martes, 6 de agosto de 2024

Evangelio del martes 6 de agosto de 2024

 Jesús se transfiguró

Transfiguración del Señor

1.- Oración introductoria.

Un Jesús que se transfigura es un Jesús que se transforma, que cambia de aspecto, que aparece con rasgos divinos. Toda subida al monte, toda oración, es un camino para cambiar de vida. Jesús sabe que sus discípulos van a sufrir una gran prueba al verle morir en una Cruz. Y esta manifestación de Jesús como Hijo de Dios les dará ánimo y fuerza para encajar el golpe. Es muy importante haber tenido experiencias fuertes de Dios en la vida para cuando vienen las pruebas duras, los sufrimientos o la misma muerte. Gracias, Señor, por tu transfiguración.

2.- Lectura reposada del Evangelio Marcos 9, 2-10

En aquel tiempo, Jesús tomó aparte a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos a un monte alto y se transfiguró en su presencia. Sus vestiduras se pusieron esplendorosamente blancas, con una blancura que nadie puede lograr sobre la tierra. Después se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro le dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué a gusto estamos aquí! Hagamos tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». En realidad no sabía lo que decía, porque estaban asustados. Se formó entonces una nube, que los cubrió con su sombra, y de esta nube salió una voz que decía: «Este es mi Hijo amado; escúchenlo». En ese momento miraron alrededor y no vieron a nadie sino a Jesús, que estaba solo con ellos. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos guardaron esto en secreto, pero discutían entre sí qué querría decir eso de «resucitar de entre los muertos».

3.- Qué dice la Palabra de Dios.

Reflexión. “Subió con ellos a un monte alto”. El monte es un lugar donde Dios se manifiesta. Si el monte es alto quiere decir que esa manifestación va a ser alta, grande, profunda. De hecho con Jesús aparecen dos personajes famosos del A.T. Moisés representa LA LEY. Y ELIAS, los profetas.  Y Jesús en medio de ellos. San Pedro está feliz, tan feliz que quiere “quedarse allí” y levantar tres tiendas. Jesús no los ha subido al monte para que se quedaran en el monte, sino para que bajaran llenos de una experiencia de Dios. La auténtica oración siempre es apostólica, siempre nos lleva a la misión, pero con una nueva visión de las cosas. Al final vieron que Jesús estaba solo con ellos. Ya no piden tiendas para quedarse. Ya sólo quieren quedarse con Jesús. Él es su verdadera tienda. Ir con Jesús, caminar con Jesús dondequiera que Él vaya. Esa es la finalidad de toda oración: dejar todo lo que nos estorba y quedarnos a solas con Jesús solo.

Palabra del Papa

Es el cumplimiento de la revelación; por esto a su lado aparecen transfigurados Moisés y Elías, que representan la Ley de los profetas, significando que todo termina y comienza en Jesús, en su pasión y su gloria. La voz de orden para los discípulos y para nosotros es esta: ‘Escuchadlo’. Escuchen a Jesús. Es él el Salvador: seguidlo. Escuchar a Cristo, de hecho comporta asumir la lógica de su ministerio pascual, ponerse en camino con él, para hacer de la propia existencia un don de amor a los otros, en dócil obediencia con la voluntad de Dios, con una actitud de separación de las cosas mundanas y de libertad interior. Es necesario, en otras palabras, estar prontos a ‘perder la propia vida’, donándola para que todos los hombres sean salvados, y para que nos reencontremos en la felicidad eterna.

El camino de Jesús siempre nos lleva a la felicidad. No nos olvidemos: el camino de Jesús siempre nos lleva a la felicidad, habrá en medio una cruz o las pruebas, pero al final nos lleva siempre a la felicidad. Jesús no nos engaña. Nos prometió la felicidad y nos la dará si seguimos su camino.  (S.S. Francisco, Ángelus 1 de marzo de 2015).

4.- Qué me dice hoy a mí esta palabra ya reflexionada. (Silencio)


5.- Propósito. Iré a la oración con idea de llenarme de Dios y, desde mi corazón lleno, poder llenar tantas vidas vacías.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Señor, Tú siempre me enseñas cosas nuevas en la oración. A través de la oración Tú siempre eres para mí una novedad, un estreno, una sorpresa. Seños, lléname de Ti, de tu amor, de tu consuelo, de tu esperanza. Haz que yo vaya a la oración a cambiar, a parecerme un poco más a Jesús, a seguirle en su camino, aunque sea duro y difícil. AL final siempre habrá una meta llena de luz. La luz de pascua, la luz de la Resurrección. Gracias, Jesús.

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