante, que contempla, cuida, mima, acaricia. Dame la fuerza de esa mirada para que sepa contemplar la naturaleza, los animales y, sobre todo a las personas, como las miras Tú. Que todo lo que voy a realizar en este día quede envuelto con el calor de una mirada.  ¡Gracias, Señor!

UNA PALABRA DE LOS SALMOS PARA CADA DÍA DE ADVIENTO. DOMINGO, 28 DE NOVIEMBRE

 


<<SEÑOR, ENSEÑAME TUS CAMINOS, INSTRÚYEME EN TUS SENDAS>>.(SALMO 24,4)

El Espejo de la Iglesia en La Rioja. 26 de noviembre. Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño

 

El Espejo de la Iglesia en La Rioja. Presentado por Santiago Ruiz, delegado de Medios de la Diócesis. Hoy hablamos del Taller de Worship que se celebrará en la Curia Diocesana y tenemos de invitados a voluntarios del Centro de Escucha de La Rioja.

HOSPITALIDAD NTRA. SRA. DE LOURDES, LA RIOJA. PROGRAMACIÓN 2022

 


HOSPITALIDAD  DE NTRA. SRA. DE LOURDES, LA RIOJA

                                  

PROGRAMACIÓN 2022

*19 de Diciembrede 2021: Eucaristía de Navidad de la Hospitalidad de Lourdes de La Rioja en la Parroquia San Pío X de Logroño, a las 12:00 h

* 11 de Enero de 2022: Eucaristía (Parroquia San Pío X a las 19:00) por la Hospitalidad de Lourdes.

* 9, 10 y 11 de Febrero: Triduo en Honor  de Ntra.  Sra. de Lourdes en la Parroquia de Santiago de Logroño.

* 11 de Febrero: Jornada Mundial del Enfermo 2022. Cena de la Hospitalidad en N.H.

* 12 de Febrero: Procesión de Antorchas a las 18:45, desde la Plaza de la Iglesia de San Bartolomé  (Rosario)  Eucaristía a las 19:30, (Parroquia de Santiago  de Logroño)

* 3, 17, y 24 de Febrero: Jornadas de Pastoral de la Salud (Salón de las oficinas diocesanas) de 17:30 a 19:00) ACOMPAÑAR AL QUE SUFRE

“Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso” (Lc 6,36)

* Cuidados paliativos: aliviar y acompañar el sufrimiento del paciente y sus familiares

* Testamento vital y Eutanasia.

* Los enfermos en la parroquia, una prioridad

* 11 de Marzo: Eucaristía (Parroquia San Pío X a las 19:00) por la Hospitalidad de Lourdes.

* 11 de Abril: Eucaristía (Parroquia San Pío X a las 19:00) por la Hospitalidad de Lourdes.

* 11 de Mayo: Eucaristía (Parroquia San Pío X a las 19:00) por la Hospitalidad de Lourdes.

* 22 de Mayo: Pascua del Enfermo.

* 28 de Mayo: Rosario de la Aurora en Logroño.

* 11 de Junio: Eucaristía (Parroquia San Pío X a las 19:00) por la Hospitalidad de Lourdes.

* 25, 26, 27 y 28 de Junio: XXVIII Peregrinación Diocesana con enfermos a  Lourdes

Tema Pastoral 2022: «Vaya a decir a los sacerdotes que se construya aquí una capilla y se venga en procesión». 

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El Adviento de la mano de San José

 


El Santuario de Magdala, en Galilea, nos ofrece una serie de conferencias virtuales para vivir el Adviento 2021 “recorriendo con San José el camino espiritual de Nazaret a Belén para recibir en el corazón al Niño Jesús”.

Las conferencias se enmarcan en el Año de San José, convocado por el Papa Francisco, con su carta apostólica Patris corde, del 8 de diciembre de 2020 al 8 de diciembre de 2021.

“Se realizarán cuatro pláticas en vivo donde se reflexionarán las virtudes de San José y se finalizará con el retiro de Navidad”.

Cada conferencia coincidirá con un domingo de Adviento.

En el Primer Domingo de Adviento, el 29 de noviembre, se reflexionará sobre “San José, hombre justo”.

El Segundo Domingo de Adviento, el 5 de diciembre, el tema será “San José, hombre de fe”.

El Tercer Domingo de Adviento, el 12 de diciembre, se abordará el tema “San José, hombre obediente”.

El Cuarto Domingo de Adviento, el 19 de diciembre, se reflexionará sobre “San José, padre amoroso”.

Las conferencias concluirán con el retiro de Navidad, el 22 de diciembre de 2021, con el tema “San José, protector y custodio de la familia”.

EL MANANTIAL DE LA VIDA. EVANGELIO, 26 DE NOVIEMBRE

 “Sabed que el Reino de Dios está cerca”

1.- Oración introductoria.
Señor, hoy mi oración debe ser distinta. Me hablas en el evangelio de invierno y verano; de muerte y de vida; de higueras secas e higueras con brotes. Lo importante es que tu reino ya ha llegado y ha llegado a todas las estaciones del año. Tú siempre estás cerca de nosotros. Haz que te sepamos descubrir en todos los acontecimientos de la vida.

2.- Lectura reposada del evangelio. Lucas 21, 29-33
Les añadió una parábola: «Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya echan brotes, al verlos, sabéis que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que el Reino de Dios está cerca. Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión.
Me parece que lo más importante que hay que resaltar en este texto de Lucas es: “sabed que el reino de Dios está cerca». Dios está cerca, mucho más cerca de lo que nosotros pensamos. Y la irrupción de Dios en el mundo y en nuestras vidas es algo tan maravilloso como el paso del invierno a la primavera. En el invierno hay frío, mucho frío; noche, largas noches; muerte, mucha muerte en la naturaleza. No hay flores ni frutos en los árboles; no hay cantos de pájaros. Y esto lo describe muy bien el Cantar de los Cantares para describir el paso del invierno, es decir, de la soledad y ausencia del amado, a la primavera de su presencia. “Pues mira, ha pasado el invierno, ha cesado la lluvia y se ha ido. Han aparecido las flores en la tierra; ha llegado el tiempo de la poda, y se oye la voz de la tórtola en nuestra tierra. La higuera ha madurado sus higos, y las vides en flor han esparcido su fragancia. Levántate amada mía, hermosa mía y ven conmigo” (Cant. 2,11-13). Y puede servir para describir el paso del invierno de este mundo de egoísmos, de violencias, de frialdad, para dar paso a la bella imagen de la higuera que, con sus hojas tiernas, anuncian el estallido del Reino de Dios, como la llegada de una hermosa primavera.

Palabra del Papa.
“Al final, Jesús hace una promesa que es garantía de victoria: «Con su perseverancia salvarán sus almas». ¡Cuánta esperanza en estas palabras! Son un llamamiento a la esperanza y a la paciencia, a saber esperar los frutos seguros de la salvación, confiando en el sentido profundo de la vida y de la historia: las pruebas y las dificultades forman parte de un designio más grande; el Señor, dueño de la historia, lleva todo a su cumplimiento. ¡A pesar de los desórdenes y de los desastres que turban al mundo, el designio de bondad y de misericordia de Dios se cumplirá! Y esta es nuestra esperanza. Ir así, por este camino, en el designio de Dios que se cumplirá. Es nuestra esperanza. Este mensaje de Jesús nos hace reflexionar sobre nuestro presente y nos da la fuerza para afrontarlo con coraje y esperanza, en compañía de la Virgen, que camina siempre con nosotros”. (S.S. Francisco, 17 de noviembre de 2013).

4.- Qué me dice hoy a mí este evangelio que acabo de meditar. (Guardo silencio).

5.-Propósito. En este día voy a ver el lado bueno de las cosas. No hay invierno que pueda frenar la primavera.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.
Señor, déjame darte gracias por ser como eres. Estás siempre “más allá”. Más allá de nuestros pecados, de nuestras miserias, de nuestros problemas, de nuestras dificultades. Para ti siempre hay una aurora después de la noche; un sol después de la lluvia; una primavera después del invierno; una Resurrección después de la muerte. Nosotros pasamos, pero Tú siempre estás. ¡Gracias, Señor!

Explicación de la Corona de Adviento

 

jueves, 25 de noviembre de 2021

EL MANANTIAL DE LA VIDA. EVANGELIO, 25 DE NOVIEMBRE

 “Cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación».

1.- Oración introductoria.

Señor, tengo necesidad de luz para entender el significado profundo del evangelio de este día. Leído superficialmente produce miedo, temblor, espanto. Pero leído con la luz de la pascua es maravilloso: me habla de un nuevo mundo, de una nueva creación, de un nuevo modo de ser persona. Dame tu luz para que aprenda en profundidad tus bellas enseñanzas.

2.- Lectura reposada del evangelio: Lucas 21, 20-28


«Cuando veáis a Jerusalén cercada por ejércitos, sabed entonces que se acerca su desolación. Entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que estén en medio de la ciudad, que se alejen; y los que estén en los campos, que no entren en ella; porque éstos son días de venganza, y se cumplirá todo cuanto está escrito. ¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días! «Habrá, en efecto, una gran calamidad sobre la tierra, y Cólera contra este pueblo; y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que se cumpla el tiempo de los gentiles. «Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación».

 
3.-Qué dice el texto

Meditación-reflexión

Nunca podremos imaginar lo que supuso para los judíos del siglo primero la caída del Templo de Jerusalén por los romanos. Algunos lo interpretaron como “un anuncio del fin del mundo”. Sin embargo, los cristianos que estaban iluminados por la luz de Cristo Resucitado interpretaron que aquella ruina apuntaba a un mundo nuevo. Es como cuando la cáscara del huevo empieza a rasgarse; no es señal de muerte sino todo lo contrario: está apareciendo una nueva vida. Es muy evocadora la imagen del Hijo del Hombre. Está tomada del libro de Daniel en el capítulo 7. Allí aparecen cuatro bestias que salen del mar (lugar del mal) y saltan a la arena de la historia. Una bestia se come a otra, y esa otra es cada vez más feroz. Significan los imperios: el babilónico, el medo, el persa y el de Alejandro Magno. El anciano, con los libros en la mano es Dios en figura de anciano, que quiere dar una solución. Las cosas no pueden seguir así. Y la figura del Hijo del Hombre es la figura del Mesías que va a venir a dar rostro humano a una historia deshumanizada. Bella e impresionante imagen de Jesús que dice a Pedro: “Mete la espada en la vaina porque el que a hierro mata a hierro muere” (Mt. 26,52). El reino de Jesús es un reino humano y quiere construir una nueva sociedad de personas que no se dejan llevar por sus instintos bestiales, sino que crean en este mundo una nueva humanidad de hermanos bajo la mirada del mismo Padre. Esto es tan hermoso que hace decir al evangelista: “Levantad la cabeza, cobrad ánimo, se acerca vuestra liberación”. Jesús ponía una tarea a sus discípulos: “Desde ahora vais a ser pescadores de hombres”. Hermosa misión para todos los cristianos: hacer de cada ser humano no un poco hombre, ni un medio hombre, sino un hombre cabal, un hombre pleno y realizado, un hombre con rostro humano, siguiendo el ejemplo de Jesús.

Palabra del Papa

“Pensamos en el regreso de Cristo y en su juicio final, que manifestará, hasta sus últimas consecuencias, el bien que cada uno habrá realizado o habrá dejado de realizar durante su vida terrena, percibimos que nos encontramos ante un misterio que nos supera, que no conseguimos ni siquiera imaginar. Un misterio que casi instintivamente suscita en nosotros una sensación de miedo, y quizás también de trepidación. Pero si reflexionamos bien sobre esta realidad, esta sólo puede agrandar el corazón de un cristiano y ser un gran motivo de consuelo y confianza. A este propósito, el testimonio de las primeras comunidades cristianas resuena muy sugerente. Estas solían acompañar las celebraciones y las oraciones con la aclamación Maranathá, una expresión constituida por dos palabras arameas que, según cómo sean pronunciadas, se pueden entender como una súplica: “¡Ven, Señor!”, o como una certeza alimentada por la fe: “Sí, el Señor viene, el Señor está cerca”. Es la exclamación con la que culmina toda la Revelación cristiana, al final de la maravillosa contemplación que se nos ofrece en el Apocalipsis de Juan. En ese caso, es la Iglesia-esposa que, en nombre de la humanidad, de toda la humanidad, y en cuanto su primicia, se dirige a Cristo, su esposo, deseando ser envuelta por su abrazo; un abrazo, el abrazo de Jesús, que es plenitud de vida y de amor”. (Catequesis de S.S. Francisco, 11 de diciembre de 2013).

4.- Qué me dice hoy a mí este texto ya meditado. (Silencio)

5.- Propósito. Controlar bien en este día todos los instintos bestiales que hay en mí y dar rostro humano a todas mis acciones.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, he comenzado esta oración con miedo, con tristeza, con agobio. Pero salgo de ella con un corazón gozoso y esperanzado. El campesino que tira la semilla en la tierra, sabe que se va a pudrir; con todo vuelve contento a su casa porque sabe que de aquel grano podrido y muerto va a surgir una preciosa y granada espiga. Dame fe y esperanza para comprender que ese grano que se va a enterrar voy a ser yo, pero que esa espiga maravillosa que a nacer voy a ser también yo. Gracias por las maravillas que Tú, Señor, haces con nosotros.