El 26 de septiembre la Iglesia celebra a San Cosme y San Damián, hermanos gemelos y médicos cristianos del siglo III, conocidos como los “anárgiros”, es decir, los que no cobran.
Nacidos en Arabia, practicaban la medicina no solo con gran ciencia, sino con una fe profunda. Jamás aceptaban dinero por sus servicios, porque veían en cada enfermo el rostro de Cristo.
Su caridad y sus curaciones milagrosas atrajeron a multitudes, pero también la persecución del Imperio Romano. Fueron martirizados bajo la orden de Diocleciano, permaneciendo fieles a Cristo hasta el final.
Hoy, son venerados como patronos de los médicos católicos, cirujanos, farmacéuticos y de quienes esperan un trasplante.
Su testimonio nos recuerda que la verdadera medicina no solo sana el cuerpo… sino también el alma.
🙏 San Cosme y San Damián, rueguen por nosotros.
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