sábado, 30 de abril de 2022

Primeras Vísperas Domingo III del Tiempo Pascual

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EL MANANTIAL DE LA VIDA. Domingo 3º de Pascua: 1 de mayo de 2022

 «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?»

«Sígueme»





INTRODUCCIÓN

Este bello relato de la pesca, está escrito tan al vivo que, al leerlo, da la impresión de que la tinta está todavía sin secarse. El Evangelista Juan, testigo de los hechos, nos presenta una aparición distinta. Aquí no se trata de encontrarse con Jesús en situaciones límite o extraordinarias como puede ser la de una mujer llorando al borde de una tumba, o la de unos discípulos decepcionados, de vuelta de todo, o la del Cenáculo con las puertas bien cerradas por miedo a los judíos. Aquí todo es fácil, sencillo, normal. Dice Pedro: “Voy a pescar”. Es lo normal en un pescador de oficio. Lo mismo que cada mañana el labrador dice: voy a sembrar, y la ama de casa: voy a comprar; y el hombre de negocios: voy a la oficina.  Lo importante en esta aparición es que el Resucitado se hace presente en la vida ordinaria, en la sencillez de lo cotidiano.

TEXTOS DE ESTE DÍA

1ª lectura: Hechos 5,27-32.40-41;          2ª lectura: Apo. 5, 11-14

EVANGELIO

Juan 21,1-19.

Después de esto Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, apodado el Mellizo; Natanael, el de Caná de Galilea; los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: «Me voy a pescar». Ellos contestan: «Vamos también nosotros contigo». Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: «Muchachos, ¿tenéis pescado?». Ellos contestaron: «No». Él les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro: «Es el Señor». Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: «Traed de los peces que acabáis de coger». Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: «Vamos, almorzad». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos después de resucitar de entre los muertos. Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?». Él le contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Jesús le dice: «Apacienta mis corderos». Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?». Él le contesta: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Él le dice: «Pastorea mis ovejas». Por tercera vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?». Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez: «¿Me quieres?» y le contestó: «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero». Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras». Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: «Sígueme».

REFLEXIÓN

1.– VOY A PESCAR.  Los discípulos quieren volver a su oficio, a la vida de antes de conocer a Jesús. No tienen otro horizonte que la pesca. Aquellos bonitos años con Jesús, aquellas ilusiones, aquellas esperanzas, deben quedar sepultados en el olvido. Como buenos conocedores de su oficio, van de noche, el tiempo propicio para la pesca. No obstante, aquella noche no pescaron nada. Ante la pregunta irónica de Jesús: muchachos, ¿tenéis pescado? Ellos contestan con un no rotundo. Y palpan el fracaso, la desilusión. Al amanecer, justo cuando ya se ha agotado el tiempo oportuno para pescar, un desconocido les manda que echen de nuevo las redes. ¿Es una tomadura de pelo? Pero ellos, antes de volver a casa sin un pez, le hacen caso. ¡Y las redes revientan! Y caen en la cuenta de que es el Señor. Y llega el gozo desbordante, el entusiasmo, la alegría de la vida. Un Jesús maravilloso que les invita a almorzar el pescado que él mismo ha preparado. ¡El almuerzo más sabroso de su vida! Con Jesús, las cosas más sencillas y ordinarias de la vida se pueden convertir en fiesta.  Con Jesús, nuestra vida estéril, vacía, triste, se puede llenar de plenitud. Sólo hace falta una cosa: creer en Él. Notemos que antes de este encuentro, los discípulos “no conocían que era Jesús”.  Y después del encuentro, “nadie duda porque “sabían que era Jesús”. La fe consiste en un encuentro “vivencial” con Jesús.

2.– SIMÓN ¿ME AMAS?  Jesús sabe que Pedro le ha negado tres veces, pero no le pide cuentas de nada. Le ha prometido hacerle el “primer papa” y está dispuesto a cumplir su promesa. Pero antes Pedro debe hacer su profesión de fe en Jesús. Pedro, ¿me amas? Sí, Señor, sabes que te amo. Al preguntarle por tercera vez, Pedro se pone triste. Recuerda su triple negación. Por eso le exige que el vacío de una infidelidad al Señor la cubra con la abundancia de su amor.  Para ser el primer Papa no le exige Jesús que antes obtenga título de doctorado en Biblia por la Universidad de Jerusalén. Le exige que sea Doctor en la “Escuela del amor”.  Que cumpla y haga cumplir a los cristianos su testamento: «Amaos unos a otros como Yo os he amado”.  La Iglesia se equivoca siempre que se sale de la esfera del amor y se ensucia en los charcos del poder, del tener, del dominar. El gran escándalo de la Iglesia, como dijo el Papa San Juan XXIII, es que, a dos mil años de distancia, el mandamiento nuevo sobre el amor, lo tengamos los cristianos sin estrenar.

3.– SIGUEME. Es la última palabra que aparece en el relato. Es la primera palabra que escuchó Pedro cuando Jesús le llamó. “Le miró y le dijo: Desde ahora te llamarás Cefas” (Jn. 1,42).  Aquella mirada de Jesús le marcó para siempre. Esa mirada se la recordó el Maestro después de su caída (Lc. 22,61). Pedro no pudo más. “Salió fuera y lloró amargamente” (63). Como dice San Juan de la Cruz: «el mirar de Dios es amar”. El Pedro pecador no pudo resistir el peso del amor. Jesús no le pasó factura por su pecado. Pero el amor al Maestro fue el incentivo de toda su vida hasta dar su sangre por Él. Lo que a Pedro lo hace grande, es el amor apasionado por el Maestro. Sólo desde el amor se puede ejercer el oficio de Pastor. Y esto es lo que hizo Pedro. Por eso exhortaba a los dirigentes de las Comunidades: «Gobernad no como dictadores de quienes están a vuestro cargo, sino como modelos del rebaño” (1Ped. 5,3).   

PREGUNTAS

1.- ¿Intento descubrir la presencia viva del Resucitado en mi vida diaria, en mi trabajo, en el encuentro normal con mis hermanos?  ¿Vivo con alegría?

2.- ¿Le doy al mandamiento nuevo de Jesús el lugar que se merece?  ¿Estoy preparado para ser un verdadero especialista en el amor? ¿Estoy dispuesto a crear escuela?

3.- ¿Cómo estoy siguiendo a Jesús? ¿Con tristeza, con cara larga? ¿O me siento orgulloso y feliz? ¿Es realmente Jesús lo mejor que ha ocurrido en mi vida? ¿Cómo lo demuestro?

Este evangelio, en verso, suena así:

viernes, 29 de abril de 2022

EL MANANTIAL DE LA VIDA. 30 de abril de 2022

 «Soy yo. No temáis»



1.- Oración introductoria.

Señor, yo que vengo a orar por la mañana, me doy cuenta de que muchas veces estoy, como los discípulos, en el “atardecer”. Se va la luz, llega la noche con su oscuridad y me da miedo. Sí, Señor, te lo confieso: tengo miedo a la vida y, sobre todo, tengo miedo a la muerte. Pero tu palabra me ensancha el corazón cuando hoy me diriges a mí las mismas palabras que a los apóstoles: “Soy Yo, no tengáis miedo”. Si Tú eres la Verdad, no tengo miedo a la mentira; si Tú eres la Luz, no tengo miedo a la oscuridad; si Tú eres la Vida, no tengo miedo a la muerte. Gracias, Jesús, “el quita-miedos”

2.- Lectura reposada del evangelio: Juan 6, 16-21

Al atardecer, bajaron sus discípulos a la orilla del mar, y subiendo a una barca, se dirigían al otro lado del mar, a Cafarnaúm. Había ya oscurecido, y Jesús todavía no había venido donde ellos; soplaba un fuerte viento y el mar comenzó a encresparse. Cuando habían remado unos veinticinco o treinta estadios, ven a Jesús que caminaba sobre el mar y se acercaba a la barca, y tuvieron miedo. Pero él les dijo: «Soy yo. No temáis». Quisieron recogerle en la barca, pero en seguida la barca tocó tierra en el lugar a donde se dirigían.


3.- Qué dice el texto.


Meditación-reflexión

Este texto parece indicarnos la situación de los apóstoles (también la nuestra) cuando Jesús no está. Usa tres frases: “Bajan a la orilla del mar”.  En aquel tiempo el mar era considerado como símbolo del mal. Allá está Leviatán, ese monstruo marino que es una constante amenaza contra la vida de las personas. Es una fuerza malévola.  Sin Jesús la vida resulta “un mar de amargura”. “Había ya oscurecido”. Sin Jesús, que es la Luz, la tierra se llena de oscuridad y de tinieblas. Es la total desorientación. Sin Jesús el hombre está totalmente perdido. “Soplaba un fuerte viento”. Una barca, azotada con un fuerte viento, amenaza con la destrucción y la ruina. Y ¿Qué pasa cuando aparece Jesús? Viene la calma. Con Jesús las fuerzas del mal tienen que ceder. Con Jesús viene la luz, y con la luz, la orientación, el sentido de la vida, la alegría. Jesús se pone en medio de nosotros y nos dice: “Soy yo. No tengáis miedo”. Con Jesús desaparecen los miedos, las angustias, las zozobras. Con Jesús recuperamos el derecho a ser felices.

Palabra del Papa

“Pregunta del presentador: ¿Qué mensaje le quiere decir Francisco a estos cinco chicos que lo escucharon y a todos los miles de niños de todo el mundo que están siguiendo ahora esta comunicación? ¿Qué mensaje les quieres dar a todos? R. Una cosa que no es mía –Jesús la decía muchas veces–: “No tengan miedo”. Nosotros en mi país tenemos una expresión que no sé cómo la traducirán en inglés: “No se arruguen”. No tengan miedo, vayan adelante, tiendan puentes de paz, jueguen en equipo y hagan el futuro mejor porque acuérdense que el futuro está en las manos de ustedes. Sueñen el futuro volando, pero no olviden la herencia cultural, sapiencial y religiosa que les dejaron sus mayores. Adelante y con valentía. Hagan el futuro. (S.S. Francisco, palabras con motivo del lanzamiento de la Plataforma de Scholas, 5 de septiembre de 2014)

4.- Qué me dice hoy a mí este texto meditado (Silencio)

5.- Propósito. Hoy daré gracias al Padre por habernos hecho el regalo de su Hijo.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, hoy quiero decirte con San Pedro: “Si nos apartamos de ti, ¿adónde iremos?” Es bueno sentirnos perdidos sin Él. Es bueno experimentar que, si no está Jesús en nuestra vida, quedamos desnortados. Es como si nos faltara el aire para respirar, el agua para beber, el suelo para sostenernos, el sol para iluminarnos y darnos calor. Gracias por haber venido a nuestro mundo. Si te hubieras quedado en el cielo ¿qué hubiera sido de nosotros?

ORACIÓN POR LA PAZ.

«Señor Jesús, Príncipe de la Paz, mira a tus hijos que elevan su grito hacia ti: Ayúdanos a construir la paz. Consuela, oh Dios misericordioso, los corazones afligidos de tantos hijos tuyos, seca las lágrimas de los que están en la prueba, haz que la dulce caricia de tu Madre María caliente los rostros tristes de tantos niños que están lejos del abrazo de sus seres queridos. Tú que eres el Creador del mundo, salva a esta tierra de la destrucción de la muerte generalizada, haz que callen las armas y que resuene la dulce brisa de la paz. Señor Dios de la esperanza, ten piedad de esta humanidad sorda y ayúdala a encontrar el valor de perdonar». (Parolín, Secretario del Estado Vaticano)

Misa de hoy ⛪ Viernes 29 de Abril de 2022, para los enfermos e impedidos

 

El evangelio de hoy Viernes 29 de Abril de 2022 📖 Lectio Divina

 

EL MANANTIAL DE LA VIDA. EVANGELIO- 29 DE ABRIL. SANTA CATALINA DE SIENA

 Santa Catalina de Siena

Mi yugo es suave y mi carga ligera

1.-Oración introductoria.

Señor, te pido que me des un corazón humilde y sencillo, como el corazón de tu madre. Vengo hoy a ti no con la soberbia del fariseo que se creía mejor que los demás sino con la humildad del publicano que se sentía un gran pecador. No vengo a ti desde mi “exigencia” sino desde mi “indigencia”. No merezco que me des nada, pero sí pongo delante de ti mis manos vacías para que me las llenes.

2.- Lectura reposada del evangelio. Mateo 11, 25-30

En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera».

3.- Qué dice el texto.

Meditación-Reflexión

La alabanza de Jesús va dirigida a su Padre, Señor del cielo y de la tierra. Es muy importante esa vinculación que hace Jesús entre el Padre y el Creador. Jesús ha disfrutado como nadie de la Naturaleza porque para Él no existe “naturaleza muerta” sino que toda la creación es un regalo del Padre para nosotros. En la hoja del árbol, en el canto del pájaro, en el ruido del agua, en la brisa del mar, Jesús descubre las huellas del Padre. Salir a la Naturaleza es empaparme de la ternura del Padre. Es más. Toda la creación me lleva de la mano a un Dios cada vez más grande. Toda la creación, como una rendija entre las nubes, me lleva a las profundidades del misterio de Dios que se revela “a la gente sencilla”. Sólo éstos conocen el paso de Dios por la Creación y por la Historia. Por otra parte, Jesús aparece como el verdadero descanso para los apóstoles. Y ¿dónde descansamos las personas? El verdadero descanso está en el amor. El niño descansa en los brazos de su madre; y el esposo con su esposa, y los amigos con sus amigos. Y toda persona está llamada a descansar en el corazón de Dios. “Nos hiciste, Señor, para ti y nuestro corazón va de tumbo en tumbo mientras no descanse en Ti”.

Palabra del Papa.

La gente sencilla siempre tie­ne espacio para albergar el misterio. Tal vez hemos reducido nuestro hablar del misterio a una explicación racional; pero en la gente, el mis­terio entra por el corazónEn la casa de los pobres, Dios siempre encuentra sitio (Encuentro con el Episcopado brasileño, 27-7-13).


4.- Qué me dice a mí hoy este texto. (Guardo silencio)

5.-Propósito. Salir un rato al campo y disfrutar de la creación al pensar que ella es un bonito regalo del Padre para mí.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Gracias, Dios mío, por todo lo que he aprendido hoy en este espacio de oración. Gracias por las pistas que me has dado para disfrutar de la Naturaleza, no como un geólogo, sino como un hijo de Dios. Las montañas nevadas y los anchos mares; los pájaros con sus trinos y los peces de mil colores, todo lo ha creado mi Padre Dios para que lo disfrute. Y también para decirle: ¡Qué grande eres, Dios mío y qué inmenso es tu amor! Yo te adoro, te alabo y te amo.


ORACIÓN POR LA PAZ.

«Señor Jesús, Príncipe de la Paz, mira a tus hijos que elevan su grito hacia ti: Ayúdanos a construir la paz. Consuela, oh Dios misericordioso, los corazones afligidos de tantos hijos tuyos, seca las lágrimas de los que están en la prueba, haz que la dulce caricia de tu Madre María caliente los rostros tristes de tantos niños que están lejos del abrazo de sus seres queridos. Tú que eres el Creador del mundo, salva a esta tierra de la destrucción de la muerte generalizada, haz que callen las armas y que resuene la dulce brisa de la paz. Señor Dios de la esperanza, ten piedad de esta humanidad sorda y ayúdala a encontrar el valor de perdonar». (Parolín, Secretario del Estado Vaticano)

miércoles, 27 de abril de 2022

EL MANANTIAL DE LA VIDA. -EVANGELIO- 28 DE ABRIL DE 2022

 “El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en su mano”

1.- Oración introductoria.

Señor, al estar contigo estos momentos de oración, quiero afirmarme en mi realidad de ser persona abierta al mundo de Dios. Un mundo cerrado en mí mismo o en las cosas de este mundo es un mundo pequeño, finito, intrascendente. El hombre está hecho de barro y de un soplo divino. El barro nos ata a las realidades de este mundo y el soplo nos supera y nos apunta a un mundo invisible pero maravilloso. “Hay algo en el hombre que supera al hombre mismo”. Y yo, en mi oración, soy testigo de que eso es verdad

2.- Lectura reposada de la Palabra de Dios. Juan 3, 31-36

El que viene de arriba está por encima de todos: el que es de la tierra, es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo, da testimonio de lo que ha visto y oído, y su testimonio nadie lo acepta. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. Porque aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, porque da el Espíritu sin medida. El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en su mano. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; el que rehúsa creer en el Hijo, no verá la vida, sino que la cólera de Dios permanece sobre él».


3.- Qué dice la Palabra de Dios.

Meditación-reflexión

En este evangelio “arriba y abajo” son algo más que simples adverbios de lugar. Arriba significa “trascendente” el mundo del Espíritu, el mundo de Dios. Abajo hace relación a nuestro pequeño mundo “inmanente” cerrado en sí mismo. Desde el momento en que Dios ha determinado “encarnarse” en este mundo, el cielo ha bajado a la tierra y la tierra ha subido al cielo. Por eso dice Jesús que “el que cree en el Hijo tiene vida terna”. Por eso es peligroso oponer lo humano y lo divino; lo espiritual y lo material. Lo humano no se opone a lo divino sino a lo “inhumano” a los bajos instintos, a lo bestial que todavía queda en el hombre herido por el pecado y de lo cual debe liberarse. Persona espiritual no es aquella que sólo se dedica a las cosas espirituales y se desentiende de este mundo, sino la persona que posee el Espíritu de Jesús y se va liberando de todo aquello que le “despersonaliza”. Por eso el santo es el más humano, el más cercano, el más libre, el más misericordioso. De Teresa de Jesús se dice: “Tanto más humana cuanto más divina y tanto más divina cuanto más humana”.

Palabra del Papa

“Los que participan en la vida divina, forman la familia de Dios. En ella, al modo de la familia humana, hay relaciones de paternidad y filiación, de fraternidad, y el clima apropiado para que estas relaciones se estrechen y se refuercen cada vez más. A esta familia no se pertenece por generación natural, sino por generación de fe, de amor y de esperanza. Las puertas de la casa familiar están siempre abiertas: Todos los hombres están invitados a entrar, pero ninguno obligado. Los caminos por los que se llega al solar familiar del Padre son muy variados: los hay rectos y los hay tortuosos; unos son más largos y otros son más cortos. Todos llevan sin embargo a la casa del Padre. A lo largo de la historia ha habido y habrá quizá quienes no quieran entrar y se queden fuera, pero el que entre pasará a disfrutar de los beneficios de la familia de Dios”. (Papa Francisco)


4.- Qué me dice este texto hoy a mí”. (Silencio).

5.- Propósito.  Hoy viviré lo humano y lo divino de una manera sencilla y coherente.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Al acabar la oración, lo que me sale de dentro es darte gracias. Gracias por el misterio de la Encarnación que me hace valorar mi cuerpo y todas las realidades humanas. Gracias porque puedo vivir lo humano y lo divino sin ninguna tensión sino con coherencia, con gozo, con espíritu unificador.


ORACIÓN POR LA PAZ.

«Señor Jesús, Príncipe de la Paz, mira a tus hijos que elevan su grito hacia ti: Ayúdanos a construir la paz. Consuela, oh Dios misericordioso, los corazones afligidos de tantos hijos tuyos, seca las lágrimas de los que están en la prueba, haz que la dulce caricia de tu Madre María caliente los rostros tristes de tantos niños que están lejos del abrazo de sus seres queridos. Tú que eres el Creador del mundo, salva a esta tierra de la destrucción de la muerte generalizada, haz que callen las armas y que resuene la dulce brisa de la paz. Señor Dios de la esperanza, ten piedad de esta humanidad sorda y ayúdala a encontrar el valor de perdonar». (Parolín, Secretario del Estado Vaticano)

SIN COMPROMISO, NO HAY TRABAJO DECENTE

 

SIN COMPROMISO, NO HAY TRABAJO DECENTE

En torno al 28 de abril, Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo y el 1º de Mayo, Día Internacional del Trabajo y festividad de San José Obrero, las organizaciones promotoras de la iniciativa Iglesia por un Trabajo Decente (ITD) –formada en La Rioja por Cáritas, CONFER, HOAC, Justicia y Paz, Movimiento Rural Cristiano, Cáritas-Chavicar, Comunidades Cristianas de La Rioja y la Delegación de Apostolado Seglar– hemos unido nuestras voces, para reafirmar que sin compromiso no hay trabajo decente.

Nos encontramos en un momento que, a pesar de que se está generando empleo, las condiciones laborales siguen sin ser dignas, lo que hace que muchas personas a pesar de tener un trabajo no consiguen salir de la pobreza. Además, más de un millón de hogares tiene a todos sus miembros activos en situación de desempleo y la desprotección frente al mismo es muy alta. Estas situaciones de exclusión se intensifican entre las personas de origen extranjero, sobre todo si se encuentran en situación administrativa irregular.

Ante esta situación, proclamamos que sin compromiso no hay transformación posible y como Iglesia por el Trabajo Decente defendemos la dignidad del trabajo y el trabajo decente como una prioridad humana y, por ello, una prioridad cristiana y un compromiso de toda la Iglesia.

Así, reivindicamos: la igualdad salarial entre mujeres y hombres, la creación de empleo juvenil de calidad, la promoción de un entorno de trabajo seguro, que las personas empleadas de hogar tengan acceso a los mismos derechos que el resto de trabajadores y trabajadoras, la regularización urgente de las personas migrantes en situación administrativa irregular y el acceso a medidas de protección social para aquellas personas que no puedan contar con un empleo.

Reclamamos, junto al papa Francisco“especialmente trabajo decente y no de cualquier modo”, como garantía para la inclusión, el desarrollo y la dignidad de las personas y animamos a toda la Iglesia diocesana a unirse en el compromiso por la defensa del trabajo decente, contribuyendo a que sea una realidad para todas las personas.

MANIFIESTO


Misa de hoy ⛪ Miércoles 27 de Abril de 2022, para los enfermos e impedidos

 

El evangelio de hoy Miércoles 27 de Abril de 2022 📖 Lectio Divina -

 

martes, 26 de abril de 2022

EL MANANTIAL DE LA VIDA.27 de abril de 2022

 ¡Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único”

1.- Introducción.

Señor, hoy necesito especialmente la presencia de tu Espíritu para que me haga comprender la inmensidad del amor del Padre, que no ha enviado a su hijo al mundo ni para juzgarlo ni para condenarlo sino para salvarlo. Y no salvarlo con palabras bonitas sino con hechos contundentes. No con un amor cualquiera sino con un amor que tuvo su mejor expresión en la Cruz. ¿Cundo aprenderé yo a saber dónde está el auténtico amor?

2.- Lectura reposada del evangelio Juan 3, 16-21

Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios. Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras. Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.»


3.- Qué dice el texto.

Meditación

“Tanto amó Dios al mundo” Me quiero detener en ese “tanto”. Lo podríamos traducir diciendo:  Hasta tal extremo, hasta tal inmensidad, hasta tal locura nos amó Dios Padre que nos entregó lo mejor que tenía, a su propio Hijo.  No olvidemos una cosa: el que escribe el Evangelio es el “discípulo amado”. No es un escritor que quiere darnos una crónica de la vida de Jesús. Es el discípulo que ha “experimentado” ese amor, que ha descansado su cabeza sobre el pecho de Jesús. No es un maestro sino un testigo que ha vivido con Jesús algo tan grande, tan maravilloso, que ha quedado seducido por esa persona y ya no puede vivir sin pensar en Él, sin soñar con Él, sin trabajar por su causa.  Cuando escribe su evangelio ya ancianito todavía sus ojos se le llenan de lágrimas y su corazón de ternura. Y si alguien le pregunta qué debemos hacer los cristianos, contesta: “Amaos unos a otros como Jesús nos ha amado”. El evangelio de Juan sólo puede leerse de rodillas, en silencio y con ojos de enamorado.

Palabra del Papa

“El Evangelio de hoy nos propone las palabras dirigidas por Jesús a Nicodemo: “Dios, amó tanto al mundo, que dio a su Hijo unigénito”. Escuchando esta Palabra, dirigimos la mirada de nuestro corazón a Jesús Crucificado y sentimos dentro de nosotros que Dios nos ama, nos ama de verdad, y ¡nos ama mucho! Esta es la expresión más sencilla que resumen todo el Evangelio, toda la fe, toda la teología: Dios nos ama con amor gratuito y sin límites. Así nos ama Dios. […] María, Madre de misericordia, nos ponga en el corazón la certeza de que somos amados por Dios. Esté cerca de nosotros en los momentos de dificultad y nos done los sentimientos de su Hijo”. (S.S. Francisco, Ángelus del 15 de marzo de 2015).

4.- Que me dice hoy a mí este texto. (Silencio)

5.- Propósito: Haré un esfuerzo en este día para mirar a las personas como las mira Jesús.

6.- Oración:

Hoy quiero darte gracias por este rato de oración en el que he descubierto, de una manera especial, el amor derrochador del Padre. Con un Padre así, yo Señor, voy a cualquier parte. Mejor, no necesito moverme. Pienso en lo que Dios me ama y soy feliz. El recuerdo de ese amor quiero que me siga y persiga dondequiera que vaya. Todo lo demás pasa a segundo término. Dame la gracia de vivir impresionado por el inmenso amor que me tienes. ¡Tú, a mí! 

ORACIÓN POR LA PAZ.

«Señor Jesús, Príncipe de la Paz, mira a tus hijos que elevan su grito hacia ti: Ayúdanos a construir la paz. Consuela, oh Dios misericordioso, los corazones afligidos de tantos hijos tuyos, seca las lágrimas de los que están en la prueba, haz que la dulce caricia de tu Madre María caliente los rostros tristes de tantos niños que están lejos del abrazo de sus seres queridos. Tú que eres el Creador del mundo, salva a esta tierra de la destrucción de la muerte generalizada, haz que callen las armas y que resuene la dulce brisa de la paz. Señor Dios de la esperanza, ten piedad de esta humanidad sorda y ayúdala a encontrar el valor de perdonar». (Parolín, Secretario del Estado Vaticano)

Misa de hoy ⛪ Martes 26 de Abril de 2022, para los enefermos e impedidos

 



El evangelio de hoy Martes 26 de Abril de 2022

 

lunes, 25 de abril de 2022

EL MANANTIAL DE LA VIDA-EVANEGELIO DEL DÍA 26 DE ABRIL.

 San Isidoro de Sevilla

“Vosotros sois la sal… vosotros sois la luz”



San Isidoro nació en Sevilla en el año 556. Fue el menor de cuatro hermanos, todos ellos santos. Sucedió a su hermano san Leandro en el obispado de Sevilla. De él había adquirido el hábito de dedicar mucho tiempo a estudiar y leer. Fue el obispo más sabio de su tiempo. Escribió varios libros que fueron muy leídos durante siglos. Convocó y presidió varios concilios y trabajó con celo y sabiduría por la fe católica y por la observancia de la disciplina eclesiástica. Se esforzó porque el clero fuera muy bien instruido y se esforzó porque en cada diócesis hubiera un colegio donde se preparasen los futuros sacerdotes. Tuvo gran amor a los pobres y su palacio era visitado continuamente por gente necesitada que acudía a él a pedir ayuda. Cuando sintió que iba a morir, públicamente pidió a todos perdón por sus faltas y suplicó que pidieran a Dios por él. Murió, a los 80 años, el 4 de abril del año 636. Fue canonizado en 1528 y el papa Inocencio XII lo proclamó doctor de la Iglesia el 26 de abril de 1722. Sus restos reposan en la basílica a él dedica da en la ciudad de León.

1.- Oración introductoria.

Señor, el evangelio de hoy se presta para hacer una bonita oración con las dos imágenes tan bellas que pones en la vida de un buen cristiano: Ha de ser sal y ha de ser luz. No dices que los cristianos debemos tener sal y luz. Debemos “ser” sal y luz. La sal y la luz no es un añadido a nuestra vida cristiana sino su esencia. Cristianos apagados hay muchos. Cristianos sosos todavía más. Haz, Señor, que yo sea un cristiano “luminoso” y un cristiano “saleroso”.   

2.- Lectura reposada del evangelio. Mateo 5, 13-16

«Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres. «Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

3.- Qué dice el texto.

Meditación-reflexión

Aunque la sal y la luz no tienen nada en común, hay un aspecto en el que coinciden. Ninguna de las dos es provechosa por sí misma. La sal sola no sirve de nada para la salud, solo es útil cuando acompaña a los alimentos. La luz no se puede ver, es absolutamente oscura hasta que tropieza con un objeto. ¡Qué interesante! Resulta que cada uno de nosotros separados de los demás, no somos absolutamente nada. Mi existencia solo tendrá sentido en la medida que pase a formar parte de los demás disolviéndome en ellos. ¡Bonita tarea la de los cristianos! Existimos no para nosotros mismos sino para los demás. Lo nuestro es iluminar  un mundo envuelto en tinieblas, totalmente desorientado,  sin saber adónde va. Un mundo que ha perdido el norte y el sentido de la vida. Lo nuestro es sazonar un mundo demasiado soso, demasiado cansado y aburrido.  Lo nuestro no es ser fuegos artificiales que deslumbran un momento y se apagan. Lo nuestro tampoco es decir cuatro chistes para entretener a los demás. Lo nuestro es descubrir en Jesús la belleza y el sentido profundo de la vida. Lo nuestro es reivindicar para los hombres y mujeres de este mundo el derecho a ser felices.

Palabra del Papa.

¿Quiénes eran aquellos discípulos? Eran pescadores, gente sencilla… Pero Jesús los mira con los ojos de Dios, y su afirmación se entiende precisamente como consecuencia de las Bienaventuranzas. Él quiere decir: si seréis pobres de espíritu, si seréis mansos, si seréis puros de corazón, si seréis misericordiosos… ¡Ustedes serán la sal de la tierra y la luz del mundo! Para comprender mejor estas imágenes, tengamos en cuenta que la ley judía prescribía poner un poco de sal sobre cada oferta presentada a Dios, como un signo de alianza. La luz, entonces, para Israel era el símbolo de la revelación mesiánica que triunfa sobre las tinieblas del paganismo. Los cristianos, el nuevo Israel, reciben, entonces, una misión para con todos los hombres: con la fe y la caridad pueden orientar, consagrar, hacer fecunda la humanidad. Todos los bautizados somos discípulos misioneros y estamos llamados a convertirnos en un Evangelio vivo en el mundo: con una vida santa daremos «sabor» a los diferentes ambientes y los defenderemos de la corrupción, como hace la sal; y llevaremos la luz de Cristo a través del testimonio de una caridad genuina. Pero si los cristianos perdemos sabor y apagamos nuestra presencia de sal y de luz, perdemos la efectividad.» (Ángelus de S.S. Francisco, 9 de febrero de 2014).

4.- Qué me dice hoy a mí esta palabra ya meditada. (Silencio)

5.-Propósito: Hoy me comprometo a no pensar en mí mismo sino a pensar sólo en los demás.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, cada vez que estoy contigo me doy cuenta de que la vida es breve y la debo aprovechar al máximo. No me puedo permitir una vida mediocre, vulgar, vacía. Estando contigo y escuchando el evangelio descubro lo maravilloso que debe ser vivir como Tú has vivido. Tú sí que has sido LUZ Y SAL. Luz para alumbrar a las naciones y sal para dar sabor y alegría a todo el mundo. Haz que yo sea una pequeña lamparita encendida y un granito de sal bien sazonada.

ORACIÓN POR LA PAZ.

«Señor Jesús, Príncipe de la Paz, mira a tus hijos que elevan su grito hacia ti: Ayúdanos a construir la paz. Consuela, oh Dios misericordioso, los corazones afligidos de tantos hijos tuyos, seca las lágrimas de los que están en la prueba, haz que la dulce caricia de tu Madre María caliente los rostros tristes de tantos niños que están lejos del abrazo de sus seres queridos. Tú que eres el Creador del mundo, salva a esta tierra de la destrucción de la muerte generalizada, haz que callen las armas y que resuene la dulce brisa de la paz. Señor Dios de la esperanza, ten piedad de esta humanidad sorda y ayúdala a encontrar el valor de perdonar». (Parolín, Secretario del Estado Vaticano)

El evangelio de hoy Lunes 25 de Abril de 2022

 

Misa de hoy ⛪ Lunes 25 de Abril de 2022, para los enfermos e impedidos

 

EL MANANTIAL DE LA VIDA. EVANGELIO DEL 25 DE ABRIL. SAN MARCOS

 Ellos salieron a predicar por todas partes

San Marcos



1. Introducción.

Señor, quiero hacer este rato de oración contando contigo. Parece que tienes prisa de lanzar a los discípulos a predicar, a llevar el evangelio a todas las gentes. A veces yo no tengo esa prisa. Soy lento, pongo excusas, sólo veo dificultades a la hora de salir a evangelizar. Necesito orar para lanzarme a la misión con alegría, con el deseo de que otros también se provechen de lo que yo estoy viviendo. Pero algo tengo claro: No puedo ser apóstol sin ser testigo.

2. Del santo Evangelio según san Marcos 16, 15-20

En aquel tiempo se apareció Jesús y les dijo: Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien. Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios. Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban.


3. Qué dice el texto.

         Meditación-reflexión

Me llaman la atención estas palabras que siempre deben ir juntas: “Se apareció Jesús y les dijo: Id”. Sin encuentro con el Señor no puede haber misión. Sólo el que ha hecho experiencia de encuentro con el Resucitado está capacitado para ser apóstol.  No hay que ir por ir, sino ir a llevar a los hombres y mujeres del mundo un mensaje de ilusión, de esperanza, de vida. Hay mucha gente que se lo pasa muy mal: está triste, no tiene horizontes, no tiene nada claro su futuro. Y nosotros debemos dar testimonio de nuestra fe en Cristo Resucitado. No se nos pide dar clases sino aportar experiencias. La gente necesita vernos alegres, con la sonrisa en los labios, con la paz en la mirada, con la ternura en el corazón. A los primeros cristianos les dieron el título de “hombres inéditos”. Con la Resurrección de Cristo se ha hecho una nueva edición de hombre. Y de todo eso nosotros debemos ser testigos. Nuestra fe debe ser contagiosa.

Palabra del Papa

“Al celebrar la canonización de un gran misionero del Evangelio, san José Vaz, al igual que muchos misioneros en la historia de la Iglesia, él respondió al mandato del Señor resucitado de hacer discípulos en todas las naciones… San José Vaz nos da un ejemplo de celo misionero. A pesar de que llego a Ceilán para ayudar y apoyar a la comunidad católica, en su caridad evangélica llego a todos. Dejando atrás su hogar, su familia, la comodidad de su entorno familiar, respondió a la llamada a salir, a hablar de Cristo dondequiera que fuera. San José Vaz sabía cómo presentar la verdad y la belleza del Evangelio en un contexto multi-religioso, con respeto, dedicación, perseverancia y humildad. Éste es también hoy el camino para los que siguen a Jesús. Estamos llamados a salir con el mismo celo, el mismo ardor, de san José Vaz, pero también con su sensibilidad, su respeto por los demás, su deseo de compartir con ellos esa palabra de gracia, que tiene el poder de edificarles. Estamos llamados a ser discípulos misioneros”. (Homilía de S.S. Francisco, 14 de enero de 2015).

4.- Qué me dice hoy a mí este texto ya meditado. (Silencio).

5.- Propósito: No hablar de Dios sin antes haber estado con Él.

6.- Dios me ha hablado hoy aquí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Gracias, Señor, por este momento de oración donde he descubierto lo grande y hermoso que es para mí el poder dedicar mi tiempo para predicar tu evangelio. Y la gran noticia que yo puedo dar es la que el mundo más necesita:  que Cristo ha resucitado y así nos ha demostrado que Él llevaba razón; que una vida dada totalmente a los demás tiene pleno sentido. Y también que los violentos, los estafadores, los que se pasan la vida criticando a los demás, nunca tendrán razón, ni podrán ser felices.

ORACIÓN POR LA PAZ.

«Señor Jesús, Príncipe de la Paz, mira a tus hijos que elevan su grito hacia ti: Ayúdanos a construir la paz. Consuela, oh Dios misericordioso, los corazones afligidos de tantos hijos tuyos, seca las lágrimas de los que están en la prueba, haz que la dulce caricia de tu Madre María caliente los rostros tristes de tantos niños que están lejos del abrazo de sus seres queridos. Tú que eres el Creador del mundo, salva a esta tierra de la destrucción de la muerte generalizada, haz que callen las armas y que resuene la dulce brisa de la paz. Señor Dios de la esperanza, ten piedad de esta humanidad sorda y ayúdala a encontrar el valor de perdonar». (Parolín, Secretario del Estado Vaticano).

PROYECTO HOMBRE

 



domingo, 24 de abril de 2022

El evangelio de hoy Domingo 24 de Abril de 2022

 

Misa de hoy ⛪ Domingo 24 de Abril de 2022, para los enfermos e impedidos.

 

Iglesia Noticia. 24 de abril de 2022

 

Laudes Domingo II del Tiempo Pascual

 

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EL MANANTIAL DE LA VIDA. Domingo 2º de Pascua: 24 de abril de 2022

 <<Paz a vosotros>>



INTRODUCCIÓN

 “Ese hombre de larga túnica es el “primero y el último”, el Alfa y la Omega, el que estuvo muerto y ahora vive, el que parecía derrotado, pero ahora tiene las llaves de la muerte y del más allá: el que vive. El Viviente se hace ahora presente en nuestras habitaciones cerradas por el miedo; el Viviente se hace presente en nuestras comunidades frágiles y pecadoras; el Viviente se hace también presente entre los que dudan. El Viviente se hizo presente entre los discípulos y está también presente en nuestras comunidades de todos los tiempos. Sus palabras son siempre de paz: ¡No tengáis miedo! Su presencia nos llena de alegría. ¡Su misión es nuestra misión y su Espíritu es ahora nuestro Espíritu! (Sergio César Espinosa).

LECTURAS DEL DÍA

1ª lectura: Hechos 5,12-16;        2ª lectura: Apo. 1,9-19.

EVANGELIO

Jn. 20,19-31.

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros». Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; 23a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos». Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor». Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo». A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros». Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente». Contestó Tomás: «¡Señor mío y Dios mío!». Jesús le dijo: «¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto». Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

REFLEXIÓN

Lo que pretende el evangelista San Juan en esta bella narración, es describirnos la situación concreta en que se halla una Comunidad que todavía no ha hecho experiencia de la Resurrección y esa misma comunidad cuando ya se ha encontrado con Él. Esta experiencia es “fundante” y sirve para todos los tiempos.

ESTA ES LA SITUACIÓN DE LA COMUNIDAD ANTES DEL ENCUENTRO CON EL RESUCITADO.

  • Al atardecer de aquel día. Al atardecer se va la luz y viene la noche, es decir, el tiempo de la desorientación, del no saber dónde está uno, (Pensemos en aquellas noches sin luz eléctrica) y simbólicamente, de la pérdida del sentido de la vida.  Lamentablemente hay muchas personas de nuestro tiempo en esta situación. Están convencidos de que con la muerte todo se acaba.
  • Las puertas cerradas. Esta frase está dicha especialmente para los cristianos que no creen en la Resurrección. No hay salida, no hay horizonte, no hay perspectivas. Tampoco hay nada que ofrecer. La fe se vacía de contenido. Lo decía San Pablo:” Si Cristo no ha resucitado vana es nuestra fe y somos los más desgraciados de todos los hombres” (1Cor. 15,13-14).
  • Por miedo a los judíos. Después de la muerte de Jesús, todo había terminado para los discípulos. La causa de Jesús había que olvidarla poco a poco como si se tratara de un mal sueño. Ya no tenían la persona que siempre los defendía. El miedo se había apoderado de sus corazones. En esta situación es imposible la evangelización. Para dar malas noticias ya tenemos los medios de comunicación.

SITUACION DE UNA COMUNIDAD QUE SE HA ENCONTRADO CON JESUS.

  • Los discípulos se alegran.  Pero no con una alegría normal, epidérmica, que dura muy poco. Se trata de una alegría profunda que “nadie ya puede arrebatar”. Alegría de cuerpo y alma, alegría que durará para siempre. Alegría que ya no pueden contener y sienten necesidad de comunicar. Ha nacido el testigo, el apóstol.
  • Puertas abiertas.   Aquellos que han estado encerrados, salen a dar esta maravillosa noticia a todo el mundo. Nadie los puede detener. Si tratan de acallarlos, dirán que “es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hch. 5,29). 
  • Pierden el miedo. El encuentro con el Resucitado les hace perder el miedo a morir. Van a la muerte cantando. “Y cuando los meten en la cárcel se sienten felices de haber padecido por el nombre de Jesús” (Hch. 5,41).

         Me pregunto: ¿Qué hubiera pasado si Jesús no se hubiera aparecido a Tomás? Se hubiera ido del grupo. No hubiera podido soportar la presión de unos compañeros felices y contentos y él lleno de tristeza. Se sentiría totalmente desfasado. Sin el encuentro con Jesús Resucitado, sin experiencia de Pascua, es imposible llevar una auténtica vida cristiana. La Iglesia no necesita cristianos con caras de Viernes Santo sino cristianos con caras de Pascua de Resurrección.

PREGUNTAS

1.– Soy cristiano por la gracia de Dios. Pero ¿Siento la presencia del Resucitado dentro de mí como Alguien que me hace feliz y me empuja a hacer felices a otras personas?

2.– Después de la Resurrección de Jesús, ¿Vivo la fe de una manera aislada, o siento una imperiosa necesidad de vivirla en grupo, en comunidad? 

3.- Cuándo termina la Semana Santa para mí: ¿el Viernes Santo o el Domingo de Pascua?