PRACTICAR LA PALABRA DE DIOS
La Palabra de Dios siempre es
fructífera, pese al sufrimiento, como
cristianos esperamos una gloria
incomparable. En actitud de escucha
profundicemos el mensaje de la
liturgia de hoy:
La Palabra Divina no es estéril: Is
55, 10-11
Los designios de Dios están fuera
de toda comprensión humana. Pero
este designio redentivo se expresa por la Palabra de Dios,
cuya eficacia se manifiesta como la lluvia, que empapa
la tierra haciéndola fructificar. Siguiendo la mentalidad
popular, supone que la lluvia proviene realmente de los
cielos. Precisamente este origen superior da pie para la
comparación con la Palabra que sale de la boca de Dios.
Aunque la eficacia inmediata de la lluvia no es perceptible,
sin embargo, a la larga da germen para sembrar y pan
para comer; así la Palabra divina no vuelve vacía.
La gloria futura: Rom 8, 18-23
La creación, expectante, espera la plena manifestación de
los hijos de Dios: Rom 8,18-2. El Apóstol mira lo que pasa
con la creación. Ella había sido puesta por Dios en manos
del hombre y éste dependía de Dios. Pero, habiendo roto
con Dios, también se desbarató la relación del hombre con
la creación. Ahora, también la creación espera expectante
la liberación, que comienza por la liberación del ser
humano. La imagen de dolores de parto, que utilizaban
algunos filósofos griegos para hablar del renacimiento de la naturaleza en primavera, le sirve a
Pablo para expresar la situación de
toda la creación. A pesar de haber
recibido el Espíritu, aún gemimos
como la creación, porque aún no ha
llegado a plenitud la liberación total,
la FILIACIÓN. Pero ya poseemos
las primicias de ella. En el momento
actual, de sensibilidad ecológica y de
emergencia causada por la pandemia,
este texto de la Palabra de Dios tendría que hacernos
replantear nuestra relación con la naturaleza.
Salió el sembrador a sembrar: Mt 13, 1-23 Escuchamos la parábola del sembrador, símbolo de la Palabra de Dios. La parábola no necesita mayor explicación: el mismo Jesús la explicó. Acentuemos tan sólo algunos puntos: a) De acuerdo con la parábola, habitualmente la mayoría de la gente acoge la Palabra de Dios. Pero no es ésta la cuestión principal. La cuestión es qué es lo que hace la gente con esta Palabra; b) Aquéllos que están cerrados a la Palabra no entienden, ni aún las comparaciones y parábolas del Evangelio: “Oirán sin escuchar…No ven, ni entienden con sus corazones.” c) La espiritualidad mundana, la atracción del dinero y las ansias de poder son obstáculos para que la Palabra de Dios dé fruto; d) Ser capaces de escuchar la Palabra en debida forma es una gracia, la gracia de ser buena tierra, tierra que da el cien por cien de cosecha.
Salió el sembrador a sembrar: Mt 13, 1-23 Escuchamos la parábola del sembrador, símbolo de la Palabra de Dios. La parábola no necesita mayor explicación: el mismo Jesús la explicó. Acentuemos tan sólo algunos puntos: a) De acuerdo con la parábola, habitualmente la mayoría de la gente acoge la Palabra de Dios. Pero no es ésta la cuestión principal. La cuestión es qué es lo que hace la gente con esta Palabra; b) Aquéllos que están cerrados a la Palabra no entienden, ni aún las comparaciones y parábolas del Evangelio: “Oirán sin escuchar…No ven, ni entienden con sus corazones.” c) La espiritualidad mundana, la atracción del dinero y las ansias de poder son obstáculos para que la Palabra de Dios dé fruto; d) Ser capaces de escuchar la Palabra en debida forma es una gracia, la gracia de ser buena tierra, tierra que da el cien por cien de cosecha.
PREGUNTAS DE REFLEXIÓN.
¿Qué tipo de tierra soy ante la semilla de la Palabra que cae en mi vida personal? // En este tiempo de emergencia,
de cuarentena, ¿cómo llevo a la práctica el mensaje de la parábola del sembrador? // Después de este tiempo de
emergencia COVID-19, ¿qué acciones he de realizar para revitalizar a mi familia, al barrio, al país?
PRIMERA LECTURA. El Profeta nos dice que la Palabra de Dios
es como la lluvia que llega a nuestros corazones
fecundándolos.
Lectura del libro del profeta Isaías 55, 10-11
SALMO RESPONSORIAL 64, 10-14
R. La semilla cayó en tierra fértil y dio fruto.
SEGUNDA LECTURA. El Apóstol nos dice que la gloria de Dios es superior a
cualquier sufrimiento y que la creación “está aguardando
la plena manifestación de los hijos de Dios”.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los
cristianos de Roma 8, 18-23
EVANGELIO Jesús utiliza la parábola del sembrador que
siembra en el campo. Nos enseña que su Palabra
hará germinar frutos abundantes si somos terreno
fértil. Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según
san Mateo 13, 1-9
¡CUIDADO CON LOS PÁJAROS QUE SE COMEN LA
SEMILLA DE LA PALABRA DE DIOS!
La parábola del sembrador apunta a lo que
sucede en la acción de sembrar, teniendo en
cuenta la manera cómo se hacía en Palestina en
tiempos de Jesús: se araba después de sembrar.
En la parábola, Jesús compara la Palabra de
Dios con la semilla que cae en diversos lugares
(al borde del camino, en terreno pedregoso, entre
espinas y, finalmente en tierra buena: Mt 13,1-23).
En nuestra meditación, mencionaremos algunos
pájaros que se comen la semilla de la Palabra
de Dios:
La propaganda que hace lo imposible para
convencernos de que la felicidad consiste
en tener mucho dinero, mucha fama, mucho
poder, mucho prestigio y mucha popularidad.
Las campañas locales, nacionales y mundiales
que fomentan la ideología de género,
camuflándose, luego, en leyes que van contra
la dignidad de la vida.
Los líderes que acomodan las leyes a conveniencia, que compran a quienes imparten
justicia, que siembran terror, que domestican a
los pobres y sencillos y acallan la verdad.
Los que dicen no conozco a Jesús y se
avergüenzan de su fe cristiana a cambio de
una pega o de un cargo público.
La gente de Iglesia que no escucha a Dios,
que habla en la solidaridad con el prójimo,
como en esta emergencia COVID-19, en el
grito de los descartados, en el hambre de los
que viven al día, en los niños abandonados, en
la soledad de los ancianos, en la angustia de
los enfermos, en el miedo de los migrantes…
Los que amontonan riquezas, fruto de
negocios turbios, de corrupción, de extorsiones
y de la explotación irracional de la madre y
hermana tierra.
Los predicadores que manipulan el mensaje de
la Biblia, desfiguran el rostro paternal de Dios
y convierten su labor en próspera industria de
salvación.
Los sembradores de mentiras por los medios
digitales, la radio y la televisión.
Los que relativizan los valores éticos, se burlan
de Dios y ridiculizan las expresiones religiosas
del pueblo.
Los…
A pesar de estos y otros muchos pájaros, Jesús garantiza el éxito de la siembra,
porque ésta es la voluntad de Dios Padre.
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