FE Y EVANGELIO
LOS SIETE SACRAMENTOS
"Luego me mostró el río de agua de Vida, brillante como el cristal, que brota del trono del Cordero" Apocalipsis 22,1
¡JESUS SALVA!
¿BASTA ACEPTAR A CRISTO COMO NUESTRO ÚNICO SALVADOR?
Si hay una verdad en la que todos los cristianos estemos de acuerdo esta es: Jesucristo es nuestro único Salvador. Porque como dice S. Pedro: "No hay otro nombre por el cual podamos ser salvos." Hechos 4,12.
Si es importante saber que Jesús salva, no lo es menos saber ¿COMO SALVA JESUS? En efecto, supón tú que el avión en el que viajas se está quemando. Este avión lleva paracaídas para que puedas salvar tu vida, pero si tú saltas sin paracaídas, o te niegas a usarlo, tú no te salvas.
Yahvé salvó a Noé y su familia del diluvio, pero los salvó por medio del arca que Él les mandó construir.
Lo mismo pasa con Jesús: Él es nuestro único Salvador, pero si yo no uso los medios que Él me da para salvarme, no me salvo.
Lee el pasaje de las diez vírgenes en Mateo 25, 1. Las diez sabían que Jesús era su Señor y Salvador. Las diez esperaban que Jesús las dejaría entrar al Reino, todas ellas sabían lo mismo, todas ellas creían lo mismo, pero sólo cinco se salvaron: las prudentes. Sólo ellas hicieron aquello que Jesús quería: mantener la luz del alma encendida (Lee: Juan 11,9-10). Y cuando llegó el Señor sólo ellas entraron en el Reino. Después llegaron las 5 imprudentes, reconocieron a Jesús como su Señor y así le llaman: "Señor, Señor, ábrenos", pero El les respondió: "No os conozco". ¿Por qué? Porque sabían que Jesús, su Señor salvaba, pero no hicieron lo que Jesús, su Señor y Salvador mandaba.
Lo mismo pasa con Jesús: Él es nuestro único Salvador, pero si yo no uso los medios que Él me da para salvarme, no me salvo.
¿CÓMO NOS SALVA JESÚS?
¿CÓMO NOS COMUNICA LA VIDA?
Jesús nos salva comunicándonos su misma vida. El mismo dijo: "Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia". Esa vida por ser divina y totalmente gratuita la llamamos vida de gracia o vida sobrenatural. Cuando yo vivo en gracia la lámpara de mi alma está encendida, brilla en mí la luz de Cristo; cuando yo vivo en pecado mortal mi lámpara está apagada, vivo yo en tinieblas.
Esta vida sobrenatural se me comunica a través de los siete sacramentos.
El Papa nos enseña: "Cuando recibimos los sacramentos recibimos la vida de Jesús, vivimos la vida divina, nos asemejamos a Jesús. Es Cristo mismo, con su fuerza, mediante el Espíritu Santo que obra en nosotros esa semejanza." Juan Pablo II a los niños. 22/01/84.
LA IGLESIA NOS ENSEÑA
Adheridos a las doctrinas de las Santas Escrituras, a las tradiciones apostólicas y al sentimiento unánime de los Padres, profesamos que "los sacramentos de la Nueva Ley fueron todos instituidos por nuestro Señor Jesucristo" CIC n.1114 ss.
Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del Cuerpo de Cristo y, en definitiva, a dar culto a Dios, pero como signos, también tienen un fin pedagógico. No sólo suponen la fe, sino que a la vez la alimentan, la robustecen y la expresan por medio de palabras y cosas; por esto se llaman sacramentos de la fe. Confieren ciertamente la gracia, pero también la celebración prepara perfectamente a los fieles para recibir con fruto la misma gracia, rendir el culto a Dios y practicar la caridad.
Por consiguiente, es de suma importancia que los fieles comprendan fácilmente los signos sacramentales y reciban con mayor frecuencia posible aquellos sacramentos que han sido instituidos para alimentar la vida cristiana. "Sacrosantum Concilium" # 59. Estudia CIC (Catecismo de la Iglesia) 1122 ss.
¿PORQUÉ 7 SACRAMENTOS?
Porque 7 son las etapas de la vida. Hay una gran semejanza entre las etapas de la vida natural y las etapas de la vida sobrenatural" Lee: Catecismo de la Iglesia Católica (CIC n. 1210).
1. En la vida natural hay que nacer.
En la vida sobrenatural hay que nacer del agua y del espíritu. Lee: Juan 3,5. Nuestra madre la Iglesia nos engendra por el Bautismo.
2. En la vida natural hay que crecer y dar fruto.
En la vida sobrenatural la Confirmación lleva a su desarrollo y hace fructificar esa vida recibida en el Bautismo. Lee: Juan 15,16.
3. Para vivir es necesario alimentarnos.
En la Eucaristía Cristo, el Pan de Vida, nos nutre con su cuerpo y su sangre. Lee: Lucas 22, 19.
4. En la vida natural enfermamos y necesitamos medicina para recuperar la salud.
En la vida sobrenatural Jesucristo, médico de las
almas (Lee: Mateo 9,12), nos ofrece el sacramento de la Reconciliación para sanar las heridas del pecado: Lee: CIC n.1421.
5. En la vida natural buscamos formar un hogar.
En la vida sobrenatural Cristo quiere que los esposos se amen como El ama a su Iglesia (Lee: Efesios 5,25): para eso instituyó el Matrimonio.
6. En la vida natural necesitamos de una autoridad que ordene la vida social.
En la vida sobrenatural el Reino de Cristo en este mundo exige una autoridad, unos pastores que apacienten las ovejas de Cristo, para ello Cristo instituyó el Sacerdocio.
7. La vida natural llega a su ocaso y morimos.
La Unción de los Enfermos nos conforma con la muerte y resurrección de Cristo: Lee: CIC n. 1523.
¿BASTA SÓLO EL BAUTISMO?
¿QUIÉN INVENTÓ EL ARCO IRIS?
En efecto, Cristo dijo: "Quien no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios". Juan 3,5. Pero Jesucristo nunca dijo: "Basta tan sólo nacer del agua y del Espíritu para entrar en el Reino de Dios". Y ¡claro! ¿cómo iba a bastar? Aquél que es la Vida verdadera ¿cómo nos iba a dar la vida a medias? Si la vida natural tiene siete etapas ¿por qué Cristo iba a hacer la vida sobrenatural menos perfecta? Algunos cristianos objetan: "Yo no veo los siete sacramentos en la Biblia, para mí son un invento de la Iglesia Católica".
¡Claro que no los ves! De la misma manera que tú no ves los siete colores del arco iris si no tienes un prisma. Nosotros sí los vemos porque tenemos un prisma que es la Iglesia. El prisma no inventa los colores de la luz, simplemente los separa y distingue para que tu ojo los pueda percibir con claridad y nitidez. Lo mismo la Iglesia, ella no inventa los sacramentos, simplemente nos ayuda a distinguir con claridad lo que la Biblia enseña.
Sin el prisma yo no podría distinguir los siete colores en un rayo de luz. Sin la Iglesia yo no puedo percibir los siete sacramentos contenidos en la luz de la Palabra Divina.
LOS SACRAMENTOS EN LA BIBLIA
SIETE PRUEBAS DE LA FE
Bautismo.
"Y acercándose Jesús les dijo: Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra; id pues y enseñad a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo". Mateo 28,18-19.
Confirmación.
"Cuando los apóstoles oyeron cómo había recibido Samaria la palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan, los cuales bajando, oraron sobre ellos para que recibiesen el Espíritu Santo, pues aún no había venido sobre ninguno de ellos; sólo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo". Hechos 8, 14-17.
Eucaristía.
"Tomando pan se los dio diciendo: ´Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros, haced esto en memoria mía.´ Así mismo el cáliz... diciendo: ´Este es el cáliz de la Nueva Alianza en mi sangre que es derramada por vosotros´ ". Lucas 22, 19-20.
Confesión.
"Diciendo esto sopló y les dijo: ´Recibid el Espíritu Santo, a quien perdonéis los pecados les serán perdonados, a quien se los retuviereis, les serán retenidos´ ". Juan 20, 22-23.
Unción de los enfermos.
"¿Alguno entre vosotros enferma? Haga llamar a los presbíteros de la Iglesia y oren sobre él, ungiéndole con el óleo en el nombre del Señor". Santiago 5,14.
Sacerdocio.
"Les constituyeron presbíteros en cada iglesia por la imposición de las manos, orando y ayunando y los encomendaron al Señor". Hechos 14, 23.
Matrimonio.
"En cuanto a los casados, el precepto no es mío sino del Señor, que la mujer no se separe del marido y de separarse, que no vuelva a casarse o se reconcilie con el marido y que el marido no repudie a su mujer". 1 Corintios 7, 10-11.
CONCLUSION.
Los 7 Sacramentos, sí están en la Biblia, el que tú no los veas o lo ignores no quiere decir que no existan.
Eucaristía. Muchos no obedecen a Cristo que dice: "Haced esto en memoria mía". Otros obedecen pero no creen a Cristo que dice: "Esto es mi cuerpo". Nosotros con Santo Tomás de Aquino confesamos: "La vista, el gusto, el tacto se equivocan, pero yo creo lo que sale de Tu boca."
Matrimonio. Jesucristo mandó: "Lo que Dios ha unido no lo separe el hombre". Lee: Mateo 19,10. Las iglesias de origen protestante autorizan el divorcio. ¿Cómo podemos escuchar a quien no obedece a Cristo?
Confesión. Santiago ordena: "Confesaos los pecados unos a otros". Lee: Santiago 5,16. Pero algunos dicen: "Yo no me confieso con ningún hombre pecador como yo, yo sólo me confieso con Dios". ¿De qué sirve saber mucha Biblia si después no obedecen lo que la Biblia manda?
Bautismo. Hay quien dice que no hay que bautizar a los niños, porque éstos no tienen pecado. Pero la Biblia enseña que todos nacemos con pecado. Lee: Salmo 50 (51) v. 7.
Santiago dice: "Si alguno enferma, que llamen a los presbíteros ("ancianos" en griego) de la Iglesia". Lee: Santiago 5,14. ¿A quién llaman ellos si no creen en el sacramento del Sacerdocio? ¿A los ancianos del asilo? ¿Cuál Iglesia? ¿No dicen ellos que la Iglesia es invisible? Como ves, la fuerza de las sectas está en la ignorancia e inacción de los católicos. Cumple tu deber de evangelizar adquiriendo y distribuyendo FE Y EVANGELIO.
ORACIÓN.
Señor Jesús tú eres mi único Salvador y por eso acepto los medios que tú me das para salvarme. Quiero renacer a la vida por el Bautismo, fortalecerme con tu poder por la Confirmación, alimentarme de ti en la Eucaristía, abrazarte en la Confesión y obedecerte en el Sacerdocio. Amén.
Hermano cristiano:
Si tú aceptas lo que la Biblia dice ¿Por qué no aceptas los siete sacramentos cuando yo te lo estoy probando con la Biblia? ¿Por qué cuando tú me das una cita, yo sí debo aceptar lo que tú me dices y cuando yo te doy una cita no aceptas lo que yo digo?. Te voy a decir por qué: Porque tú no crees en la Biblia sino en lo que tú entiendes de la Biblia.(Principio protestante del juicio privado). Esto es como creer que el mar es tan sólo el agua que me cabe en el hueco de la mano.
Católico confundido:
La Iglesia de Cristo te ofrece siete sacramentos. No hay ninguna que te ofrezca más, todas te ofrecen menos. ¿Por qué? Porque a la Iglesia Católica, como a Cristo mismo, todos le imitan pero ninguno le supera.
Católico apático:
¿De qué te sirve saber que hay siete sacramentos si vives como si no existieran?
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LOS SIETE SACRAMENTOS
"Luego me mostró el río de agua de Vida, brillante como el cristal, que brota del trono del Cordero" Apocalipsis 22,1
¡JESUS SALVA!
¿BASTA ACEPTAR A CRISTO COMO NUESTRO ÚNICO SALVADOR?
Si hay una verdad en la que todos los cristianos estemos de acuerdo esta es: Jesucristo es nuestro único Salvador. Porque como dice S. Pedro: "No hay otro nombre por el cual podamos ser salvos." Hechos 4,12.
Si es importante saber que Jesús salva, no lo es menos saber ¿COMO SALVA JESUS? En efecto, supón tú que el avión en el que viajas se está quemando. Este avión lleva paracaídas para que puedas salvar tu vida, pero si tú saltas sin paracaídas, o te niegas a usarlo, tú no te salvas.
Yahvé salvó a Noé y su familia del diluvio, pero los salvó por medio del arca que Él les mandó construir.
Lo mismo pasa con Jesús: Él es nuestro único Salvador, pero si yo no uso los medios que Él me da para salvarme, no me salvo.
Lee el pasaje de las diez vírgenes en Mateo 25, 1. Las diez sabían que Jesús era su Señor y Salvador. Las diez esperaban que Jesús las dejaría entrar al Reino, todas ellas sabían lo mismo, todas ellas creían lo mismo, pero sólo cinco se salvaron: las prudentes. Sólo ellas hicieron aquello que Jesús quería: mantener la luz del alma encendida (Lee: Juan 11,9-10). Y cuando llegó el Señor sólo ellas entraron en el Reino. Después llegaron las 5 imprudentes, reconocieron a Jesús como su Señor y así le llaman: "Señor, Señor, ábrenos", pero El les respondió: "No os conozco". ¿Por qué? Porque sabían que Jesús, su Señor salvaba, pero no hicieron lo que Jesús, su Señor y Salvador mandaba.
Lo mismo pasa con Jesús: Él es nuestro único Salvador, pero si yo no uso los medios que Él me da para salvarme, no me salvo.
¿CÓMO NOS SALVA JESÚS?
¿CÓMO NOS COMUNICA LA VIDA?
Jesús nos salva comunicándonos su misma vida. El mismo dijo: "Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia". Esa vida por ser divina y totalmente gratuita la llamamos vida de gracia o vida sobrenatural. Cuando yo vivo en gracia la lámpara de mi alma está encendida, brilla en mí la luz de Cristo; cuando yo vivo en pecado mortal mi lámpara está apagada, vivo yo en tinieblas.
Esta vida sobrenatural se me comunica a través de los siete sacramentos.
El Papa nos enseña: "Cuando recibimos los sacramentos recibimos la vida de Jesús, vivimos la vida divina, nos asemejamos a Jesús. Es Cristo mismo, con su fuerza, mediante el Espíritu Santo que obra en nosotros esa semejanza." Juan Pablo II a los niños. 22/01/84.
LA IGLESIA NOS ENSEÑA
Adheridos a las doctrinas de las Santas Escrituras, a las tradiciones apostólicas y al sentimiento unánime de los Padres, profesamos que "los sacramentos de la Nueva Ley fueron todos instituidos por nuestro Señor Jesucristo" CIC n.1114 ss.
Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del Cuerpo de Cristo y, en definitiva, a dar culto a Dios, pero como signos, también tienen un fin pedagógico. No sólo suponen la fe, sino que a la vez la alimentan, la robustecen y la expresan por medio de palabras y cosas; por esto se llaman sacramentos de la fe. Confieren ciertamente la gracia, pero también la celebración prepara perfectamente a los fieles para recibir con fruto la misma gracia, rendir el culto a Dios y practicar la caridad.
Por consiguiente, es de suma importancia que los fieles comprendan fácilmente los signos sacramentales y reciban con mayor frecuencia posible aquellos sacramentos que han sido instituidos para alimentar la vida cristiana. "Sacrosantum Concilium" # 59. Estudia CIC (Catecismo de la Iglesia) 1122 ss.
¿PORQUÉ 7 SACRAMENTOS?
Porque 7 son las etapas de la vida. Hay una gran semejanza entre las etapas de la vida natural y las etapas de la vida sobrenatural" Lee: Catecismo de la Iglesia Católica (CIC n. 1210).
1. En la vida natural hay que nacer.
En la vida sobrenatural hay que nacer del agua y del espíritu. Lee: Juan 3,5. Nuestra madre la Iglesia nos engendra por el Bautismo.
2. En la vida natural hay que crecer y dar fruto.
En la vida sobrenatural la Confirmación lleva a su desarrollo y hace fructificar esa vida recibida en el Bautismo. Lee: Juan 15,16.
3. Para vivir es necesario alimentarnos.
En la Eucaristía Cristo, el Pan de Vida, nos nutre con su cuerpo y su sangre. Lee: Lucas 22, 19.
4. En la vida natural enfermamos y necesitamos medicina para recuperar la salud.
En la vida sobrenatural Jesucristo, médico de las
almas (Lee: Mateo 9,12), nos ofrece el sacramento de la Reconciliación para sanar las heridas del pecado: Lee: CIC n.1421.
5. En la vida natural buscamos formar un hogar.
En la vida sobrenatural Cristo quiere que los esposos se amen como El ama a su Iglesia (Lee: Efesios 5,25): para eso instituyó el Matrimonio.
6. En la vida natural necesitamos de una autoridad que ordene la vida social.
En la vida sobrenatural el Reino de Cristo en este mundo exige una autoridad, unos pastores que apacienten las ovejas de Cristo, para ello Cristo instituyó el Sacerdocio.
7. La vida natural llega a su ocaso y morimos.
La Unción de los Enfermos nos conforma con la muerte y resurrección de Cristo: Lee: CIC n. 1523.
¿BASTA SÓLO EL BAUTISMO?
¿QUIÉN INVENTÓ EL ARCO IRIS?
En efecto, Cristo dijo: "Quien no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios". Juan 3,5. Pero Jesucristo nunca dijo: "Basta tan sólo nacer del agua y del Espíritu para entrar en el Reino de Dios". Y ¡claro! ¿cómo iba a bastar? Aquél que es la Vida verdadera ¿cómo nos iba a dar la vida a medias? Si la vida natural tiene siete etapas ¿por qué Cristo iba a hacer la vida sobrenatural menos perfecta? Algunos cristianos objetan: "Yo no veo los siete sacramentos en la Biblia, para mí son un invento de la Iglesia Católica".
¡Claro que no los ves! De la misma manera que tú no ves los siete colores del arco iris si no tienes un prisma. Nosotros sí los vemos porque tenemos un prisma que es la Iglesia. El prisma no inventa los colores de la luz, simplemente los separa y distingue para que tu ojo los pueda percibir con claridad y nitidez. Lo mismo la Iglesia, ella no inventa los sacramentos, simplemente nos ayuda a distinguir con claridad lo que la Biblia enseña.
Sin el prisma yo no podría distinguir los siete colores en un rayo de luz. Sin la Iglesia yo no puedo percibir los siete sacramentos contenidos en la luz de la Palabra Divina.
LOS SACRAMENTOS EN LA BIBLIA
SIETE PRUEBAS DE LA FE
Bautismo.
"Y acercándose Jesús les dijo: Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra; id pues y enseñad a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo". Mateo 28,18-19.
Confirmación.
"Cuando los apóstoles oyeron cómo había recibido Samaria la palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan, los cuales bajando, oraron sobre ellos para que recibiesen el Espíritu Santo, pues aún no había venido sobre ninguno de ellos; sólo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo". Hechos 8, 14-17.
Eucaristía.
"Tomando pan se los dio diciendo: ´Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros, haced esto en memoria mía.´ Así mismo el cáliz... diciendo: ´Este es el cáliz de la Nueva Alianza en mi sangre que es derramada por vosotros´ ". Lucas 22, 19-20.
Confesión.
"Diciendo esto sopló y les dijo: ´Recibid el Espíritu Santo, a quien perdonéis los pecados les serán perdonados, a quien se los retuviereis, les serán retenidos´ ". Juan 20, 22-23.
Unción de los enfermos.
"¿Alguno entre vosotros enferma? Haga llamar a los presbíteros de la Iglesia y oren sobre él, ungiéndole con el óleo en el nombre del Señor". Santiago 5,14.
Sacerdocio.
"Les constituyeron presbíteros en cada iglesia por la imposición de las manos, orando y ayunando y los encomendaron al Señor". Hechos 14, 23.
Matrimonio.
"En cuanto a los casados, el precepto no es mío sino del Señor, que la mujer no se separe del marido y de separarse, que no vuelva a casarse o se reconcilie con el marido y que el marido no repudie a su mujer". 1 Corintios 7, 10-11.
CONCLUSION.
Los 7 Sacramentos, sí están en la Biblia, el que tú no los veas o lo ignores no quiere decir que no existan.
Eucaristía. Muchos no obedecen a Cristo que dice: "Haced esto en memoria mía". Otros obedecen pero no creen a Cristo que dice: "Esto es mi cuerpo". Nosotros con Santo Tomás de Aquino confesamos: "La vista, el gusto, el tacto se equivocan, pero yo creo lo que sale de Tu boca."
Matrimonio. Jesucristo mandó: "Lo que Dios ha unido no lo separe el hombre". Lee: Mateo 19,10. Las iglesias de origen protestante autorizan el divorcio. ¿Cómo podemos escuchar a quien no obedece a Cristo?
Confesión. Santiago ordena: "Confesaos los pecados unos a otros". Lee: Santiago 5,16. Pero algunos dicen: "Yo no me confieso con ningún hombre pecador como yo, yo sólo me confieso con Dios". ¿De qué sirve saber mucha Biblia si después no obedecen lo que la Biblia manda?
Bautismo. Hay quien dice que no hay que bautizar a los niños, porque éstos no tienen pecado. Pero la Biblia enseña que todos nacemos con pecado. Lee: Salmo 50 (51) v. 7.
Santiago dice: "Si alguno enferma, que llamen a los presbíteros ("ancianos" en griego) de la Iglesia". Lee: Santiago 5,14. ¿A quién llaman ellos si no creen en el sacramento del Sacerdocio? ¿A los ancianos del asilo? ¿Cuál Iglesia? ¿No dicen ellos que la Iglesia es invisible? Como ves, la fuerza de las sectas está en la ignorancia e inacción de los católicos. Cumple tu deber de evangelizar adquiriendo y distribuyendo FE Y EVANGELIO.
ORACIÓN.
Señor Jesús tú eres mi único Salvador y por eso acepto los medios que tú me das para salvarme. Quiero renacer a la vida por el Bautismo, fortalecerme con tu poder por la Confirmación, alimentarme de ti en la Eucaristía, abrazarte en la Confesión y obedecerte en el Sacerdocio. Amén.
Hermano cristiano:
Si tú aceptas lo que la Biblia dice ¿Por qué no aceptas los siete sacramentos cuando yo te lo estoy probando con la Biblia? ¿Por qué cuando tú me das una cita, yo sí debo aceptar lo que tú me dices y cuando yo te doy una cita no aceptas lo que yo digo?. Te voy a decir por qué: Porque tú no crees en la Biblia sino en lo que tú entiendes de la Biblia.(Principio protestante del juicio privado). Esto es como creer que el mar es tan sólo el agua que me cabe en el hueco de la mano.
Católico confundido:
La Iglesia de Cristo te ofrece siete sacramentos. No hay ninguna que te ofrezca más, todas te ofrecen menos. ¿Por qué? Porque a la Iglesia Católica, como a Cristo mismo, todos le imitan pero ninguno le supera.
Católico apático:
¿De qué te sirve saber que hay siete sacramentos si vives como si no existieran?
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Los Sacramentos, signos de vida:
Sacramento es, según el diccionario, el "rito encaminado a lograr la participación del hombre en la divinidad". Esto quiere decir que, a través de él, del sacramento, hacemos visible la acción invisible de Dios en nuestra vida y en nuestra historia.
La función de los sacramentos es comunicarnos la gracia de Dios o aumentar en nosotros su acción, reconociendo que Él siempre tiene la iniciativa. Por ello, son manifestaciones marcadas por signos que nos hacen visible la fuerza y la acción de Dios. A través de ellos, se nos comunica vida y participación en la Iglesia; en ellos nos hacemos parte del Pueblo de Dios y fortalecemos nuestros vínculos con la Iglesia, recibimos la fe y nos relacionamos con la comunidad y con nuestra vocación cristiana. Por ello, no es aventurado señalar que los sacramentos son signos de vida, ya que nos comunican y aumentan la gracia de Dios, Padre amoroso que nos entrega la vida, Santo Espíritu que nos infunde sus dones e Hijo amado que nos entrega la salvación y su cuerpo para que también seamos salvos.
Una característica particular de los sacramentos es que son "indelebles", es decir, "que no se pueden borrar". Dicho en otras palabras, el sacramento que se ha recibido es una gracia que queda permanentemente en nosotros, lo que no significa que nuestras acciones sean siempre en conformidad con ella, sino que están permanentemente en nosotros apuntando hacia nuestra verdadera vocación de hijos de Dios.
Una característica particular de los sacramentos es que son "indelebles", es decir, "que no se pueden borrar". Dicho en otras palabras, el sacramento que se ha recibido es una gracia que queda permanentemente en nosotros, lo que no significa que nuestras acciones sean siempre en conformidad con ella, sino que están permanentemente en nosotros apuntando hacia nuestra verdadera vocación de hijos de Dios.
Los Sacramentos, herencia de Cristo:
Los sacramentos, como tales no son un "invento" de la Iglesia. Han sido dejados en la tradición por el mismo Jesús, quien señaló a sus apóstoles y a la comunidad como depositarios de ellos, para recordarlo, para hacer efectiva su presencia y para vivir intensamente la unión a la comunidad en él mismo. Así entonces, si bien su sistematización y difusión han sido dadas a la Iglesia, ellos salen de la mano del mismo Cristo y, por ello, su fuerza está en la misma divinidad y en el encargo de Él de realizarlos en su nombre.
¿Cuántos y cuándo
Los Sacramentos de la Iglesia católica son siete. Si bien es cierto ellos nos acompañan a lo largo de toda nuestra vida, se han dividido en tres etapas para comprender mejor
su acción en nosotros. Así entonces, tenemos los Sacramentos de Iniciación Cristiana (Bautismo,
Confirmación y Eucaristía), los Sacramentos de la Curación (Penitencia Reconciliación y
Unción de los enfermos) y los Sacramentos al Servicio y Misión de los fieles (Matrimonio y
Orden). Cada uno de ellos se "viven" durante toda la vida, pero se reciben en momentos
adecuados. En este sentido, para recibir cada un de ellos se ha de cumplir una preparación
especial que implica asumir el sacramento con real responsabilidad y compromiso.
SACRAMENTOS DE INICIACIÓN CRISTIANA
Mediante los sacramentos de la iniciación cristiana, el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía, se ponen los fundamentos de toda vida cristiana. "La participación en la naturaleza divina, que los hombres reciben como don mediante la gracia de Cristo, tiene cierta analogía con el origen, el crecimiento y el centro de la vida natural. En efecto, los fieles renacidos en el Bautismo se fortalecen con el sacramento de la Confirmación y finalmente, son alimentados en la Eucaristía con el manjar de la vida eterna, y, así por medio de estos sacramentos de la iniciación cristiana, reciben cada vez con más abundancia los tesoros de la vida divina y avanzan hacia la perfección de la caridad" (CIC 1212 ).
EL BAUTISMO:
El Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana (...) y la puerta que abre el acceso a otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos
de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos
partícipes de su misión. (cf. CIC 1213)
¿Quién puede recibir el bautismo?:
Toda persona puede recibir el bautismo, con la única condición de no haberlo recibido antes.
Ciertamente que la forma y el medio como se recibe varía si quién lo recibe es un adulto, un
joven o un niño recién nacido. De cualquier manera, es importante acercarse a la parroquia y
hacer las consultas respectivas para recibir este sacramento.
¿Cuáles son sus signos principales?
Si bien es cierto, el rito esencial del sacramento es la inmersión o derramamiento del agua,
en tres oportunidades, sobre el bautizando, hay otros signos importantes, como la unción
con el santo crisma, la profesión de fe y el compromiso de padres y padrinos de educar en la fé al bautizando.
LA CONFIRMACIÓN:
El Sacramento de la Confirmación nos une más íntimamente a la Iglesia y nos enriquece con
una fortaleza especial del Espíritu Santo. De esta forma, nos comprometemos mucho más,
como auténticos testigos de Cristo, a extender y defender la fe con nuestras palabras y
nuestras obras. (cf. CIC 1285)
El Sacramento de la Confirmación nos une más íntimamente a la Iglesia y nos enriquece con
una fortaleza especial del Espíritu Santo. De esta forma, nos comprometemos mucho más,
como auténticos testigos de Cristo, a extender y defender la fe con nuestras palabras y
nuestras obras. (cf. CIC 1285)
¿Quién puede recibir este sacramento?
Todo bautizado aun no confirmado puede y debe recibir este Sacramento. Antiguamente el
sacramento de la confirmación era entregado antes de la primera comunión o inmediatamente después de ella. Sin embargo y por razones Pastorales importantes, se aconseja recibirlo después de haber participado de los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía. Habitualmente se recibe alrededor de los 18 años, después de dos años de preparación, pero es posible que adultos reciban este sacramento con una preparación especial. En cualquier caso, es importante acercarse a la parroquia para consultar sobre los procesos de preparación y los medios para recibir este sacramento según sea el caso.
¿Cuáles son sus signos principales?
El rito esencial de la confirmación es la unción con el Santo Crisma en la frente del bautizado, con la imposición de la mano del ministro y las palabras: "Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo". (cf. CIC 1320)
LA EUCARISTÍA:
La Eucaristía es fuente y cima de toda la vida cristiana. Los demás sacramentos, como también todos los ministerios eclesiales y las obras de apostolado, están unidos a la Eucaristía y a ella se ordenan. La sagrada Eucaristía, en efecto, contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua. (...) Por la celebración eucarística nos unimos a la liturgia del cielo y anticipamos la vida eterna cuando Dios será todo en todos( cf. CIC 1324 y 1326).
La Eucaristía como tal es celebrada por todos los fieles que asisten a ella en la parroquia o
capilla, pero es presidida por el sacerdote. En este sentido somos todos partícipes de este
sacramento, más la participación plena se da en la comunión, en el compartir el Cuerpo y la
Sangre de Cristo, que se entrega a nosotros para nuestra salvación.
Es importantísimo recalcar el sentido comunitario de este sacramento, ya que es la Iglesia
entera la que entrega en ofrenda el pan y el vino que se convertirán en el Cuerpo y la Sangre
de Jesús. Junto a estos dones, se ofrece toda la vida y la comunidad, para celebrar junto la
resurrección y la vida de Cristo.
¿Quienes pueden recibir este sacramento?
Todo bautizado puede y debe recibir este sacramento. Pero es importante que esté preparado para ello. Esto significa estar en armonía espiritual con Dios y con la Iglesia, en fraternidad con el hermano. La comunión es la participación plena en la vida y en la salvación de Cristo, por ello exige de nosotros un compromiso de adhesión y de fe. Es común que para la Comunión se prepare a niños entre los 8 y 9 años. Esta preparación suele durar dos años.
Obviamente, quién no ha recibido su "primera comunión" a esta edad, puede hacerlo
posteriormente, con una preparación adecuada. Es, por esto, muy importante consultar en la
parroquia respectiva los procesos de formación y preparación necesarios para recibir este
sacramento en toda su plenitud.
posteriormente, con una preparación adecuada. Es, por esto, muy importante consultar en la
parroquia respectiva los procesos de formación y preparación necesarios para recibir este
sacramento en toda su plenitud.
¿Cuáles son sus signos principales?
Ciertamente que la Eucaristía tiene su signo principal en la consagración, donde el pan y el
vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Jesús. Al compartir el cuerpo y la Sangre de
Cristo, tenemos la oportunidad de participar vivamente de la salvación de Cristo, asistimos a
su muerte y resurrección y nos preparamos para vivir conforme a su palabra. Por ello, la
liturgia del perdón y la liturgia de la palabra, nos preparan para este momento central de
nuestra fe.
En la comunión del cuerpo y la sangre de Cristo, estamos haciendo vida nuestra fe. La
comunión es el signo más fundamental de nuestra fe y, por ello, hemos de recibirla con una
preparación adecuada. La participación en la Eucaristía se recomienda en forma asidua,
siendo imprescindible en los días de precepto y , la comunión como tal, en ocasión de
Pascua de Resurrección.
SACRAMENTOS DE CURACIÓN
Jesús mismo quiso que la Iglesia continuase, con la fuerza del Espíritu Santo, su obra de curación y salvación de los hombres, incluso en sus propios miembros. Esta es la finalidad
de los dos sacramentos de curación, del sacramento de la Penitencia y de la Unción de los
enfermos. (cf. CIC 1421).
EL SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN:
El pecado es, ante todo, ofensa a Dios, ruptura de la comunión con Él. Al mismo tiempo, atenta contra la comunión con la Iglesia.
Por eso la conversión implica a la vez el perdón de Dios y la reconciliación con la Iglesia, que es lo que expresa y celebra litúrgicamente el sacramento de la penitencia y la reconciliación. (CIC 1440) El sacramento de la Reconciliación está constituido por el conjunto de tres actos realizados por el penitente y la absolución del sacerdote. Los actos del penitente son: el
arrepentimiento, la confesión o manifestación de los pecados al sacerdote y el propósito de
realizar la reparación y las obras de penitencia.
arrepentimiento, la confesión o manifestación de los pecados al sacerdote y el propósito de
realizar la reparación y las obras de penitencia.
¿Quienes pueden recibir este sacramento?
Todo bautizado está llamado a la penitencia y la reconciliación, en tanto la debilidad humana
nos hace atentar contra la comunión con Dios y con la Iglesia. La confesión individual e
íntegra de los pecados graves seguida de la absolución es el único medio ordinario para la
reconciliación con Dios y con la Iglesia. Es importante acercarse a la parroquia y solicitar los
horarios de atención del sacerdote, para prepararse convenientemente a recibir la
Reconciliación.
¿Cuáles son sus signos principales?
Como ya se ha señalado, consiste en los tres actos del penitente más la absolución del
sacerdote. Más este último constituye, en sí, la reconciliación con Dios, que nos pone en
camino de la reconciliación con el hermano.
UNCIÓN DE LOS ENFERMOS:
El sacramento de la Unción de los enfermos tiene por fin conferir una gracia especial al cristiano que experimenta las dificultades inherentes al estado de enfermedad grave o vejez
(CIC 1527). Es un acto de reconciliación y aceptación de la voluntad de Dios, ponerse en sus
manos y esperar confiados en su voluntad, uniendo nuestro dolor y nuestro sufrimiento al
sufrimiento y al dolor de Cristo en la cruz, para ser liberados con Él en la plenitud de los
tiempos.
¿Quienes pueden recibir este sacramento?
Cada vez que un cristiano cae gravemente enfermo, puede recibir la Santa Unción, y también
cuando, después de haberla recibido, la enfermedad se agrava.(CIC 1529). En cualquiera de
estos casos, los familiares han de acercarse con tiempo a la Parroquia o capilla para
solicitar la asistencia del sacerdote. Esto es importante, pues suele ocurrir que, en la
premura del tiempo y en la gravedad del enfermo, el sacerdote no se encuentre en la unidad
pastoral o esté dedicado a otra labor que le impida asistir inmediatamente. Esto es muy
importante, pues sólo el sacerdote puede administrar este sacramento.
¿Cuáles son sus signos principales?
Lo esencial de la celebración de este sacramento consiste en la unción en la frente y las
manos del enfermo con el santo crisma, acompañado de la oración litúrgica del sacerdote
celebrante que pide la gracia especial de este sacramento.(cf. CIC 1531)
SACRAMENTOS AL SERVICIO Y MISIÓN DE LOS FIELES
Los sacramentos del Orden y del Matrimonio, están ordenados a la salvación de los demás. Contribuyen, ciertamente a la propia salvación, pero esto lo hacen mediante el servicio que
prestan a los demás. Confieren una misión particular en la Iglesia y sirven a la edificación del
Pueblo de Dios. (cf. CIC 1534)
EL SACRAMENTO DEL ORDEN:
El Orden es el sacramento gracias al cual la misión confiada por Cristo a sus apóstoles sigue siendo ejercida en la Iglesia hasta el fin de los tiempos: es, pues, el sacramento del ministerio apostólico en su triple dimensión de santificar, enseñar y gobernar. Comprende tres grados: el episcopado, el presbiterado y el diaconado. (cf. CIC 1536) El sacramento del Orden está al servicio de la comunidad y de la construcción del Reino. Sólo en ella, en la comunidad, en el servicio a ella éste ministerio logra su plenitud.
El Orden es el sacramento gracias al cual la misión confiada por Cristo a sus apóstoles sigue siendo ejercida en la Iglesia hasta el fin de los tiempos: es, pues, el sacramento del ministerio apostólico en su triple dimensión de santificar, enseñar y gobernar. Comprende tres grados: el episcopado, el presbiterado y el diaconado. (cf. CIC 1536) El sacramento del Orden está al servicio de la comunidad y de la construcción del Reino. Sólo en ella, en la comunidad, en el servicio a ella éste ministerio logra su plenitud.
¿Quienes pueden recibir este sacramento?
La Iglesia confiere el sacramento del orden únicamente a varones bautizados, cuyas
aptitudes para el ejercicio del ministerio han sido debidamente reconocidas. A la autoridad de
la Iglesia corresponde la responsabilidad y el derecho de llamar a uno a recibir la ordenación.
(CIC 1598). La Iglesia Latina confiere el sacramento del orden a varones que están
dispuestos a abrazar libremente el celibato y que manifiestan públicamente su voluntad de
guardarlo por amor del Reino de Dios y el servicio de los hombres, correspondiendo a los
Obispos conferir el sacramento del orden en los tres grados señalados con anterioridad.(cf.
CIC 1599 y 1600)
¿Cuáles son sus signos principales?
El sacramento del Orden es conferido por la imposición de las manos , por parte del Obispo,
seguida de una oración consagratoria solemne que pide a Dios para el ordenado las gracias
del Espíritu Santo requeridas para su ministerio. La ordenación imprime un carácter
sacramental indeleble. (CIC 1597)
EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO:
La alianza matrimonial, por la que un hombre y una mujer constituyen una íntima comunidad de vida y de amor, fue fundada y dotada de sus leyes propias por el mismo Creador. Por su
naturaleza está ordenada al bien de los cónyuges así como a la generación y educación de
los hijos. Entre bautizados, el matrimonio ha sido elevado por Cristo Señor a la dignidad de
sacramento. (CIC 1660)
La alianza matrimonial, por la que un hombre y una mujer constituyen una íntima comunidad de vida y de amor, fue fundada y dotada de sus leyes propias por el mismo Creador. Por su
naturaleza está ordenada al bien de los cónyuges así como a la generación y educación de
los hijos. Entre bautizados, el matrimonio ha sido elevado por Cristo Señor a la dignidad de
sacramento. (CIC 1660)
¿Quienes pueden recibir este sacramento?
Los bautizados que no hayan recibido el sacramento del matrimonio con anterioridad y que
no tengan ningún impedimento de carácter eclesial, pueden contraer matrimonio. El acto
sacramental del matrimonio, tiene un carácter público, ya que la comunidad oficia de testigos
junto al celebrante (sacerdote o testigo cualificado de la Iglesia). Esta es una manifestación
de un estado de vida que es público en la Iglesia, de allí su carácter y la necesidad de los
testigos.
Contraer un nuevo matrimonio por parte de divorciados mientras viven sus cónyuges legítimos
contradice el plan y la ley de Dios enseñados por Cristo. Los que viven en esta situación no
están separados de la Iglesia, pero no pueden acceder a la comunión eucarística. Pueden
vivir su vida cristiana sobre todo educando a sus hijos en la fe. (CIC 1665)
¿Cuáles son sus signos principales?
El matrimonio se funda en el consentimiento de los contrayentes, es decir, en la voluntad de
darse mutua y definitivamente con el fin de vivir una alianza de amor fiel y fecundo. (CIC 1662)
Nota Importante: Sin perjuicio de lo anterior, cada Unidad Pastoral (capilla, parroquia, colegio
de iglesia, movimiento apostólico, etc...) puede tener requisitos específicos para algunos
sacramentos.
Citas
CIC: Catecismo de la Iglesia Católica. Los números indican el párrafo del cual está citado o
parafraseado el texto. Estos números aparecen en el original del CIC.
Los Sacramentos, signos de vida:
Sacramento es, según el diccionario, el "rito encaminado a lograr la participación del hombre en la divinidad". Esto quiere decir que, a través de él, del sacramento, hacemos visible la acción invisible de Dios en nuestra vida y en nuestra historia.
La función de los sacramentos es comunicarnos la gracia de Dios o aumentar en nosotros su acción, reconociendo que Él siempre tiene la iniciativa. Por ello, son manifestaciones marcadas por signos que nos hacen visible la fuerza y la acción de Dios. A través de ellos, se nos comunica vida y participación en la Iglesia; en ellos nos hacemos parte del Pueblo de Dios y fortalecemos nuestros vínculos con la Iglesia, recibimos la fe y nos relacionamos con la comunidad y con nuestra vocación cristiana. Por ello, no es aventurado señalar que los sacramentos son signos de vida, ya que nos comunican y aumentan la gracia de Dios, Padre amoroso que nos entrega la vida, Santo Espíritu que nos infunde sus dones e Hijo amado que nos entrega la salvación y su cuerpo para que también seamos salvos.
Una característica particular de los sacramentos es que son "indelebles", es decir, "que no se pueden borrar". Dicho en otras palabras, el sacramento que se ha recibido es una gracia que queda permanentemente en nosotros, lo que no significa que nuestras acciones sean siempre en conformidad con ella, sino que están permanentemente en nosotros apuntando hacia nuestra verdadera vocación de hijos de Dios.
Los Sacramentos, herencia de Cristo:
Los sacramentos, como tales no son un "invento" de la Iglesia. Han sido dejados en la tradición por el mismo Jesús, quien señaló a sus apóstoles y a la comunidad como depositarios de ellos, para recordarlo, para hacer efectiva su presencia y para vivir intensamente la unión a la comunidad en él mismo. Así entonces, si bien su sistematización y difusión han sido dadas a la Iglesia, ellos salen de la mano del mismo Cristo y, por ello, su fuerza está en la misma divinidad y en el encargo de Él de realizarlos en su nombre.
BAUTISMO
¿Qué es el Bautismo?
Es el sacramento que nos inicia en la vida cristiana. Nos hace Hijos de Dios y miembros de la Iglesia.
→ Las personas que viven en una demarcación parroquial, cuando piden el Bautismo en la Iglesia, lo solicitan a su Párroco o al Vicario Parroquial. Si por algún motivo especial lo celebran en otra parroquia, él les dará la notificación oportuna.Cuando los niños nacen, inmediatamente los papás le ponen un nombre, pues saben que es muy importante llamarlo de alguna manera para poderlos registrar y para que sean “alguien en especial”, con nombre y apellido, para que sean ciudadanos del país en que nacieron. Lo que hace que tengan derechos y obligaciones. Sin embargo, no sucede lo mismo con el Bautismo, a veces no le damos la importancia que tiene o estamos confundidos porque escuchamos diferentes opiniones y nos olvidamos de que la Biblia nos dice: “El que crea y se bautice se salvará”. (Mc. 16, 16) Como todos sabemos, los hombres nacemos con el “pecado original” que cometieron nuestros primeros padres, Adán y Eva. Como Dios nos ama mucho y sabía que mientras estuviésemos en pecado, no podríamos vivir en amistad con Él, nos envió a su Hijo Jesucristo, quien se hizo hombre como nosotros para salvarnos y hacer posible la vida de amor con Dios. Para ello Cristo, murió en la cruz y resucitó. De esa manera venció al pecado e hizo posible que nosotros podamos morir al pecado y nacer de nuevo a la vida de Dios. Todo ello, gracias al Bautismo. Todos nacemos separados de Dios, es decir, “muertos a la vida de Dios” por el pecado original y nacemos a la vida de Dios, a la vida espiritual, al recibir el Bautismo. El Bautismo, como todos los otros sacramentos fue instituido por Cristo. Él le dio el mandato a los apóstoles de “ir y bautizar” a todas las creaturas. Por el Bautismo, Dios nos da el DON, el regalo, de ser hijos de Él, dándonos su mismo Espíritu, para que habite en nosotros. A partir de ese momento Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, la Santísima Trinidad, habitarán en el bautizado. La materia que se utiliza en el Bautismo es el agua natural. La forma son las palabras que dice el ministro: “Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”, las cuales deben pronunciarse al mismo tiempo que corre el agua. El ministro normalmente es el sacerdote. En caso de necesidad, es decir, cuando un niño o un adulto se encuentra en peligro de muerte y no es posible que el sacerdote esté presente, lo puede administrar cualquier persona, siempre y cuando tenga la intención de hacerlo y use la materia y la forma correspondiente. Y hay que notificar a la parroquia para que quede registrado y, en caso de que viva, para que pueda recibir la ceremonia del Bautismo solemne. Cuando no se sabe si la persona que se va a bautizar está viva o muerta, antes de decir la forma se añaden las siguientes palabras: ”Sí estás vivo, yo te bautizo ............ “. El sujeto es toda persona que no haya sido bautizada: Adultos: se necesita tener la intención de recibir el Bautismo, que tengan fe, y que estén arrepentidos de sus pecados. Niños: los padres tienen la obligación de bautizar a sus hijos lo antes posible después de su nacimiento. Es derecho de los hijos el recibir de sus padres todos los dones y valores para su desarrollo humano y cristiano, el Bautismo es el don más preciado que tienen los padres, “el don de la vida de gracia”. Así como se les registra para que obtengan sus derechos, se les debe hacer hijos de Dios, hacerlos partícipes de la fe de sus padres, que es lo más importante, haciéndolos cristianos. Requisitos para el Bautismo: Los padres tienen la obligación de hacer que los hijos sean bautizados en las primeras semanas. Cuanto antes después del nacimiento e incluso antes de él, acudan al párroco para pedir el sacramento para su hijo y prepararse debidamente. (CIC 867) Sólo los papás tienen el derecho de llevarlos a bautizar. En caso de adultos manifestar su deseo de bautizarse y asistir a pláticas de preparación. Presentar el acta de nacimiento ante el sacerdote o su representante. Tomar las pláticas prebautismales los papás y los padrinos. Padrinos: son aquellos que presentan en la Iglesia al bautizado, contestan en su nombre y asumen la responsabilidad de la educación cristiana del bautizado si faltan sus padres. Se requiere de un padrino y una madrina en caso de los niños. En el caso de un adulto debe de ser uno solo, que debe de vigilar que lleve una vida cristiana después de ser bautizado. Ser padrinos no implica asumir responsabilidades materiales. Requisitos para ser padrinos: Ser bautizado y tener la intención de asumir las responsabilidades, tener uso de razón, haber cumplido 16 años, estar confirmado, haber hecho su Primera Comunión y llevar una vida de fe. Los padrinos han de ser solteros o casados por la Iglesia. No pueden vivir en unión libre, ya que deben de ser modelos de vida cristiana para los ahijados.
→ En la Parroquia de San Pío X, la preparación previa de los padres que piden el Bautismo para sus hijos consiste en una entrevista personal, un encuentro de reflexión y la preparación de la celebración. Hay un calendario de encuentros de padres previstos. Si hay problemas de calendario se estudiarán las soluciones.
→ Los niños son presentados por sus padres y por la persona que apadrina (al menos una, aunque pueden ser dos, padrino-madrina, si son varón y mujer). Los padres se comprometen a educar en la fe a sus hijos. Los padrinos se comprometen a colaborar con los padres en la educación cristiana de sus ahijados. Las condiciones para ser padrino son (CIC c. 874): ser elegido y estar capacitado para ello, tener más de 16 años, ser católico y haber recibido los sacramentos de la Eucaristía y la Confirmación, y llevar una vida congruente con la fe.
→ En nuestra Parroquia no está estipulada ninguna cantidad como aportación económica con ocasión de la celebración del Bautismo. Cada familia hace el donativo que desee para contribuir a sufragar los gastos del edificio y del funcionamiento parroquial.
→ Las celebraciones bautismales previstas: segundo sábado de cada mes, a las 17:3o
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MATRIMONIOS
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Cursillo Prematrimonial
1. ¿Qué es el amor maduro?
2. ¿Qué es la fe?
3. ¿Quién es Jesús de Nazareth?
4. ¿Qué es la Iglesia?
5. ¿Qué es el matrimonio según la Iglesia?
6. ¿Qué se celebra con la boda?
¡ ATENCIÓN NOVIOS ! A TENER EN CUENTA ANTES DE CASAROS...
• En primer lugar os pedimos que reflexionéis si vuestra decisión de casaros por la
Iglesia es una decisión bien pensada. Casarse por la Iglesia cuando falta la fe, resulta
un gesto falso y vacío. Las presiones de vuestra familia no son motivo suficiente para
hacerlo en el templo. Nadie puede usurpar la voluntad de los novios en un asunto tan
importante y tan personal. No es honrado representar en la vida papeles de ficción.
• Se os recuerda así mismo que para celebrar con sentido cristiano el sacramento del
Matrimonio, se recomienda encarecidamente que los contrayentes se preparen
mediante la participación en los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía.
• Tenéis que pensar también cómo vais a colaborar con el sostenimiento económico
de la parroquia. Aquí en la Parroquia tenemos dos formas de hacerlo: suscribiendo una
cuota parroquial o mediante un donativo.
• Para completar el expediente matrimonial deberéis acercaos a la parroquia con dos
testigos que os conozcan y no sean familia (que no olviden su DNI). Vosotros
también aportaréis vuestro libro de familia y el DNI. Quedad con el párroco un día
para hacerlo.
• Os pedimos también que informéis a vuestros amigos que al acabar la ceremonia
eviten tirar arroz dentro de la Iglesia. Así mismo informaréis al fotógrafo que no está
permitido transitar por el presbiterio mientras la celebración del sacramento.
• Por último, es muy conveniente que preparéis la ceremonia de vuestra boda con el
sacerdote que va a presidir la celebración.
1. ¿QUE ES EL AMOR MADURO?.
El amor maduro es una vivencia que comienza con el
enamoramiento y continúa en un proceso de maduración en el
que se da la progresiva aceptación de la otra persona con sus
valores y defectos, y que desemboca en el compromiso
responsable y libre de unir las vidas en un proyecto de
realización existencial como persona y como pareja.
Las características del amor maduro son:
a) Permanencia: se ama para siempre.
b) Exclusividad: el amor erótico no es compartido. El ejercicio de la sexualidad
en la pareja debe ser expresión máxima del amor que se entrega y se recibe.
c) Totalidad: se ama al otro/a total y absolutamente. El amor maduro busca el
bien del otro, más que el suyo propio. Es feliz haciendo feliz.
Se observa que la gente cuida y cultiva animales, plantas, el físico, etc.,
pero no el amor. En la mayoría de los casos, el amor muere porque lo
hemos matado por falta de cuidados.
El diálogo: medio indispensable para la permanencia del amor:
El diálogo es la comunicación de lo que se vive y se siente, también de lo que se
piensa.
Condiciones del diálogo:
a) Debe realizarse en un ambiente de justicia e igualdad: Si un miembro de la
pareja oprime, o se siente superior al otro, el dominador no se enriquece con la
comunicación y el dominado queda anulado, incomprendido o resentido.
b) El diálogo se debe realizar en un ambiente de verdad y autenticidad: En la
comunicación, me presento como lo que soy, no como lo que me conviene o
me gustaría ser. Si no hay sinceridad no hay comprensión.
c) El diálogo se realiza en un ambiente de libertad: Es necesario crear espacios
de libertad, interiores y exteriores, en donde los miembros de la pareja se
manifiestan con sus gustos y aficiones.
Del diálogo a la comunicación profunda: que requiere...
1. un ofrecimiento en actitud de gran comprensión
2. un intercambio: me doy pero, al mismo tiempo, recibo
3. una comunicación de conocimiento mutuo, cada vez más completo, empezando por
conocerse uno a si mismo y luego aceptarse como uno es.
4. un abrirse y presentarse tal como somos
5. una comunicación profunda en todos los planos poniendo en juego la parte afectiva,
emocional y sexual
6. comunicación de lo bueno y de lo malo
7. comunicación en la igualdad, donde ninguno se sienta ni superior ni inferior al otro.
Medios para conseguir una buena comunicación:
1. En primer lugar hay que dialogar mucho y con frecuencia sobre todas las cosas que
interesen a los dos.
2. Hay que reflexionar juntos sobre la vida de cada uno y sobre la vida en común.
3. Hay que ser conscientes de lo que les une y de lo que les separa. No es necesario ser
idénticos ni en temperamento, ni en carácter, ni psicológicamente.
4. Hay que trabajar por quitar barreras; si algo no te gusta, no condicionar al otro.
5. No recordar los olvidos ni los fallos.
6. Escuchar (no basta oir), viendo en el otro su verdad.
7. Utilizar las crisis como medio para ver cómo va la mutua comunicación.
8. La relación sexual es un medio importante para la buena comunicación entre los
esposos.
9. Es necesario respetar los sentimientos del otro.
10. Es bueno que cada uno mueva al otro a participar en la comunicación.
11. Un medio, finalmente, muy eficaz es revisar también todo, de cuando en cuando,
con participación de los dos, con respeto, en igualdad y en diálogo.
La comunicación es una conquista continua, en la que se enriquece cada uno,
potencia al otro y se proyectan, luego, juntos hacia los demás. El verdadero amor sería,
ayudar a que el otro cambie, siempre mejorando. Sin matar iniciativas; más bien
apoyándolas.
Consecuencias de la falta de comunicación:
• Surge un hombre o una mujer miedosos; llenos de complejos. Los complejos
desaparecen al manifestarlos a una persona de confianza.
• Si la comunicación sexual no es buena, puede darse la frigidez, a nivel de pareja.
• Igualmente pueden surgir los celos, que son una sospecha, la cual desaparecería con
la comunicación sincera. A veces se chantajea con los celos.
Sintetizando, podría decirse que la falta de comunicación marchita y hasta mata la vida
de la pareja como tal:
-cuando comienzan a tener secretos
-cuando piensan que esto o aquello no vale la pena decirlo
-cuando ya no saben de que hablar
-cuando ya no hacen entre los dos, proyectos o planes para ellos o para los hijos
Algunas cuestiones para pensar y debatir...
a) Durante el noviazgo ¿hay un conocimiento realmente profundo entre los novios?
b) ¿Cómo se entiende la sexualidad hoy? Aspectos positivos y aspectos negativos
c) A tu juicio ¿se da hoy una buena comunicación entre la pareja?
2. ¿QUE ES LA FE?
La fe, en el sentido del evangelio es, ante todo, la aceptación vita1 de Jesucristo,
seguirle a El, dentro de una comunidad, haciendo comunidad y encontrar de esta manera
un sentido definitivo a nuestra vida, que tratamos de vivir al “estilo de Jesús”.
3. ¿QUIÉN ES JESUS DE NAZARETH?
Es bastante fácil decir que Jesús es Hijo de
Dios de forma abstracta, lejana. Pero nuestra fe
afirma que Jesús de Nazaret, el hombre que muere
en la Cruz, es el Hijo de Dios, que ha resucitado y
hoy sigue presente en el rostro de los crucificados
de este mundo. Esto es más difícil de entender,
pero es decisivo. Jesús es un hombre real que
vivió en un tiempo y en un país, en una familia y
en una cultura conocidos y determinados. En su
vida descubrió que le unía a Dios una cercanía y
amor extraordinarios, hasta tal punto que le
llamaba "abba" que en arameo significa papá. Este
Dios de Jesús es el Padre de todos los hombres, a
los que ama incondicionalmente, y a los que
ofrece un proyecto de vida cuyo modelo lo ha
vivido Jesús. Un proyecto de vida que se condensa
en las "Bienaventuranzas" y que consiste en
servir y entregarse a los demás gratuitamente. Este
proyecto de vida es difícil pero también es posible,
porque Jesús mismo, un hombre como nosotros lo
llevó a cabo y permite al hombre unirse a Dios en
esta vida y en la vida eterna.
Jesús predicó la venida del Reino de Dios, un Reino que ya ha irrumpido en
nuestra historia, que ya ha comenzado en su persona y consiste en la creación de una
nueva sociedad que tiene a Dios como Padre y en la que todos somos y nos
comportamos unos con otros como hermanos. Esta predicación, su vida y su actuación,
puso a Jesús en conflicto con las autoridades políticas y religiosas de su tiempo que
vieron cuestionados sus intereses. Mediante falsas acusaciones lo condenaron y mataron
en una cruz. Pero al tercer día, Jesús resucitó. Sus discípulos lo vieron vivo y esa
experiencia les hizo comprender que si Dios había resucitado a Jesús era porque Dios
daba la razón a Jesús y se la quitaba a todos sus verdugos. Comprendieron también que
el único proyecto de vida que tiene "futuro" es el de Jesús, y con El todos los proyectos
de amor y servicio a los demás. Aquellos discípulos fueron capaces de afrontar sus
miedos y temores y comenzaron a predicar y a proseguir con la obra comenzada por
Jesús. Así comenzó la Iglesia...
4. ¿QUE ES LA IGLESIA?
"Jesucristo sí - Iglesia no". Esta frase,
que se hizo famosa hace unos años, responde
al sentir de muchos que se dicen cristianos.
Les atrae Jesús, pero no la Iglesia. Reconocen
la grandeza de la figura del hombre de
Nazareth, pero desechan lo que ellos llaman
el "montaje" que sus seguidores hemos
construido. ¿Qué decir de todo esto?
Ciertamente, la Iglesia a lo largo de los siglos,
ha tenido, y tiene, sus sombras; muchos de
sus miembros han sido y seguimos siendo
anti-testimonio, anti-signo del evangelio;
muchas de sus estructuras tienen poco que ver
con lo que el Maestro quiso... Todo esto hay
que reconocerlo con humildad. Pero, a la vez,
hemos de decir con fuerza que Jesús no quiso
unos creyentes en él "por libre",
desvinculados unos de otros, sino formando
un grupo, una comunidad, un pueblo.... Y esto es lo que designa la palabra "Iglesia"; el
pueblo, la comunidad, el grupo de los creyentes en Jesús aquí y en todo el mundo. La
Iglesia tiene que ver ante todo, pues, con hombres y mujeres, y no con edificios,
estructuras y leyes, aunque todo esto también sea necesario, como sucede siempre en
todo grupo humano.
La Iglesia es la comunidad de los seguidores de Jesús, esto es, de aquellos
hombres y mujeres que aceptan el proyecto de vida de Jesús en sus propias vidas.
La Iglesia es la familia de Dios, el pueblo de Dios que no vive separado del resto
de los hombres sino en medio de ellos para ser “signo” del Reino de Dios.
No podemos ser creyentes en Cristo "por libre", al margen de la Iglesia. Por eso
es importante que veamos y sintamos a la Iglesia no como algo que está fuera de
nosotros, sino como algo que somos nosotros. Ser y hacer Iglesia es una tarea
apasionante.
Algunas cuestiones para pensar y debatir...
• Observa las personas que se llaman creyentes y trata de señalar los rasgos más
destacados de su fe.
• Para algunos la fe y la religión, es un asunto particular "mío con Dios". Sin embargo
la fe cristiana es esencialmente comunitaria ¿Estás de acuerdo con ello?
• Para las personas de tu ambiente ¿quién es Jesús de Nazareth? ¿Qué significa en su
vida? ¿Y en la tuya?
• El hecho fundamental de la historia para un cristiano es la Muerte y Resurrección de
Jesús. ¿Qué ideas tienes sobre esto?
5. ¿QUE ES EL MATRIMONIO SEGÚN LA IGLESIA?
El matrimonio es una comunidad de vida y amor que requiere el mutuo
consentimiento de los esposos y que tiene como cualidades esencia1es la unidad y la
indisolubilidad. El matrimonio canónico de los bautizados es un sacramento.
Los sacramentos de la Iglesia son signos del encuentro del hombre con Dios. Son
símbolos que celebran y actualizan el misterio del amor de Dios. Todos los sacramentos
celebran el misterio de la salvación que se nos da en Jesucristo, aunque cada uno lo hace
desde un aspecto distinto, de acuerdo con la situación existencial que vive el hombre.
¿Cuál es la realidad del sacramento?
a) Creados para la unión: el matrimonio es un sacramento que nos remite al
misterio de la vida y del amor, es decir, a Dios que está en el origen de todo. En
él, se hace presente el amor de Dios a la humanidad y a cada uno de los hombres y
mujeres
b) La novedad aportada por Jesús: Jesucristo no vino a implantar otro modelo
para el amor humano interpersonal, sino que aporta un nuevo modo de vivir el
amor. El sacramento no es un añadido al matrimonio, sino el mismo matrimonio
visto y vivido desde la fe en Jesús de Nazaret, en su seguimiento y en las actitudes
que El nos invitó a aceptar como camino seguro para la plena realización humana.
El sacramento del matrimonio es signo del amor
siempre fiel de Dios a la Humanidad. Cuando una
pareja decide casarse por la Iglesia, su amor se hace
signo de ese amor infinitamente mayor de Dios
manifestado en Jesucristo, signo que es manifestado
públicamente ante la comunidad de creyentes
Algunas cuestiones para pensar y debatir...
• ¿Qué opinas de la indisolubilidad matrimonial?
• ¿Qué piensas de la práctica de casarse por la Iglesia sin tener fe?
6. ¿QUE SE CELEBRA EN LA BODA?
a) Celebración de la fe:
La fe es fundamental para poder hablar de sacramento, de lo contrario quedaría en
un rito vacío. Y la fe es acogida y respuesta a la Palabra de Dios, aceptación de
Jesucristo y su mensaje como valor supremo y orientación en la vida, es acontecimiento
comunitario. Unos novios que no creen no deben ir a casarse a la Iglesia, pues si ellos
son los protagonistas (ministros) del sacramento ¿cómo va a existir sacramento si falta
la fe? Sería lo mismo que besar sin amor. Cuando una pareja se casa por la Iglesia lo
hace porque al menos aprecian y valoran lo que significa tener fe y pertenecer a la
Iglesia, aunque su fe sea, a veces, deficiente.
b) Celebración de la esperanza:
El amor, si es verdadero, siempre busca y desea la fidelidad para siempre. Dos
personas que se quieren desean estar siempre juntas. La fidelidad implica la aceptación
radical del otro por encima de cualquier situación o cambio y la esperanza de que el otro
responderá con su fidelidad a la mía. Esto hace que la promesa de fidelidad sea una
realidad abierta al futuro, viva y dinámica. Es una tarea a realizar cada día, que estará
tejida de pequeñas fidelidades y de renuncia a todo aquello que pueda ponerla en
peligro. Por el sacramento es Dios mismo y la comunidad de creyentes los que quedan
comprometidos a asegurar y a ayudar a los contrayentes a que su promesa de fidelidad
se lleve a buen término. El sacramento del matrimonio no termina el día de la boda, sino
que es "permanente" como permanente es la presencia del Señor ante el cual se han
comprometido.
c) Celebración del amor:
El amor humano es la base y fundamento del
matrimonio, es compromiso entre dos personas que se aman.
Y es esta misma experiencia humana del amor la que en el
sacramento del matrimonio se une a la experiencia del amor
de Dios. Viviendo su matrimonio como entrega mutua en el
amor, con la gratuidad y radicalidad que nos enseña Jesús,
los esposos cristianos están reflejando el amor de Dios y
están santificándose, colaborando a la instauración definitiva
del Reino de Dios.
d) Celebración eclesial:
El matrimonio realiza la Iglesia, porque la unión de dos creyentes en Cristo es
sacramento (signo) del encuentro entre el hombre y Dios. El matrimonio no puede
quedarse en un encuentro intimista y privado, sino que implica un compromiso ante la
sociedad y ante la Iglesia.
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