lunes, 6 de noviembre de 2017

LA PARROQUIA, COMUNIDAD CRISTIANA LOCALIZADA

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LA PARROQUIA, COMUNIDAD CRISTIANA LOCALIZADA
A la hora de definir qué es una parroquia, ésta queda definida  por dos elementos:
a)      La comunidad, una comunidad cristiana
La verdadera naturaleza de la parroquia está en la comunidad de cristianos que la componen, es decir, en su dimensión comunitaria.
Aunque popularmente la parroquia se identifica con un lugar, esto no es más que el espacio en el que se asienta una determinada comunidad o el espacio que simboliza la presencia de la misma. Expresiones como “voy a la parroquia”, "nos vemos en la parroquia”, “entrega la solicitud en la parroquia”, etc. Son indicadores de esta idea.
 
Es necesario descubrir y contemplar la parroquia como una comunidad cristiana formada por bautizados y servida pastoralmente por un delegado del obispo. Es, por tanto, lo comunitario la esencia misma de la parroquia.
La parroquia, en cuanto comunidad, hace visible y cercana a la Iglesia.
Los lazos que traman la estructura comunitaria de la parroquia pertenecen al plano de la fe.
Por eso, a la comunidad parroquial, como a la Iglesia, sólo se le entiende, se la comprende y se la ama desde la fe. Socialmente sus miembros son los mismos que los pertenecientes a otro grupo humano (población, asociación, club, etc), pero intrínseca y espiritualmente son distintos.
El agente de Evangelización Parroquial, debe tener muy clara esa dimensión comunitaria de la parroquia y hacerla patente en el lenguaje que utiliza como en la tarea evangelizadora que realiza.
El carácter comunitario de la parroquia nos permite comprender, por una parte, su sentido de apertura y acogida a todos los bautizados que a ella pertenecen sin distinción alguna. Ni social ni cultural ni religiosa, y por otra, su dimensión misionera para acercarse a todos con inquietud evangelizadora. Todos los fieles de la comunidad son destinatarios de la buena nueva. Basta con saber que por el bautismo forman parte de esta familia concreta que es la parroquia.
b)     Dimensión local de la parroquia
Al hablar de la parroquia como comunidad cristiana localizada queremos expresar que normalmente dicha comunidad cristiana está delimitada por unas coordenadas geográficas.
Es un pueblo mediano o pequeño, la comunidad parroquial se identifica con todos los bautizados del pueblo. Por tanto, los límites de la parroquia son los mismos que los del pueblo. Sin embargo, en un pueblo grande o en la ciudad existen varias parroquias y, entonces, cada una de ellas queda perfilada por los límites geográficos establecidos.
El factor geográfico no constituye la esencia de la parroquia –que es lo comunitario-, pero es fundamental, ya que el sacerdote que la atiende como pastor actúa por delegación del obispo y este le encomienda una parcela de la comunidad ten un determinado lugar.
La realidad pastoral, donde existen varias parroquias, se encuentra con una gran dificultad, ya que –por ejemplo en la ciudad-, la movilidad de los fieles es frecuente. Esto obliga a que la labor pastoral tenga que ser muchas veces, interparroquial, transcendiendo así los límites geográficos y primando la dimensión comunitaria.
La dimensión geográfica de la parroquia es constatable. Cualquiera puede saber cuál es su parroquia en razón del lugar en que vive. Con este descubrimiento se salva el aspecto social, jurídico, eclesiástico, etc., pero no la verdadera relación que debe existir entre los bautizados y su parroquia que es, como se ha dicho, una relación de comunión, de comunidad, de familia.
Por desgracia lo que prima entre los bautizados es, a lo sumo, esta conciencia de relación territorial. Su pertenencia a la parroquia es casi del mismo nivel que la pertenencia a su ayuntamiento.
Los Agentes evangelizadores de una parroquia deben establecer como objetivo de la evangelización la formación de una comunidad cristiana. Los límites geográficos parroquiales son sólo una mediación que facilita su trabajo pastoral: pueden conocer más directamente la realidad, asumir con mayotr reconocimiento las preocupaciones e inquietudes de los fieles, llevar a cabo más fácilmente una pastoral encarnada, etc. Ahora bien, quedarse en la mediación, olvidándose de la riqueza comunitaria de la parroquia, es quedarse en su periferia, en su envoltorio, en la cáscara de la verdadera existencia
REFLEXIÓN Y DIÁLOGO
1.      Si tuvieras que explicar que es la parroquia, ¿cómo la definirías?
2.      ¿Es tu parroquia una comunidad que se encarna en la vida cotidiana de la gente, y en la diversidad de situaciones y problemas humanos? ¿Por qué?
 
EN ORACIÓN
TÚ, EL DIOS VIVO Cristo, en nuestros días y en nuestras noche, Tú llamas a nuestra puerta para despertarnos a la realidad del Dios vivo.
Tú nos dices: “¿Por qué preocuparte? Escucha a los pájaros del cielo, mira las flores del campo. ¿No vales tú más que ellos? En tu oración, siempre pobre, confíamelo todo”. Cristo, Tú te ocupas de lo que nos preocupa.
Hermano ROGER

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