sábado, 10 de octubre de 2020

28º ORDINARIO , 11 DE OCTUBRE DE 2020, CICLO A

 

                       28º Ordinario,11 de octubre    

                                         2020, Ciclo A

PARROQUIA SAN PÍO X, LOGROÑO

Monición de entrada 

Algo no va bien entre nosotros cuando venir a Misa no es sinónimo de fiesta sino de rollo, como dicen los jóvenes y no tan jóvenes. Es la celebración de la vida a la que nos invita, cada semana, Jesús, el enviado del Padre para decirnos que Él no es como un Juez, más bien como un Padre que está deseando juntar a los hijos para celebrar todo lo que nos ocurre. Lo bueno y lo malo. Pero siempre con esperanza.

Saludo

Recibid la bienvenida y el saludo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Acto Penitencial

No nos importe reconocer ante Dios cómo somos. El ya lo sabe y nos perdona. La Iglesia tiene la obligación de comunicarlo para que todos estemos contentos y nos aceptemos unos a otros y, sobretodo, a nosotros mismos, que es lo más difícil.

-Tú, Dios bueno y Padre de todos, que nos acoges en tu casa y nos transmites paz. Señor, ten piedad.

-Tú, Jesús, el Hijo, el portador de las buenas noticias y el compañero nuestro de la esperanza. Cristo, ten piedad.

-Tú, Espíritu de Dios, aire de perdón, brisa de acogida y fuerza de ánimo para la tarea en la historia. Señor, ten piedad.

Que el perdón que la Iglesia nos proclama lo vivamos con alegría y nos haga vivir en la paz y la unión con Dios. Amén.

Monición a la Primera Lectura. Is 25,6-10a

Hablar del futuro siempre es difícil. Mucho más si ese futuro se refiere al tiempo definitivo más allá de nuestras posibilidades. Pero, aunque no podemos decir nada, queremos hablar de él, nos resulta muy atrayente. Desde antiguo, todas las culturas y religiones han tratado de hacerlo de acuerdo con su sentido de Dios. Nosotros hemos recurrido a veces a la imagen de un juicio, pero Jesús nos pide que pasemos a otra imagen más conforme con el sentido de Dios que Él nos ha traído. El futuro será como la fiesta de una boda por todo lo alto. Pero has que ponerse el vestido de fiesta, no el de entierro, ni el de penitencia, ni el de ayuno, ni tristeza, ni...

Salmo Responsorial 22

Habitaré en la casa del Señor por años sin término.

Monición a la Segunda Lectura. Flp 4,12-14.19-20

Cuando uno se centra en la vida tomando una referencia que le hace valorar las cosas, todo lo que no tiene que ver con eso pasa a un segundo puesto. Pablo nos pone su propio centro: Jesús. Desde que lo conoció, se ha vuelto tan importante, que todo lo demás es secundario, por eso no tiene miedo a la pobreza, ni a la austeridad, ni a las apariencias. Solo Dios basta.

Monición a la Lectura Evangélica.Mt 22,1-14

Ya estamos invitados todos a la boda. Dios nos ha dirigido a todos la buena nueva. Para Él ya no hay marginados ni rechazados ni indiferentes. Todos somos sus familiares y amigos. Por eso la fiesta ha comenzado ya. No nos pongamos la ropa de la tristeza y la desesperanza. Vistamos el traje de la alegría y los zapatos de la música. Vivamos ya el nerviosismo de la fiesta, pero no con miedo sino con la ilusión de encontrarnos. Dios no quiere a nadie miedoso y triste por Él. Somos unos privilegiados de pertenecer a su familia y de saber que vamos de boda.

Oración de los fieles

El mundo nos da muchos motivos de preocupación y tristeza. Por eso, hoy, al recibir tu invitación a la fiesta que nos preparas, queremos dirigirte, Dios bueno, estas peticiones.

1.    -Para que los creyentes seamos siempre portadores de alegría porque tú eres un Dios bueno al que no hay que temer. Roguemos al Señor.

2.    -Para que muchas personas educadas en el miedo a Dios superen la imagen de Juez castigador y asuman que eres un Dios lleno de ternura. Roguemos al Señor.

3.    -Para que eduquemos a jóvenes y niños en la esperanza, tan necesaria en la vida para superar obstáculos y dificultades y no caer en el desánimo. Roguemos al Señor

4. -Para que quienes sufren carencias y problemas graves encuentren a su lado mensajeros de Dios que les hagan sentir su cuidado y cariño. Roguemos al Señor.

5.  -Para que nuestro mundo cambie el ocio y entretenimiento consumista por la alegría y la esperanza de contar contigo siempre.  Roguemos al Señor.

 

Escucha, Dios bueno, estas peticiones que afloran desde la Palabra tuya que escuchamos y desde las situaciones que vemos. Haz que te ayudemos a cambiar las cosas para que nuestro mundo se parezca un poco más a la sala del banquete en donde quieres reunirnos. Por Jesucristo Nuestro Señor. 

Acción de gracias

Al acabar esta celebración de la vida contigo, nuestro corazón se ensancha con la paz que nos transmites y el ánimo con que nos alimentas. Haz que sepamos comunicarlo a los demás y le demos al mundo un poco de alegría y esperanza.

Despedida

Que la invitación que recibimos de Dios nos haga preparar el traje de fiesta y animemos a otros para que, entre todos, hagamos un mundo más festivo, esperanzado y alegre.

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