Hoy, es necesario un nuevo impulso en la actividad misionera de la Iglesia para afrontar el desafío de anunciar a Jesús muerto y resucitado.
Llegar a las periferias, a los ambientes humanos, a los ambientes culturales y religiosos todavía ajenos al Evangelio: y en esto consiste lo que llamamos missio ad gentes.
Y recordar que el corazón de la misión de la Iglesia es la oración.
Este Mes Misionero Extraordinario recemos para que el Espíritu Santo suscite una nueva primavera misionera para todos los bautizados y enviados por la Iglesia de Cristo
Llegar a las periferias, a los ambientes humanos, a los ambientes culturales y religiosos todavía ajenos al Evangelio: y en esto consiste lo que llamamos missio ad gentes.
Y recordar que el corazón de la misión de la Iglesia es la oración.
Este Mes Misionero Extraordinario recemos para que el Espíritu Santo suscite una nueva primavera misionera para todos los bautizados y enviados por la Iglesia de Cristo
No hay comentarios:
Publicar un comentario