miércoles, 30 de marzo de 2022

El evangelio de hoy Jueves 31 de Marzo de 2022 📖 Lectio Divina

 

Lectio Divina: 31 de marzo de 2022

 “Él (Juan) era la lámpara que arde y alumbra”





1.- Oración introductoria.

Señor, en este momento de oración que yo voy a tener contigo, te suplico que me descubras el sentido profundo de las Escrituras. Nos dices que Moisés escribió de ti. A veces me aburren las lecturas del A.T. Hoy quiero leerlas con esta nueva luz que tú me das. Voy a verte a ti en ellas. Así su lectura me resultará no sólo interesante sino apasionante. Me acercaré a los profetas y te leeré a ti. Me acercaré a los salmistas y te escucharé a Ti. Me acercaré al Cantar de los Cantares y me enamoraré de Ti.  

2.- Lectura reposada del evangelio Juan 5, 31-47

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no sería válido. Otro es el que da testimonio de mí, y yo sé que es válido el testimonio que da de mí. Vosotros mandasteis enviados donde Juan, y él dio testimonio de la verdad. No es que yo busque testimonio de un hombre, sino que digo esto para que os salvéis. Él era la lámpara que arde y alumbra y vosotros quisisteis recrearos una hora con su luz. Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha encomendado llevar a cabo, las mismas obras que realizo, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado. Y el Padre, que me ha enviado, es el que ha dado testimonio de mí. Vosotros no habéis oído nunca su voz, ni habéis visto nunca su rostro, ni habita su palabra en vosotros, porque no creéis al que Él ha enviado. Vosotros investigáis las escrituras, ya que creéis tener en ellas vida eterna; ellas son las que dan testimonio de mí; y vosotros no queréis venir a mí para tener vida. La gloria no la recibo de los hombres. Pero yo os conozco: no tenéis en vosotros el amor de Dios. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viene en su propio nombre, a ése le recibiréis. ¿Cómo podéis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros, y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que os voy a acusar yo delante del Padre. Vuestro acusador es Moisés, en quién habéis puesto vuestra esperanza. Porque, si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque él escribió de mí. Pero si no creéis en sus escritos, ¿cómo vais a creer en mis palabras?

3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión.

Qué bonitas las palabras que dedica Jesús a su primo Juan: “Lámpara que arde y alumbra”. Sólo el que arde puede alumbrar. Sólo cuando las lámparas están llenas de aceite, están aptas para recibir al esposo. Las lámparas sin aceite, brillan un momento y se apagan. Son como fuegos artificiales. Sólo el que arde puede alumbrar. Sólo el que arde puede incendiar. Los apóstoles en el día de Pentecostés llevaban “lenguas de fuego”. Y salieron del Cenáculo dispuestos a incendiar el mundo con el fuego del amor.

“Moisés escribió de mí”. Es una bonita clave para leer todo el Antiguo Testamento. Escribieron de ti Moisés, los Profetas, los Sabios, los Salmistas. Por eso dirá San Agustín: “Si leo el A.T y no descubro en él a Cristo, su lectura me parece sosa y aburrida. Pero si descubro en ella a Cristo, su lectura se me hace sabrosa y embriagadora”.  El A.T. es como la madre fecunda que lleva a Cristo en sus entrañas. Es curioso que en este trocito de evangelio salga “nueve veces” la palabra “testimonio”.  Hoy la gente no busca maestros sino “testigos”. Los maestros enseñan de lo que han aprendido en los libros; los “testigos” narran lo que han visto y oído. Son viajeros que cuentan lo que han descubierto en ese Océano infinito de Dios.

Palabra del Papa

“La convicción, la fe en que Dios existe, no es una información como otras. Muchas informaciones no nos importan si son verdaderas o falsas, pues no cambian nuestra vida. Pero, si Dios no existe, la vida es vacía, el futuro es vacío. En cambio, si Dios existe, todo cambia, la vida es luz, nuestro futuro es luz y tenemos una orientación para saber cómo vivir. Por eso, creer constituye la orientación fundamental de nuestra vida. Creer, es decir: «Sí, creo que tú eres Dios, creo que en el Hijo encarnado estás presente entre nosotros», orienta mi vida, me impulsa a adherirme a Dios, a unirme a Dios y a encontrar así el lugar donde vivir, y el modo como debo vivir. Y creer no es sólo una forma de pensamiento, una idea; como he dicho, es una acción, una forma de vivir. Creer quiere decir seguir la senda señalada por la palabra de Dios”. (Homilía Benedicto XVI 15 de agosto de 2006). 

4.- Qué me dice este texto hoy a mí. (Guardo silencio)

5.-Propósito. Hacer un rato de lectura del A.T en clave cristiana.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Te quiero agradecer, de todo corazón, las nuevas enseñanzas que hoy me has dado. Te buscaré en el Antiguo Testamento como aquel que busca con ansiedad tesoros escondidos. Beberé en las dos copas: la del A.T y la del N.T. sabiendo que en ambas copas yo beberé a Cristo.

Oración por la paz.

«Señor Jesús, Príncipe de la Paz, mira a tus hijos que elevan su grito hacia ti: Ayúdanos a construir la paz. Consuela, oh Dios misericordioso, los corazones afligidos de tantos hijos tuyos, seca las lágrimas de los que están en la prueba, haz que la dulce caricia de tu Madre María caliente los rostros tristes de tantos niños que están lejos del abrazo de sus seres queridos. Tú que eres el Creador del mundo, salva a esta tierra de la destrucción de la muerte generalizada, haz que callen las armas y que resuene la dulce brisa de la paz. Señor Dios de la esperanza, ten piedad de esta humanidad sorda y ayúdala a encontrar el valor de perdonar» (Parolín, Secretario del Estado Vaticano).

Misa de hoy ⛪ Miércoles 30 de Marzo de 2022, para los enfermos e impedidos

 

XII SEMANA DE CINE ESPIRITUAL.- CLARET - (5 de abril)

 

MARTES 5 DE ABRIL
20,00H.
VENTA DE ENTRADAS EN LOS CINES 7 INFANTES, LOGROÑO

En 1930, el escritor e intelectual Azorín descubrió un engaño que se había propagado a lo largo de casi 60 años, la vida y las obras del arzobispo español Antonio María Claret, fundador de los Misioneros Claretianos, habían sido adulteradas. Esta historia descubre al que fue el verdadero Claret. Producida por Contracorriente Producciones - Three Columns Entertainment y por la familia Claretiana, que repiten fórmula tras el éxito de la película Un Dios prohibido (2013). Escrita y dirigida por: Pablo Moreno. Fotografía: Rubén D. Ortega AEC Montaje: María Esparcia, AMAE Música: Oscar M. Leanizbarrutia Dir. Producción: Paco Pavón Vestuario: Nacho Pérez Maquillaje: Marina H. Dir. Arte: Sara Pérez Lobato Sonido directo: Juan Borrell Casting: Raúl Escudero Interpretada por: Antonio Reyes, Alba Recondo, Carlos Cañas, Pablo Viña, Assumpta Serna, Scott Cleverdon, Juan Alberto López, Juan Lombardero, Xiqui Rodríguez, Raúl Escudero, Carlos Pinedo, Roberto Pérez (Chapu), Pablo Pinedo, Joseph Junior, Pepe Carrasco, Antonio Castro, Marta Romero, Laura Contreras...


El evangelio de hoy Miércoles 30 de Marzo de 2022 📖 Lectio Divina -

 

martes, 29 de marzo de 2022

Día 29 | Reconciliación y Penitencia I | Peregrinación de la Gracia | Magdala

 



Evangelio De Hoy Miércoles 30 Marzo 2022 l

 Yo no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.

1.- Oración introductoria.

                  Señor Jesús, hoy vengo a la oración a pedirte lo mismo que el Apóstol Felipe: “Muéstranos al Padre y nos basta”. Y es que la palabra “Padre” no caía nunca de tu boca. El Padre alimenta los pájaros del cielo y viste los lirios del campo;el Padre manda la lluvia y el sol; el Padre tiene contados hasta los cabellos de nuestra cabeza. Hoy te pido que me hagas comprender lo maravilloso que es ese Padre al que tantas veces te dirigías.

2.- Lectura reposada de la palabra del Señor. Juan 5, 17-30

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo. Por eso los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a Dios. Jesús, pues, tomando la palabra, les decía: En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace él, eso también lo hace igualmente el Hijo. Porque el Padre quiere al Hijo y le muestra todo lo que él hace. Y le mostrará obras aún mayores que estas, para que os asombréis. Porque, como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregado al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo ha enviado. En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida. En verdad, en verdad os digo: llega la hora (ya estamos en ella), en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán. Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo, y le ha dado poder para juzgar, porque es Hijo del hombre. No os extrañéis de esto: llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio. Y no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.


3.- Qué dice el texto bíblico.


Meditación-Reflexión

Si hay algo que destacan los evangelistas es la fuerte atracción que Jesús sentía por Dios, su Padre. San Marcos nos narra una especie de “jornada-modelo” es decir, lo que solía hacer Jesús un día normal. Y nos da esta pincelada: “De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración” (Mc. 1,35). Jesús, cuando todavía estaba oscuro, se ponía a rezar a Dios, su Padre; tenía necesidad de estar con Él. Salía de la noche, “tiempo de soñar”, y se internaba en el día “tiempo de trabajar”. “Su Padre trabaja y Él también trabaja”. ¿Con quién soñaba Jesús? Soñaba con su Padre. Su oración primera, con la frescura de la mañana, era como el primer beso, que le dirigía a Dios. Después vendrá el día, el trabajo del día, la preocupación por las cosas, y dentro de ese trabajo intenso, el esfuerzo, la fatiga, el cansancio. Pero todo se alivia con la emoción de la primera caricia del día. Y todo se compensa con la plegaria a la puesta del sol, al poder ofrecerle a su Dios, el haber hecho durante el día “todo lo que al Padre le agrada” En Jesús, el día y la noche no lo marca el sol ni la luna. Jesús vive “día y noche” al ritmo de la ternura de Dios, su “Abbá”.  Lo que nosotros debemos hacer es ser “continuadores” de la persona y de la misión de Jesús. Hoy Jesús sigue hablando a través de mis labios; y sigue ayudando a través de mis manos; y sigue caminando a través de mis pies; y sigue amando a través de mi corazón. Yo llenaré mi vida dando un espacio y un tiempo para Jesús en este momento de la historia que me toca vivir. 

Palabra del Papa.

“La obediencia a la voluntad de Dios. Este es el camino de la santidad, del cristiano, es decir, que se realice el plan de Dios, que la salvación se cumpla […] ¿Yo rezo para que el Señor me dé las ganas de hacer su voluntad, o busco compromisos porque tengo miedo de la voluntad de Dios? Rezar para conocer la voluntad de Dios sobre mí y sobre mi vida, sobre la decisión que debo tomar ahora… muchas cosas. Sobre la forma de gestionar las cosas… La oración para querer hacer la voluntad de Dios. Y cuando conozco la voluntad de Dios, también necesito la oración, para cumplir esa voluntad, que no es la mía, es la suya. Y no es fácil. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 27 de enero de 2015, en Santa Marta).

4.- Qué me dice hoy a mí este texto. (Guardo silencio).

5.- Propósito: Levantarme pronto para refrescar la memoria de lo que el Padre me ama.

6.-Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor Jesús, te doy gracias, a boca llena, porque Tú me has revelado el verdadero rostro de Dios. Me habían dicho que era un Señor Poderoso, Justo, Sabio, pero has tenido que venir Tú a decirnos que Dios es, ante todo, un Padre maravilloso. Y está tan cercano a nosotros que hasta le podemos llamar “Abbá-Papá”. Gracias por esta revelación tan fantástica.

Oración por la paz.

«Señor Jesús, Príncipe de la Paz, mira a tus hijos que elevan su grito hacia ti: Ayúdanos a construir la paz. Consuela, oh Dios misericordioso, los corazones afligidos de tantos hijos tuyos, seca las lágrimas de los que están en la prueba, haz que la dulce caricia de tu Madre María caliente los rostros tristes de tantos niños que están lejos del abrazo de sus seres queridos. Tú que eres el Creador del mundo, salva a esta tierra de la destrucción de la muerte generalizada, haz que callen las armas y que resuene la dulce brisa de la paz. Señor Dios de la esperanza, ten piedad de esta humanidad sorda y ayúdala a encontrar el valor de perdonar». (Parolín, Secretario del Estado Vaticano).

Misa de hoy ⛪ Martes 29 de Marzo de 2022

 

Día 28 | La Eucaristía IV | Peregrinación de la Gracia | Magdala

 


Evangelio De Hoy Martes 29 Marzo 2022

 Levántate, toma tu camilla y camina



1.-Oración introductoria.

Señor, me impresiona la paciencia y la tenacidad de ese hombre que llevaba 38 años enfermo y no había perdido la esperanza. Treinta y ocho años esperando a un hombre que le bajara a la piscina. Me da vergüenza decir que yo llevo más de esos años con el alma enferma y no he sentido necesidad de buscar en ti, al hombre que necesito.  Pero hoy quiero cambiar. Quiero que seas Tú ese hombre que me diga: ¡Levántate, y anda!

2.- Lectura reposada de la Palabra del Señor.  San Juan 5, 1-16)

Después de esto, se celebraba una fiesta de los judíos y Jesús subió a Jerusalén, junto a la puerta de las Ovejas, en Jerusalén, hay una piscina llamada en hebreo Betsata, que tiene cinco pórticos. Bajo estos pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, paralíticos y lisiados, que esperaban la agitación del agua. Había allí un hombre que estaba enfermo desde hacía treinta y ocho años. Al verlo tendido, y sabiendo que hacía tanto tiempo que estaba así, Jesús le preguntó: «¿Quieres curarte?». El respondió: «Señor, no tengo a nadie que me sumerja en la piscina cuando el agua comienza a agitarse; mientras yo voy, otro desciende antes». Jesús le dijo: «Levántate, toma tu camilla y camina». En seguida el hombre se curó, tomó su camilla y empezó a caminar. Era un sábado, y los judíos dijeron entonces al que acababa de ser curado: «Es sábado. No te está permitido llevar tu camilla». Él les respondió: «El que me curó me dijo: «Toma tu camilla y camina». Ellos le preguntaron: «¿Quién es ese hombre que te dijo: «Toma tu camilla y camina?». Pero el enfermo lo ignoraba, porque Jesús había desaparecido entre la multitud que estaba allí. Después, Jesús lo encontró en el Templo y le dijo: «Has sido curado; no vuelvas a pecar, de lo contrario te ocurrirán peores cosas todavía». El hombre fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado. Ellos atacaban a Jesús, porque hacía esas cosas en sábado.

3.- Qué dice el texto.


Meditación-reflexión

Se cuenta que el cínico Diógenes que vivió en el s. V antes de Cristo, salió a las doce del día por las calles de Atenas con un candil en la mano, diciendo: “Busco un hombre”. Hombres había muchos, pero “un hombre bueno y honesto” no lo encontró. El paralítico de la piscina se pasó 38 años buscando un hombre que lo metiera en la piscina. Por fin encontró no un hombre sino ¡El hombre!  El hombre cabal, el hombre perfecto, el canon y modelo de hombre: ¡Jesús! Se acercó a él y le dijo: ¿quieres curarte? En aquellas circunstancias, la pregunta es obvia. Lleva ya enfermo 38 años. No tiene un hombre que le meta en la piscina. Lo lógico es que ya hubiera perdido todas las esperanzas. Con esta pregunta Jesús pretende movilizar no sólo su cuerpo sino también el alma. También a nosotros, con el tiempo, se nos paraliza el alma: no pensamos, no crecemos, no evolucionamos, no estamos dispuestos a cambiar.

“Levántate, toma tu camilla y camina”.  Ese hombre, tendido en el suelo, enfermo, limitado, frágil y necesitado, eres tú y soy yo. Y ese otro Hombre que pasa a tu lado y   se te acerca, te levanta y te hace caminar es Jesús. Qué distinto el comportamiento de los judíos y el de Jesús. Los judíos tenían que celebrar el sábado, era fiesta para ellos. Y uno se pregunta: Estando rodeados de gente enferma, que lo está pasando mal, ¿todavía tienen ganas de fiesta? Para Jesús, la fiesta es precisamente eso: sanar las dolencias, curar las enfermedades, ayudar al que lo necesita, hacer el bien a todos.  Esa debería ser nuestra fiesta de Domingo.

Palabra del Papa

“Sobre la Iglesia que el papa sueña: Veo con claridad que la Iglesia hoy necesita con mayor urgencia la capacidad de curar heridas y dar calor a los corazones de los fieles, cercanía, proximidad. Veo a la Iglesia como un hospital de campaña tras una batalla. ¡Qué inútil es preguntarle a un herido si tiene altos el colesterol o el azúcar! Hay que curarle las heridas. Ya hablaremos luego del resto. Curar heridas, curar heridas… Y hay que comenzar por lo más elemental”. Yo sueño con una Iglesia madre y pastora. Los ministros de la Iglesia tienen que ser misericordiosos, hacerse cargo de las personas, acompañándolas como el buen samaritano que lava, limpia y consuela a su prójimo. Esto es Evangelio puro. Dios es más grande que el pecado. Las reformas organizativas y estructurales son secundarias, es decir, vienen después. La primera reforma debe ser la de las actitudes. Tenemos que anunciar el Evangelio en todas partes, predicando la buena noticia del Reino y curando, también con nuestra predicación, todo tipo de herida y cualquier enfermedad.» (Entrevista a S.S. Francisco, 19 de septiembre de 2013).

4.- Qué me dice hoy a mí este texto. (Guardo silencio).

5.- Propósito. Hoy me comprometo a ayudar o acompañar a una persona que lo esté pasando mal.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, te agradezco este rato de oración, de diálogo, de encuentro. Porque siempre que me encuentro contigo tengo ganas de ser mejor, me animas, me ayudas, y, como al paralítico de la piscina, me empujas a caminar. Sí, quiero caminar, pero no de cualquier modo ni por cualquier camino. Quiero caminar como lo hacías Tú “fijándote en el que sufre y se lo pasa mal”.

Oración por la paz

«Señor Jesús, Príncipe de la Paz, mira a tus hijos que elevan su grito hacia ti: Ayúdanos a construir la paz. Consuela, oh Dios misericordioso, los corazones afligidos de tantos hijos tuyos, seca las lágrimas de los que están en la prueba, haz que la dulce caricia de tu Madre María caliente los rostros tristes de tantos niños que están lejos del abrazo de sus seres queridos. Tú que eres el Creador del mundo, salva a esta tierra de la destrucción de la muerte generalizada, haz que callen las armas y que resuene la dulce brisa de la paz. Señor Dios de la esperanza, ten piedad de esta humanidad sorda y ayúdala a encontrar el valor de perdonar». (Parolín, Secretario del Estado Vaticano).

lunes, 28 de marzo de 2022

ASAMBLEA DIOCESANA DE CÁRITAS

 


Cáritas La Rioja celebró el sábado su Asamblea Diocesana, un acto tradicionalmente trienal que no ha podido convocarse desde 2017 a causa de la pandemia. A este encuentro especial asistieron más de un centenar de personas, entre ellas el obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño, D. Santos Montoya. En el acto se evaluó el trabajo desarrollado los años anteriores, se renovó parte de la Comisión Permanente y del Consejo Diocesano y se aprobaron las líneas de actuación prioritarias a realizar en los próximos tres años.

Los cuatro ejes principales de la actuación de la entidad social hasta 2024 serán: la acción socio-caritativa y el acompañamiento a personas y familias; el acompañamiento a la comunidad cristiana y a los agentes de la acción socio-caritativa; la promoción de los derechos humanos y del compromiso de la sociedad con estos; y el impulso de una organización ambiental y económicamente sostenible e innovadora.

La jornada, celebrada en el colegio San José-Hermanos Maristas, comenzó con una oración y unas palabras de D. Santos Montoya. A continuación, Fernando Beltrán, director de Cáritas La Rioja, expuso un informe sobre el anterior Plan Estratégico y repasó los principales datos de los últimos años. Estas cifras revelan que de 2017 a 2021 se atendió a 7.835 hogares y hubo 15.321 beneficiarios. Para ello, se realizaron 137.304 intervenciones y se dedicaron 1.230.653,70 euros a ayudas directas. El incremento del periodo 2020-2021 al del 2018-2019 fue del 132 % (732.330,92 euros frente a 314.356,92 euros). “La incidencia de la pandemia provocó un aumento considerable de la emergencia y la cuantía de las ayudas. Esto refleja que las personas en exclusión fueron las que más sufrieron la crisis económica provocada por la crisis sanitaria”, explicó el director.

Por el difícil contexto de los últimos años, Fernando Beltrán puso en valor “el esfuerzo realizado por la entidad, que no ‘echo el cierre’ en ningún momento del estado de alarma y siguió sirviendo a los que menos recursos tenían en medio del aislamiento”. “No quiero olvidar ni dejar de mostrar nuestro agradecimiento a los técnicos que durante los momentos más duros de la pandemia hicieron posible que Cáritas no cerrara y a los voluntarios que acompañaron esta labor”, destacó el director.

Cuatro pilares hasta el 2024

Tras el informe de Fernando Beltrán, los representantes de las 37 Cáritas parroquiales, del Consejo Diocesano y de las personas trabajadoras procedieron a la votación, de manera electrónica a través de sus dispositivos móviles, del nuevo Plan Estratégico, que estará vigente hasta 2024 y cuenta con cuatro líneas de actuación. La primera de las líneas estratégicas, “Atención socio-caritativa y personas acompañadas”, busca: “Acompañar y ayudar a las personas y familias a las que atendemos desde la clave de los derechos”. Así, la entidad desea contribuir a la inserción y promoción laboral de las personas atendidas, acompañar a las personas mayores en situación de soledad, enfermedad, etc. y apoyar a los pueblos de La Rioja vaciada para paliar la soledad, la falta de servicios, la brecha digital…

La segunda línea, “Agentes y comunidad cristiana”, tiene como objetivo: “Acompañar a los agentes de la acción socio-caritativa y a la comunidad cristiana para hacer real su compromiso con los pobres y excluidos”. Dentro de esta línea se fomentará la incorporación de nuevos voluntarios y la formación de los agentes de Cáritas en aspectos que mejoren sus tareas de acompañamiento y su capacidad de responder a los nuevos escenarios de exclusión.

El tercer pilar, “Sociedad y derechos humanos”, pretende: “Promover la defensa de los derechos humanos y el compromiso de la sociedad en general para construir una sociedad más justa, inclusiva y solidaria”. En este sentido, se denunciarán “las situaciones potencialmente generadoras de pobreza, exclusión y vulnerabilidad social”, se hará “incidencia en las zonas rurales que carecen de servicios o están desapareciendo” y se “sensibilizará a la sociedad en temas que vulneran los derechos humanos”.

La cuarta línea de actuación, “Organización sostenible e innovadora”, está enfocada a: “Impulsar una organización ambiental y económicamente sostenible e innovadora”. Se trata de: buscar la sostenibilidad de la organización, mediante una “financiación diversa y acorde a sus valores”, que permita el cumplimiento de su misión; promover una organización flexible, accesible y en continuo aprendizaje para adaptarse a las demandas de la sociedad; y fomentar el consumo responsable y el cuidado del medio ambiente, a la luz de la encíclica “Laudato si”.


Día 27 | La Eucaristía III | Peregrinación de la Gracia | Magdala

 


Lectio Divina: 28 de marzo de 2022

 Creyó el hombre en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino.


1.- Oración introductoria.

Señor, en este día quiero rezar para que me des fe, mucha fe, una fe personal, como aquel funcionario del rey que, a pesar de no ser judío, creyó en tu palabra. Todos los días tu palabra pasa por mis manos, por mis labios, por mis oídos. Pero ¿Pasa también por mi corazón? Y, al entrar en mi corazón, ¿cambia mi vida? Haz, Señor, que yo ponga hoy una buena tierra donde germine tu Palabra y dé el ciento por uno. 

2.- Lectura reposada de la palabra del Señor. Juan 4, 43-54

Pasados los dos días en Samaria, partió de allí para Galilea. Pues Jesús mismo había afirmado que un profeta no goza de estima en su patria. Cuando llegó, pues, a Galilea, los galileos le hicieron un buen recibimiento, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta. Volvió, pues, a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaúm. Cuando se enteró de que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue donde él y le rogaba que bajase a curar a su hijo, porque se iba a morir. Entonces Jesús le dijo: «Si no veis señales y prodigios, no creéis». Le dice el funcionario: «Señor, baja antes que se muera mi hijo». Jesús le dice: «Vete, que tu hijo vive». Creyó el hombre en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino. Cuando bajaba, le salieron al encuentro sus siervos, y le dijeron que su hijo vivía. Él les preguntó entonces la hora en que se había sentido mejor. Ellos le dijeron: «Ayer a la hora séptima le dejó la fiebre». El padre comprobó que era la misma hora en que le había dicho Jesús: «Tu hijo vive», y creyó él y toda su familia. Esta nueva señal, la segunda, la realizó Jesús cuando volvió de Judea a Galilea.

3.- Qué dice el texto.


Meditación- reflexión.

Jesús que ha venido, en primer lugar, a salvar a los de su pueblo, su raza, parece que se recrea presentándonos a “otros” como modelos de fe. Se ha encontrado con la Samaritana y ahora con un pagano, funcionario del rey. Y no es que no encuentre fe entre los judíos, pero no la fe que Él busca. Entre los judíos hay una fe tradicional, cansada, ritualista, legalista. Es una fe que más habla de muerte que de vida. La fe de los judíos es agua de pozo y Jesús busca agua viva, de manantial. La fe de los judíos es fe de “milagros espectaculares” y Cristo busca una fe de “signos de vida”. Un judío no hubiera creído sin ver. Y este pagano se fía de la palabra de Jesús. Es lógico que nos preguntemos: ¿Cómo es nuestra fe? ¿Me fío de la palabra de Dios? ¿Creo en la fuerza de la palabra de Dios para convertirme y hacerme de nuevo? La fe, ¿me ayuda a ser amable, cariñoso, solidario, servicial? Y, sobre todo, ¿vivo mi fe con alegría? Si vivo con amargura, mi fe está muerta. Es imposible creer en Cristo Resucitado y estar habitualmente triste. Y es imposible creer en Cristo Resucitado y vivir sin esperanza. Tengo fe, pero ¿qué tipo de fe es la mía?  “Iglesia en camino, tú descubrirás, asombrada, que tu alegría es la alegría de Dios, que tu gozo es su gozo, que tu fiesta es su fiesta…Y el evangelio te deja ver que la antigua promesa se está cumpliendo en Cristo Jesús. Tú y tu Dios de la mano, estás pasando del luto a la danza; tú y tu Dios de la mano, vais camino de la Pascua; tú y tu Dios, de la mano, estáis haciendo nuevo el mundo, los dos en lucha contra la fiebre, contra la postración, contra la muerte”. (Fr. Agrelo).

Palabra del Papa

«¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto» (v. 29). ¿Y quiénes eran los que habían creído sin ver? Otros discípulos, otros hombres y mujeres de Jerusalén que, aun no ha­biendo encontrado a Jesús Resucitado, creyeron por el testimonio de los Apóstoles y de las mujeres. Esta es una palabra muy importante sobre la fe; podemos llamarla la bienaventuranza de la feBienaventurados los que no han visto y han creído: ¡Ésta es la bienaventuranza de la fe! En todo tiempo y en todo lugar son bienaventurados aquellos que, a través de la Palabra de Dios, proclamada en la Iglesia y testimoniada por los cristia­nos, creen que Jesucristo es el amor de Dios encarnado, la Misericordia encarnada. ¡Y esto vale para cada uno de nosotrosPapa Francisco(Ángelus, 7.4.13).

4.- Qué me dice hoy a mí este texto ya meditado. (Silencio)

5.- Propósito. Buscaré un momento del día para pedir a Jesús que me dé una auténtica fe, fe en su Palabra.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, al acabar esta oración te agradezco que tu Palabra haya sido un revulsivo para mí. Hacía tiempo que estaba viviendo una fe apagada, vacía, incapaz de movilizar mi vida. Necesito vivir mi fe con ilusión y con ganas de complicarme la vida en favor de una misión más arriesgada y contagiosa. Y no quiero salir de aquí sin que me cambies de actitud. Dame la fe de este pagano que aparece en el evangelio.

Oración por la paz.

«Señor Jesús, Príncipe de la Paz, mira a tus hijos que elevan su grito hacia ti: Ayúdanos a construir la paz. Consuela, oh Dios misericordioso, los corazones afligidos de tantos hijos tuyos, seca las lágrimas de los que están en la prueba, haz que la dulce caricia de tu Madre María caliente los rostros tristes de tantos niños que están lejos del abrazo de sus seres queridos. Tú que eres el Creador del mundo, salva a esta tierra de la destrucción de la muerte generalizada, haz que callen las armas y que resuene la dulce brisa de la paz. Señor Dios de la esperanza, ten piedad de esta humanidad sorda y ayúdala a encontrar el valor de perdonar» (Parolín, Secretario del Estado Vatica

sábado, 26 de marzo de 2022

Impresionante testimonio de la Hna. Gloria, secuestrada en Mali

 

Día 25 | Adoración | Peregrinación de la Gracia | Magdala

 


CUARTO DOMINGO DE CUARESMA, 27 de marzo de 2022

                                

El cuarto domingo de cuaresma nos introduce un paso más en el camino de la pascua de Jesús.  Para prepararnos a la fiesta  cristiana por autonomasia hemos de abrirnos cada vez más, en nuestras actitudes y en nuestras obras de amor, a Dios y a los hombres.

La apertura del corazón de los cristianos pasa por una fase que se llama reconciliación: reconciliación con Dios y con nuestros hermanos. Una lleva a la otra.

Cuando uno toma conciencia del amor que Dios nos tiene al perdonarnos, no le queda más remedio  que <<repetir el mensaje de la reconciliación>>. Esto significa que no sólo hemos de perdonar a los demás, sino que hemos de estar también dispuestos a ser instrumentos de la paz y el perdón para con los demás.

La parábola que Jesús nos cuenta hoy en el evangelio es una invitación a reconciliarnos con los demás, precisamente porque Dios nos ha reconciliado con él, por medio de Jesús. Sólo los orgullosos, que se creen muy buenos, se cierran al perdón y a la reconciliación.

 La eucaristía es el convite que Dios , nuestro Padre, celebra para festejar su perdón. Sólo   aquellos que están dispuestos a perdonar a su hermano pueden entrar en el convite.

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El libro de Josué nos cuenta que el pueblo de Dios celebró la pascua al entrar a la tierra prometida ( Josué 5,9a.10-12)

El Señor es bueno con nosotros. Que su alabanza esté siempre en nuestro corazón y en nuestros labios. 

Jesucristo ha hecho de nosotros criaturas nuevas. Y nos ha dado un corazón nuevo. Nuestro Padre Dios nos perdona siempre.(2Corintios 5,17-21)

Jesús nos cuenta, en el evangelio de san Lucas, una bellísima parábola, conocida como la parábola del hijo pródigo. Podríamos llamar  también la parábola del Padre misericordioso o la parábola de la reconciliación. (Lucas 15,1-3.11-329

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Un padre y dos hijos. Un padre que ama mucho a sus hijos. Un hijo más pequeño que se harta de estar bien en su casa y pide a su padre la herencia. Se marcha. Gasta lo que tiene. Lo pasa mal. y determina volver.

El padre, que no está feliz desde el día en que se marchó su hijo.  Que lo espera siempre. Que sale al camino por ver si viene. Y que un día lo ve a lo lejos. Y corre hacia él. Lo abraza, lo hace entar, lo viste. Y celebra para él un gran comida de fiesta.

El otro hermano que siempre se quedó en casa, que estuvo bien siempre y que nunca había tenido la experiencia dolorosa de estar lejos de su casa, no entiende lo que hace el padre.

Lo que cuenta Jesús es una parábola. Detrás de ella se esconde una verdad religiosa que él nos quiso explicar.

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Cada uno de nostros somos el hijo que se marchó, el hijo pródigo. Estábamos felices viviendo con Dios nuestro Padre. Y un día -cada uno sabe cuándo-  dijimos <<no>> a Dios. Y nos marchamos de su casa. No estábamos de acuerdo con lo que él nos mandaba, con lo que él nos quería y nos decía. Nos aburrimos. Y lo dejamos.

Hicimos nuestro capricho. Nos portamos mal con los demás. Fuimos egoistas. No trabajamos lo suficiente. Sobre todo en nuestro corazón le dijimos.<<no>> me interesas. Yo hago lo que quiero...

Y anduvimos vagabundo. Y tristes. Y solos. Nuestro corazón estaba sucio. Lo pasamos mal.

Pero un día sentimos dentro de nosotros un deseo de  volver a Dios. Estábamos arrepentidos de haberle dicho <<no>> Y  avergonzados, determinamos volver a casa, es decir, cambiar por dentro, convertirnos.

Dios nuestro Padre nos esperaba siempre. Dispuesto a perdonarnos, a querernos, a que viviéramos con él como hijos de Dios. Y salió a nuestro encuentro. Y por medio de Jesús, nuestra luz, nos mostró el camino que lleva hacia él.

El perdón del Padre nos debe llevar a perdonar a los hermanos, a ser comprensivos con ellos, a buscar la reconciliación. El hermano mayor de la parábola se resistía a perdonar a su hermano. Y claro, en ese caso, no estaba demostrando ningún amor por su Padre.

Dios ha preparado un banquete para nosotros sus hijos, que estábamos lejos y ahora estamos cerca. Es el banquete de la eucaristía. Todos estamos invitados.

QUE EL SEÑOR NOS BENDIA, NOS GUARDE DE TODO MAL Y NOS LLEVE A LA VIDA ETERNA

Domingo 4º, cuaresma: 27 de marzo de 2022

 El hijo pródigo

El Padre Misericordioso

INTRODUCCIÓN

H. Nouwen comenta el famoso cuadro de Rembrandt de esta manera: «El gesto tranquilo de las manos del Padre sobre la espalda del hijo arrodillado… es el núcleo de todo lo que aparece en el cuadro. Ellas son la expresión más elocuente de la mirada acogedora del corazón. La mano izquierda fuerte y musculosa es la que sostiene al hijo y tiene rasgos masculinos. La mano derecha, por el contrario, es suave y fina: acaricia con ternura; tiene rasgos femeninos. Las dos manos nos vienen a decir que Dios es Padre y Madre. Toca al hijo con su paternidad y maternidad».

TEXTOS DE LA MISA

1ª lectura: Josué 5,9-12;        2ª lectura: 2Corintios 5,17-21.

EVANGELIO

Lucas 15,1-3. 11-32

También les dijo: «Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte que me toca de la fortuna”. El padre les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se marchó a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada. Recapacitando entonces, se dijo: “Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros”. Se levantó y vino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos. Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo”. Pero el padre dijo a sus criados: “Sacad enseguida la mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”. Y empezaron a celebrar el banquete. Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Este le contestó: “Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud”. Él se indignó y no quería entrar, pero su padre salió e intentaba persuadirlo. Entonces él respondió a su padre: “Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado”. Él le dijo: “Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”».

REFLEXIÓN

1.– El comienzo. Lc. 15,1-3. Los publicanos y pecadores, es decir, la gente de mal vivir, estaban felices escuchando a Jesús. En cambio, los fariseos y los escribas (los que el pueblo tenía como santos) murmuraban porque Jesús comía con pecadores.  A estas tres parábolas, la del Pastor, la de la Mujer que busca la moneda perdida y la del Padre Bueno, se les llama parábolas de revelación. Con ellas Jesús quiere revelar el verdadero rostro de Dios. A esos que explicaban las Escrituras y tenían siempre en los labios el nombre de Yavé, les va a decir que no tienen idea de lo que es Dios. Sólo el Hijo, el que ha vivido siempre con el Padre, nos lo puede revelar. (Jn.1,18). Y lo hace con estas parábolas maravillosas. Un gran especialista en parábolas, el Dr. Jeremías, nos dice que siempre en las parábolas hay que ir al núcleo esencial. ¿Y cuál es el núcleo esencial de estas parábolas? Responde: LA INSENSATEZ. Sólo un pastor insensato busca una oveja abandonando las 99 en el corral. Sólo un Padre que ha perdido el juicio trata de esa manera a ese hijo que es un auténtica calavera. Sólo una mujer de pocas luces, al encontrar una moneda de poco valor, invita a una fiesta a sus amigas. Conclusión: Dios ha perdido el juicio, se ha vuelto loco, pero “loco de amor al hombre. Y esa “locura de amor, por parte de Dios, va a ser el mensaje que su Hijo viene a revelarnos”.

2.– El centro fundamental de la Parábola: Los gestos exagerados. – Un padre no entrega nunca la herencia al hijo en vida. La costumbre era entregarla después de la muerte. –   Un padre nunca corre a buscar al hijo. Según la costumbre, el padre está sentado en casa. Es el hijo el que debe venir a buscarlo. – Y, cuando viene el hijo, el padre podía haber adoptado varias actitudes más razonables: A) Podía haberle dado lo que el hijo pedía: entrar en casa, pero como un obrero, no como hijo. B) O bien, podía haberle perdonado, pero dándole una amonestación: Te perdono y te doy una nueva oportunidad. Pero si vuelves a hacer lo mismo aquí no entras más. C) El padre podía haberle perdonado diciendo: Eres el mismo que antes. Sé que eres joven y se te han cruzado los cables. Olvida todo. Haz que esto sea un paréntesis, un episodio, pero vuelve a casa como si nada hubiera pasado. Eres el mismo de antes. Incluso te devuelvo “las sandalias” símbolo del poder de una persona. Y el “anillo” de sus riquezas. Te nombro de nuevo, heredero –con tu hermano– de los bienes. Aquel muchacho se hubiera sentido el más feliz del mundo.

– Sin embargo, el padre hace lo inaudito: corre, besa al hijo, le abraza, no le deja pedir excusas, le calza, le viste… y manda matar el ternero gordo. Todos estos excesos, estas exageraciones, este interés por salirse de lo normal, de la manera que uno ni siquiera hubiera imaginado…, nos quiere decir que así de loco, así de exagerado, así de escandaloso es el amor del Padre-Dios.

3.– El final. ¿Cómo acabaría esta historia? El evangelio no dice nada, pero tenemos derecho a imaginarla. A mí ni se me ocurre pensar que este hijo, después de haber conocido al Padre, tuviera ya ganas de irse de casa. En casa ha encontrado lo que le negó su aventura por las calles. En realidad, vivió en casa “sin conocer al Padre”. Incluso me imagino que el hijo mayor, al ver el derroche de ternura de su Padre, acabaría aceptando la invitación de éste a entrar en la fiesta. Desde ahora ya no viviría en casa como “obrero” sirviendo a su Señor. Experimentaría el gozo de vivir “como hijo” aceptando también a su hermano. Si al terminar la parábola uno saca la conclusión de que el Padre Dios es bueno, no ha entendido nada. Este Padre Dios es exageradamente bueno, escandalosamente bueno. Todo puede cambiar con el “milagro del corazón”.

PREGUNTAS

1.- ¿Estoy convencido existencialmente de todo lo que Dios me ama? ¿He tenido en mi vida alguna experiencia religiosa en este sentido?

2.- Después de conocer este amor apabullante de Dios ¿puedo seguir amando a mis hermanos con un amor ruin, mezquino, interesado?

3.- Con un Padre tan maravilloso, ¿puedo vivir con tristeza?

viernes, 25 de marzo de 2022

Evangelio del Día 26 de marzo de 2022

 ¡Ten compasión de mí, que soy pecador!



1.- Oración preparatoria.

Señor, te lo confieso, al leer la oración del fariseo me he indignado por dentro porque me parece la oración más estúpida de toda la Biblia. “Gracias porque yo no soy como los demás”. ¿Habrá cosa más bonita que ser como los demás? Pasar por la vida sin complejos de superioridad “nadie es más que nadie”, ni tampoco de “inferioridad”, nadie es menos que nadie. Eso era lo que Tú, Señor, querías: un mundo de iguales, un mundo de hermanos.

2- Lectura sosegada del evangelio: Lucas 18, 9-14

En aquel tiempo, dijo Jesús esta parábola por algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás: Dos hombres subieron al templo a orar; uno fariseo, otro publicano. El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: «¡Oh Dios! Te doy gracias porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco como este publicano. Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias.» En cambio, el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: «¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy pecador!» Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.


3.- Qué dice el texto.


Meditación-reflexión

Hay dos maneras de ir a Dios: por las buenas o por las malas. Ir a Dios por las malas, es ir como el fariseo en plan de “exigencia”.  Son aquellos que quieren comprar a Dios “por sus méritos”. Se creen “justos” y, por eso, no necesitan que Dios los justifique. Para ellos Jesús es un lujo, no hacía falta que hubiera venido a este mundo. Ellos, con sus obras, eran “merecedores del cielo”. Lo peor de éstos no es que ellos se consideren “buenos” sino que “desprecian a los que no son como ellos”. “No soy como ese publicano”. Pero también se puede ir a Dios por las buenas, como el “publicano” de la parábola. No fue en plan de “exigencia” sino “de indigencia”. Él se sentía pobre, pequeño, pecador. No se atrevía ni a levantar los ojos al cielo. Si el fariseo se presentaba ante Dios “con los puños cerrados” exigiéndole todo lo que le debía, el publicano se situaba ante Dios “con las manos abiertas” dispuesto a recibir de Dios su perdón. ¿Y qué nos dice el evangelio? Que el publicano salió del templo “justificado”, es decir, “justo, santo”. Él no se lo merecía, pero no se trataba de méritos, sino de gracia. Dios lo había hecho todo “gratuitamente”. Y ¿qué pasó con el fariseo? Que salió del templo con todos los pecados que tenía más uno más: el de soberbia. “Acércate quedándote atrás, Iglesia pecadora, y, sin levantar los ojos, déjate alcanzar por la mirada de Dios, escucha su voz, abre tu oído a la palabra del Señor, comulga la compasión que pides, recibe la justicia que recitas, vuelve resucitada a tu casa, vuelve con Cristo en el corazón” (Fr. Agrelo).

Palabra del Papa

“La incapacidad de reconocerse pecadores nos aleja de la verdadera confesión de Jesucristo. Es fácil decir que Jesús es el Señor, difícil en cambio reconocerse pecadores. Es la diferencia entre la humildad del publicano que se reconoce pecador y la soberbia del fariseo que habla bien de sí mismo: Esta capacidad de decir que somos pecadores nos abre al estupor que nos lleva a encontrar verdaderamente a Jesucristo. También en nuestras parroquias, en la sociedad, entre las personas consagradas: ¿Cuántas son las personas capaces de decir que Jesús es el Señor?, muchas. Pero es difícil decir: Soy un pecador, soy una pecadora. Es más fácil decirlo de los otros, cuando se dicen los chismes… Todos somos doctores en esto, ¿verdad?”  (Cf Homilía de S.S. Francisco, 3 de septiembre de 2015, en Santa Marta).

4.- ¿Qué me dice hoy a mí esta palabra que acabo de meditar? (Silencio)

5.- Propósito. Pasaré todo el día “disfrutando” con la gente. Ni son más ni menos que yo. Son mis hermanos.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Yo, Señor, te quiero dar gracias por tus parábolas. Son verdaderas perlas. Nada se ha producido en la literatura universal que se les parezca. De una manera sencilla, popular, con ejemplos de todos conocidos, nos hablas tan bonitamente de Dios. Con la parábola de hoy, desenmascaras la falsedad de los fariseos y pones al descubierto el interés de Dios por los pequeños, los humildes, los despreciados de los demás. Cuidando a los pequeños, ¡Qué grande te manifiestas!

Consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María

 

Celebración de la Penitencia y Acto de Consagración, 25 de marzo de 2022, Papa Francisco

 


Desde la Basílica Vaticana, Celebración de la Penitencia presidida por el Papa Francisco con la consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María

El Espejo de la Iglesia en La Rioja. 25 de marzo de 2022. DIÓCESIS DE CALAHORRA Y LA CALZADA-LOGROÑO

 

Hoy en El Espejo de la Iglesia en La Rioja de COPE Rioja damos a conocer acciones que se están llevando a cabo por Ucrania

Día 24 | La Eucaristía II | Peregrinación de la Gracia | Magdala

 


Lectio Divina: 25 de marzo de 2022

 La Anunciación

1.- Oración introductoria.

Señor, en este bonito día de la Anunciación, yo quiero estar cerca del corazón de la Virgen María y escuchar allí sus sentimientos más hondos, sus emociones más profundas. Por un momento el cielo y la tierra estaban pendientes de una palabra. Dios ya estaba decidido a hacerse hombre, a vivir entre nosotros, pero esperaba el consentimiento de una mujer. Y María dijo SÍ.  Gracias. Señor, por tu gran amor. Y gracias María por haber dicho que sí.

2.- Lectura sosegada de la Palabra del Señor. Lucas 1, 26-38

Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin». María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios». Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel dejándola se fue.


3.- Qué dice el texto.

Meditación-Reflexión

Los que hemos tenido la suerte de estar en Tierra Santa, conservamos una emoción contenida al visitar la preciosa Basílica de Nazaret y, sobre todo, al hincar nuestras rodillas ante la gruta en la que, según la tradición, tuvo lugar el misterio de la Encarnación.  Nadie como San Bernardo ha sabido captar ese momento sublime, Dice así:” “El ángel espera tu respuesta, Oh María. También nosotros estamos esperando. En tus manos está el precio de nuestro rescate: responde pronto, Oh Virgen. Pronuncia la palabra que el cielo, la tierra y hasta los infiernos esperan de ti.… Mira, es el deseo de todas las gentes el que está ahí fuera y llama a tu puerta…Levántate, corre, abre. Levántate con la fe, corre con tu afecto, abre con tu consentimiento”. El saludo del Ángel hace vislumbrar a María que Dios la quiere sencilla, humilde, servidora, alegre, cerca de la gente. María dijo sí. En la vida es bonito decir sí, estar disponibles a los requerimientos de los demás. Cuando dos jóvenes se dicen que sí en el amor, Dios les regala un Sacramento. Pero decir sí a una persona comporta un riesgo porque toda persona es un misterio. ¿Qué diremos de María que supo decir sí al Misterio de Dios? En varias ocasiones María no entendió a Dios. Pero no quiso abrir el misterio porque lo hubiera estropeado. Prefirió cargar con él durante toda la vida. Y fiarse plenamente de Dios.

Palabra del Papa

“La voluntad de Dios es la ley suprema que establece la verdadera pertenencia a Él. María instaura un vínculo de parentesco con Jesús antes aún de darle a luz: se convierte en discípula y madre de su Hijo en el momento en que acoge las palabras del Ángel y dice: «He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra». Este «“hágase» no es sólo aceptación, sino también apertura confiada al futuro. ¡Este «hágase» es esperanza! María es la madre de la esperanza, la imagen más expresiva de la esperanza cristiana. Toda su vida es un conjunto de actitudes de esperanza, comenzando por el «sí» en el momento de la anunciación. María no sabía cómo podría llegar a ser madre, pero confió totalmente» (Papa Francisco, 21 de noviembre de 2013).

4.- Qué me dice hoy a mí esta palabra (guardo silencio).

5.-Propósito. Decir sí a todo lo que me pidan en este día.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Gracias, Dios mío, por el Misterio de la Encarnación. Gracias porque has querido venir a nuestro mundo para compartir con nosotros las penas y las alegrías; nuestras sonrisas y nuestras lágrimas. Así eres nuestro hermano. Gracias porque has trabajado con manos de hombre; has mirado con mirada de hombre; has amado con corazón de hombre.