lunes, 26 de noviembre de 2018

SEMANA BIBLICA EN LAS PARROQUIAS: EL SEÑOR AL VERLA, SE COMPADECIÓ DE ELLA (Lc 7,11-17)

2ª SESIÓN
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Para llegar al corazón del Evangelio el camino es seguir a Jesús como lo hacían sus discípulos. En él se encuentra todo lo que Dios ha querido revelarnos. Al contemplar al maestro, al escuchar el latido de su corazón, podemos adentrarnos en el misterio insondable de Dios y descubrir los sentimientos del mismo Dios. El papa Francisco nos ha dicho que " Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre ... Quien lo ve a él ve al Padre Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su persona nos revela la misericordia de Dios" (Misericordiae vultus 1). Fijémonos hoy en uno de esos gestos y en lo que le impulsa  a actuar así.




LECTURA

Seguimos a Jesús por Galilea, de sinagoga en sinagoga , de encuentro en encuentro: cura a leprosos, paralíticos...; llama a Pedro, a Santiago, a juan, a Leví ..., enseña las bienaventuranzas y en el culmen de sus enseñanzas, pide amar incluso al enemigo siendo misericordioso como Dios es misericordioso. Entre los encuentros que vive Jesús destaca el que tienen con una mujer viuda que se dirige a enterrar a su único hijo. Detengámonos en todos los detalles de este texto.

Proclamación de  Lc 7,11-17
11 Aconteció después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y una gran multitud.
12 Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad.
13 Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores.
14 Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate.
15 Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre.
16 Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo.
17 Y se extendió la fama de él por toda Judea, y por toda la región de alrededor.













MEDITACIÓN

Esta escena que nos presenta Lucas a las puertas de Naín refleja situaciones que también se dan en la actualidad. Caravanas de muerte pasan por delante de nuestros ojos ( parados que no ven salida; transeúntes sin techo ni calor humano; familias rotas por la droga o el desamor, ancianos en soledad; inmigrantes atravesando el Mediterraneo...) Vivimos en medio de una " cultura de muerte" donde el aborto y la mal llamada "eutanasia" se ven como un derecho. El papa Francisco también habla de la "cultura del descarte" que no solo margina, sino que descarta a muchas personas. Jesús no pasó de largo ni se quedó indiferente ante el dolor y sufrimiento de esa mujer viuda.

  • ¿Qué personas o grupos concretos de tu entorno viven situaciones de muerte que les sumen en el dolor y el sufrimiento? ¿Qué sentimientos se producen en tu interior ante estas realidades de dolor? ¿Qué acciones puedes llevar a cabo para mitigar ese sufrimiento y abrir sus vidas a la esperanza?
  • ¿Te has sentido o conoces a alguien que se haya sentido revivido por Jesús, el Señor? ¿Cómo has o ha recibido vida de Jesús?
  • En nuestras comunidades, como grupos que acompañan a Jesús,

  ¿somos promotores de la vida y la esperanza con nuestras palabras
  gestos? Señala esas palabras y gestos.

ORACIÓN
El gesto de compasión de Jesús hacia esta mujer nace en su corazón porque sabe mirar con los mismos ojos de Dios. Como vimos en la anterior sesión, es en la escucha atenta y orante de la Palabra donde Jesús aprendió cuál era el proyecto divino y quiénes eran sus destinatarios. Dios, a lo largo de toda la historia de Israel, ha salido fiador de los más pequeños y débiles, especialmente de los huérfanos y de las viudas.

  • Proclamamos de nuevo Lc 7,11-17.
  • Podemos compartir en voz alta nuestra oración.
  • Pidámosle al Señor que nos dé una mirada atenta para descubrir el sufrimiento de los que nos rodean y un corazón capaz de compasión. Sólo desde ahí podrán surgir acciones realmente portadoras de vida y evangelizadoras.
  • Pidamos por todos los que se sienten descartados y son víctimas de esta cultura de muerte y marginación.
  • Alabemos al Señor, porque en su Hijo Jesús nos ha visitado también a nosotros.








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