domingo, 1 de noviembre de 2020

HOJA LITÚRGICA. SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS (1 DE NOVIEMBRE)


 CANTO DE ENTRADA. Alabaré, alabaré, Alabaré, a ml Señor. (bis) 

Todos unidos, alegres cantamos gloria y alabanza al Señor. Gloria al Padre, gloria al Hijo, y gloria al Espíritu de amor.

 AMBIENTACION INICIAL. Celebramos hoy la Festividad de Todos los Santos, día en que hacemos nuestra acción de gracias por todas las personas buenas que nos han acompañado en la vida y que nos han precedido ya en el abrazo con el Padre. 

Un día, pues, para la alegría y para mirar nuestra vida descubriendo a nuestro Dios como un Dios de vivos y que quiere la vida, y una vida feliz, para todos los hombres. 

Que sea este el espíritu de toda nuestra celebración. Bienvenidos todos a la Eucaristía. 



LECTURA PRIMERA. LECTURA DEL LIBRO DEL APOCALIPSIS (Cap 7, vers 2) Yo, Juan, vi a otro ángel que subía del oriente llevando el sello del Dios vivo. Gritó con voz potente a los cuatro ángeles encargados de dañar a la tierra y al mar, diciéndoles: «No dañéis a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que marquemos en la frente a los siervos de nuestro Dios.»

 Oí también el número de los marcados, ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de Israel.

 Después de esto apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y gritaban con voz potente: «¡La victoria es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!» 

Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro vivientes cayeron rostro a tierra ante el trono, y rindieron homenaje a Dios, diciendo: «Amén. La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza son de nuestro Dios, por los siglos de los siglos. Amén.»

 Y uno de los ancianos me dijo: «Ésos que están vestidos con vestiduras blancas ¿quiénes son y de dónde han venido?». Yo le respondí: «Señor mío, tú lo sabrás.» 

Él me respondió. «Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero.»

 SALMO RESPONSORIAL. (Salmo 23)

Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos. 

¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos.

 Ese recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación. Éste es el grupo que busca al Señor, que viene a tu presencia, Dios de Jacob

SEGUNDA LECTURA. LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APOSTOL SAN JUAN (Cap. 3, vers 1)

 Queridos hermanos:

 Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! 

El mundo no nos conoce porque no le conoció a él.

 Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.

 Todo el que tiene esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro. 


LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGUN SAN MATEO (Cap 5, vers 1)

 En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:

 Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

 Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.

 Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciado.

 Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. 

Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.

 Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

 Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. 

 En la fiesta de Todos los Santos presentemos nuestras peticiones al Dios Santo y fuente de toda santidad:

1. Por la Iglesia, para que cada día refleje mejor la santidad de Aquel que la ha santificado con su sangre. Roguemos al Señor. ¡Te rogamos, óyenos!

2.  Para que el amor y el agradecimiento echen fuera de nosotros el temor y el miedo, y vivamos como hijos de un Padre Santo. Roguemos al Señor. ¡Te rogamos, óyenos! 

3. Para que la presencia viva de todos los Santos, incluidos nuestros familiares y amigos, alienten nuestra esperanza y nuestra solidaridad con los que sufren. Roguemos al Señor. ¡Te rogamos, óyenos! 

4. Para que el Día de los Fieles Difuntos, que celebramos mañana, lo vivamos revestidos de luz y de esperanza, y para que sepamos dedicar nuestro cariño y nuestras fuerzas a los que todavía viven con nosotros. Roguemos al Señor. ¡Te rogamos, óyenos! 

 Que tu amor y tu vida, Señor, derramados en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos has dado, acompañen nuestros deseos sinceros de vivir la santidad que de ti hemos heredado. P.J.N.S.

 AMEN 

CANTO PARA LA COMUNION.

 Gloria, gloria, aleluya; gloria, gloria, aleluya, gloria, gloria, aleluya en nombre del Señor.

 Cuando sientas que tu hermano necesita de tu amor, no le cierres las entrañas ni el calor del corazón, busca pronto en tu recuerdo la palabra del Señor. Mi ley es el amor.

 Cristo dijo que quien llora su consuelo encontrará; quien es pobre, quien es limpio será libre y tendrá paz; rompe pronto tus cadenas, eres libre de verdad, empieza a caminar. 

Si el camino se hace largo, si te cansas bajo el sol, si en tus campos no ha nacido ni la más pequeña flor, coge mi mano y cantemos unidos por el amor: en nombre del Señor.

 ORACION FINAL.

 Sabemos, Padre, que Tú eres el único Santo entre todos los Santos.

 Por eso te pedimos que nos hagas participes de tu santidad en esta vida, para que podamos reunimos todos a celebrarla contigo en tu Reino.

 CANTO DE DESPEDIDA. Anunciaremos tu reino Señor, tu reino, Señor, tu reino. 

Reino de paz y justicia, reino de vida y verdad. tu reino, Señor, tu reino.

 Reino que ya ha comenzado, reino que no tendrá fin. tu reino, Señor, tu reino.


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