Jesús, tu hiciste de Santa Teresa un ejemplo inspirador de fe firme y de ardiente caridad, un testigo extraordinario del camino de la infancia espiritual, y una gran y estimada maestra del valor y dignidad de toda vida humana.
Escucha las súplicas de todos aquellos que buscan su intercesión, especialmente la petición que en este momento imploro...
Haz que sigamos su ejemplo atendiendo a tu grito de sed desde la cruz y te amemos con alegría en la apariencia dolorosa de los más pobres entre los pobres, especialmente en los menos amados y aceptados. Te lo pedimos esto por intercesión de María, tu Madre y Madre nuestra.
Amen
Primer día:
Conocer a Jesús vivo
“¿Conoces realmente a Jesús vivo no por los libros, sino por estar con Él en tu corazón?”
“¿Estoy convencido del amor de Cristo por mí y del mío por Él? Esta convicción es la roca sobre la que se construye la santidad. ¿Qué debemos hacer para tener esta convicción? Tenemos que conocer a Jesús, amar a Jesús, servir a Jesús. El conocimiento te hará fuerte como la muerte. Conocemos a Jesús a través de la fe: meditando Su Palabra en las Escrituras, escuchándole hablar por medio de Su Iglesia, y mediante la íntima unión de la oración”.
“Búscalo en el sagrario. Fija tus ojos en Él, que es la Luz. Acerca tu corazón a Su Divino Corazón y pídele que te conceda la gracia de conocerle”.
“No busques a Jesús en tierras lejanas; no está allí. Está cerca de ti; está dentro de ti”.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
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