domingo, 30 de septiembre de 2018

Evangelio de Hoy Domingo 30 de Septiembre de 2018



“APÁRTATE DEL ESCÁNDALO, VIVE EL EVANGELIO”

EL Evangelio de hoy domingo 30 de septiembre 2018, San Marcos 9, 38 - 43. 45. 47 -48 es una invitación para reconocer cómo tenemos que huir del escándalo externo e interno que nos aparta del bien, de DIOS, y de la meta de la Salvación del alma.

FRASES CENTRALES DEL EVANGELIO DE HOY SEPTIEMBRE 30 - 2018

a. Juan dice a Jesús, “Maestro vimos a uno que echaba demonios en tu nombre, lo hemos querido impedir, porque no va con nosotros”.
b. Jesús, respondió “No se lo impidan, quien hace un milagro en mi nombre, no puede hablar mal de mí. Quien no está contra nosotros, está a nuestro favor”.
c. Quién les dé a beber un vaso de agua porque son de CRISTO, no se quedará sin la paga. Si uno escandaliza a uno de estos pequeños que cree, más le vale que le cuelguen una piedra de molino al
cuello y lo arrojen al mar.
d. Si tu mano, te hace caer córtala, más vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al fuego que no se apaga. Si tu pie te hace pecar, córtalo, más te vale entrar cojo en la vida, que ser arrojado con los dos pies al horno, (gehena).
e. Si tu ojo, te hace pecar, sácalo, más vale entrar tuerto en el reino de DIOS, que con los dos ojos, ser arrojado al horno donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.

CUÍDATE DEL ESCÁNDALO, TE APARTA DEL BIEN
ESCÁNDALO: La palabra escándalo viene del latín Scándalon, piedra en el camino que nos hace tropezar. BÍBLICAMENTE escándalo significa la actitud que nos hace
1. Tropezar, 2. Nos desanima en el recto obrar en la vida, 3. Nos puede inducir a hacer el mal a nosotros o a terceras personas.

DESÁNIMO PARA HACER EL BIEN: 1. Instituciones o los hombres, somos autorreferenciales, nos sentimos dueños de la verdad y la moral, podemos atacar a otros que hacen el bien. Los discípulos
dicen a JESÚS que algunos exorcizan y no son de su grupo, JESÚS les dice no se lo impidan, sino están con nosotros, están a favor nuestro.
2. Los fariseos, creían hacer el bien atacando a JESÚS, se sentían dueños de la verdad, la moral y que el Espíritu de DIOS estaba solo en ellos. Ideologías, dentro de la misma Iglesia, piensan yo solo
tengo la verdad, la moral, soy el bueno y se descalifica a otros.
3. DIOS, enseña a no dañar a otro cuando hace el Bien.

INDUCIDOS A OBRAR EL MAL: El Catecismo de la Iglesia Católica numeral 2286 habla de realidades que inducen a hacer el mal: + la ley, + las instituciones, +modas y opiniones.

1. LEYES HUMANAS: sentencias de jueces contra la vida, que escandalizan, inducen al aborto, la eutanasia, destruir la
familia, fundada sobre amor del hombre y la mujer.
2. INSTITUCIONES: a. corrupción del congreso, b gobiernos dictatoriales que atropellan derechos, c. altas cortes que fallan de manera inicua.
3. PROFESORES: *destruyen la FE religiosa, de un alumno, *se burlan de su espiritualidad, lo ponen a sospechar de la experiencia de DIOS.
4. PASTORES: de almas no son formadores de conciencia, sino
deformadores, que llaman Luz a lo que es oscuridad y oscuridad a la luz, (Isaías 5, 20), distorsionan el Evangelio.
5. MODAS: llevan a la frivolidad de la vida, alejan de DIOS, y miran la experiencia Espiritual que edifica al hombre como secundario en su vida.
6. OPINIONES: e informaciones deformadas, desde los antivalores, que venden los medios de comunicación social, escandalizadores hoy; a millones de personas han dañado su conciencia, pervertido sus costumbres, traicionado sus principios. Antivalores, el adulterio, la promiscuidad, la trampa, dinero fácil, subvaloran la fidelidad, el trabajo honrado.

ESCÁNDALO DESDE DENTRO: el ojo, la mano, el pie, pueden ser motivo de escándalo interior.
JESÚS dice es mejor llegar tuerto, manco, cojo a la vida Eterna, que completo al infierno.
JESÚS pide no escandalizar a los pequeños de DIOS, (débil de carácter, influenciable, manipulable) fácilmente inducidos al mal. Previene el Evangelio a gobernantes, empresarios profesores,
cuidarnos de dañar la conciencia de las personas.
Oremos por quienes tienen influencia en la sociedad, para que no arrastren al error, al mal. Señor que mi vida sea para orientar al bien a los otros, no para escandalizar, desanimar en el bien y llevar
al mal, a otros seres humanos.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Catequesis en español del Papa Francisco 26/09/2018



El Santo Padre Francisco compartió con los visitantes y peregrinos presentes en la Audiencia General, celebrada la mañana de este 26 de septiembre en la Plaza de San Pedro, sus impresiones sobre el 25º viaje apostólico, a Lituania, Letonia y Estonia, del que regresó anoche. Con gesto de cansancio, pero satisfecho de la experiencia vivida en los Países Bálticos, el Papa aseguró que a estas tres Naciones las une una “fuerte devoción mariana”. Por ello, en las tres celebraciones eucarísticas, el santo Pueblo fiel de Dios que peregrina en esas tierras, ha renovado con María su «sí» a Jesucristo, suplicando a la Madre de Dios que continúe protegiendo y acompañando a sus hijos en estos momentos de su historia.

PAPA FRANCISCO, UN HOMBRE DE PALABRA | Comentarios de película



No es fácil ser un personaje público, líder mundial y permanecer fiel a la propia palabra. El papa Francisco lo es y es lo que ha cautivado al director de cine Wim Werners, quien nos trae esta joya de documental que nos permitirá a creyentes y no creyentes conocer mejor el pensamiento y las preocupaciones de Francisco. El papa Francisco es un regalo para la humanidad, y somos muy afortunados de compartir historia con él. No os perdáis la película.


CURSILLO GRUPOS BÍBLICOS


CURSILLO

para animadores y participantes de GRUPOS BÍBLICOS

 

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En Logroño, en los salones de la Curia,

los días 8, 9 y 10 de octubre, lunes, martes y miércoles,

de 5 a 8 de la tarde



 






Primera charla de Florencio Abajo, Superior General de los Operarios Diocesanos en el cursillo bíblico realizado los días 8, 9 y 10 de octubre en las oficinas diocesanas de Logroño.

Cáritas | Compartiendo compromiso - Memoria 2017




La Memoria 2017 de Cáritas Española, presentada esta mañana en Madrid bajo el lema “Compartiendo compromiso” [DESCARGAR], es el relato detallado del viaje compartido en las 70 Cáritas Diocesana de todo el país por 84.000 voluntarios y más de 5.000 trabajadores remunerados con los más de 3 millones de personas vulnerables y en situación de exclusión social a las que se ha acompañado.

Memoria de actividades y encuesta FOESSA
Las páginas de la Memoria anual dan cuenta del destino de los 353 millones de euros invertidos en numerosos programas de lucha contra la pobreza y la desigualdad tanto en España como en diversas regiones del mundo donde Cáritas Española apoya proyectos de cooperación fraterna con las Cáritas locales.

En la rueda de prensa celebrada en la sede de la institución, junto a la Memoria anual se ha presentado también un avance de datos de la encuesta que la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada), vinculada a Cáritas, acaba de llevar a cabo en 11.500 hogares de las 17 Comunidades Autónomas para elaborar su VIII Informe general, que verá la luz el año próximo.

Lo que revelan estos datos es que un total de 8.6 millones de personas padecen exclusión social en España, lo que suponen 1.2 millones más que en 2007.

Además, tras 6 años de crisis económica y otros 4 de recuperación, la exclusión social severa en nuestro país ha aumentado un 40% y afecta a más de 4 millones de personas.

Ejemplo de compromiso comunitario
Monseñor Jesús Fernández, obispo auxiliar de Santiago de Compostela y responsable de Cáritas en la Comisión Episcopal de Pastoral Social; Manuel Bretón, presidente de Cáritas Española; Natalia Peiro, secretaria general; y Raúl Flores, coordinador de Estudios, han comparecido ante los medios de comunicación para explicar los aspectos más destacados de ambos informes.

Si monseñor Fernández señaló la importancia de la Memoria confederal como “expresión del compromiso comunitario favor de la justicia y el bien común y del valor de la comunión en la construcción de la Casa común, en el desarrollo humano integral, en el compromiso transformador y en el modelo de economía solidaria”, el presidente de Cáritas elogió el valor del trabajo de los voluntarios y los trabajadores de toda la Confederación que hacen posible, a través de casi 6.000 Cáritas Parroquiales, la actividad recogida en la Memoria.

Manuel Bretón hizo un reconocimiento expreso del “apoyo privado al trabajo de Cáritas y del compromiso de las Administraciones Públicas”, así como “el papel insustituible de los medios de comunicación social al servicio de la verdad y la transformación social como transmisores de la voz de las personas más vulnerables”. “Es necesario sumar el compromiso de todos –afirmó— para defender la dignidad de las personas y las familias en situación más precaria, para construir una sociedad de acogida, sin violencias, de ciudadanos que de verdad sean iguales en derechos”.

Apuesta por la economía social y el empleo
Natalia Peiro, por su parte, desglosó las novedades que se constatan en los datos de la Memoria confederal de Cáritas, como es la clara preponderancia, por primer año, de los fondos destinados a los programas de Empleo y Economía Social, que suponen el 21.3% del total de recursos y que, indicó, “reflejan la apuesta de Cáritas por las soluciones basadas en la autonomía de las personas y un modelo de economía circular”.

Junto al importante volumen de este capítulo, puso también el foco en los recursos que se siguen destinando a Acogida y Asistencia (una quinta parte del total de recursos invertidos en 2017), lo que pone de manifiesto la persistencia de numerosas situaciones de precariedad y emergencia en las familias, que se alargan en el tiempo. Es decir, aunque desciende ligeramente el número de personas que Cáritas atiende en situaciones de grave precariedad, este apoyo se mantiene durante más tiempo y a través de diferentes programas debido a la situación de vulnerabilidad en que se encuentran.

La atención a mayores (40.2 millones de euros invertidos), a personas sin hogar (29.5 millones), y a familias y jóvenes vulnerables (23 millones de euros) siguen siendo capítulos de la acción de Cáritas en los que se aglutinan importantes recursos económicos.

Otro de los grandes apartados del trabajo de Cáritas es el de la cooperación internacional, al que se destinaron 29.7 millones de euros. Como subrayó Natalia Peiro, “el trabajo en terceros países codo a codo con las Cáritas locales tiene como ejes estratégicos la defensa del derecho a la alimentación, el cuidado de la Creación y el impulso de una cultura de paz basada en la justicia y los derechos humanos, además de la respuesta a los efectos de las emergencias naturales”.

El esfuerzo que las Cáritas de todo el país llevan a cabo para garantizar el acceso a la salud y a la vivienda en personas especialmente vulnerables queda, asimismo, reflejado en la Memoria, con partidas de 10.8 y 10.6 millones de euros, respectivamente.

Aspectos en los que se también se detuvo la secretaria general fueron la austeridad como seña de identidad del trabajo de Cáritas, al lograr mantenerse bajo mínimos un año más los gastos destinados a gestión y administración, que representan únicamente 6 céntimos de cada euro. Y la garantía de independencia institucional que aporta a Cáritas el apoyo privado de particulares, empresas e instituciones, que aportaron 256.5 millones de euros en 2017, lo que representan el 73% de los recursos manejados por la Confederación.

Un dato a tener en cuenta es el compromiso de las Administraciones públicas con las actividades de Cáritas, que en 2017 marca con respecto a los años anteriores un punto de inflexión al alza hasta situarse en 96.5 millones de euros (el 27% del total).


Constataciones de la encuesta FOESSA
El otro eje de la rueda de prensa ha sido el avance de datos de la masiva encuesta que la Fundación FOESSA, en un esfuerzo sin precedentes, acaba de llevar a cabo para elaborar el VIII Informe, de próxima aparición.

Raúl Flores, coordinador de Estudios de Cáritas Española, expuso las principales constataciones preliminares de la encuesta, que salen a la luz en el informe “Análisis y Perspectivas 2018” publicado por FOESSA bajo el título “Exclusión estructural e Integración Social” [DESCARGAR].

De manera sintética, las conclusiones del informe señalan lo siguiente:
– 10 años después del comienzo de la crisis económica, y 4 años después de su punto de inflexión, hemos recuperado los niveles previos a la crisis en el caso de la integración plena, pero no en los de la exclusión.

En 2018 los niveles de integración social han alcanzado una clara mejoría, alcanzando cifras superiores al 48% e igualando la situación en 2007.

– En el otro extremo, 8,6 millones de personas se encuentran en el espacio de la exclusión social, 1.2 millones más que en 2007. Se registra un incremento de la exclusión global de un 12% respecto al inicio del ciclo y de un 40% en la exclusión social severa, en la que se encuentran 4.1 millones de personas que viven en 1.5 millones de hogares. Esta es la factura en términos de exclusión social que nuestra sociedad ha pagado tras una crisis de 6 años y otros 4 de recuperación.

– La mitad de la población disfruta de integración plena y no se encuentra afectada por ningún rasgo de vulnerabilidad. La integración plena ha aumentado del 34% al 48%, lo que significa una mejora del 42%.

La exclusión social se ha reducido en los últimos 5 años, del 25% al 18% de la población, lo que supone un descenso y mejora de los niveles de exclusión social del 27%. Sin embargo, en el tramo de la exclusión severa dicha mejora se queda en un 19% y pasa del 11% en 2013 al 9% en 2018.

– Podría hablarse de una recuperación a dos velocidades, que provoca un mayor distanciamiento entre los que viven una participación social integrada y quienes transitan por los espacios más alejados de la exclusión.

– Se detecta una tendencia a que las personas en situación de integración precaria tienden a concentrarse en la frontera con la exclusión moderada. El 13% de la población (6 millones de personas) que se encuentra dentro del tramo de integración social se encontraría, sin embargo, en una posición de gran debilidad, viviendo tan al día que un ligero empeoramiento de la situación socioeconómica haría que sus posibilidades de transitar hacia situaciones de exclusión sean muy elevadas.

– El balance general de esta década es que nuestra sociedad muestra un espacio de integración con bases más débiles y con una exclusión severa que se enquista en la estructura social.

Otras constataciones
El avance de datos de la encuesta FOESSA indica también que:
– La población en exclusión social en este período ha sufrido un empeoramiento en cinco de las ocho dimensiones, concretamente en las relativas a capacidad de consumo, vivienda, participación política, salud y aislamiento social.
– Una de cada cinco personas en exclusión está afectada simultáneamente por la exclusión del empleo, la vivienda y la salud, una de cada tres si hablamos de personas en situación de exclusión severa.

El empleo no asegura la integración social. La precariedad del mismo, en términos sobre todo de temporalidad y bajos salarios, nos está conduciendo a un escenario en el que disponer de un empleo ya no es sinónimo de integración. La mitad de las familias en las que hay un empleo no disfrutan de una situación de integración plena, lo que evidencia una calidad del empleo que no permite cubrir las necesidades de los hogares.

– La incidencia en personas en situación de exclusión que, aun contando con empleo, atraviesa por dificultades en otras dimensiones es muy superior a la de la población global, llegando al 54% en el caso de la vivienda, al 50% en el de la salud, y al 24% en la dimensión del consumo. Uno de los fenómenos sociales que más explica esta situación, es la vivencia de los “trabajadores pobres”.

– La situación de exclusión en la dimensión de vivienda se reduce un 19% con respecto a los datos de 2013, alcanzando a un 24% de la población, cifra similar a la registrada en el periodo anterior a la crisis. 6 de cada 10 personas en exclusión se encuentran afectadas en la dimensión de la vivienda, lo que nos debería llevar a cuestionarnos la inexistencia de una política suficiente de vivienda pública en sus diferentes modalidades tratando de evitar errores pasados y de buscar alternativas incluyentes en un ámbito tan elemental como es el residencial.

– Conviene insistir en el importante papel que están desempeñando familias y redes de apoyo en el sustento que están brindando a los que viven situaciones más críticas y en la importancia de establecer estrategias institucionales más amplias que reduzcan la posible erosión en las relaciones familiares y sociales que las dinámicas de exclusión puedan producir.

La evolución hacia una sociedad desligada
Raúl Flores alertó del riesgo de que “se estén debilitando los vínculos de nuestro modelo social, ya que las diferencias que existen en las condiciones de vida entre diferentes capas y colectivos sociales están tensando los ligamentos que nos mantienen unidos como sociedad. Se crean situaciones de competencia por el empleo entre unas edades y otras, por la protección social que reciben aquellos que están jubilados y los que están desempleados, por las ayudas a la crianza de las que se benefician unas y otras familias”.

“En la evolución de nuestro marco social –explicó— estamos construyendo una sociedad desligada, que destruye con cada vez mayor intensidad los vínculos o ligamentos por los que nos sentimos miembros, con derechos y deberes, de nuestra sociedad”.

¿Cuáles son los retos que tenemos como sociedad?
En el informe, se apuntan como retos a abordar en el corto y medio plazo los siguientes:
1. La igualdad entre hombres y mujeres. La brecha de sexo repunta en el espacio de la exclusión. En 2018 encontramos situaciones de exclusión en el 16% de los hogares donde la figura del sustentador principal es masculina, mientras que ese porcentaje asciende hasta el 20% cuando la sustentadora principal es una mujer, una brecha del 25% que duplica la brecha que existía en 2013.

2. La integración social y económica de los más jóvenes. Los hogares con menores y jóvenes sufren mayores niveles de exclusión social. En la actualidad el 23% de los menores de edad se encuentran en hogares en situación de exclusión social, cifras superiores a las de antes de la crisis (18%). La misma dinámica se repite entre los menores de 30 años donde un 23% están en situación de exclusión, frente al 14% en 2007.

3. La inserción laboral de los adultos mayores. Los adultos mayores que se desconectan de la recuperación también son protagonistas negativos, en concreto el grupo de entre 45 y 64 años, que ha pasado de un nivel de exclusión del 13.1% en 2007 al 18.4% actual. Son un colectivo prioritario para las políticas públicas de empleo e inclusión social.

4. La protección de las familias más débiles. Las familias numerosas y monoparentales reflejan una vulnerabilidad especial. El riesgo de exclusión social se multiplica por 1.9 entre las familias con o 3 o más hijos y por 1.6 en aquellas familias con un solo progenitor. Su presencia en el espacio de la exclusión es tan preocupante como la falta de políticas de apoyo suficiente a la familia.

5. La convivencia e integración para todas las personas. La situación de desventaja de la población extranjera se hace crónica. El riesgo de exclusión social se multiplica por 2.6 entre la población extracomunitaria, afectada el 47% de exclusión social y el 26% de exclusión social severa.

6. La respuesta de las políticas sociales. Asistimos a una protección social insuficiente, pero ahora en época de bonanza económica. La reducción de la tasa de cobertura ha pasado del 74% en 2008 al 56% actual. A ello se añada la reducción de las cuantías de la prestación por desempleo, así como la reciente reducción de las diferentes prestaciones monetarias en relación al PIB per cápita. Destaca la tímida evolución de los perceptores del sistema de rentas mínimas, que, de continuar con la evolución actual, tardaría 50 años en proteger al millón y medio de hogares en exclusión social severa.

La coyuntura de bonanza económica constituye una oportunidad para generar los apoyos necesarios a quiénes a día de hoy se encuentran peor, como son, con toda claridad, los grupos descritos, que deberían tener prioridad desde las políticas sociales del momento.

sábado, 22 de septiembre de 2018

Familia en Misión

FAMILIAS: COMIENZO DE CURSO
 
Familia en Misión,
familia cristiana para la Misión
 
El Secretariado de Familia y Vida te convoca al encuentro de familias de comienzo del curso 2018-2019, el próximo día 30 de septiembre, domingo.
 
El tema de trabajo: “Familia en Misión, familia cristiana para la Misión”,  nos va a permitir prepararnos para participar en el plan diocesano de estos próximos cursos: “Diócesis en misión evangelizadora”. El ponente de las charlas será D. Ramón Acosta, miembro de la Delegación de Familia y Vida de la diócesis de Málaga, gran experto sobre Pastoral Familiar y autor de numerosos libros relacionados con la familia y la vida parroquial y cristiana.
 
En encuentro comenzará a las 10,00 h. de la mañana, sobre las 13,00 h será la Eucaristía, a continuación la comida  y terminaremos alrededor de las 18,00 h.
 
El lugar:           La casa diocesana de convivencias del Seminario de Logroño.
 
El encuentro es para toda la familia: padres e hijos.
 
Habrá  actividades y talleres diferenciados adaptados a las edades de los niños y jóvenes  que asistan. Guardería para los más pequeños.
 
El importe de la comida es:
            Adulto: 15.-€
            Niños y jóvenes: 15.-€
            Niños hasta 10 años: 10.-€
            Importe máximo por familia: 50.-€
 
Inscripción:
 
Enviarla por email a: familia@iglesiaenlarioja.org; también podéis hacerlo mandando un WhatsApp al número 660 960 605. Indicar nombres completos de los asistentes y la edad de los niños.
 
¡Ánimo! y, si vais a participar, inscribíos cuanto antes para ir organizando todo con tiempo. El esfuerzo que hagamos merecerá la pena.
 
 
Secretariado de Familia y Vida.

Carta de nuestro obispo D. Carlos: Acto de inauguración solemne y Envío de la Misión

Queridos hermanos:
 
Recibid un cordial saludo en este comienzo de curso, cuando en muchos de nuestros pueblos estamos celebrando las fiestas patronales y de Acción de Gracias. También debemos dar gracias a Dios por todo el trabajo que desarrollan nuestras parroquias a lo largo de todo el año.
 
Como ya sabéis, estamos a punto de iniciar la Misión Diocesana. Después del trabajo realizado el pasado curso, hemos tomado conciencia de que es necesario y urgente encontrar nuevos caminos de evangelización para anunciar la Buena Nueva de Jesús en la Rioja de hoy. Nuestra Misión Diocesana, a la que hemos llamado EUNTES (Id y anunciad el Evangelio), nos ayuda a tomar conciencia del mandato de Jesús dado a sus discípulos y que, traspasando la historia, llega hasta nosotros para invitarnos a ser auténticos discípulos misioneros.
 
Para presentarla en nuestra tierra riojana, hemos pensado realizar una inauguración solemne que, Dios mediante, será el próximo 17 de noviembre, sábado, a las 16:30 h.  Consistirá en la celebración de la Eucaristía en la Plaza de Toros de Logroño y, a continuación, una procesión que discurrirá hasta la iglesia de Santiago el Real atravesando varias calles del centro urbano. Tanto para la Eucaristía como para la procesión queremos contar con las imágenes de mayor devoción de La Rioja. Por supuesto, nuestros patronos: la Santísima Virgen de Valvanera, los santos mártires Emeterio y Celedonio y santo Domingo de la Calzada. Pero también, con las imágenes de la Virgen y de los Santos patronos de nuestros pueblos y ciudades.
 
¿Qué sentido tiene esto? Un sentido muy claro.
 
La Misión Diocesana que vamos a comenzar no parte de la nada, sino que es un estadio más en el proceso de evangelización desarrollado en nuestra tierra riojana desde hace siglos. Por eso, la presencia de los santos y, de manera muy especial, de la Virgen María, nos recuerda la tradición secular, el tesoro de la fe transmitido de generación en generación, que nosotros hemos recibido y debemos legar a los hombres y las mujeres que viven en La Rioja en estos comienzos del Tercer Milenio.
 
El Papa Francisco nos recuerda que Dios nos antecede, va por delante en nuestra tarea evangelizadora. Sí, Él toma la inicitiva pues ama a su pueblo y desea encontrarse con cada uno de sus hijos. Eso es lo que queremos expresar con este gesto: las imágenes de nuestros santos patronos, procesionando en nuestra calles y a nuestro lado, nos recuerdan que los testigos del Señor nos invitan a ser fieles a Jesús y a compartir con nuestros contemporáneos, como ellos hicieron, la alegría del Evangelio. Ellos son para nosotros estímulo constante en la tarea misionera y evangelizadora, a la vez que intercesores y patronos, a quienes podemos recomendar nuestras iniciativas para que las presenten delante de la Santísima Trinidad.
 
Por este motivo, como Obispo de la diócesis, quiero invitaros a participar tanto en la Eucaristía como en la procesión del día 17 de noviembre con vuestra venerada imagen titular. Al venir con ella, traéis uno de los símbolos más poderosos de vuestra tradición cristiana local. Todos juntos ofreceremos un rico mosaico de lo que es la Iglesia en La Rioja, de la forma concreta en la que el Evangelio se ha ido haciendo cultura en nuestra tierra a lo largo de los siglos.
 
Os animo a participar, acompañando y arropando a vuestra venerada imagen titular y a que animéis a todos los miembros de la Cofradía a participar en una jornada que será memorable, porque nunca antes se ha visto nada semejante aquí en La Rioja. No es un regreso a tiempos pasados, sino, bien al contrario, la manifestación de un cristianismo vivo, de hondas raíces –como nuestras cepas– y llamado a dar nuevos frutos en estos tiempos nuevos.
 
Os agradezco ya desde ahora todos los esfuerzos que vais a tener que realizar. Pero vale la pena. Somos una Iglesia en salida, una Iglesia diocesana cargada de historia que atisba con ilusión y esperanza un futuro apasionante. Nos sentimos enviados por el Señor: “EUNTES”.
 
Que Santa María, la Virgen, y nuestros santos os bendigan:

 
+ Carlos Escribano Subías
   Obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño
 

San Mateo, el pisado de la uva y la Virgen de Valvanera.

Las fiestas de septiembre en Logroño, conocidas como “ San Mateos”, tienen lugar en la semana natural que engloba el día 21 de septiembre, día que el santoral dedica a éste apóstol. A pesar de la creencia popular, no son estas las fiestas patronales de la ciudad, las cuales se celebran el 11 de junio, festividad de San Bernabé, patrón de la ciudad.


Sus orígenes se remontan al siglo XII. La ciudad de Logroño, al obtener la categoría de villa, tenía derecho a la celebración de una feria anual, acto que la convirtió en una sede importante de comercio. Esta feria fue adquiriendo cada vez mayor relevancia, y el carácter lúdico-festivo fue apoderándose de la misma. Se celebraban originalmente en el día de Acción de gracias, y en ellas los riojanos agradecían la cosecha recogida.


El rey Fernando VII en 1818, y posteriormente la reina Isabel II en 1845, refrendaron la celebración de estas ferias. Un Real Decreto de esta reina concedió permiso para que las ferias, que originalmente como decimos, se celebraban a primeros de septiembre, se trasladaran a las fechas del 16 al 23 de septiembre.


Finalmente la fecha se fijó en el 21 de septiembre, festividad de San Mateo, que fue recaudador de impuestos, y que acabó convirtiéndose en patrón de los mercaderes.


En el año 1956 pasaron a denominarse Fiestas de la Vendimia, dada la proximidad a las fechas de recogida de la uva en una tierra marcada por el vino, producto que tanto renombre y popularidad da a toda esta región y ciudad.


Estas fiestas han sido desde hace unos años, declaradas de interés turístico nacional.
Resultado de imagen de pisado de la uva san mateo 2018 logroñoEl día 21 de septiembre, día central de dichas fiestas, festividad de San Mateo, se desarrolla un acto tradicional en el Paseo del Espolón: cestos de racimos de uva de todas las comarcas riojanas son traídos por parejas de niños vestidos con los trajes típicos comarcales y se vierten a una tina donde serán pisados según la manera tradicional: dos hombres vestidos con el traje regional, la familia Urdiales, descalzos y uniendo sus brazos van dando vueltas dentro de la tina, en una especie de baile ancestral, donde se han depositado los racimos de uva.
El mosto extraído en este rito del “pisado de la uva”, es decir el Primer Mosto de la Vendimia, es recogido en un jarro por los vendimiadores Mayores de la Fiesta (Vendimiadora y Vendimiador) y, a continuación, es ofrecido a la Virgen de Valvanera, patrona de La Rioja.
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domingo, 16 de septiembre de 2018

NOVENA A LA VIRGEN DE LA MERCED

MADRID2018

Evangelio de Hoy Domingo 16 de Septiembre de 2018

“LA VERDADERA VIDA CRISTIANA, IMPLICA CRUZ”

El mensaje del Evangelio de hoy domingo 16 de septiembre 2018, San Marcos 8, 27 _ 35, es una invitación, para comprender cómo el llamado de Jesús, implica la negación de uno mimo, y cargar con su Cruz.

FRASES CENTRALES DEL EVANGELIO DE HOY SEPTIEMBRE 16 2018:

a. Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesárea de Filipo. Por el camino les preguntó:
“¿Quién dice la gente que soy YO”?
b. Respondieron: Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que uno de los Profetas. ÉL les preguntó ¿y ustedes quien dicen que soy Yo?
c. Pedro, respondió: Tú eres el Mesías. Les pidió que no hablaran a nadie de esto, y empezó a instruirlos.
d. El Hijos del hombre, tiene que padecer mucho, reprobado por los ancianos, los escribas, sufrir la muerte y a los tres días, Resucitar.
e. Pedro, lo apartó y lo increpó, Jesús se volvió, mirando a los discípulos dijo a Pedro: “Retírate de mí vista Satanás, tú piensas como los hombres, no como DIOS.”
f. Jesús, llamó a la gente y los discípulos y les dijo: “Quien quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su CRUZ y me siga, porque quien quiera salvar su vida la perderá, quien la pierda por mí
y la buena noticia, la salvará.

“APÓYATE EN DIOS, CUANDO TENGAS CRUZ” JESÚS ¿QUIÉN SOY YO?
1. Pedro reconoce a Jesús, como el Mesías. La respuesta de Jesús fue Anunciar su propia Pasión, no exenta de sufrimiento, de
mucho dolor humano.
2. Su única respuesta: seré entregado por los sumos sacerdotes, escribas, ancianos, seré ejecutado y a los 3 días Resucitaré. Pedro lo increpa indicando que lo escandaliza ese
anuncio del sufrimiento.
3. La reacción de Jesús es fuerte: Apártate de mí, Satanás… me quieres separar del proyecto, del destino, Salvador que tiene mi Padre DIOS, sobre mi vida.
4. Luego dice a todos si en verdad quieren ser mis discípulos, niéguense a ustedes mismos, mueran a su voluntad, carguen con su CRUZ de cada día, y síganme.
5. Termina el Evangelio con la expresión que más conversiones ha logrado: Quien quiera salvar su vida la perderá, quien la pierda por mí y el Evangelio, la salvará.
.
REFLEXIÓN:
1.TODOS SUFRIMOS:
A. de sufrir nadie se escapa, pero sino asumimos los dolores de la
vida, desde DIOS, nos vamos a amargar; todo sufrimiento, dolor físico no asumido en FE, desde DIOS, desesperanza, desmotiva, rompe el alma, endurece el corazón.
B. Ofrece, tu dolor, para que
ÉL te acompañe, sobrenaturaliza el dolor humano, descubre que allí DIOS, está permitiendo pruebas que van a fortalecer y templar tu alma
2. EL VERDADERO CRISTIANISMO IMPLICA CRUZ: hablar que todo es perfecto, estamos mintiendo, claro que hay bendiciones, prosperidad, pero también hay CRUZ en nuestra vida, disciplina,
exigencia, compromiso de nuestra parte. No se puede negar.
3. LA CRUZ NO ES DERROTA, ES TRIUNFO, es tan claro lo anterior, que si miramos el final de la historia, CRISTO no es un muerto en la CRUZ, es un Resucitado.
4. TIENES PRUEBAS, DIOS TE SOSTIENE: en los sufrimiento te a. ayuda, b. alienta, c. auxilia, .DIOS no abandona por más que tengas una CRUZ muy pesada, nos invita a apoyarnos en ÉL, para cargar
nuestra CRUZ.
5. MAYOR ESCUELA DE CRECIMIENTO HUMANO ES EL DOLOR: 1. quieres hacer un daño irreparable a un hijo, cuídalo demasiado, protégelo de sufrimientos, no servirá para nada. 2. Quieres prepararlo para la vida, deja que se estrelle, se caiga, aprenderá levantarse. 3. Aunque renegamos y nos escandalizamos del dolor, es una escuela grande crecimiento personal Espiritual. 4. El dolor. + purifica, +madura, + nos hace crecer, + nos humaniza y sensibiliza frente a los demás. Solo el que padece compadece, .solo quien ha padecido, es capaz de ser compadecido con el dolor de lo demás. Los éxitos en la vida se disfrutan, poco enseñan, los reveses, fracasos, duelen, pero son maestros de sabiduría.

VIVIR MEJOR ES ASUMIR LA CRUZ CON FE

sábado, 15 de septiembre de 2018

María, la Virgen Dolorosa


 Por: P. Marcelino de Andrés | Fuente: Catholic.net

El dolor, desde que entró el pecado en el mundo, se ha aficionado a nosotros. Es compañero inseparable de nuestro peregrinar por esta vida terrena. Antes o después aparece por el camino de nuestra existencia y se pone a nuestro lado. Tarde o temprano toca a nuestras puertas. Y no nos pide permiso para pasar. Entra y sale como si fuese uno más de casa.

El sufrimiento parece que se aficiona a algunas personas de un modo especial. La vida de la Santísima Virgen estuvo profundamente marcada por el dolor. Dios quiso probar a su Madre, nuestra Madre, en el crisol del sacrificio. Y la probó como a pocos. María padeció mucho. Pero fue capaz de hacerlo con entereza y con amor. Ella es para nosotros un precioso ejemplo también ante el dolor. Sí, Ella es la Virgen dolorosa.

Asomémonos de nuevo a la vida de María. Descubramos y repasemos algunos de sus padecimientos. Y sobre todo, apreciemos detrás de cada sufrimiento el amor que le permitió vivirlos como lo hizo.

El dolor ante las palabras de Simeón.
El anciano profeta no le predijo grandes alegrías y consuelos a nivel humano. Al contrario: “este niño será puesto como signo de contradicción, -le aseguró-. Y a ti una espada de dolor te atravesará el alma”.
María, a esas alturas, sabía de sobra que todo lo que se le dijese con relación a su Hijo iba muy en serio. Ya bastantes signos había tenido que admirar y no pocos acontecimientos asombrosos se habían verificado, como para tomarse a la ligera las palabras inspiradas del sabio Simeón.

Seguramente María tuvo esa sensación que nos asalta cuando se nos pronostica algo que nos va a costar horrores. Como cuando nos anuncian un sufrimiento, un dolor, una enfermedad terrible, o la muerte cercana... Algo similar debió sentir María ante semejantes presagios.

Pero en su corazón no acampó la desconfianza, el desasosiego, la desesperación. En lo profundo de su alma seguía reinando la paz y la confianza en Dios. Y en su interior volvería a resonar con fuerza y seguridad el fiat aquel lleno de amor de la anunciación.

Para nosotros Cristo mismo predijo no pocos males, dolores y sufrimientos. Cristo nos pidió como condición de su seguimiento el negarse a uno mismo y el tomar la propia cruz cada día. Nos prometió persecuciones por causa suya. Nos aseguró que seríamos objeto de todo género de mal por ser sus discípulos; que nos llevarían ante los tribunales; que nos insultarían y despreciarían; que nos darían muerte. ¡Qué importante es, ante estas exigencias, recordar el ejemplo de nuestra Madre! El verdadero cristiano, el buen hijo de María, no se amedrenta ni se echa atrás ante la cruz. Demuestra su amor acogiendo la voluntad de Dios con decisión y entereza, con amor.

El dolor ante la matanza de los inocentes por Herodes.

María debió sufrir mucho al enterarse de la barbarie perpetrada por el rey Herodes. La matanza de los inocentes. ¿Qué corazón con un mínimo de sensibilidad no sufriría ante esa monstruosidad? Ella también era madre. Y ¡qué Madre! ¡con qué corazón! ¡con qué sensibilidad! ¿Cómo no le iba a doler a María el asesinato de esos niños indefensos? Además, seguramente, María conocía a muchos de esos pequeñines. Conocía a sus madres... Sí, es muy diverso cuando te dicen que murieron X personas en un atentado en Medio Oriente, a cuando te comunican que han matado a uno o varios amigos y conocidos tuyos... Entonces la cosa cambia.

A lo mejor hasta María se sintió un poco culpable por lo ocurrido. Y eso agudizaría su dolor. Quizá comprendió que aún no había llegado el momento de ofrecer a su Jesús en rescate por aquellos pequeñines (Dios no lo dispuso así). Quizá también en la mente de María surgió la eterna pregunta: ¿por qué el mal, el sufrimiento, la muerte de los inocentes? Sabemos que en este caso la respuesta podría ser otra pregunta: ¿porqué la prepotencia, maldad y crueldad demoniaca de Herodes...?

Ciertamente rezaría por ellos y, sobre todo por sus inconsolables madres. Se unió a su sufrimiento, que no le era ajeno (eran quizá los primeros mártires de Cristo), e hizo así fecundo su propio padecer.

También nuestro corazón cristiano ha de mostrarse sensible al sufrimiento ajeno. Compadecerse. Socorrer. O al menos, consolar. Como alguien dijo -y con razón- “si podéis curar, curad; si no podéis curar, calmad; si no podéis calmar, consolad”. Siempre estaremos en grado de ofrecer un poco de consuelo y también de rezar por los que sufren.

El dolor de haber perdido al Niño.

¡Cómo sufre una madre cuando se le ha perdido su niño! Sufre angustiada por la incertidumbre. ¿Dónde estará? ¿cómo estará? ¿le habrá pasado algo? ¿estará en peligro? ¿le habrá atropellado un coche? ¿lo habrán raptado? ¿estará llorado desconsolado porque no nos encuentra? Todo eso pasaría por la mente de María. Y más cosas aún: ¿y si lo ha atrapado algún pariente de Herodes que lo buscaba para matarlo? Así son las madres y su amor por sus hijos...

Pues imaginemos a María. La más sensible de la madres, la más responsable, la más cuidadosa... Y resulta que no encuentra a su Hijo. Es motivo más que suficiente para angustiarla terriblemente. Aparte de que no era un hijo cualquiera. A María se le ha extraviado el Mesías. Se le ha perdido Dios... ¡Qué apuro el de María!

¡Qué tres días de angustiosa incertidumbre, de verdadera congoja! ¿Habrá dormido María esos días? Seguro que no. Desde luego que no durmió. ¿Cómo va a dormir una madre que tiene perdido a su hijo? Pero sí rezó y mucho. Sí confió en Dios. Sí ofreció su sufrimiento con amor porque era Dios el que permitía esa situación.

No termina todo aquí. A todo esto siguió otro dolor, y quizá aún mayor que el anterior. La incompresible e inesperada respuesta de Jesús: “¿porqué me buscabais...?” ¡Qué efecto habrán causado esas palabras en el corazón de su Madre, María...!

Tratemos de meternos en el corazón de una madre o de un padre en esas circunstancias. Llevan tres días y tres noches buscando angustiados a su Hijo. Temiéndose lo peor. Y de repente, lo encuentran tan contento, sentadito en medio de la flor y nata intelectual de Jerusalén, dándoles unas lecciones de catecismo y de Sagrada Escritura... Y además, les responde de esa manera...

Es verdad, por una parte, sentirían un gran alivio: “¡ahí está! ¡está bien! ¡por fin lo hemos encontrado!” Pero, acto seguido, cuenta el evangelio, María tuvo la reacción normal de una madre: “Hijo, mío. ¿Por qué nos has hecho esto?” (se merecía una regañina, aunque fuera leve).Y por otra parte, asegura el evangelista que “ellos no comprendieron la respuesta que les dio”. El dolor de esa incomprensión calaría hondo en el alma de sus padres.

Y María, en vez de enfadarse con el crío (con perdón y todo respeto), no dijo nada. Lo sufrió todo en su corazón y lo llevó todo a la oración. Quién sabe si en la intimidad de su alma ya comenzaría a comprender que Cristo no iba a poder estar siempre con Ella. Que su misión requeriría un día la inevitable separación...

A veces en nuestra vida puede sucedernos algo parecido. De repente Cristo se nos esconde. “Desaparece”. Y entonces puede invadirnos la angustia y el desasosiego. Sí, a veces Dios nos prueba. Se nos pierde de vista. ¿Qué hacer entonces? Lo mismo que María. Buscarlo sin descanso. Sufrir con paciencia y confianza. Orar. Actuar nuestra fe y amor. Esperar la hora de Dios. Él no falla, volverá a aparecer.

Otras veces el problema es que nosotros olvidamos con quién deberíamos ir. Dejamos de lado a Cristo. Nos escondemos de El. Nos sorprendemos buscándonos sólo a nosotros mismos y nuestras cosillas. Y, claro, nos perdemos. Incluso nos atrevemos a echárselo en cara a Cristo, teniendo nosotros la culpa. Aquí la solución es otra. Hay que salir de sí mismo. Volver a buscar a Cristo. Volver a mirarlo y ponerse a amarlo de nuevo.

El dolor de la separación y la primera soledad.

Llegó el día. Después de pasar treinta años juntos. Treinta años de experiencias inolvidables, vividos en ese ambiente tan increíblemente divino y a la vez tan increíblemente humano de Nazaret. Treinta años de silencio, trabajo, oración, alegría, entrega mutua, amor. Treinta años de familia unida y maravillosa.

¡Qué momento aquel! ¡Lástima de video para volver a verlo enterito ahora...! Fue temprano. Muy de mañana. En el pueblo, dormido aún, nadie se enteró de lo que estaba ocurriendo. Pocas palabras. Abundantes e intensos sentimientos. “Adiós, Hijo. Adiós, madre...”

Todos hemos intuido lo que pasa por el corazón de una madre en una despedida así. Lo hemos visto quizá en los ojos de nuestra madre en alguna ocasión...

María volvió a casa con el corazón oprimiéndosele un poco a cada paso. Y al entrar, fue la primera vez que sintió que la casa estaba sola. Experimentó esa terrible sensación de saber que ya no se oirían en la casa otros pasos que suyos; que ningún objeto cambiaría de sitio, a menos que Ella misma lo moviese.

La soledad es una de las penas más profundas de los seres humanos, pues hemos nacido para vivir en compañía de los demás. ¡Qué dura fue la soledad de María, después de estar con quien estuvo y por tanto tiempo! Sí, la soledad de la Virgen comenzó mucho antes del Viernes Santo y duró mucho más...

María también supo vivir ese sufrimiento de la separación y de la soledad con amor, con fe, con serenidad interior. Adhiriéndose obediente a la voluntad de Dios. Ofreciéndolo por ese Hijo suyo que comenzaba su vida pública y que tanto iba a necesitar del sostén de sus oraciones y sacrificios.

Necesitamos, como María, ser fuertes en la soledad y en las despedidas. Fuertes por el amor que hace llevadero todo sacrificio y renuncia. Fuertes por la fe y la confianza en Dios. Fuertes por la oración y el ofrecimiento.


El dolor del vía crucis y la pasión junto a su Hijo.

La tradición del viacrucis recoge una escena sobrecogedora: Jesús camino del calvario, con la cruz a cuestas, se encuentra con su Madre. ¡Qué momento tan extraordinariamente duro para una madre! ¿Lo habremos meditado y contemplado lo suficiente?

¡Que fortaleza interior la de María! ¡Qué temple el de su delicada alma de mujer fuerte! ¡Qué locura de amor la suya! Sabía de lo duro que sería seguir de cerca a su Jesús camino del calvario (eso hubiera quebrado el ánimo a muchas madres). Pero decide hacerlo. Y lo hace. Su amor era más fuerte que el miedo al dolor atroz que le producía presenciar la suerte ignominiosa de Jesús. Ella tenía conciencia de que había llegado el momento en el que la espada de dolor se hendiría despiadada en su corazón. Era contemplar la pasión y muerte de su propio Hijo. No se esconde para no verlo. Ahí estaba. Muy cerca y en pie.

Contemplemos por un instante ese encuentro entre Hijo y Madre. Ese cruzarse silencioso de miradas. Ese vaivén intensísimo de dolor y amor mutuo. Qué insondables sentimientos inundarían esos dos corazones igualmente insondables. Ambos salieron confirmados en el querer de Dios con una confianza en Él tan infinita y profunda como su mismo dolor.

Nuestra vida a veces también es un duro viacrucis. No suframos sin sentido, con mera resignación. Busquemos, por la cuesta de nuestro calvario, esa mirada amorosa y confortante de María, nuestra Madre. Ahí estará Ella siempre que queramos encontrarla. Ahí estará acompañándonos y dispuesta a consolarnos y a compartir nuestros padecimientos. Mirémosla. “La suave Madre -afirma Luis M. Grignion de Montfort- nos consuela, transforma nuestra tristeza en alegría y nos fortalece para llevar cruces aún más pesadas y amargas”.

María en la pasión y junto a la cruz de su Hijo se sintió crucificar con Él. Así describe Atilano Alaiz los sentimientos de la Madre ante el Hijo: “Los latigazos que se abatían chasqueando sobre el cuerpo del Hijo flagelado, flagelaban en el mismo instante el alma de la Madre; los clavos que penetraban cruelmente en los pies y en las manos del Hijo, atravesaban al mismo tiempo el corazón de la Madre; las espinas de la corona que se enterraban en las sienes del Hijo, se clavaban también agudamente en las entrañas de la Madre. Los salivazos, los sarcasmos, el vinagre y la hiel atormentaban simultáneamente al Hijo y a la Madre”.

El dolor de la muerte de su Hijo.

Terrible episodio. Una madre que ve morir a su Hijo. Que lo ve morir de esa manera. Que lo ve morir en esas circunstancias...

Nunca podremos ni remotamente sospechar lo que significó de dolor para su corazón de Madre el contemplar, en silencio, la pasión y muerte de su Hijo. Ella, su Madre. Ella, que sabía perfectamente quién era Él. Ella que humanamente habría querido anunciar a voz en grito la nefanda tragedia de aquel gesto deicida, en un intento de arrancar a su Hijo de la manos de sus verdugos. Ella, que en último término habría preferido suplantar a su Jesús... Ella tuvo que callar, y sufrir, y obedecer. Esa era la voluntad de Dios. Y con el corazón sangrante y desgarrado, de pie ante la cruz, María repitió una vez más, sin palabras, en la más pura de las obediencias, “hágase tu voluntad”.

¡Hasta dónde tuvo que llegar María en su amor de Madre! ¿De verdad no habrá amor más grande que el de dar la propia vida? Alguien se ha atrevido a decir que sí; que sí hay un amor más grande. Casi como corrigiendo al mismo Cristo, alguien ha osado afirmar que sí lo hay y ha escrito esto:

“... porque el padecer, el morir, no son la cumbre del amor, porque no son el colmo del sacrificio. El colmo del sacrificio está en ver morir a los seres amados. La más alta cumbre del amor, cuando, por ejemplo, se trata de una madre, no está en dar la propia vida a Jesucristo, sino en darle la vida del hijo. Lo que una mujer, una madre debe padecer en un caso semejante, jamás lengua humana podrá decirlo; compréndese únicamente que, para recompensar sacrificios tales, no será demasiado darles una dicha eterna, con sus hijos en sus brazos” (Mons. Bougaud).

Son una y la misma la cumbre del amor y la cumbre del dolor. Y en lo alto de esa cumbre, el ejemplo de nuestra Madre brilla ahora más luminoso aún. ¡Qué pequeños somos a su lado! ¿Qué son nuestras ridículas cruces frente a ese colmo de su sacrificio? ¡Qué raquítico es tantas veces nuestro amor ante esa cima de su amor! ¡Quién supiera amar así!


Dolor ante el descendimiento de la cruz y la sepultura de Jesús.

Otra escena conmovedora. Jesús muerto en los brazos de su Madre que lloraba su muerte. No cabe duda, aunque cueste creerlo. Está muerto. Él, que era el Hijo del Altísimo. Él, que era el Salvador de Israel. Él, cuyo reino no tendría fin. Él, que era la Vida. Él está muerto.

Dura prueba para la fe de María. Su Hijo, el destinatario de todas esas promesas, yace ahora cadáver en su regazo. En el alma de María se irguió una oscura borrasca que amenazaba apagar la llama de su fe aún palpitante. Pero su fe no se extinguió. Siguió encendida y luminosa.

¡Qué fuerte es María! Es la única que ha sostenido en sus brazos todo el peso de un Dios vivo y todo el peso de un Dios muerto (que era su Hijo). Hemos de pedirle a Ella que aumenta nuestra fe. Que la proteja para que no sucumba ante las tempestades que nos asaltan en la vida amenazando aniquilarla.

El dolor de una nueva soledad.

¡Qué días también aquellos antes de la resurrección! Su Hijo entonces no estaba perdido. Estaba muerto ¡Qué soledad tan diversa de aquella, tras la despedida de Nazaret, hacía tres años! Es la soledad tremenda que deja la muerte del último ser querido que quedada a nuestro lado.

Así la describía Lope de Vega con gran realismo: “Sin esposo, porque estaba José / de la muerte preso; / sin Padre, porque se esconde; / sin Hijo, porque está muerto; / sin luz, porque llora el sol; / sin voz, porque muere el Verbo; / sin alma, ausente la suya; / sin cuerpo, enterrado el cuerpo; / sin tierra, que todo es sangre; / sin aire, que todo es fuego; / sin fuego, que todo es agua; / sin agua, que todo es hielo...”

Pero ni la fe, ni la confianza, ni el amor de María se vinieron abajo ante esa nueva manifestación incomprensible de la voluntad de Dios. Creyendo, confiando y amando Ella supo esperar la mayor alegría de su vida: recuperar a su Jesús para siempre tras la resurrección.

Aprendamos de María a llenar el vacío de la soledad que nos invade tras la muerte de nuestros seres queridos. Llenarlo con lo único que puede llenarlo: el amor, la fe y la esperanza de la vida futura.

+ Guzmán Navaridas Domínguez

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viernes, 14 de septiembre de 2018

La cruz enseña a no temer a las derrotas: El Papa Francisco en Casa Santa Martha



Contemplar la cruz, signo del cristiano, explicó el Papa la mañana de este 14 de septiembre, es para nosotros contemplar un signo de derrota pero también un signo de victoria. En la cruz “todo lo que Jesús había hecho en la vida” fracasa y toda la esperanza de la gente que siguió a Jesús, termina. Pero en aquel momento, comentó el Papa Francisco durante la homilía de esta mañana en Casa Santa Martha, “Satanás es destruido para siempre. No tiene fuerza. La cruz, en ese momento, se convirtió en un signo de victoria”.

jueves, 13 de septiembre de 2018

Sean misericordiosos como el Padre: El Papa Francisco en Casa Santa Martha



El Papa Francisco celebró la Misa esta mañana en Casa Santa Marta y recordó que “debemos ser misericordiosos” y no acusar, maldecir y tratar de hacer daño al otro, de lo contrario, entramos en la lógica destructiva “del gran acusador”. “Ser cristiano no es fácil”, pero nos hace “felices”: el camino que nos indica el Padre celestial es el de la “misericordia” y el de la “paz interior”. En la misa celebrada este 13 de septiembre, el Papa Francisco aclaró una vez más las características distintivas del “estilo cristiano”, a partir del Evangelio de Lucas de hoy. El Señor, especificó el Pontífice, siempre nos muestra cómo debería ser “la vida de un discípulo”, a través, por ejemplo, de las Bienaventuranzas o las obras de misericordia.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

PLAN DIOCESANO CURSO 2018-2019


Bendición e inauguración del Centro de Formación Virgen de la Esperanza


Nuestro obispo, don Carlos Escribano, ha inaugurado y bendecido el Centro de Formación Virgen de la Esperanza de Cáritas Chavicar y Cáritas La Rioja y también ha visitado la Agencia de Colocación de la fundación
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Fundación Cáritas Chavicar.

“Hoy es un día importante en la historia de Cáritas y de Fundacion Cáritas Chavicar -ha señalado Luís Lleyda-. Una de las principales herramientas que tiene una persona para conseguir o mejorar su empleo es la formación. Por ello hemos acreditado este centro ante el Gobierno de La Rioja como recurso para ofrecer formación certificada y gratuita en aquellos empleos donde nosotros somos más fuertes”.
El centro, que cuenta con 306 metros cuadrados repartidos en tres aulas, un despacho técnico y una sala de reuniones, ofrecerá certificados en “Atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales“ y en “Atención sociosanitaria a personas en su domicilio”. Asimismo, se desarrollarán competencias clave en comunicación en lengua castellana, competencia matemática y competencias clave nivel 2. Por otro lado, se impartirá un módulo con contenidos transversales: igualdad de oportunidades, sensibilización ambiental, alfabetización digital y prevención de riesgos laborales. Al mismo tiempo, en el centro se impartirán también titulaciones con certificado propio de Cáritas, como es el caso del “Curso de empleo doméstico”.
 
Dos proyectos, un solo camino
El Centro Virgen de la Esperanza se une a la Agencia de Colocación de Fundación Cáritas Chavicar, trasladada también a principios de 2018 al barrio de La Estrella (c/ Manantiales, 7) con el objetivo de desarrollar un proyecto conjunto de formación como fomento de la empleabilidad de las personas atendidas por los diferentes recursos de Cáritas. En estos momentos, en la Agencia de Colocación se viene ofreciendo más de una veintena de cursos y jornadas —presenciales, a distancia o mixtos— sobre temas diversos como las pruebas de selección, cómo afrontar una entrevista grupal o el móvil como herramienta de búsqueda de empleo.
“Este proyecto conjunto, en el que Cáritas ha invertido más de 150.000 euros, nace para potenciar la formación como herramienta que empodere, en el camino hacia la inserción laboral, a los participantes atendidos en los diferentes Cáritas Parroquiales, así como también a los que lleguen directamente a nuestra Agencia de Colocación”, ha explicado el director de Cáritas y presidente de Fundación Cáritas Chavicar.

A todos ellos se les ofrecerá un proceso individualizado de formación y orientación laboral. Los alumnos que concluyan el curso con éxito serán acompañados además en la búsqueda de empleo por el servicio de intermediación laboral de Fundación Cáritas Chavicar. Para propiciar que encuentren trabajo, la agencia de colocación de la fundación trabaja en red con una serie de residencias e instituciones de cuidado de personas mayores, lo que facilita la realización de las prácticas formativas no laborales y la inserción laboral a la conclusión de la formación.

Luis Lleyda ha finalizado su intervención haciendo un llamamiento a instituciones, empresas (residencias de tercera edad, sobre todo) y también a la sociedad en general, para que este centro consiga ver realizados sus objetivos: “A todos esos particulares que necesitan una ayuda en casa para atender a una persona dependiente o simplemente como empleo doméstico, que sepan que somos referentes en la búsqueda de estos perfiles. Que contacten con nosotros y que sean la esperanza de tantas y tantas personas que en breve, después de San Mateo, se formarán aquí”.