Renovarse en la solemnidad del Corpus Christi
Yo ... me ofrezco en oblación, por completo y para siempre, para saciar y proclamar la Sed infinita del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo por el amor y las almas, revelada en el gran grito de Sed de la Cruz de Jesús.
De ahora en adelante, tomo esto como el único propósito de mi vida y la única intención de todos mis actos, abandonando todo lo demás en Tus manos, oh Señor, y dándote la más completa libertad sobre mí y todo lo que me concierne, para que pueda apagar. Tu sed en lo que sea que Elijas en Tu providencia.
Hago esta Oblación por medio del Inmaculado Corazón de María, Causa de Nuestra Alegría, y en sus manos encomiendo mi deseo de saciar a su Hijo en humildad, fidelidad y generosidad.
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