lunes, 26 de septiembre de 2022

YOUCAT Confirmación (III): Por qué el mundo va mal


POBRE TIERRA, QUÉ ENFERMA ESTÁS…

A todos les gustaría que el mundo fuera un paraíso. Pero por mucho que los políticos, los filósofos y los educadores lo intentan no parece posible lograr que los hombres actúen humanamente, que se acabe el hambre en el mundo y que se supriman las enfermedades o la muerte misma.

  • ¿POR QUÉ DIOS LO PERMITE?

Si Dios existe, ¿por qué permite que tanta gente inocente muera?

Y si no es su culpa, ¿de quién es? ¿No ha creado Él el mundo?

Pero en medio del dolor aparecen noticias de pequeños milagros.

Pero, ¿por qué esta pequeña ha sobrevivido y tantos otros no?

Michael Jackson, el rey del pop, nos regaló esta excepcional canción sobre el llanto de la tierra ante el mal que el hombre provoca. Ese llanto, ¿no podría ser en realidad el llanto del Creador?

LEE ATENTAMENTE…¿ESTÁS DE ACUERDO? ¿POR QUÉ?

  • “El hombre sufre tan terriblemente en el mundo que se ha visto obligado a inventar la risa.” F. Nietzsche (filósofo ateo)
  • “Es preferible sufrir injusticias que cometerlas.” Socrátes (filósofo griego)
  • “Si Dios quiere evitar el mal y no puedo, es impotente. Si Dios puede evitar el mal, y no quiero, es malo. Pero si quiere y puede… ¿por qué no se lleva el mal?” Lactancio (filósofo latino)
  • “El miedo es el camino junto al lado oscuro…el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento…veo mucho miedo en ti.” Yoda (Maestro Jedi)
  • EL PARAÍSO DE LOS MARES DEL SUR

YOUCAT –> 66 ¿Estaba en el plan de Dios que los hombres sufrieran y murieran?

“La felicidad no está en nosotros, ni tampoco está fuera de nosotros. La felicidad sólo está en Dios. Y, una vez que lo hemos encontrado, entonces la felicidad está en todas partes.” Blaise Pascal

 

“Sólo hace feliz al hombre quien ha creado al hombre.” San Agustín

  • NO HAGO LO QUE QUIERO, SINO LO QUE NO QUIERO

“El jardín del paraíso no se pisa con los pies, sino sólo con el corazón” San Bernardo de Claraval

Romanos 7, 15-25

15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.

16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena.

17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.

18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.

19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.

20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.

21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.

22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;

23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.

24 !!Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?

25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.

Pecado original y pecado personal

“El hombre se separa de Dios por el pecado. El primer pecado rompe la armonía entre Dios y la creación y sus efectos llegan hasta hoy (“pecado original”). 

Cuando se trata sobre el tema de la dieta y el ejercicio, solemos hablar de una “debilidad interior”. Cuando esta debilidad nos vence, se convierte en un “pequeño pecado”. Este modelo de “debilidad interior/pecado” lo podemos extrapolar al caso del realmente preocupante chocolate y del sillón de la tele, ya que ellos evidencian estas situación crítica: lo bueno y lo malo. El bien y el mal están juntos dentro de nosotros con fuerzas desiguales, nuestra naturaleza siente una clara inclinación hacia lo malo. Nuestra “debilidad interior” está siempre presente.

No solo nosotros, tú y yo, sino todos, absolutamente todos están afectados por esta “debilidad interior” a la que estamos inclinados y nos hace pecar. Esta inclinación al mal es la herida que nosotros llevamos desde el pecado original, o dicho de otra manera, el pecado de nuestros primeros padres.

No se trata de una culpa personal, sino de una atracción hacia el pecado, de una debilidad de la voluntad y el intelecto. Y eso lo tienen todas las personas, desde el nacimiento. La Biblia describe de dónde procede esto con la historia de la Caída. Esta historia cuenta cómo entró el mal en el mundo. Con esto, la Biblia responde a una pregunta ancestral.

(Gn 2,7-15, Gn 3)

Si contemplamos brevemente la historia de la caída, nos damos cuenta de:

  • que Adán significa “hombre” y Eva significa “vida”. “En él todos hemos pecado”, dijo san Pablo. Todos somos Adán;

El diálogo entre Eva y la serpiente representa el conflicto interior de nuestra conciencia cada vez que nos debatimos entre la seducción del pecado y la voz de Dios. Desconfiar de que Dios quiere lo mejor para nosotros a través de su mandato, que es lo que aquí provoca con éxito la serpiente, hace que tomemos la decisión de actuar contra Dios.

  • que la serpiente prometió: “Seréis como Dios” (Gn 3,5) – La serpiente representa una personificación del mal, que intenta distanciar a las personas de Dios.

Cuando la serpiente habla del “conocimiento del bien y del mal”, no se refiere a la simple distinción de los actos buenos y malos, de lo que ya era el hombre capaz por su conciencia, sino que se refiere en un sentido amplio, que se asemeja más a la omnisciencia de Dios. Por eso les promete la serpiente que van a ser como Dios. Con esto, la serpiente provoca en el hombre el deseo de determinarse a sí mismo, determinar qué es bueno y qué es malo, y a través de esto se alejan de Dios. Y en esto radica el pecado.

  • qué tipo de pecado se trata: se trata de una transgresión por codicia, es una agresión por querer tener.

La consecuencia del pecado es la separación de Dios. No obstante, es el hombre el que, a través de su decisión activa, se aleja de Dios y, con su propio comportamiento, construye una zanja entre Dios y el hombre. Esta zanja que él mismo ha construido, no se puede arreglar con su propio esfuerzo.

El pecado genera la discordia entre las personas: Adán y Eva se echan la culpa entre ellos. Eva le echa la culpa a la serpiente, y Adán culpa a Eva e, incluso, intenta echarle la culpa al mismo Dios (“La mujer que me diste como compañera” Gn 3,12)

¿Con qué truco intenta la serpiente engañar a Adán y Eva para que coman el fruto?  (Gn 3,1)

La serpiente presenta el mandamiento de Dios (Gn 2,16-17) intencionadamente mal para sembrar la incomprensión. Primeramente Eva rechaza la tentación, pero entonces presenta el mandado amucho más duro de lo que era. (Gn3,3)

¿Qué les promete la serpiente? (Gn 3,4-5)

Cuando la serpiente habla del “conocimiento del bien y del mal”, no se refiere a la simple distinción de los acto bueno y malos, de lo que era el hombre capaz por su conciencia, sino que se refiere en un sentido amplio que se asemeja más con la omnisciencia de Dios. Por eso le promete la serpiente que van a ser como Dios. Con esto, la serpiente provoca en el hombre el deseo de determinarse a sí mismo, determinar qué es bueno y qué es malo, y a través de esto se aleja  de Dios. Y esto radican el pecado.

¿Por qué Eva se decide por comer el fruto prohibido? (Gn 3,6)

Eva queda cegada por la promesa vacía de la serpiente, solo ve las presuntas ventajas de la fruta prohibida y se justifica a sí misma, aunque sabe que su decisión  no es la correcta.

El diálogo entre Eva y la serpiente representa el conflicto interior de nuestra conciencia cada vez que nos debatimos entre la seducción del pecado y la voz del Dios. Desconfiar de que Dios quiere lo mejor para nosotros a través de su mandato, que es lo que aquí provoca éxito la serpiente, hace que tomemos la decisión de actuar contra Dios.

¿Qué consecuencias tiene el incumplimiento del mandato de Dios respecto a la relación entre Dios y los hombres? (Gn 3,7-8.23-24)

La desobediencia consiente de la voluntad de Dios separa la hombre de Dios. Esto se ve claramente en el texto cuando Adán y Eva siente vergüenza y se esconde Dios. La armonía original entre Dios y el hombre queda rota por la decisión mismo del hombre. El texto narra “La expulsión del Paraíso” como un castigo que Dios impone al hombre. Pero, en realidad, es la consecuencia necesario de la decisión del hombre de ponerse en contra de Dios y de romper la relación armoniosa con Él, el Paraíso

¿Qué consecuencias tiene el incumplimiento del mandato de Dios respecto a la relación de los hombres entre sí?

(Gn 3,12-13.16)

La armonía en la relaciones entre las personas también queda destruida por el pecado. En el texto se ve claramente cuando Adán y Eva siente vergüenza ante el otro y se cubre con hojas de higueras. Pero la discordia entre las personas trae más consecuencias: Adán y Eva se echan la culpa entre ellos. Eva le echa la culpa a la serpiente, y Adán culpa a Eva e, incluso le echa la culpa al mismo Dios. Y este comportamiento inapropiado entre las personas sigue marcando nuestra manera de relacionarnos hoy en día. Y esto no fue planeado por Dios, sino las consecuencia de la caída en el pecado.

¿Qué consecuencias tiene la caída en el pecado para toda la creación? (Gn 3,17-19)

Por medio del primer pecado de la  historia no solo quedó rota la relación entre Dios y las personas, entre las personas entre sí, sino también toda la creación perdió la armonía original. Se presenta claramente en el texto cuando se habla de la maldición del suelo. En el  estado de armonía del Paraíso , la comida estaba asegurada a través de los distintos frutos, pero ahora se ha unido la tierra al duro trabajo y las fatigas. Toda la creación se ha roto. La vida está ahora marcada por el sufrimiento y la muerte. El mundo ya no es tan perfecto como lo había creado Dios, sino que ha sido dañado por el pecado. Pero no está totalmente destruido, y se puede descubrir la mano de Dios, por ejemplo, en las bellezas del mundo, pero esto convive con el mal. Aquí es muy importante tener claro que es el hombre el que causado todo esto a través de su decisión de pecar. La destrucción de la armonía no forma parte de la voluntad de Dios (aunque a veces el lenguaje plástico del Antigua Testamento pueda sugerirlo), sino la consecuencia de la actuación humana.

¿Por qué puso un árbol prohibido en medio del jardín Dios?

Se trata de la libertad que Dios ha regalado a las personas. Porque, para poder amar a Dios de verdad, es necesario ser libre. Si no, no sería amor. Pero la verdadera libertad  siempre lleva consigo la posibilidad catastrófica de elegir el mal y con ello, incluso, romper la propia libertad. El árbol en medio del jardín es una imagen para este dilema de las libertad.

Las consecuencias del pecado original…

La decisión de Adán y Eva de posicionarse contra Dios no solo ha causado una “ruptura” en la relación de todos los hombres con Dios, porque eso es lo que trae consigo la desconfianza en Dios del pecado original, sino que, además, este primer pecado ha introducido una ruptura en la creación entera. El mundo ya no está perfecto, como Dios lo había creado, sino que se encuentra dañado por el pecado. Pero no está totalmente destruido, y se puede descubrir la mano de Dios, por ejemplo en la belleza del mundo, pero esto convive con el mal.

Al principio, le debíamos todo a Dios. Él nos hizo y nos colocó en el Paraíso. Podríamos haber vivido desde la gratitud y la confianza, pero dejamos que creciera en nosotros la desconfianza y desobedecimos su voluntad. Nos propusimos no ser, en adelante, dependientes de Él, sino ser nosotros mismos como Dios (“seréis como Dios, conocedores del bien y del mal”). Y esto sigue siendo un tema muy actual: jugamos a ser dioses de la vida y de la muerte (el aborto, la eutanasia, la guerra, asesinatos…) y queremos jugar a ser creadores (la manipulación genética, la nanotecnología, los clones…)

La codicia es la madre de todos los vicios. Cuando el hombre vivía en un jardín, que él mismo cultivaba, sin preocupación alguna y en armonía, le tentó algo que el hombre sintió como insignificante: la serpiente. Y hasta el hombre le echa en cara a Dios, a quien debía estar agradecido, que se hubiera reservado algo, y le tenía envidia. Solo porque todo no le parecía bien, solo porque había un límite…

¿Y qué tiene que ver todo esto con nosotros? En el baño del Bautismo fuimos lavados de la mancha de este pecado original con la que nacimos. Pero aún con la fuerza que tenemos como criaturas de Dios, sobrevive en lo más profundo de nosotros un anhelo. Este anhelo podemos utilizarlo, como el amor de Dios, para el bien, pero también estamos inclinados a caer en la tentación y pecar. Este es el punto crítico en nuestro interior, es lo que llamamos nuestra “debilidad interior”. ¡Y aquí no nos sirve un “es que yo soy así, es mi naturaleza”! Somos responsables de cada uno de nuestros actos porque, aunque nuestra naturaleza es débil, no neutraliza nuestra libertad.

  • ¿Y ESTO NO DE ACABA NUNCA?

YOUCAT –> 68 ¿Pecado original? ¿Y qué tenemos que ver nosotros con el pecado original de Adán y Eva?

YOUCAT –> 69 ¿Estamos obligados a caer por el pecado original?

YOUCAT –> 70 ¿Cómo nos saca Dios del remolino del pecado original?

“El hombre dinamita la unión con Dios”

A través del pecado original, cada uno de nuestros pecados que realizamos ahora nos separa de Dios. A través de ellos el hombre dinamita su unión con Dios y se aparta más y más de Él. Esta zanja provocada por el hombre no la puede arreglar el hombre por sí solo con su fuerza (YOUCAT 162)

A pesar de la separación que ha causado el hombre, Dios sigue buscando constantemente la unión con nosotros. Y para arreglar esta zanja que hemos causado, envió a su Hijo, para así librarnos del pecado.

 

  • UN INGENIERO EXPLICA EL PECADO ORIGINAL

    “Un ingeniero (es un buen ingeniero) me explicó una vez la definición más hermosa que he escuchado hasta e momento, o, digamos mejor, una definición muy atractiva y sencilla. Desde su experiencia como técnico sabe que cada aparato necesita un libro de instrucciones. Si yo no sigo el libro de instrucciones no puedo culpar al constructor de que el aparato no funcione. Este ingeniero dijo que el pecado original o, digamos con más precisión, el pecado de nuestros primeros padres, fue el rechazo a las instrucciones de uso. Dios nos ha dado una naturaleza humana, somos criaturas y en nuestra naturaleza de criatura están, en cierta manera inscritas, las instrucciones de uso, Dios nos las ha dado incluidas. Si hacemos de nosotros mismos un uso diferente, entonces no podemos demandar a Dios porque no funciona. El pecado original es el rechazo de la condición de criatura, el querer ser como dioses, pero sin Dios, no querer recibir nada de Dios, sino querer hacerlo por uno mismo.

  • LA LLAVE DE ACCESO AL PARAÍSO

Jesús abrió de nuevo el paraíso perdido, estableciendo de nuevo la conexión con Dios.

“Hemos perdido el paraíso, pero hemos recibido el cielo, por eso la ganancia es mayor que la pérdida.” San Juan Crisóstomo

EL YOUCAT RESPONDE…

  • Dios y el mal – YOUCAT 51
  • El pecado – YOUCAT 66-70
  • El mal vencido – YOUCAT 111
  • El Padre Nuestro – YOUCAT 526

Y AHORA, ¿CÓMO LO CONCRETAS EN TU VIDA?

“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (Mt 27,46)

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