- La Madre Teresa de Calcuta
La adoración al Santísimo para la Madre Teresa de Calcuta implicaba pasar largas horas ante Jesús Eucaristía, buscando en Él la fuerza y la inspiración para su caridad hacia los pobres y necesitados. Su profundo amor por la Eucaristía la motivó a vivir y a servir a los demás como un reflejo del amor de Dios, y a través de sus palabras y su ejemplo, inspiró a otros a enfocarse en Cristo presente en el Santísimo Sacramento y a vivir su fe sirviendo a los demás.
La Eucaristía como fuente de fuerzaresa encontraba en la adoración al Santísimo un encuentro íntimo y vital con Jesús. Esta conexión profunda le proporcionaba la fuerza y la energía para llevar a cabo su misión de servicio a los más pobres.- Ella enfatizaba que Jesús está verdaderamente presente en el Santísimo Sacramento, esperándonos y deseando nuestro amor, y que debemos acercarnos a Él con todo nuestro ser.
- Inspiración para la caridad:
- Su devoción a la Eucaristía era la fuente de su inagotable caridad hacia los pobres. Creía que solo a través de la unión con Cristo podía realmente servir a los demás.
- La adoración como un llamado al servicio
- Su oración preferida, atribuida al Cardenal John Henry Newman pero que ella adoptó, pide que su vida sea un reflejo de la luz de Jesús. Ella deseaba que a través de ella, las personas vieran a Cristo y no a ella misma.
- La Madre Teresa entendía la importancia del silencio como camino hacia la oración, de la oración a la fe, de la fe al amor y del amor al servicio, que a su vez genera paz.
- La Madre Teresa promovió activamente la adoración perpetua del Santísimo Sacramento, considerando que era esencial para la vida espiritual y la misión de la Iglesia.
- Ella enfatizaba que Jesús está verdaderamente presente en el Santísimo Sacramento, esperándonos y deseando nuestro amor, y que debemos acercarnos a Él con todo nuestro ser.
La palabra "Bienaventuranza" significa bendición suprema, y Santa Teresa de Calcuta vivió cada uno de estos mensajes de humildad y amor fraternal que conducen a la recompensa eterna, por ello, no es de extrañarse que sus palabras coincidieran con las Bienaventuranzas.
1. Jesús dijo: "Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos".
Santa Teresa decía: "Cuando no te queda más que Dios, tienes más que suficiente para comenzar de nuevo". "La pobreza espiritual del mundo occidental es mucho mayor que la pobreza física de nuestra gente".
2. Jesús dijo: "Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados".
Sante Teresa decía: "El dolor y el sufrimiento han entrado en tu vida, pero recuerda que el dolor, la tristeza y el sufrimiento no son más que el beso de Jesús, una señal de que te has acercado tanto a Él que Él puede besarte".
3. Jesús dijo: "Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra".
Santa Teresa decía: "La humildad es la madre de todas las virtudes; pureza, caridad y obediencia. Al ser humildes, nuestro amor se vuelve real, devoto y ardiente. Si eres humilde, nada te tocará, ni alabanza ni desgracia, porque sabes lo que eres. Si te culpan, no te desanimarás. Si te llaman santo, no te pondrás en un pedestal".
4. Jesús dijo: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados".
Santa Teresa decía: "Si juzgas a las personas, no tienes tiempo para amarlas", y "prefiero que cometas errores de bondad que obrar milagros sin bondad".
5. Jesús dijo: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos obtendrán misericordia".
Santa Teresa decía: "Las personas a menudo son irracionales y egocéntricas. Perdónalos de todos modos. Si es amable, la gente puede acusarlo de motivos ocultos. Sé amable de todos modos. Si eres honesto la gente te puede engañar. Sé honesto de todos modos. Si encuentras la felicidad, la gente podría ponerse celosa. Sé feliz de todos modos. El bien que hagas hoy, puede ser olvidado mañana. Haz el bien de todos modos. Dale al mundo lo mejor que tienes, y puede que nunca sea suficiente. Da lo mejor de todos modos. Para que veas, al final, es entre tú y Dios. Nunca fue entre tú y ellos de todos modos".
6. Jesús dijo: "Bienaventurados los puros de corazón, porque ellos verán a Dios".
Santa Teresa decía: "En esta vida no podemos hacer grandes cosas. Solo podemos hacer pequeñas cosas con gran amor".
7. Jesús dijo: "Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios".
Santa Teresa decía: "La paz comienza con una sonrisa".
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