IV Domingo de Cuaresma15 de marzo de 2015
Domingo de la Alegría, por la primera palabra “Laetare” (alegraos) de la antífona de entrada… Ese breve texto del profeta Isaías permanece desde hace siglos en la liturgia de la Iglesia. Vamos avanzando hacia la Semana Santa y hacia la Pascua, el final de nuestro recorrido cuaresmal. Y viviremos, en la cercanía del Señor, los misterios sublimes de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesús. Ya todo queda muy cerca. Tras el próximo domingo, el Quinto de Cuaresma, una semana más y celebraremos el principio de la Semana Santa con el Domingo de Ramos. Aprovechemos el tiempo de Cuaresma que nos queda para completar nuestra conversión a Dios y nuestra mejor entrega a los hermanos, sobre todo a los más necesitados.
LECTURA DEL SEGUNDO LIBRO DE LAS CRÓNICAS 36, 14-16. 19-23
Lo más importante de este texto del Antiguo Testamento es que nos ayuda a darnos cuenta –aquí y ahora que siempre Dios elegirá a quien Él quiera para llevar a cabo cualquier misión. Traicionado por los dirigentes del pueblo judío, del pueblo elegido, el Señor va a ungir a un rey extranjero para que purifique al pueblo de Israel. Nadie tiene la exclusiva del favor de Dios.
SALMO 136
R.- QUE SE ME PEGUE LA LENGUA AL PALADAR SI NO ME ACUERDO DE TI.
S.- El salmo 137 narra una escena de los desterrados judíos en Babilonia. Allí sus captores pretenden que les diviertan con cantos sagrados y ellos se rebelan. El salmo está en sintonía con la primera lectura y marca el deseo de volver a Jerusalén. Nosotros los cristianos siempre anhelamos la llegada de esa otra Jerusalén, la que un día, brillante y luminosa, bajará del cielo.
LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS EFESIOS 2, 4-10
San Pablo en la Carta de los Efesios habla de renacer a partir del sacrificio de Cristo. Nuestra segunda lectura de hoy plantea un tema capital para la vida de los cristianos y que no es otra cosa que ese “renacimiento” por la vida por el efecto de la gracia de Jesucristo. Todos hemos de renacer. El agua del bautismo tiene que llegar a nuestras mentes e iniciar la nueva vida que Jesús nos pide a todos.
EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 3, 14- 21
El Evangelio de San Juan nos acerca hoy especialmente a la escena del Gólgota. Jesús dice a Nicodemo que cuando el Hijo del Hombre sea elevado todos pondrán su vida en Él. Utiliza el símil de la serpiente de bronce que Moisés elevó para librar al pueblo judío del veneno. La Semana Santa se acerca y el Misterio de la Cruz se abre ya cerca de nosotros.
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