Jesús en Nazaret
No fue bien admitido Jesús en su pueblo. Recelaron de Él porque era hijo del carpintero y no entendían la sabiduría y el amor que fluían de su persona. Jesús expresó una frase que, con diferentes palabras, se ha convertido en uno de los grandes dichos sabios de la humanidad: “Nadie es profeta en su tierra”. Y así es. Muchos de nosotros preferimos lo novedoso que viene de fuera o damos poco valor a nuestros hermanos y a su ciencia. Aunque la pregunta que habría que hacerse ahora es: ¿Quién perdió más el mismo Jesús por no ser acogido por sus paisanos, o estos porque no se beneficiaron de lo mucho que el Maestro quería darles? Sin duda perdieron ellos, queda claro.
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